Espero que les guste~

Nota: ¡Alerta de Spoiler! Basado en la 4 temporada

Estuvo la mayor parte del día ocupada en el entrenamiento de aquel viejo con mala cara, su cerebro muy ocupada en su enojo y frustración por la poca ayuda que estaba recibiendo, pero ahora que el sol había caído y era de noche, su mente se estaba poniendo al día con lo que había sucedido.

La sensación de tristeza y soledad ahora eran más prominentes que antes, las ganas de llorar solo haciéndose más fuertes. Las cosas se habían complicado rápidamente y aunque aún no lo entendía del todo, a pesar de la cantidad de vueltas que le estaba dando a la poca información que tenía, sabía que algo muy malo había pasado en sus segundos de ausencia. MK, su hermano en todo menos en sangre, estaba angustiado y adolorido, solo en algún lado y haciendo que sabe que cosa, mientras que ellos estaba allí, supuestamente entrenando con un viejo demasiado tosco y poco claro para su gusto.

Se mordió el labio inferior, sacando su teléfono de su bolsillo y desbloqueando la pantalla con un ligero movimiento, tomándose unos segundos para mirar el fondo de pantalla. Eran MK y ella, sonrientes, luciendo sombreros a juego y con parte de la rueda de la fortuna de fondo. Fue su última salida normal, llena de diversión, justo antes de que ese maldito pergamino arruinaría todo.

-El número que usted marcó, no está disponible- Mei corto bruscamente, aparentando los dientes y sintiendo el calor emanar de los más profundo de su garganta, amenazando con escupir fuego en cualquier momento.

Estaba enojada con ese tonto león que los había traicionado, molesta por toda la situación que se había complicado, furiosa con el viejo que se negaba a dejarlos ir antes de enseñarle algo que no entendía del todo aún pero por sobre todo, estaba dolida y angustiada por la repentina partida de su mejor amigo.

Había logrado ver su expresión, luciendo tan abatido y cansado que dolía, dándoles la espalda antes de transformarse y alejarse en su forma de águila, ella solo pudiendo ver como se perdía de su vista. Su corazón se rompió.

¿Así se había sentido MK cuando ella misma había huido? ¿Lleno de frustración? ¿Se había sentido tristeza y soledad? Santo cielo, que mal que se sentía ahora.

-Lo siento mucho- murmuró. Aunque esperaba que su tiempo a solas lo ayudara, tal y como lo había hecho para ella, que aprendiera algo que lo ayudara a mejorar o lo hiciera sentir mejor, que pasara lo que sea necesario para que volviera y pudiera abrazarlo con todas sus fuerzas hasta que prometiera nunca más irse así. -Oh, MK...- sollozo un poco, abrazando su teléfono porque era lo más cercano que tenía. -...más te vale que estés bien...- porque si no, quien se atreviera a hacerle daño, iba a pagar y sufrir, se iba a asegurar de eso.