Espero que les guste~

-¿Qué rayos es eso?- pregunto Wukong con expresión en blanco, intentando ignorar como Macaque se reía a carcajadas justo detrás suyo, fuerte y muy fuera de carácter si tiene que dar su opinión.

-¡Es un pequeño tú, Monkey King!- chillo MK con deleite, separando un poco al pequeño mono para mostrarlo.

-¡Hey, gran yo!- sonrío el pequeño, al parecer sin estar molesto de ser tratado como un muñeco.

-Hey- saludo, sin poder creer que ese pequeño ser fuera él pero de otro mundo, algo extrañado si tiene que ser sincero. Se ve más como un muñeco que un ser poderos y capaz de derrotar a miles de demonios. -¿Cómo...?- hizo un gesto, viendo a su alumno.

-Un portal de abrió en mi departamento- respondió, volviendo a abrazar al pequeño mono, quien se acomodo, al parecer resignado a su destino. -Es adorable, ¿no?- sonrió, enorme y feliz, emocionado al parecer por la pequeña presencia del mono y Wukong no tiene ni idea de como sentirse al respecto.

-Oh cielos...- Macaque decidió en esos momentos tambalearse hacia ellos, apoyándose pesadamente en el hombro del tieso y molesto dios, ligeras risas saliendo de su boca aun. -E-Esto es...hilarante- jadeo, amenazando con empezar a carcajearse nuevamente.

-Cállate, maldito- gruño el de pelaje castaño, solo haciendo que el otro riera, divertido y sin rastro de miedo.

-Wow...- jadeo el pequeño mono mientras los veía. Estaba sorprendido de verse a si mismo tan grande y con el pelaje más esponjado, aunque debía admitir que la cola que se movía contantemente era lo que más llamaba su atención. -...Macaque no se va a creer esto- murmuro, ya sabiendo que su amigo no oba a poder creerlo, en especial cuando la versión de este mundo tenía el pelaje oscuro.

-¿Tienes un Macaque en tu mundo?- sus ojos se iluminaron, ya pudiendo imaginar la otra versión de su amigo manipulador de sombras. El pequeño sonrío, divertido, el chico era demasiado fácil de emocionar.