Espero que les guste~

Nota: Me doy cuenta que la mayoría de las versiones de Monkey King no tienen cola

El de pelaje castaño y el de pelaje amarillo se miraron entre ellos con curiosidad, moviéndose lentamente uno frente al otro sin tocarse por el momento, simplemente analizandose. Se movieron al mismo tiempo, alzando una mano a la vez, rascándose la cabeza y girando sin apartar la vista, haciéndose muecas e incluso llegando a hacer un rápido baile, aunque cuando uno de ellos se transformó de repente en una mariposa el otro solo pudo jadear y parpadear con sorpresa.

-¡Eso es asombroso!- sonrió con emoción, viendo como el mono volvía a la normalidad.

-Y esa es solo una de las transformaciones que puedo hacer- Wukong hincho el pecho, orgulloso y con el ego en aumento por el asombro ajeno.

-¡Y tienes una cola!- jadeo nuevamente al ver la larga extremidad que se movía constantemente. -¿Por qué yo no tengo una?- hizo un puchero, mirando su parte trasera con el ceño fruncido.

-Diferentes mundos, diferentes reglas- le dio una palmada en el hombro, sonriendo ligeramente en un intento de animarlo.

-Supongo- bufo, obviamente no muy contento pero resignado. -¿Qué otros poderes asombrosos tenemos?- preguntó con ojos brillantes, dando ligeros saltos en su lugar.

-Ufff, un montón- rodeo los hombros de su otra versión con su brazo. -Te daré un curso rápido por poderes fantásticos de Monkey King. En primer lugar, transformaciones...- empezó a hablar y aunque mucho de lo que decía el menor no pudo entenderlo, se emocionó de igual manera ¡Iba a tener poderes asombrosos!

-¡Quiero probar!- lo interrumpió bruscamente, dando un salto lleno de emoción.

-Tranquilo, tranquilo- bufo, divertido ante el entusiasmo ajeno.

... ... ... ...

El de pelaje negro y el de pelaje gris se miraron entre ellos, el primero de brazos cruzados y el segundo con el ceño fruncido, ambos analizandose de manera pensativa.

-Tu pelaje es oscuro- murmuró, ladeando la cabeza con confusión.

-Y el tuyo es gris, capitán obvio- enarco una ceja.

-Te faltan las orejas- señaló, sus propias orejas moviéndose ligeramente.

-Cuestiones personales- se negaba a entrar en ese tema, incluso si el pequeño era una versión de sí mismo de otro mundo.

-Es lo que nos hace quienes somos, es parte de nuestro nombre...- decidió ignorar las palabras ajenas. -...deberías mostrarlas con orgullo, no esconderla-

-Las cosas cambian- y solo para que el otro dejara de molestar, hizo un gesto y dejó caer su glamour, mostrando la cicatriz que cruzaba por encima de su ojo ciego y sus orejas, un pedazo faltando en una de ellas.

-...¿Qué te paso?...- preguntó, triste ante el aspecto ajeno. Es decir, se veía rudo y genial, no iba a mentir, pero había un cierto peso que podía notar en los hombros ajenos y supuso que tenía que ver con sus marcas. El de pelaje oscuro simplemente señaló a lo lejos, donde podía ver al dios enseñándole sus transformaciones a su versión de pelaje amarillo, ambos emocionados y con grandes sonrisas. -...es mi amigo...- lo miro, sin saber como sentirse ante esa respuesta.

-También fue mio- y un tenso silencio se formó entre ambos, el menor desviando la vista ante eso. -No lo pienses mucho...- suspiro, volviendo a levantar su glamour. -...diferentes mundos pueden significar diferentes sucesos- se encogio de hombros, despreocupado, aunque eso no pareció ayudar a su otra versión.

-¡Mac!- levantó la vista ante la voz, viendo a la infantil versión de Wukong haciendo señas hacia ellos. -¡Ven aquí para ver lo que este raro puede hacer!- señaló al mono a su lado que frunció el ceño.

-¡No soy raro, soy tu pero mayor y mucho mas fuerte!- golpeó la nuca ajena y muy pronto, ambos estaban peleando entre ellos.

-¡Y-Ya voy!- miro de reojo a su versión de pelaje oscuro, indeciso.

-Vamos...- avanzó, empujando al otro con su cola y obligándolo a caminar. -...antea de que empiecen a gritar o algo así y decidieron a ignorar lo anterior por el momento, ocupándose de detener la extraña pelea entre aquel par.