Espero que les guste~

Nota: Los pequeños monos de Macaque técnicamente no son monos normales, así que les hice que podían comer lo que se mientras no sea carne roja o chocolates. Solo para aclarar ^_^

MK tarareo una melodia mientras se  acomodaba la chaqueta que usaba de informe para sus entregas, aún tenía unos pocos minutos, así que estaba bastante tranquilo. Se aseguró de que su bandana estuviera bien atada en su lugar y es entonces que pudo ver la sombra que se formaba en su suelo, parpadeando sin estar sorprendido al ver al mono de pelaje emerger.

-¿Macaque?- llamó, preocupado porque para muchos el rostro el rostro del mono no reflejaba nada más que tranquilidad pero él podía notar la tensión en sus hombros y la arruga que se formaba entre sus cejas en señal de ligero malestar. -¿Estas bien?- se acercó a paso lento, aunque sin tocarlo por si las dudas, sin querer incomodarlo.

-Está todo bien- asintió, aunque aún no se veía para nada relajado, su cola moviéndose rápida y constante, reflejando si aparente nerviosismo. -Escucha Kid, sé que tienes que trabajar y tu jefe no te dejará faltar por un tiempo pero...- dudo, rascándose la nuca, MK manteniéndose callado y tranquilo mientras el mayor ordenaba sus palabras. -...¿Puedes cuidar de Rumble por unos días?- eso no era lo que el chico se esperaba.

-¿Rumble?- frunció apenas el ceño, confundido. Rumble nunca iba sola a ningún lado, Shadoe y ella eran hermanos inseparables por lo que había entendido, donde uno iba, el otro lo seguía de cerca. -Claro que puedo cuidarla- siempre tenía tiempo para ayudar a cualquiera de sus amigos. -¿Ella está bien?-

-Ella está...nerviosa...o molesta...no lo sé- y de repente, se veía frustrado, gruñendo ligeramente y con la punta de su pelaje eruzandose apenas. -Se niega a hablar conmigo o con Shadow y aunque sigue dando abrazos, ya no se ve...tan entusiasta como siempre- hizo una mueca. -Tu le gustas y pensé que un cambio podría ayudarla, así que...-

-¡Puedo intentar animarla!- salto, dispuesto a intentar, preocupado por las palabras ajenas. Rumble era alegre, siempre animada y dando saltos por todos lados, algo grande debió haber pasado para que estuviera tan triste hasta el punto de preocupar al mayor y no querer hablar ni con él o su hermano. -¿Puede comer helado?- se apresuró a preguntar, él siempre compraba un helado cuando no se sentía de buen ánimo.

-Si, frutilla o banana, son sus favoritos- se relajo un poco en su lugar, mostrando una pequeña sonrisa, luciendo aliviado.

-¿El de frutilla por ser de color rosa?- rio ligeramente cuando el mono asintió. -¡Bien!- asintió con decisión. -Haré mi mejor esfuerzo para animarla- infló el pecho, dispuesto a intentar, solo esperaba poder ayudar de alguna manera.

-Gracias, Kid- su sonrisa se agrando ligeramente, haciendo un gesto, la pequeña mona de pelaje oscuro y con detalles en rojo saliendo de su sombra, MK haciendo una mueca de preocupación al verla. Se veía decaída, su pelaje usualmente esponjado y brillante luciendo opaco y plano, incluso el pompom en la punta de su cola se veía algo aplastado.

-Hey, Rumble...- se agachó, mostrando una amable sonrisa hacia la pequeña decaída. -...vamos a pasar el día juntos, ¿te gustaría?- porque a pesar de su buenas intenciones no quería obligarla a hacer nada, mucho menos cuando se veía tan triste. Ella soltó un suave arrullo, asintiendo sin dudar, avanzando con pasos lentos para acercarse y estirando los brazos, MK rodeandolo sin dudar para alzar la, enderezandose. Podía sentir sus pequeñas manos aferradas a su ropa y su rostro enterrado en su hombro, incluso podía ver su larga cola enredandose lentamente en su brazo, su agarre un poco más firme del usual pero sin llegar a doler. No pudo evitar arrullar, preocupado, restregando suavemente su mejilla contra la cabeza ajena, escuchándola murmurar. Alzó la vista, justo para ver el gesto del mono de las sombras, casi como diciendo "¿Ves de lo que hablo?" -Estaremos bien, la cuidare- sonrió, esperando inspirar algo de confianza.

-Bien...- asintió, dejando escapar un largo suspiro. -...solo...llamame si necesitas ayuda- el menor asintió y Macaque miro una vez más a su pequeña antes de hundirse en un sombra, de seguro para ir con Shadow y que no estuviera solo. MK suspiro, acariciando la espalda ajena.

-Tengo que trabajar, Rumble- hablo, ya pudiendo ver que solo faltaban unos pocos minutos para empezar su turno, debía bajar antes de que Pigsy se enojara y empezará a gritar. -¿Quieres ir conmigo o prefieres quedarte en mi departamento?- el agarre sobre su ropa y brazo se apretaron un poco. -Esta bien, puedes venir conmigo...- acepto con facilidad. -...pero voy a necesitar mis manos, ¿puedes...?- ella se movió antes de que pudiera terminar de hablar, soltandolo solo para poder subirse a su hombro y acomodarse allí de alguna manera, su larga cola moviéndose para enredarse en su antebrazo esta vez, su rostro frotándose contra el costado de su cabeza. Sonrió mientras bajaba las escaleras para llegar a la tienda de fideos y aunque Pigsy parece querer decir algo respecto a su repentina compañía, cierra la boca y simplemente señala los pedidos dejados sobre la mesada, MK apresurandose para agarrarlos y yendo directamente al carro, dispuesto a empezar sus entregas.

Los clientes que abren sus puertas parecen fascinados con la pequeña en su hombro, algunos llegando a regalarle frustra fresca o galletas, un par de niños pidiendo permiso para acariciarla y algunas adolescentes que lo veían pidiendo permiso para sacarse fotos. Rumble parece animarse a medida que pasa el tiempo, no llegando a su usual alegre y entusiasta actitud pero si luciendo un poco mejor en comparación a como había llegado. Cuando termina su turno y después de comer algo rápido, se dirige directamente a su heladería favorita, siendo recibido por al amable señor que suele atenderlo, quien arrulla ante la pequeña mona antes de darles sus helados. El de él siendo de chocolate y en un cono, el de ella siendo de frutilla y en un pequeño pote de plástico, sentandose en una de las mesas vacías que había allí. Rumble come a grandes cucharadas luciendo feliz, haciendo alegres y animados sonidos ante la dulce frialdad del helado, MK sonriendo ante eso.

-Dime, Rumble...- hablo después de unos segundos, lamiendose los labios. -...¿Estás teniendo un mal día?- ella lo miró y ladeo la cabeza mientras hacía un suave sonido que interpretó como confusión, algo del pelaje alrededor de su boca manchado de rosa, algo que lo hizo reír ligeramente. Ella iba a necesitar un baño después de eso. -Un mal día es cuando te sientes triste o decaído sin razón aparente. No tuviste malos sueños, ni malos pensamientos, ni sucedió nada malo o que te molestara, solo...te sientes triste- explico. Rumble se llevo un poco más de helado a la boca, pensativa, asintiendo después de unos segundos de silencio. -Me lo imagine- le sucedía a veces, días en los que se levantaba con una sensación de tristeza que lo molestaba, solo teniendo ganas de acostarse en su cama pero obligándose a levantarse para seguir con sus tareas, esquivando los mejor posible las preguntas llenas de preocupación, sin poder explicar su sentir en esos momentos. -¿Te sientes un poco mejor?- ella asintió mostrando una pequeña y sincera sonrisa, un gesto que él no dudo en devolver enormemente, aliviado de haber podido ayudar un poco al menos. -¿Quieres que llame a Macaque para volver a tu casa y con tu hermano?- Rumble fue rápida en negar, señalandolo mientras lo miraba con sus iris dorados brillantes. -Oh...¿Quieres quedarte conmigo?- ella asintió con un poco de entusiasmo. -Bien, vamos a tener una pijama- sonrió cuando sus palabras parecieron animarla, contento de escuchar sus alegres sonidos. -Y te daré un baño cuando volvamos a lo casa, lo necesitas- ella hizo un puchero pero asintió, llevándose un poco más de helado a la boca. MK tarareo, teniendo que darle grandes bocados a su propio helado, el cual se estaba derritiendo. -¡Tan frío!- hizo una mueca exagerada, escuchándola reír. Bueno, al menos parecía de mejor humor.