Espero que les guste~

Nota: Yin es azul y Jun es naranja

Nota-2: Me paso que me agarro la lluvia y mi ropa se transparento cuando me moje por completo, mi mama tuvo que darme su campera. Fue super incomodo xD

Nota-3: MK es una mujer :3

Ignorando la sensación casi pesada de humedad, la dificultad para algunos de salir, los truenos que solían sonar y todo lo que venían con eso, a MK le gustaba mucho la lluvia. El sonido de esta chocando contra el techo era extrañamente relajante y la arrullaban para dormir, amaba la sensación de frescura que quedaba atrás cuando la lluvia se detenía y el hermoso arcoíris que se abría paso de entre las nubes oscuras era algo que siempre le gustaba ver.

Todo tenía sus cosas buenas y malas, una de estas siendo el poco aviso que a veces daban las tormentas, como la de esos momentos.

En el noticiero, la mujer del clima había asegurado que solo se esperaban días cálidos y caluroso, con pocas probabilidades de lluvia gracias a la aclamada torre del clima que les daba el tipo de clima que necesitaban pero algo debía fallar porque estaba lloviendo a cantarnos, sin dar señales de detenerse pronto. Y ella había estado en el centro, con toda la intención de comprar algunas cosas muy necesarias, solo para tener que correr para encontrar un refugio temporal, quedando bajo el techo de una estación de autobús.

-Oh, cielos...- se abrazo a si misma, cubriendo sus pechos con una mueca, haciendo un ligero movimiento con la cabeza para correr el mechón húmedo de su cabello ahora caído y algo aplastado, de seguro enredado también. Hacia calor cuando dejo su casa, así que decidió no traer su campera, saliendo de shorts y remera manga corta junto a zapatillas. Nada de eso seria un problema si no fuera que estaba empapada y con frio, un charco ya formándose dentro de sus zapatos y con su ropa ahora mojada pegándose incómodamente a su cuerpo, su remera haciéndose transparente debía al exceso de agua. Se sentía incomoda, sabiendo que sus pechos se podían ver si bajaba los brazos porque su sostén deportivo también estaba mojado. -Llueve, lloverá~- canturreo con un puchero, la lluvia haciéndose un poco más fuerte y el golpeteo del agua contra el piso haciéndose un poco más fuerte. Dejo escapar un largo suspiro de resignación, teniendo la sensación de que estaría allí durante un tiempo. Se aprovecho de estar sola y tarareo una canción para distraerse, intentando ignorar lo mojada y fría que estaba.

-¡Hey, sucesora!- alzo la vista ante las voces, notando al colorido par parado frente a ella y sin parecer molestos por la lluvia torrencial que les caía encima.

-Hola Yin y Jin- saludo amablemente, apenas recordando que no podía hacer un amague con su mano, manteniendo sus brazos firmemente a su alrededor. Los hermanos se veían felices de caminar bajo la lluvia, ambos vestidos con impermeables y botas de los colores de sus pieles, con capuchas anchas puestas y sosteniendo cada quien un paraguas.

-¿Qué haces aquí?- pregunto el de naranja, enarcando una ceja y ella estaba agradecida por la falta de cualquier tipo de intención de ataque porque no estaba dispuesta a bajar los brazos para pelear.

-La lluvia me atrapo...- fue sincera. -...pero a ustedes parece encantarles este clima- no pudo evitar comentar, sonriendo ligeramente.

-¡Los charcos para saltar son lo mejor!- sonrío enormemente el de azul, luciendo como un niño emocionado por la hora del juego.

-¡Lo mejor!- asintió su hermano de igual manera y ella no pudo evitar reír.

-¡A mi también me gustan!- admitió, usualmente esperaba a que terminara de llover o a que el agua cayera a un ritmo más tranquilo, lo que sucediera primera, para salir con su equipo para la lluvia y saltar en todos los charcos que encontraba con sus fieles botas, cosas que no tenía ahora. -Pero no estoy equipada esta vez- se estremeció. -¿Podría...pedirles un favor?- los miro, suplicante.

-¡Somos enemigos!- declaro Yin con toda la seguridad del mundo.

-¿Por qué deberíamos ayudarte?- Jin se cruzo de brazos, luciendo negado. MK sonrío con nerviosismo, moviendo ligeramente su mano para hacerle una señal de que se acercara. El demonio se mostro confundido, aunque la curiosidad fue más fuerte y obedeció, inclinándose cuando ella le volvió a hacer una seña, MK susurrando con voz temblorosa y baja. El de azul solo los miro, sobresaltándose cuando los ojos de su hermano se abrieron alarma y notando como las mejillas naranjas se tornaban algo oscuras mientras se apartaba bruscamente de la chica. -¡¿Qué tu qué?!- grito, escandalizado, y ella agradeció la falta de gente a su alrededor porque estaba segura que eso hubiera llamado mucho la atención. -¡Pudiste decirlo antes!- reclamo, molesto.

-¿Qué pasa?- pregunto Yin, observando con curiosidad como el de naranja se apresuraba a sacarse el impermeable.

-¡Se le ve todo!- anuncio con escandalo, las mejillas de su hermano tornándose oscuras al entender. MK ya podía sentir la vergüenza invadirla y como sus mejillas ardían, aunque se distrajo al notar como el demonio se le acercaba, sobresaltándose el impermeable naranja cayo sobre sus hombros, él desviando la vista mientras lo cerraba en la parte adelante. -Ahí, ponte las mangas- ella no pudo evitar sonreír, enternecida por la ayuda y la ligera muestra de privacidad, soltándose para poder pasar sus brazos por las holgadas mangas. Jin pareció notar que había terminado, cerrando el cierre sin preguntar y colocando la capucha en su lugar, retrocediendo un paso. -¿Mejor?- sus mejillas aun estaban coloradas, avergonzado, pero luciendo más tranquilo.

-Mucho~- el impermeable era algo grueso, cálido contra su frio cuerpo, y el color solido evitaba que se le viera cualquier cosa, un alivio muy bienvenido en esos momentos. -Gracias, Jin- y ahí es cuando ambos parecieron sorprendidos.

-¿Puedes diferenciarnos?- preguntaron al mismo tiempo, asombrados.

-¡Por supuesto!- le había costado pero lo había logrado y por la reacción de ellos, valía totalmente la pena. -Yin...- señalo al de azul. -...y Jin- señalo al de naranja.

-¡Eso es asombroso!- ambos jadearon con los ojos brillantes y ella se pregunto cuantas veces los habían llamado por los nombres incorrectos para emocionarse tanto.

-¿Quieres que te acompañemos a casa?- pregunto el de azul, ella riendo. Él había dicho que era enemigos hace unos segundos y ahora se ofrecía a llevarla a casa, los demonios eran raros pero le agradaban de igual manera.

-Seria genial, gracias- dejo que abrieran los paraguas antes de colocarse entre ambos, enganchando sus brazos a los ajenos para evitar que cualquiera se mojara y estuvieran bien refugiados. -Muchas gracias...por todo- estaba tan agradecida que era difícil expresarlo pero esperaba que lo entendieran.

-No hay problema- sonrieron.

-Tenemos que salir a saltar a los charcos la próxima vez- comento el de naranja, emocionado de repente.

-Totalmente- asintió, entusiasmada con la idea. -¿Quieren chocolate caliente?- ofreció, recordando que tenía lo suficiente para hacerlo y decidida a darles algo cálido por las molestias. Noto como ambos se animaron y rio alegremente.

-¡Chocolate!- y así, el extraño trio se alejo, refugiados por los paraguas del par de demonios y charlando de cosas sin sentido.