Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Dos Caras #3

Espero que les guste~

Cayeron a una zona donde obviamente no eran bienvenidos, los demonios presentes dejando lo que estaban haciendo para acercarse, todos frunciendo notoriamente el ceño y murmurando entre ellos, demasiadas voces sonando juntas como para que alguno entendiera pero por sus celos fruncido y la ira que podían sentir que venían de ellos, sabían que ninguno de ellos tenían buenas intenciones. Que mala suerte.

-Tengo la sensación de que no estamos en mi mundo- murmuró MK con una ligera mueca, retrocediendo hasta que su espalda tocó la de su contraparte, pudiendo sentir su tensión. Eso tampoco era una buena señal.

-Eso temo- asintió Xiao, frunciendo el ceño, pudiendo reconocer a muchos de los demonios que los estaban rodeando. Lo habían secuestrado y atacado tantas veces que era difícil no reconocerlos a estas alturas. -Son enemigos de mi maestro- y eso estaba peor.

-Oh, cielos...- seres que odiaban al maestro de uno, lidiaba con ellos y sabía por experiencia que eran peligrosos. Supuso que la mala suerte siempre estaba con él, sin importar de que mundo fuera. Se llevó la mano a la oreja, sacando su fiel bastón en un gesto exagerado y bien practicado, haciéndolo grande y colocándose en pose defensiva. Al mismo tiempo, Xiao dio un aplauso, haciendo aparecer un familiar bastón oscuro y con pinchos en los extremos, girándolo con agilidad. Los demonios se lanzaron primero y no les quedó otra más que defenderse, atacando con todo lo que podían. Tenían movimientos tan familiares a pesar de haber sido enseñados por monos diferentes y aunque estaban relativamente acostumbrados a luchar por si solos, lograron complementarse entre ellos de alguna manera, confiando de manera inconsciente en el otro para proteger su espalda o punto ciego. -¡Eso fue asombroso!- sonrió enormemente, viendo a los inconscientes demonios tirados en el suelo a su alrededor. -Somos un buen equipo~- hizo un girar su arma en una mano, estirando la otra con el puño cerrado.

-Si, creo que lo somos- sonrió ligeramente, apoyando su propia arma en su hombro, chocando su puño con el ajeno. Todo parecía tranquilo y ambos estaban dispuestos a quizás caminar un poco, hasta que Xiao pudo notar como una sombra se extendía rápidamente por debajo de ambos, una señal que reconoció al instante. -¡Cuidado!- rodeo con sus brazos a su contraparte, dando un salto hacia atrás, justo para que una figura emergiera lentamente. Era Macaque, fácil de reconocer y con su ropa luciendo no tan diferente como se esperaba, aunque su pelaje negro ahora tenía tonos claros en las puntas y la punta de su larga cola que se movía con tranquilidad era de color blanco, mostrando sin problemas la cicatriz en su rostro y su ojo opaco, sus orejas visibles y con aros de anillos dorados en sus orejas izquierdas. Tenía un aura de tranquilidad a su alrededor, aunque sabía que no debía confiarse del todo, este era el mono de las sombras pero de este mundo, no tenía ni idea de cómo podía reaccionar a su presencia.

-Tu Macaque es más aterrador que el mío- murmuró antes de pensarlo, encogiéndose todo lo posible tras su contraparte pero sintiendo la mirada ajena sobre él. Su mirada era tan intensa que lo hacía sentir intimidado y algo incómodo.

-Xiao...- habló el mono, enarcando una ceja al ver a su alumno protegiendo a alguien, manteniéndolo escindido tras suyo. -...¿Algo que quieras decirme?- tarareo, notando y sintiendo el aura dorada que rodeaba el cuerpo del pequeño escondido. Lo había estado buscando y ahora que lo encontraba, estaba con alguien particular.

-Maestro...yo...- no sabía cómo explicar su loca situación pero tampoco tuvo la oportunidad, siendo absorbido de repente por la oscuridad, abriendo los ojos con sorpresa cuando emergió y vio al mono frente a su contraparte. Jadeo, tenso, sin saber lo que él podría hacer. -¡Maestro! ¡MK!- intento avanzar pero sus pies parecían estar pegados al piso, notando entonces la sombra bajó suyo que lo mantenía quieto.

-Oh, por toda mi mala suerte...- pensó, tenso y tieso, sin hacer amague de moverse por miedo a que el mayor pudiera atacarlo o algo peor.

-El poder de Wukong...- murmuró ante el sello, caminando a paso lento y rodeando al nervioso chico, analizándolo con su único ojo bueno. -...pero limitado...- MK alzó la cabeza, ahogando una carcajada cuando la peluda cola ajena paso por debajo de su mentón, el pelaje haciéndole cosquillas. -...y en un mortal...- tarareo, pensativo, colocando su mano en bajo el mentón del chico para obligarlo a mantener la cara hacia arriba, sonriendo con algo de diversión ante la tensión ajena. -Todavía no muerdo, Kid~- MK cerró los ojos con fuerza al verlo acercarse lentamente, abriéndolos con sorpresa al simplemente sentir una nariz algo fría rozando su frente, escuchándolo olfatear apenas antes de soltarlo y retroceder. -Nos vamos a casa, Xiao. Trae a tu alegre contraparte- se alejo unos pasos, dejando espacio para que su alumno se acercara al pobre chico que ahora empezaba a relajarse en su lugar.

-¿Me acaba de...oler?- parpadeo, confundido hasta el más allá.

-Es algo raro pero creo que tiene que ver con su lado animal- asintió Xiao, aliviado de que el mayor no atacara a su otra versión. Fueron a la casa del mayor rápidamente con ayuda d ella poderes del mono, quien los dejó solos por el momento, Xiao casi empujando a su contraparte por el pasillo para mostrarle su cuarto.

-¿Vives con él?- preguntó con curiosidad, viendo la habitación ajena. Era algo grande, con un desastre de ropa y cosas tirados en el suelo muy familiar, junto a una especie de pizarra con múltiples dibujos pinchado allí.

-El alquiler de mi departamento subió y ya no pude pagarlo, así que el maestro me ofreció su cuarto extra y bueno...- hizo un gesto a su alrededor, sentándose en su cama, viendo con diversión como su contraparte investigaba sus dibujos con ojos brillantes. En serio que le hubiera gustado tener un hermano alegre y siempre sonriente, esta seguro de que eso haría más brillante los días.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro