Lo imagine y no pude sacármelo de la cabeza xD

Espero que les guste~

Nota: Si no es mucho pedir, ¿alguien podría hacer un dibujo de este cap por favor? Me encantaría poder verlo ^_^

Mei tenía ese día en particular marcado en su calendario desde el momento en el que se había enterado, había comprado las entradas tan pronto habían estado a la venta, había estado semanas buscando el tema perfecto y otros tantos días haciendo los disfraces una vez que tuvo la idea, incluso ya tenía en mente a su compañero perfecto, así que cuando estaba a una semana de ser ese día en específico, no dudo en subirse a su moto y arrancar a gran velocidad para ir directamente a la tienda tan familiar, ignorando con facilidad los gritos y pateando la puerta del departamento de su mejor amigo, quien estaba a medio camino de acomodarse su bandana.

-¿Mei?- parpadeo, obviamente sorprendido de verla allí tan temprano.

-Quiero que seas mi compañero para el concurso de disfraces en la convención de la semana que viene- fue directo al punto, mirándolo con una gran sonrisa llena de emoción y firmeza.

-Ammmm...- volvió a parpadear, rascándose la nuca. -Claro Mei-Mei, será genial...- sonrió ante la emoción ajena, feliz de verla tan alegre por haber aceptado, aunque aún no entendía del todo que había aceptado pero confiaba en ella. -...¿Necesitas mi ayuda en algo? Soy pésimo cociendo pero puedo intentar- se ofreció al recordar la parte de disfraz.

-Ya tengo todo, gracias- fue rápida en negar. Tenía todo listo y planeado, ni siquiera había necesitado medir a su amigo, ya se sabía sus medidas de memoria a estas alturas. -Solo necesito...- se acercó a grandes pasos, alzando las manos para apretar suavemente las millas ajenas él dejándola sin quedarse y riendo ligeramente. -...que te veas dulce y adorable, como siempre~- MK no pareció entender pero de igual manera le mostró la sonrisa más grande que pudo, sus ojos brillando ligeramente. -Perfecto~- asintió ella, satisfecha.

En el gran día, su emoción estaba más allá de su límite, ya vestida y equipada mientras su amigo se terminaba de arreglar con todo lo que le había dado.

-¿De qué estas vestida?- Wukong no pudo evitar preguntar, sin entender el cambio de ropa ajeno, llevándose fideos a la boca. Los chicos de hoy en día eran extraños.

-¡Soy una cazadora de demonios!- ella hincho su pecho y llevo las manos a la cintura, orgullosa, los pendientes cuadrados y grandes que tenía haciendo un suave sonido, los dibujos llamando la atención. Tenía ropa negra, la camisa luciendo bonitos botones blancos y los pantalones holgados con algunas vendas rodeando sus piernas de la rodilla para abajo, zapatos negros y un cinto blanco, con una extraña chaqueta larga a cuadros de color negro y verde brillante que casi le llegaba a los muslos, con las mangas holgada, junto a lo que parecía ser una espada mucho más fina de lo normal atada a su cinturón. -¡Y estoy esperando a mi hermano!- palmeo la gran caja de madera oscura que tenía al lado, una que parecía tener una puerta y unas abrazaderas, como una mochila.

-¡Aquí estoy!- MK bajo en esos momentos a grandes lados, los ojos de los presentes fijándose en él apenas apareció. Vestía con lo que parecía ser una especie de kimono de un suave color rojo y con bordado negro en patrones con forma de estrella, con medias blancas y unas extrañas sandalias con el cordón rojo, junto a una tela oscura envuelta en sus piernas. Su bandana aún estaba presente pero la punta de su cabello ahora tenía un suave pero notable color rojo. -¡Lo siento mucho, estaba teniendo problemas con los colmillos!- sonrío enormemente, mostrando los pequeños colmillos que ahora tenía.

-No hay problema...- sonrió, contenta con el resultado. El disfraz le quedaba mucho mejor de lo esperado y por la mirada fija de los presentes, había conseguido que su amigo se viera aún más adorable. -...pero aún te falta algo- hizo un gesto.

-Oh, cierto- asintió, riendo ligeramente, mostrando que sostenía el último detalle. Una cosa extraña con la apariencia de bambú, con una cinta roja que colgaba flojamente alrededor del cuello ajeno y una pequeña parte interna para poner su boca, algo que hizo rápidamente. Hizo un pequeño sonido y a pesar de que no podían ver su sonrisa, sabían que estaba feliz por la manera en la que sus ojos brillaban.

-¡Genial!- se animo aún más, abriendo la caja. -Adelante, hermanito~- MK hizo un nuevo tarareo, encogiéndose lenta y ligeramente, su ropa quedándole grande de alguna manera. Se veía como un niño con ropa de gran tamaño, moviéndose con pequeños saltitos y pasos rápidos para adentrarse a la caja, sentándose. Mei cerró la puerta, poniéndose la caja como mochila, ajustándose fácilmente al peso. MK era pequeño ahora, así que realmente no era muy pesado. -¡Nos vamos!- y empezó a avanzar con paso firme, saliendo de la tienda con una carcajada, dejando a lo presentes tiesos y en silencio.

-¿Deberíamos...estar preocupados?- preguntó Tang, haciendo un gesto hacia la puerta.

-Con la capacidad de encontrar problemas sin buscarlos de MK...me temo que si- suspiro Pigsy con cansancio. -¿Lo sigues y te ocupas de que no se metan en problemas?- miro al dios, quien fue rápido en sorber ruidosamente todo lo que quedaba en su plato, bajándolo apenas terminó.

-¡Por supuesto!- se enderezó al instante, aunque de cualquier manera iba a seguir a su alumno y a su amiga, sin querer dejarlos solos. Su sucesor se veía demasiado adorable, tenía que protegerlo. Salió y se transformó en águila para seguirlos por las alturas hasta que llegarán a su destino. Se iba a encargar de cuidarlos.