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Clon Salvaje

Espero que les guste~

Nota: Me inspire en un dibujo que me encontré por Twitter, así que eso significa que no me pertenece y todos sus derechos son a su respectivo dueño, para que no puedan reclamarme xD

Wukong entrecerró los ojos, sin apartar la vista de su extraño clon que se negaba a desaparecer en una nube de humo como debería, frunciendo el ceño al verlo chasquear los dedos de manera despreocupada para cambiarse a una versión de uno de sus tantos viejos uniformes, parpadeando con sus ojos rojos con pupilas doradas brillantes.

-Tienes que desaparecer...- se cruzo de brazos, molesto. -...ahora mismo, es una orden-

-Nha, no tengo ganas- el clon sonrío, divertido al parecer por la molestia del original, moviendo ligeramente la cola. -Aunque...¿Qué te parece si desapareces tu?- su sonrisa solo se agrando, al mismo tiempo que el ceño del dios fruncía. -No hay espacio para dos Monkey King- tarareo

-¡Soy el original!- se señalo a sí mismo, casi gruñendo. Ese clon terco y extraño lo estaba molestando mucho más de lo que esperaba. -¡Eres el clon!- lo señalo de manera casi acusatoria, aunque eso no pareció molestar particularmente al clon. -¡Yo me quedo y tu te vas!- era la lógica.

-Pero soy mucho mejor que tu, así que...- se llevo las manos tras la espalda, moviéndose sobre las puntas de sus pies mientras movía la cola lentamente y con puro gusto de poder molestar al dios.

-Voy a hacerte desaparecer a golpes, maldito hijo de la...- gruñó, su pelaje erizándose visiblemente y con un destello dorado brillando en sus ojos, apretando los puños con fuerza. Se agazapo, dispuesto a quizás arrancarle la yugular con los dientes, cuando unos pasos rápidos acercándose llamaron su atención.

-¡Monkey King!- hizo una mueca internamente, casi se había olvidado que su alumno iba a aparecer en ese día. -Pigsy me dejó ir un poco antes, así que vine para acá y...- MK cerró la boca ante la escena frente suyo, curioso ante el enojo obvio en su maestro y la sonrisa creída en el rostro de lo que supuso era su clon. -¿Todo esta...bien?- se arriesgo a preguntar, dudoso, sintiendo la tensión presente.

-Todo bien, Kid...- una tensa sonrisa se dibujo en el rostro del dios, quien se agitó de manera disimulada para aplacar un poco su pelaje. -...solo un pequeño problema...- miro al de ojos rojos con iris doradas, molesto y sospechoso. -...con un clon odioso y desobediente-

-¡Oh, también tienes de eso!- suspiro, luciendo algo aliviado de no ser el único en tener clones rebeldes de vez en cuando. Se acercó a paso lento, mirando al clon con curiosidad, notando su ropa y sus ojos diferentes. -Wow...- no pudo evitar acercarse un poco al rostro ajeno, el clon quedando quieto y estático, dejándolo observar. -...¡Tus ojos se ven genial~!- sonrió, asombrado por los iris brillantes en medio de todo aquel color rojizo. Había escuchado muchas historias donde la descripción de los ojos del dios cambiaban, algunos diciendo que eran completamente dorados y otros diciendo que tenían algo de rojo como símbolo de ser demonio o algo así, no podía recordarlo muy bien.

-Oh...- el clon parpadeo, sorprendido al parecer pero muy pronto una lenta y gran sonrisa se dibujo en su rostro, su cola moviéndose con gusto. -...Gracias, Kid...- alzó sus manos para agarrar el rostro ajeno, apretando suavemente sus mejillas y hundiendo la punta de sus dedos en la nuca del menor en un ligera caricia, MK apoyándose al toque antes de siquiera pensarlo. -...y tu, eres adorable~- canturreo con una sonrisa, ignorando la mirada fulminante y llena de enojo que el original le estaba mandando. -Adorable~- repitió antes de soltarlo, el chico dejando escapar una ligera carcajada.

-Supongo que el entrenamiento se suspende hoy, ¿eh?- miro a su maestro con curiosidad, dejando que el clon revisara su cabello sin mucho problema.

-Hasta que pueda deshacerme de él, si- asintió el dios con un suspiro de cansancio, no había tenido problemas con un clon en muchos tiempo.

-¡Tengo una gran idea!- hablo de repente, rodeando los hombros del menor para acercarlo a su costado, sonriendo enorme y emocionado, juguetón de cierta manera. Eso no podía ser una buena señal. -Mientras tu, el aburrido, busca como hacerme desaparecer...- hizo un gesto con la mano, como restándole importancia al asunto principal. -...¿Qué te parece si nos divertimos un poco en la ciudad Kid?- miro de reojo a MK, quien abrió los ojos con sorpresa. -Hasta podemos ir a ese lugar ruidoso y lleno de juegos que tanto te gusta- ofreció, el dios frunciendo el ceño. Su tonto clon sabía como molestarlo, estaba seguro de eso.

-¡¿En serio?!- se emocionó al instante, Monkey King no salía mucho de su montaña, excepto para pelear a veces o molestar a Pigsy. -¡Eso sería genial!- agarro las manos del clon, dando pequeños saltos en su lugar, su sonrisa siendo tan grande y brillante que se podrían necesitar anteojos de sólo para verlo directamente. -¡Podemos ir a los videojuegos, a la tienda de cómic, a la tienda de juguetes!- su emoción iba en aumento, algo que hizo que el clon sonriera con diversión y cariño. -¡Oh, y la feria! ¡Estas justo a tiempo para ir a la feria, será super divertido! Es super divertido, está lleno de juegos, premios, bocadillos de todo tipo...-

-Esta bien, esta bien- lo interrumpió con una ligera risa, sintiendo que si lo dejaba el niño seguiría divagando. -Tranquilo MK, necesitas respirar- él obedeció, dejando entrar una gran bocanada de aire. -Ahora, haremos lo que quieras...- le dio un apretón a las manos ajenas. -...tú guías y yo te sigo- aseguró con tranquilidad.

-¡Si!- asintió, sin notar como su maestro apretaba los dientes con ira ante su descarado clon. -¡Me haré cargo de él, Monkey King!- tomo su mano, mostrándole al dios una sonrisa llena de confianza. -¡Nos vemos!- y avanzó, una de sus manos agarrando la ajena y haciendo que el clon lo siguiera con facilidad, pequeños saltos de emoción contenida en los pasos del chico. El clon hizo aparecer una nube, ambos subiéndose y alejándose velozmente, dejando una suave estela a su paso que empezó a desaparecer lentamente.

-Maldito clon...- gruñó con los dientes apretados y los brazos cruzados. Lo iba a hacer desaparecer, en serio que si.

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