Espero que les guste~

Nota: Wukong es una mujer. Tiene pecho medianos, cintura pequeña y caderas anchas, además de todo el musculo por las múltiples luchas. Pueden imaginarla vestida como ustedes quieran

Petición de: Mucha gente xD

MK no necesita voltearse, puede sentir su mirada fija en su nuca, haciéndolo sentir ansioso y un poco incomodo, aunque sabe perfectamente que ella esta viendo el yeso que rodea su brazos, desde la muñeca hasta un poco más arriba del codo y sostenido por un cabestrillo. Fue un pequeño accidente en su última lucha, un particular mal golpe resultando en un un hueso roto y eso significaba que debía usar un yeso por unos cuantos días. Bendito sea la curación rápida que venia con los poderes de la diosa.

Aunque el problema en particular no era ese, no sentía dolor porque aun estaba medicado y le picaba un poco la piel debajo del yeso pero realmente eso no lo molestaba pero si parecía molestar a su maestra, quien lo había estado siguiendo de cerca y en silencio.

Tenía la sensación de que estaba molesta, no con él específicamente, sino más bien con la situación y con el tonto que le había roto el brazo, aunque estaba agradecido de que no hubiera ido a buscar venganza...no que él supiera al menos.

-Monkey Queen...- llamo, sin sorprenderse cuando ella apareció de repente a su lado, mirándolo con ojos atentos. -...¿crees que puedes pelarme una manzana, por favor?- le mostro una sonrisa, tranquilo. -Porque no puedo hacerlo en este momento- hizo un gesto con su mano libre, riendo ligeramente. Podía comer su manzana con cascara y todo, lo había hecho antes y lo podía volver a hacer, pero sabía que la mona quería hacer algo, incluso si era algo tan pequeño como pelar una manzana. Era mejor dejarla cuidarlo y no quejarse.

-¡Enseguida!- MK se dejo empujar sin mucho problema al sillón más cercano, sacándose los zapatos para subir los piel al mueble y cruzarse de piernas, escuchándola hacer ruido desde la cocina. Ella no tarda mucho en volver a donde estaba, dejándose caer de sentón a su lado y con un plato en mano, pelando una manzana rojiza y brillante con movimientos expertos, cortando un gajo. -Aquí tienes, cachorro~- sonrío, enorme y dulce mientras le acercaba el trozo al rostro ajeno.

-¡Gracias!- a pesar de que aun tenía una mano buena y podía comer por su cuenta, la dejo hacer lo que quisiera, abriendo la boca para aceptar el trozo de manzana y masticando con gusto. -Es dulce~- tarareo alegremente ante el dulce sabor.

-¡Conseguí las más dulces solo para ti!- confeso Wukong con toda la naturalidad del mundo, cortando otro gajo para dárselo al menor, su sonrisa en aumento al verlo comer sin quejarse. -¿Satisfecho, cachorro?- pregunto cuando termino de comer, moviendo alegremente su cola al verlo asentir. La mona tarareo, dejando lo que había estado usando a un lado, acomodándose de tal manera que pudiera apoyar su espalda en el apoya brazos del sillón. -Ven aquí, cariño- extendió los brazos con una expresión cariñosa en su rostro. MK no dudo en aceptar el gesto, dejándose acomodar y acurrucándose contra ella, algo molesto por la falta de movilidad por culpa de su brazo quieto pero acomodándose lo mejor que podía, cerrando los ojos al sentir como ella le acariciaba la nuca con suavidad y dulzura.

No le gusta estar herido y detesta el yeso que mantiene su brazo doblado, incluso odia preocupar a sus amigos, pero adora la atención y el cariño de su maestra, así que va a aprovechar, solo por el momento.