Comenteeen :c porfis

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Sunoo estaba en su habitación, preparando el discurso que daría en dos días, no habló de esto con Jungwon, pero supuso que lo anunciaría el día siguiente a su cumpleaños.

Mientras escribía, las lágrimas escaparon de sus ojos, empezando a llorar y gimotear.

Trataba de contener su tristeza, pero era tan grande al enfrentar la realidad, sus padres no eran para nada perfectos, pero eran suyos.

Y que hayan fallecido significaba que nunca podría cocinar con su mamá ni su padre lo llevaría en caballo a pasear, ni sería regañado por no ordenar después de bañarse, y nunca discutiría con su madre sobre qué ropa podría ponerse ese día.

Ser hijo de la realeza fue difícil, acatar todas las reglas públicas, siempre mostrar una sonrisa, practicar postura y modales desde que tuvo memoria, tenía que aspirar a ser perfecto.

Y de todos modos, sus padres siempre se esforzaron por hacerlo sentir querido y que pese a ser un príncipe, también era su único y amado hijo.

Se estaba hundiendo en su tristeza, ya ni siquiera podía escribir, estaba cayendo en un colapso, después de escapar de la realidad, cuando vuelves, chocas aún las fuerte.

Sus manos temblaban, sus piernas igual, respirar se le hacía difícil y cuando quiso pararse, sus piernas no reaccionaron, cayó al suelo.

Cerró sus ojos aún ahí, temblando y esperando que nadie lo vea así.

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-Esto es delicioso- Ta-ki devoraba el quinto postre en el día.

-Sí que lo es- desde hace unos minutos que no veía a Sunoo y era raro, puesto que debería estar con los otros príncipes, pero ellos charlaban de quién sabrá qué a unos metros de ellos.

-¿Todo bien?- Ta-ki notó que Ni-ki estaba distraído-¿Qué pasa?

-Creo que algo le pasó a mi príncipe- se estaba poniendo nervioso al no saber nada de él -iré a buscarlo- y se fue sin dar más explicaciones.

-Yo seguiré comiendo- Ta-ki era feliz mientras tuviera comida.

Ni-ki corrió de aquí a allá, detrás de los vestidores, por las pistas de hielo, dentro de los baños y en los vestidores, hasta les preguntó a esos príncipes pero ninguno sabía nada, eso solo incrementó su preocupación.

Subió a las habitaciones, buscando en la suya para pasar a la de Sunoo que tenía las luces apagadas, iba a irse, sino fuera por ese impulso de preocupación que tenía, entró más adentro, escuchando llanto y fue cuando lo vio.

Sunoo estaba en el suelo, al parecer le era difícil moverse, lloraba y temblaba al mismo tiempo.

-Sunoo...- Ni-ki lo levantó del suelo, cargándolo en sus brazos, listo para llevarlo a un médico, pero Sunoo habló.

-No... solo... solo abrázame- pidió llevando sus temblorosas manos a su cuello -P-por favor... abrázame...

Ni-ki no dijo nada, solo se sentó en la cama, abrazando a Sunoo, colocando sus piernas al lado de su cadera para abrazarlo mejor.

La fuerza con la que Ni-ki lo abrazaba, combinada con la respiración agitada del otro, que significaba que había corrido mucho por encontrarlo, junto a la manera tan delicada con la que sus manos sujetaban su cintura, eran la combinación perfecta para decir un "te amo" sin decirlo.

Poco a poco, sus manos dejaron de temblar, su respiración se hizo regular, las lágrimas rebajaron y solo eran ellos dos en ese momento.

-¿Estás bien?- dijo Ni-ki aún en el abrazo.

-Si estás conmigo, sí...

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-¿Crees que Sunoo quiera de este sabor?- preguntó Jake.

-No, yo creo que quiere de chocolate- dijo Sunghoon.

-Eso era hace mucho tiempo, ahora le gusta más la vainilla- Heeseung dió su punto de vista.

-Jóvenes príncipes- Ni-ki apareció dándoles su salvación -Al príncipe Sunoo le gustan todos esos sabores.. en diferentes postres, pero para un pastel, Sunoo elegiría moka sin dudarlo.

Y se fue, simplemente dijo eso y nada más.

-Yo le creo, que sea moka- Jake se dio por bien servido con las palabras del caballero de Sunoo.

-Pero hace un tiempo...

-Ni-ki está con Sunoo todo el día, todos los días y parece que ya se habían conocido mucho antes de que sea su caballero- Heeseung apoyó a Jake.

Sunghoon no tuvo nada más que decir, tenían un buen punto a favor.

Desde hace unos días planeaban el cumpleaños de Sunoo querían que sea perfecto, como Sunoo.

-¿Dónde está?- Jungwon apareció buscando algo -Jay lo dejó en paquetería... mierda... dónde--

-Hace unos días llevaron las cartas y paquetes enviados al príncipe- dijo uno de los trabajadores.

Jungwon se heló, no se supone que deberían haberlo hecho, no se supone que Sunoo sepa lo de sus padres hasta después de un buen y feliz cumpleaños.

Corrió hasta la habitación de Sunoo, viendo que este arreglaba algunas flores en un florero.

-S-Sunoo...- su respiración era acelerada.

-Mamá y papá se fueron- lo miró -no podré verlos otra vez...

Lo único que pasó ahí, fue un fuerte y protector abrazo de Jungwon, creció junto a Sunoo, como si fueran hermanos, sus padre le dieron  tantas cosas, celebraban sus cumpleaños, felicitaba sus logros, su padre lo entrenó para ser el mejor general al mando, y ahora que en verdad podía sacar sus sentimientos a flote, lloraba sin remedio junto a Sunoo, unidos en un abrazo.

-No quiero celebrar mi cumpleaños...- dijo Sunoo.

-P-pero si ya todos--

-El luto de papá y mamá debe hacerse de la manera correcta.

-Bien... pero ¿aún quieres pastel?

Sunoo soltó una suave risa.

-Sí, aún quiero pastel.

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Eran las 7 pm del mismo dia en el reino y todos estaban reunidos para un anuncio que debía de hacer el príncipe heredero.

-Buenas noches a todos- Sunoo habló -hoy tenemos una muy triste noticia para todo el reino...- tomó valor -el rey y la reyna Kim han fallecido- y los murmullos empezaron -Fallecieron en batalla y no hay razón para estar tristes, recordemoslos como lo que eran-aguantaba muy bien sus lágrimas, pero sus uñas estaban clavadas en el barandal -un rey soberano y trabajador, una reyna compasiva y amable, unos padres amorosos y trabajadores- la primera lágrima escapó.

Se tomó unos segundos antes de continuar.

-Como príncipe, asumir el cargo de ambos y trabajaré día y noche para seguir siendo el Rey que todos esperan que yo sea- sentía un nudo en la garganta, como si estuviera a punto de romper a llorar. -por mis padres y por toda la gente del reino- sus palabras se detuvieron, sus ojos se llenaron de lágrimas y se tomó unos segundos para seguir hablando.

Pero la gente del pueblo fue más rápida que él, apoyando su progreso y apoyándolo como nuevo rey.

-¡Viva el Rey Sunoo!- aclamó una señora de mediana edad y poco a poco, más personas se unieron aclarando aquellas palabras con fuerza -¡Viva el Rey Sunoo!- repitieron varias veces.

Aún no era la coronación, aún no era Rey, solo era heredero al trono, la coronación sería en tres días.

El nombrado solo sonrió, aún con lágrimas en los ojos, agradeciendo a todos en el pueblo.

-Su alteza- Ni-ki estuvo detrás de él en todo momento -Ya es momento.

-Sí, Ni-ki, vamos- se dio la vuelta despidiéndose del pueblo.

Era momento de la ceremonia de luto, como no había cuerpos, las coronas simbolizarían estos.

-¿Está todo bien?- Ni-ki preguntó.

-Sí- Sunoo le sonrió -todo está bien- tomó su mano mientras le dedicaba una sonrisa.

Contigo siempre estoy bien.

Cami~