—Lo lamento tanto, no quería interrumpirlos. Solo vengo a traer una vela que nos faltó poner en la mesa, creo que vine en mal momento.

Miro a Alec y le pido disculpas con la mirada, él asiente y me retiro del salón.

¡DIOS EMMA! Algo bueno iba a suceder aquí y tu interrumpiéndolos, merezco el premio a la "Malogra Momentos" del año, pero sé que Alec lo resolverá.

Sonrío y camino hacia el gran salón para seguir con la fiesta, pero me detengo al ver a Taylor viniendo hacia mi o bueno, hacia mi dirección.

Mi sonrisa se borra un poco porque creo que ya sé qué o bueno, a quién está buscando.

—Si estás buscando a Jazz, pierdes el tiempo —sonrío un poco y él menea la cabeza.

—No vengo hablar con Jazz, vine a hablar contigo, necesito un consejo.

¿Un consejo? Vaya, soy buena para eso.

—Pues buscaste a la chica correcta —le guiño el ojo—. Pero aquí no, vamos a otro lugar.

No quiero que nadie interrumpa lo que sea que estén haciendo Alec y Jazz, deben de estar hablando o riendo.

—Te noto un poco... ¿Triste? —trato de descifrar lo que sea que su gesto demuestra.

—Estoy confundido, eso es todo —asiento mientras camino.

Llegamos a una terraza donde sus telas son de un verde esmeralda muy suave y tiene diamantinas, muy hermoso.

Él apoya su espalda en la baranda y yo mis brazos, los peces nadan pero por alguna extraña razón no entran al palacio, parece que lo rodean.

—Ahora cuentame, ¿Qué tienes? —le digo rompiendo el poco silencio que hay aquí.

—Jazz... —oh bueno, ya lo veía venir— ¿Le gusta Alec, no?

¿Qué si le gusta? Yo no diría eso, yo diría que Jazz no solo le gusta Alec, es algo más fuerte que eso. ¿Amarlo? Eso es demasiado fuerte Emma, pero por ahí va la cosa de seguro.

Eso le respondería, pero mejor...

—Si, le gusta Alec, y a él le gusta ella —sonrío al imaginar a mi prima en una relación con él, por favor, yo los shippeo.

—Wow —sonríe negando—. Eso es obvio, quién no se sentiría atraído por Jazzlyn, es hermosa, carismática, y... daría lo que fuera por todos nosotros, inclusive yo, y eso que no me conoce.

Eso me hace despertar la curiosidad, no debo de hacer preguntas pero vamos, tu también quieres saber...

— ¿De dónde vienes exactamente? Ni Jazz ni Alec te conocieron antes de venir aquí.

Me mira por unos segundos y suspira, frunzo el ceño para que él luego ría.

—Vengo de la tierra Emma —Eso ya lo se tonto—. Estaba en la oficina de mi padre cuando Jazz y Alec aparecieron.  Y en un abrir y cerrar de ojos aparecí aqui —me da un toque en la frente con su dedo índice—. En tu mundo.

Río un poco negando.

— ¿Y tus padres? ¿No deben estar preocupados?

Si yo me fuera a otro mundo obviamente mi mamá estaría preocupada, me estaría buscando bajo tierra y mar.

—Pues supongo que sí —dice dudoso—. Pero poco le importo a mi papá así que dudo mucho que me busque.

Veo que eso es lo que en verdad me quiere decir, de eso quiere hablar, tomo su brazo con gentileza y sonrío con ternura, es algo que mi mamá me enseñó: "sonríe mientras lo miras a los ojos para que la persona abra sus sentimientos a ti".

— ¿Por qué haces eso? —dice un poco asustado, río por cómo lo dijo.

—Puedes contarme, sé muy bien que quieres hablar, pero no sobre Jazz, si no por lo que realmente te preocupa.

Sus ojos se pierden por un momento por el pasillo y asiente.

—Te dire pero no debes de contarlo a nadie, ¿Lo prometes?

Abro los ojos un poco al escuchar la dureza de su voz, pero igualmente asiento, además ¿Qué gano al contar lo que va a decirme? Nada.

—Mi papá es un hombre ¿Cómo decirlo? ¿Con poder? Es adinerado, tiene mucho dinero y sobretodo es básicamente un rey en la tierra ya que tiene museos muy famosos de donde vengo —asiento comprendiendo. Uno cables, no los enredo más—. Así que básicamente es muy hablado en la tierra, él quiere que me case con alguien que no conozco, una chica que según él me conviene.

—Espera, espera, espera —digo confundida—. Puedes ir paso a paso, es que hoy ando un poco lenta, el ratón de mi cerebro se detuvo por un momento.

Ríe y asiente, se apoya pero esta vez con los brazos en la baranda.

—Mi papá es rico, muy rico, gracias a los museos que tiene, y él quiere que me case con una chica que según él me conviene, pero yo no conozco a la chica y digamos que no siento lo mismo por ella, y me dijo que mejor la conozca, y eso hice en la tierra, pero no me siento atraído hacia ella.

Suspira un poco cansado y asiento comprendiendo.

— ¿Te sientes confundido? —le pregunto pero él niega riendo.

—No, y sé que en varias palabras me estás preguntando si soy gay, y no, no soy gay.

Río un poco porque tiene razón ¿Leyó mi mente o qué?

—Me hubiera gustado tener un amigo gay, ¿Sabes?

—Digo que no me puede gustar alguien que no conozco, en el fondo no me gusta, y cuando salía con ella o bueno cuando paraba con ella, no sentía nada pero me convencía a mí mismo que me gusta pero nunca sentí eso.

— ¿Tu papá te insistió?

—Si, él sí o sí quiere que me case con ella porque ella es de mi clase social, pero no siento ni una pizca de amor por ella, o bueno, cariño si, pero ¿Amor? No, ella siente algo por alguien más y no la obligaré que se case conmigo.

—Taylor, tu padre no te puede obligar a amar a alguien que no amas, he escuchado casos así aquí  en Mondostrano y no pensé que en la tierra habría casos similares, pero déjame decirte que casamientos forzados no siempre salen bien.

— ¿Debo hablar con mi padre? —pregunta pero creo que más para él mismo que para mí— Se molestará conmigo, él reacciona no muy lindo cuando no obtiene lo que quiere.

— ¡Taylor! Tienes más de 17 años, y si tu padre te dice que no pues que se joda, tu eres una persona que puede valerse por sí mismo y no por su padre, y hay varios peces en el mar... Y no, no me refiero a las sirenas básicamente.

Él ríe y lo imito, no sé pero cuando las personas ríen yo siempre los imito, es que bueno, me contagian su alegría.

—Vas a conocer a una chica que valdrá la pena, que cada vez que la veas no querrás dejar de mirarla, que cada vez que digas su nombre sentirás un cosquilleo en tu interior, y cuando hables con ella el tiempo pasara tan rápido que ni cuenta te darás...

Me mira por unos segundos y asiente, él estaba por decir algo pero cierra su boca. Luego me dice otra cosa que no me esperaba.

— ¿Hay más peces en el mar?

—Sí, pero no exactamente sirenas.

Sonrío y él asiente divertido.

Una explosión logra que Taylor y yo caigamos y choquemos con una puerta muy grande, cierro los ojos pero no siento mucho dolor ya que Taylor me tiene abrazada, toso al sentir un poco de polvo.

— ¡Taylor! ¡Taylor! —le doy pequeños golpecitos para que despierte.

— ¡Estoy bien! —grita él asustado. Me levanto, sacudo mi ropa y reviso si tengo algo roto, Taylor se levanta y hace lo mismo que yo.

— ¿Qué fue eso? —digo con un nudo en la garganta.

— ¿Qué? ¿Queso? —me dice y frunzo el ceño.

— ¡¿Que qué fue eso?! —le grito en el oído

— ¡No te oigo! —me dice.

Bueno parece que la explosión lo dejó sordo, le tomo de la mano pero él fue mas rápido y me toma del brazo para salir corriendo hacia el gran salón, al llegar solo escucho llantos y gritos.

— ¡Corran! ¡Huyan! ¡Corran! —es lo que escucho por parte de todos las sirenas, veo como corren o bueno nadan en diferentes direcciones.

Abro los ojos al ver a los soldados que estuvieron en mi casa cuando vi por ultima vez a mi madre, un escalofrío me recorre dentro y fuera de mí.

— ¡Taylor! —le grito pero creo que ni me escuchó así que dejo de gritarle.

Hago que su mano suelte mi brazo, debo buscar a los chicos para ver si están bien, voy hacia cualquier dirección en busca de ellos.

— ¡Emma! —oigo a Taylor y veo sobre mi hombro que viene detrás de mí— ¡¿A dónde vas?!

— ¡¿A dónde crees que voy?! —grito al sentir un rayo pasar por encima mío, cierro la boca y veo por un hueco para ver que sí me vieron, sigo avanzando al ver que no.

—¡¿Qué?! —grita, me detengo y volteo para mirarlo— ¡¿Qué sucede?!

— ¡Iré a buscar a los demás! —grito tan fuerte como puedo— Quédate aquí.

Él niega pero otro disparo hace que ambos salgamos volando separándonos con el brusco movimiento, choco con algo duro en mi espalda que me hace retorcer de dolor.

— ¡Emma! —escucho la voz de... ¿Evan?— ¡¿Emma?! ¡Oh por dios! Emma, no te mueras...

Siento como me carga pero gracias al dolor que siento en mi espalda no hago mas que chillar pero lo hago en silencio.

— ¿Emma? ¿Ya estás muerta?

— ¡Idiota! Eso no se pregunta, y sigue viva —es la voz de Yasmina.

Me levanto y veo que estamos en... no sé dónde pero solo veo a Sylvana, Ezra, Yasmina, Ethan y Evan, con el dolor que siento no puedo pararme mucho y me sostengo de Ezra.

— ¿Dónde están los demas? —pregunto pero nadie me responde— ¡¿Qué les sucede?! ¡¿Dónde están?!

— ¡No lo sabemos! —grita Ezra.

¡Mierda! Jazz, Alec, dejen de jugar a las escondidas, esto no es broma.

Taylor, donde quieras que estés será mejor que estés bien.

—Iremos a buscarlos —dice Ethan con una lanza en la mano.

—Nosotros también —dice Yasmina pero Ezra niega.

—Es peligroso ratona, tu quédate y espera, cuida a Emma.

Yasmina asiente de mala manera, los chicos salen y van a buscar a los demas, veo a Yasmina rompiendo una silla y haciendo como una especie de lanza.

— ¿Qué haces? —le pregunto pero ella niega riendo.

— ¿Acaso creíste que me quedaría con los brazos cruzados a esperarlos? —dice necia como siempre— Iré a buscar a los demás, creo que sé donde están Jazz y Alec.

— ¡No Yasmina! —grito pero ella ya se fue, grito despacio, creo que ya no siento dolor así que me levanto y voy a la puerta.

Pero antes de salir...

— ¡Tengo a una! —dice un hombre con traje, me sonríe de manera maliciosa y no hago más que congelarme.

¿Este es mi fin?

¡Hola! ¡Hola! Nuevo capítulo de Mondostrano como verán, este capítulo lo soñé ¿Pueden creerlo? Bueno estaba enferma y lo soñé, por damas enferma tienes alucinaciones y eso tuve yo jejejeje.

Pero bueno fue algo similar, lo soñé pero cambié algunas cosas y espero que haya quedado bien.

¿Qué creen que pasará luego? ¿Creen que sea el fin de Emma? ¿Dónde estarán escondidos Jazz y Alec? ¿Sabrán lo que está pasando? ¿Qué paso con Taylor? ¿Empanadas? Dos, por favor.

Los queremos con toda nuestra alma, Dalia y Jime ❤❤