Con el arco en mi espalda, y con mi prima y Yasmina a mi lado; caminamos por el laberinto. Si así se le puede decir.

Este camino no llega a ningún lugar, no sé cuanto tiempo llevamos caminando, si es de día o noche. Solo sé que tengo hambre.

—¿Qué creen que será lo primero que encontremos? —dice Yasmina mientras revolotea a mi alrededor— ¿Dragones?, ¿Duendes?, ¿Sirenas?...

—Creo que escojo a los duendes —le digo y me miran atemorizadas—. ¿Qué?

—Ojalá que nadie te haya escuchado, los duendes, según mi opinión y sé que que para Yasmina también... son la peor cosa del mundo.

Eso hace que trague saliva y deje de hablar. Bien, no tengo idea de lo que hay aquí, y si me dejan escoger otra vez, elijo a los dragones.

—Ya me canse de todo —Yasmina cae sentada en mi pie, si ella está cansada de volar imagínense a mí caminando.

Elevo un poco el pie y veo que está durmiendo. "¿Enserio? ¿Ahora?" La tomo con delicadeza y la pongo en la mochila de Emma. Seguimos caminando y Emma no para de hablar acerca de lo que hay en Mondostrano.

No es que me moleste que hable, me molesta que haga bulla, tal vez haya algo aquí, un depredador feroz que nos pueda atacar y ella hablando como un loro.

—¿Sabes cómo estarán los chicos? —le pregunto haciendo que deje de hablar de Mondostrano.

Yo quiero escuchar todo de Mondostrano pero por ahora no. Sólo me voy enfocar en salir, y si se puede, viva.

—Vivos; eso es evidente, ¿Pero felices?... digamos que no tanto.

—Hay algo entre ellos dos ¿No? —le dije y asintió. Cuando estoy con Alec y Taylor siento un vibra... inexplicable— Antes se llevaban bien, ahora no sé que sucede con ellos.

—¿De dónde conoces a Alec? —pregunta cambiando de tema.

—De la secundaria —me vino a la mente cuando lo vi por primera vez, y cuando le hablaba con timidez en los recreos de la escuela—. Desde ese entonces se volvió mi mejor amigo.

Emma asintió y saco su daga de su bolsillo, comenzó a verse en el reflejo arreglando su cabello.

—¿Y a Taylor? —veo como sube y baja las cejas y no hago mas que reír.

—A él lo conozco hace...

—Shhh... —Emma me hace retroceder y apoyarme en los arbustos "¿Acaba de callarme?"— Por aquí.

Emma me hizo caminar de cuchillas cerca de un árbol grande, nos escondemos y no hago más que preguntarle lo que sucede pero ella no hace otra cosa que callarme.

—Escúchame con atención, Jazz. Acabo de ver algo, no sé cómo explicar cómo es, pero sólo te diré que es grande.

—¿Qué hacemos ahora? —estoy más que asustada ahora, Emma no deja de mirar detrás de mi y no sé si gritar o correr— ¡Emma! —grito/susurro.

—Silencio, Jazz. Mira, haremos esto, yo iré por detrás, haré una pequeña distracción, así tu vas y le tiras unas flechas —asiento, estoy lista. Voy a clavarle en el ojo, si puedo hacerlo...
—. Deberás darle en el cuello cerca de la faringe, es su punto débil.

Ahora si estoy más asustada, si le debo de dar en el cuello tendrá que levantar la cabeza, eso me da miedo. Asiento un poco nerviosa. Emma me da su mochila y sale del escondite. Me está dando mucho pánico y miedo pero tengo que hacer esto, todo por mis padres, todo es por ellos ahora. Mi padres son las mejores personas del mundo y sé que ellos hubieran hecho lo mismo por mí.

Cuando estoy por esperar la señal de Emma escucho una voz detrás de mí, una voz... de una mujer, un poco rasposa. Un camino se abre con una luz azul y muy cegadora, no sé si ir pero mis pies sin ninguna razón se adentran al camino. Mientras más avanzo la voz se escucha más fuerte, el color azul se vuelve turquesa y luego cambia a una luz blanca.

—Lo que tu quieras te lo daré —dice la mujer, de hecho la voz, ya que no veo a nadie aquí—. Lo que más anhelas, lo tendrás.

Cuando llego al final del camino veo un frasco de color rosado con morado encima, es raro pero su color brilla de una manera que me hace querer tocarlo.

—¿Hola? —digo y no escucho nada, mientras más miro el frasco, la sensación de querer tocarlo se vuelve aún más intensa— ¿Hay alguien aquí?

No escucho nada, decido tocar el frasco pero la voz de esa mujer me detiene.

—Lo que más anhelas te lo daré —parece la voz de Bradwin cuando me pedía el deseo pero ella me dice lo que más anhelo—. Todo lo que quieras te lo daré.

—Lo que más quiero es salvar a mis padres. Que ellos sean los mismos de antes.

Silencio. Eso es lo que hay, un largo y feroz silencio. La voz parece que se fue.

—Lamentablemente no podré darte eso... —Oh, volvió. Pero no me sirvió que volviera para nada— Pero... si algo que siempre has querido.

¿Eh? Un fuego sale detrás de mi, volteo y... ¿Ese es el rostro de Alec?-Eso es lo que siempre has querido.

El rostro de Alec está en las llamas, sonriendo, riendo, todas las caras posibles de Alec aparecen ahí. Luego aparezco yo junto a él. Nos vemos bien juntos, más que bien.

—Eso es lo que realmente quieres. Estar junto al chico del que aún sigues enamorada —sólo siento un poco de cariño por Alec, solo un poco. Eso creo...—. Nadie logra engañar al corazón, Jazz. Sólo te digo que tomes el frasco.

—¿El frasco?

—Sólo tómalo y verás que Alec estará enamorado perdidamente de ti —doy un paso y otro, hasta acercarme más y más al frasco— Bébelo. Bébelo. Hazlo, Jazzlyn Carter.

En estos instantes, solo quiero tomar el frasco y estar con Alec para siempre.

—Si... ¿Qué tomo? ¡Ahh! —me levanto de mi sueño mientras caigo donde estaban las pulseras de Emma. "Auch. Estas pulseras duelen mas que las patadas que le doy a mi hermano..."

—Sólo tómalo y verás que Alec estará enamorado perdidamente de ti —escucho esa voz, y no logro reconocerla. No es de Emma ni de Jazz. ¿De quién será? ¿Estarán en peligro?

No logro abrir el cierre de la mochila, me posiciono para atacar con todo. Todos mis años de golpear y jugar a las peleas con mi hermano deben de tener algún beneficio.

Salgo volando de la mochila pero si... "Emma, perdón, pero mandaras a arreglar tu mochila"

—Bébelo. Bébelo. Hazlo, Jazzlyn Carter.

Veo a Jazz yendo por un frasco rosado, a lo lejos veo una sombra de arena. Eso... no es una sombra, es una mujer que se está camuflando. Un segundo. Mi hermano me contó de esas personas. Atraen a las jovenes con la "Inteción" de darle lo que quieran, y cuando caen, las poseen y estarán en sus cuerpos mientras que la joven estará en el mundo oscuro para siempre.

Jazz no estará en la oscuridad, no dejaré que ella sea consumida por la atracción y la adicción al poder y el querer. Vuelo rápidamente hacia Jazz pero soy muy pequeña, odio ser pequeña y no tener tanta fuerza. Le jalo del cabello, hago de todo, pero nada funciona.

—Bébelo. Bébelo —la voz de esa mujer me está irritando.

—Jazz, enserio, lo siento —vuelo a un lado y voy con toda mi fuerza y le doy una patada en la cara. Veo que reacciona.

—¡Auch! ¿Qué te sucede Yasmina? —me dice algo adolorida "Al menos funcionó..."

—¡Nooo! —la voz de la mujer se oye más fuerte que antes y toda la arena comienza a tocar los pies de Jazz haciendo imposible que se mueva.

—¿Qué hago? Me voy a morir —dice Jazz con cara de terror mientras que yo no sé que hacer. Y a todo esto... ¿Y Emma?

Voy dando vueltas alrededor buscando una rama o un palo para sacarla de ahí, la arena está por sus rodillas, poco a poco la va consumiendo. Esto es grave, muy grave. Me detengo cuando recuerdo algo. El tarro con el liquido.

Voy donde la mochila de Emma, tomo uno que es de color verde. Espero que sea ácido, la verdad no tengo idea de lo que haya aqui dentro, solo espero que sea útil.

Tomo el tarro y salgo con rapidez antes de que la arena llegue a la mochila.

—No... pued-do res-pirar —Jazz apenas habla, tomo el tarro y lo abro con mi boca, apunto dónde está la mujer y le doy en la cabeza.

No tengo una buena puntería pero me salió bien.
La arena desaparece y Jazz puede respirar otra vez. Respiro lentamente y dejo salir un suspiro aliviada.

—Gracias Yasmina —le digo una vez que me reincorporo de la asfixia que me dio—. ¿Qué era eso?

—Eso era... —un grito la detiene "¡Oh, oh!"

—¡Emma! —gritamos las dos y salimos corriendo a buscar a Emma.

Parece que el camino es diferente por dónde vine, no veo nada salvo la luz de Yasmina. Sólo oscuridad... nada de luz.

—Perdóname —le digo y me mira confundida.

—¿Por qué?

—Por esto —tomo a Yasmina con mi mano y alumbro el camino, sé que me odiara pero ahora sólo quiero salvar a mi prima. Escucho que murmura algo pero la ignoro. Sigo caminando y con lo que me alumbra Yasmina sólo veo hojas y más hojas—. ¡Emma! ¡Emma! —sólo escucho el viento correr y ningún sonido de Emma.

No me detendré hasta encontrar a Emma, sigo caminando y escucho a ¿Emma?

—¿Emma? —digo cuando entro y veo a mi prima con un ¿tentáculo? Parece mucho al de un pulpo— ¿Emma por qué estás...

Un tentáculo me agarra del abdomen y me eleva hasta llegar a una altura nada linda. Cuando llega a bajarme veo a un hombre, parece Úrsula pero versión hombre.

—Mas comida —pateo con toda mi fuerza su tentáculo pero no me suelta—. Yo cocino, cocino así —comienza a cantar una canción mientras pone verduras y varias cosas en una olla gigantesca. Eso es muy escalofriante y me pone los pelos de punta.

Emma está asustada, Yasmina antes de escaparse, Úrsula la atrapó y la metió en una bolsa. Yo pataleo y me pregunto... ¿Ésta cosa no debe de estar bajo el agua?

Emma mueve su mano y hace que una rama se alce, lo había olvidado. "Telequinesis". La rama lo golpea en la cabeza y nos suelta para tomar su rostro adolorido.

Emma corre hacia mi y la abrazo, no nos libramos del pulpo gigante por que aún está vivo pero adolorido.

—¡Jazz, tus poderes! —Emma me dice "Tus poderes" muy alterada, recibe un "¿Qué?" Por parte mía— Usa tus poderes para volverlo piedra. Es una Cecaelia, ¡Vamos Jazz, no hay tiempo para pensar!

—Yo nunca use mis poderes para eso, y nunca los pienso usar.

Veo como el monstruo viene hacia nosotras. Nunca use mis poderes y no sé si aún los tenga pero... no hay otra opción. Decidida le digo a Emma que se aparte y me saco la pulsera. Recuerdos de mis padres vienen a mi mente, pero los detengo y levantó una mano hacia un tentáculo que viene hacia nosotras y lo toco con la yema de mis dedos, apenas rozándolo. Se vuelve rápidamente en piedra. Me coloco otra vez la pulsera antes de que ocurra otra tragedia y me giro hacia Emma.

"Esto es peor que hacer tarea acumulada..."

—Jazz, lo hiciste —Emma me abraza y saltamos de alegría.

—Si, lo hice. Pensé que no funcionaría pero... ¡Si funcionó!

Comenzamos a hablar acerca de lo genial que estuvo, pero una vocecita nos detiene.

—¿Alguien me puede ayudar? —Yasmina, me olvide de ella. "Ups..."

Emma la saca, Yasmina sale volando y yo río. Emma me abraza y Yasmina se une, las adoro a ambas. Las miro y trato de lograr que entiendan mi mirada de adoración pura.

—¿Entonces?

—Vayamos a terminar éste laberinto de mierda. Nada de lo que venga podrá vencernos —dice Emma y asiento.

—A encontrar a los chicos, que de seguro deben de estar pasándolo mal sin nosotras —habla Yasmina mientras salimos, pero antes tomo un poco de verduras y las cómo. ¿Qué? Tengo mucha hambre y el pulpo tenía ricas verduras dentro de la olla.

Los chicos. ¿Cómo estarán? Sólo espero que estén bien y no la pasen mucho como nosotras lo estamos pasando.

Sólo espero terminar bien esto y encontrarme otra vez con Alec, espero que Yasmina nunca hable de esto con él... y de todo lo que pasó.