Epílogo.
Cuatro años después.
Jimin mordía con nerviosismo sus uñas mientras sus ojos no dejaban de mirar el marcador de puntos obtenidos por cada participante de natación. El silencio expectante era abrumador, los tres mejores nadadores se encontraban uno al lado del otro, Jungkook incluido, esperando por el resultado del primer lugar.
El castaño conectó miradas con su pareja, dedicándose mutuamente una sonrisa de nerviosismo. Jungkook leyó los labios de Jimin, quiénes le susurraron un "Te amo". Dándole a entender que sí ganaba o no, le iba a seguir apoyando y estaría feliz por él.
Eso hizo que los nervios de Jungkook desaparecieran y se relajara.
—Y el ganador es... —introdujo el anfitrión, observando el marcador, esperando por el resultado.
Hasta que finalmente los números se detuvieron, indicando el ganador en grande.
—¡Jeon Jungkook! —vociferó en voz alta.
Jungkook abrió sus ojos como platos y pegó un brinco del susto cuando estallaron pequeñas bombetas con confeti y globos al lado suyo. Miró a su alrededor, completamente asombrado al verle todo el mundo felicitándole. Sin poder captarlo ni creerse aún que él había ganado. Era un sueño. Los demás participantes le estrecharon la mano y le dieron un abrazo de apoyo, el anfitrión le entregó el gran trofeo color oro y brillante, más una medalla del mismo material. La gente gritaba y aplaudía. Él no podía estar más impactado y feliz con todo. Entonces buscó a Jimin con la mirada, observando que ya no estaba en su asiento y frunció el ceño ante ello.
Sin embargo en el momento en que se giró, dispuesto a bajar la plataforma e ir a buscarle, de forma inmediata alguien se abalanza de golpe a su cuerpo, abrazandole fuertemente como si no hubiera un mañana.
Jimin.
—¡No puede ser, no puede ser! ¡Estoy tan orgulloso y feliz por ti! ¡Felicidades, bebé! ¡Te lo mereces! —exclamaba eufórico su novio.
Jungkook sonrió y le correspondió el abrazo, sintiendo que derramaría lágrimas en cualquier momento. Segundos después se separaron sin dejar de abrazarse y al instante Jimin tomó su rostro y unió sus labios en un cariñoso beso.
—Tengo al novio más talentoso del mundo —dijo sin alejar su rostro.
—No pude haber logrado nada sin ti... —respondió Jungkook sobre sus labios.
Jimin sonrió, escondiendo sus ojos en el proceso y volvió a besarlo con amor.
[💗]
Era la sexta navidad que compartían juntos, en sus perfectos y hermosos seis años de relación. En los cuáles tuvieron altos y bajos, tuvieron momentos felices e inolvidables, como momentos difíciles los cuáles ponían en duda su relación. Sin embargo, nunca volvieron a terminar. Siempre se mantuvieron juntos, apoyándose mutuamente en cada cosa que quisiesen hacer y celebrando en grande sus logros.
Jungkook recientemente se había graduado de la universidad, obteniendo finalmente su ansiado título y convirtiéndose oficialmente en un profesional. Jimin estuvo ahí, dándole su apoyo incondicional. Pues así como fue planeado, entró a la misma universidad que su novio y en su caso le faltaba un año para terminar su carrera.
Ahora mismo, estaban en la casa de los padres de Jungkook. Celebrando noche buena, esperando el día de mañana que sería navidad. Allí se encontraban también los padres de Jimin y los mejores amigos de cada uno. Todos conversando y riendo entre ellos, pues con el tiempo se habían vuelto muy unidos. Los padres de Jungkook se llevaban bien con los de Jimin.
Todo era tan perfecto que no sabían si se podía ser más perfecto.
Pero sí, podía serlo más.
—¡Hora de abrir los regalos! —exclamó la señora Jeon, levantándose de su asiento y caminando hasta el árbol de navidad.
Los demás invitados le siguieron alegres y espectantes. Y como fue dicho, comenzaron a abrir cada uno de los regalos. Literalmente nadie se quedó sin uno, todos recibieron. Hubieron lágrimas y sonrisas, miradas impresionadas y gritos al una persona haber recibido lo que tanto quería.
Después de una hora abriendo obsequios, prosiguieron a comer algunos bocadillos mientras escuchaban música y conversaban, alejándose de la sala. Quedando Jungkook y Jimin solos, quienes limpiaban algunas cosas que faltaban de recoger.
Jungkook soltó una pequeña risa de la nada y Jimin se volteó a verle extrañado.
—¿De qué te ríes?
Jeon observó el árbol con el ceño exageradamente fruncido, en una expresión algo divertida.
—Creo que el árbol está torcido... —dijo ladeando ligeramente la cabeza.
Jimin arqueó una ceja y echando levemente su cabello -ahora rubio- hacia atrás, se alejó un poco para observarlo mejor con los brazos cruzados.
—Mhm, no lo creo...
—¿Enserio no lo ves? ¡Si está raro! —exclamó en medio de una risa.
—Amor, no veo nada —le siguió el rubio, encogiendose de hombros.
Jungkook rodó sus ojos y Jimin bufó, avanzando hacia el árbol.
—Bueno, déjame comprobarlo —dicho esto se agachó para poder ver debajo de este, específicamente sus tornillos.
Sin embargo no comprobó nada. El árbol estaba bien.
—Pff, bebé, aquí no hay na- —se detuvo en el momento en que Jungkook extendió una pequeña caja color turquesa, envuelta en un lazo blanco hacia él.
—Feliz navidad, amor —dijo el castaño con una bella sonrisa en su rostro.
Inmediatamente los ojos de Jimin le miraron con un brillo de fascinación en sus ojos mientras se levantaba y tomaba la pequeña caja en sus manos.
—Oh, Kookie... Si querías distraerme para darme un regalo no era necesario hacerme mirar debajo del árbol —rió levemente el rubio, completamente enternecido.
—Sabes que soy así de especial.
—Aw, gracias... —murmuró Park, dándole un casto beso— Debí de haberlo sospechado al no ver ningún regalo con mi nombre de tú parte hace una hora. Ya me estaba preocupando...
Jungkook negó con la cabeza mientras soltaba una pequeña risa.
—Sí... Bueno, anda —ánimo con ojos emocionados— Ábrelo.
Jimin le miró divertido por unos segundos al comprobar que su novio parecía más emocionado que él de abrir el regalo.
Soltó un suspiro y finalmente lo abrió, encontrándose con dos preciosos y brillantes anillos de compromiso, color oro.
Inmediatamente se congeló en su sitio y con la boca ligeramente abierta levantó su vista asombrada hacia Jungkook.
En silencio, el castaño le quitó con delicadeza la caja de sus manos, sacando uno de los anillos y dejando el resto en la pequeña mesa de al lado. A continuación se volteó de nuevo hacia Jimin, tomando sus manos y mirándole fijamente a los ojos. Contemplando la expresión confundida y sorprendida del rubio.
—Eres el amor de mi vida —susurró con seguridad.
—Jungkook... ¿qué-? —se detuvo de golpe, llevando una mano a su boca cuando rápidamente Jungkook se había inclinado al frente suyo.
—¿Quieres casarte conmigo, Jimin? —preguntó el castaño con voz temblorosa, extendiendo el anillo hacia el nombrado.
En ese momento, el rubio sintió que se desmayaría ahí mismo. Su corazón no dejaba de latir desenfrenado, sus ojos llenándose progresivamente de lágrimas mientras miraba a Jungkook a los ojos. Y en ellos, vió todos los momentos que pasó con él, todos los recuerdos juntos le llegaron de golpe. Recordó la primera vez que lo vió, ahí tirado en el piso, quejándose del dolor. Recordó la primera vez que conectaron miradas, viendo aquellos hermosos y grandes ojos que poseía el castaño. Recordó la primera vez que se dijeron sus nombres, sin saber que eran la persona que estaban esperando para el otro, sin saber lo mucho que se iban a amar y principalmente sin saber que serían el completo y único amor de su vida.
—Sí —respondió sin dudar con una hermosa sonrisa— Sí quiero casarme contigo, Jungkook.
El castaño le dedica una bella sonrisa con lágrimas en sus ojos y se levanta, poniéndole delicadamente el anillo al rubio. Y cuando termina de inmediato se funden en un fuerte y significativo abrazo. Los aplausos y silbidos de sus familiares no tardaron en aparecer, sorprendiéndoles. Les miraron algo avergonzados pero felices, observando como la madre de Jungkook lloraba junto a la madre Jimin.
Jungkook tomó delicadamente el mentón de Jimin y lo volteó para conectar sus ojos. Se miraron con el amor más hermoso y verdadero que existía. Envueltos en su propio mundo, viendo su futuro en los ojos del contrario. Sintiendo sus corazones latir emocionados por el siguiente paso que harían en su bella relación, sabían que en algún momento se casarían y por fin iban a hacerlo.
Se habían escogido mutuamente para ser la persona con la quién pasarían el resto de sus vidas, para ser la persona que amarían, cuidarían y amarían hasta que la muerte los separe.
—Te amo, Jimin —le dijo en un susurro, de modo que sólo el rubio podría escucharlo.
—Te amo, Jungkook —le respondió el contrario con una sonrisa mientras se acercaba a sus labios— Mi bello prometido.
Y se besaron, como tantas veces lo habían hecho. No se cansaban, no se cansaban después de varios años de hacerlo, siempre se sentía como la primera vez. Un gratificante calor se extendió en sus corazones, indicsndoles que estaban con la persona correcta.
A pesar de todas las dificultades que tuvieron, lograron terminar juntos. Y se sentían muy orgullosos de que ninguna distancia los haya logrado separar.
Lograron combatirla.
Con amor y confianza.
Cada semana.
Un lunes.
FIN.
HI GUYSS :( YA TERMINÓ MONDAYS, OMG. Les juro que amé escribir este fanfic de principio a fin. El haber querido hacer al kookmin como una pareja super boyfriends goals, espero haberlo logrado <3
Como en todos mis fics, yo siempre quiero dejar una pequeña moraleja: las relaciones a distancia sí existen, sí funcionan y sí pueden combatirlas.
Como dije anteriormente, con amor y confianza. Mientras hayan esas dos cosas, todo es posible.
El amor todo lo puede.
Muchísimas gracias por todos sus votos y comentarios, leí todos y cada uno de ellos. Les amo mucho.❤️
En fin, espero les haya gustado y nos vemos en otra historia.
💗💗💗
Says goodbye to jikook in spring day era. 🍭🍂
Nos vemos, chau.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro