018.
Viernes 28 de diciembre del 2018.
Salieron totalmente eufóricos del estadio, ambos tomados de la mano mientras conversaban sobre el concierto de IU. Era de noche y la ciudad estaba completamente iluminada. Los clubes abrían sus puertas, el tráfico disminuía y el frío comenzaba a hacer su máxima aparición.
Conforme caminaban hasta la parada de taxis, Jungkook no podía dejar de hablar de lo bonita que se veía IU.
Y sí, Jimin pudo soportar que el castaño soltase en medio concierto comentarios a la cantante como "¡Te amo! ", "¡Eres hermosa! ", "¡Te doy y no consejos!". Bueno eso último lo decía más en broma, pues Jungkook era homosexual, sin embargo a pesar de eso Jimin no podía evitar sentirse algo celoso.
No se arrepentía de haber ido porque en verdad la pasó bien, tuvo un buen tiempo con Jungkook a pesar de que este estaba más concentrado en cantar las canciones a todo pulmón como si fuera lo último que haría.
—¡Dios, aún no puedo creerlo! —hablaba Jungkook emocionado— Oh, ella era tan linda, tan dulce, tan–
—¡Sí, sí, sí bueno! —le calló poniendo un dedo sobre sus labios— ¿Porqué mejor no nos apresuramos a volver al apartamento? Comienzo a tener mucho frío.
Jungkook le miró algo sorprendido por la acción y después le dedicó una sonrisa socorrona para morder de improvisto su dedo.
—¡Auch, Kookie! —Jimin se quejó apartándolo al instante.
—¿Estás celoso?
—¡Pff, claro que no! —evitó su mirada, retomando el camino.
—Ah~ si lo estás —le siguió— Eres tierno cuando me celas. Pero relájate mi amor que tú eres el único en mi vida —le abrazó por detrás, reposando el mentón en su hombro y deteniendo su caminar.
—Ahg, cállate antes de que te golpee
—espetó el pelirosa con las mejillas sonrojadas.
—Cállame —susurró en su oído.
El cuerpo de Jimin se estremeció de pies a cabeza y sus piernas temblaron ante el sensual tono de voz que utilizó el castaño. De pronto percató que estaban en un lugar público, en una posición muy íntima y se avergonzó inmediatamente.
—¡Kook, déjate de tonterías! —exclamó apartándose.
Jungkook rió y tomó la mano de su pareja mientras caminaban hasta la parada de taxis. Cuando llegaron habían una fila de coches amarillos esperando por un cliente.
—¿Cuál tomamos? —preguntó Jeon.
—El que se vea con menos cara de violador.
Entonces el castaño estalló en risas y finalmente eligió el primer auto, el conductor era un hombre de tercera edad y se veía amable. Una vez se subieron y le dictó la dirección, el auto arrancó. Sumiéndose ambos en un silencio y con el sonido de la radio de fondo.
Jimin mordisqueó su labio mientras pensaba en los acontecimientos de hace un par de días, donde le había mentido a Jungkook completamente. Se sentía pésimo y un mal novio, sabía que debía confiar en él castaño y contarse las cosas importantes. Pero tenía miedo de como reaccionaría, y ahora más cuando este le habló sobre ingresar a su universidad. Sin embargo, no podía seguir ocultándolo más. Si no le decía ahora la verdad a Jungkook, se enojaría mucho. Y Jimin no quería que eso pasase, le dolería demasiado.
—Kook, tengo algo que decirte...
Jungkook quién miraba la ventana del auto, se volteó a verle y rodeó con su brazo izquierdo sus hombros, atrayéndole más a él.
—¿Es lo que habías olvidado la vez pasada?
—Mhm, sí. Pero prefiero decírtelo cuando lleguemos al apartamento.
—¿Porqué? Dímelo ahora, aún falta mucho para que lleguemos y ya me entró la curiosidad —levantó sugerente sus cejas.
—No, es algo... que debemos hablar a solas —tragó saliva.
—Bueno, ahora tengo miedo.
—Tranquilo no es algo tan importante... —mintió para tranquilizar al castaño, pues de lo contrario no pararía insistir hasta que le dijese.
—¿Estás seguro?
—Mhm, sí.
Jungkook le miró con desconfianza por unos segundos pero después suspiró y se inclinó para dejarle un casto beso en su cabeza.
—Te amo —le susurró.
Jimin sintió su corazón estrujarse horriblemente y casi las lágrimas en sus ojos. Se sentía tan mal por estar mintiéndole, se sentía tan mal de ser tan cobarde.
—Yo te amo más —respondió levantando su rostro para unir sus labios.
Mierda, hasta besarlo se sentía mal.
Se besaron con tranquilidad, algo corto. Para después retomar la posición en la que estaban. Pasaron diez minutos y finalmente habían llegado al edificio. Cuando bajaron del taxi y pagaron, Jimin subió pesadamente las cortas gradas para llegar hasta el anhelado apartamento de Jungkook.
Se sentía completamente agotado y sólo quería dormir.
El castaño introdujo las llaves y abrió la puerta, Jimin se adentró soltando un largo suspiro mientras se deshacía de su chaqueta.
—Joder, estoy tan cansa– —ahogó un grito de sorpresa cuando su boca fue aprisionada por el castaño apenas volteó a su dirección, tomándole completamente desprevenido.
Los labios del más alto se movían apasionadamente sobre él, tenía una mano sobre su nuca ejerciendo más presión a sus bocas, inmovilizándole completamente. Jimin le correspondió con dificultad y algo extrañado por la repentina acción.
Pensó en que sería corto, un beso del momento. Pero todo pensamiento fue nulado cuando el castaño sacó su lengua, intensificando el beso mientras le empujaba hacia una dirección desconocida.
—Mhm... ngh, Kook... —intentó hablar en medio del beso, entonces sintió su espalda chocar contra la pared e inmediatamente colocó ambas manos sobre el pecho de su novio, deteniéndole— ¿Q-qué haces?
Jungkook cortó la distancia entre sus cuerpos, aprisionando a Jimin totalmente contra la pared. Provocando que este sintiera su grande erección.
—Te deseo, mi amor —susurró con voz ronca en su oído— Quiero tenerte ahora... —finalizó tomando sus muslos, levantándolo del suelo y pegándolo a la pared.
Jimin soltó un pequeño grito ante la repentina acción y por inercia para no caerse rodeó la cintura del castaño con sus piernas. Iba a protestar pero Jungkook comienza besar lentamente su cuello y todo pensamiento se le nubla por un momento. Las manos frías del mayor se cuelan dentro de su camisa, acariciando su espalda y un escalofrío excitante le recorre de pies a cabeza.
Intenta resistirse fuertemente, cuando el más alto comienza a frotarse contra él, simulando pequeñas embestidas. Ajusta su agarre de su cuello e intenta no echar la cabeza hacia atrás, intenta que el placer no le gane.
Pues debía de hablar con Jungkook ahora o si no luego no podría hacerlo.
—J-jungkook, e-espera —jadeó, abriendo sus ojos, buscando la mirada del mayor, sin embargo cuando la consigue no puede decirle nada pues inmediatamente estampa sus bocas en un beso hambriento.
Inmediatamente cierra sus ojos y se deja llevar ante los expertos y delgados labios moviéndose salvajemente sobre él. Le estaba costando negarse cuando Jungkook le besaba tan bien. Sentir que le deseaba tanto cómo él, era de las mejores sensaciones que había.
No, Jimin. Resiste. ¡Debes decirle!
Haciéndole caso a su subconsciente, abre los ojos y toma la mandíbula de Jungkook para alejarlo a fuerza de su boca. Aquello le había costado un mundo pero debía hacerlo. Tenían que parar.
—¿Qué sucede? —pregunta Jeon jadeante y confundido.
Jimin está igual, o incluso peor.
—De-debemos hablar, ¿recuerdas?
Jungkook chasquea su lengua y se acerca nuevamente a su rostro.
—Pero dijiste que no era tan importante, podemos hablar luego. Déjame tocarte ahora —Y dicho esto, mete rápidamente su mano en el pantalón de Jimin y toma su miembro, comenzando a bombearlo lentamente.
Park pega un pequeño salto y jadea cerrando sus ojos mientras abre su boca. Todo su cuerpo se debilita y tiembla ante el tacto del mayor, entonces este aumenta sus movimientos y Jimin gime echando su cabeza hacia atrás.
—J-jungkook no... —suplicó, su auto control se iría pronto a la mierda.
—¿No? —lamió su cuello— Pareces estar disfrutándolo, bebé.
Jimin quiere hablar pero los espasmos atacando su cuerpo se lo impedían. Entonces siente cómo Jungkook baja más sus pantalones y tantea con sus dedos su sensible entrada, y justo cuando captó lo que haría es demasiado tarde, pues al instante siente como dos largos dedos, lubricados con la saliva del castaño, se abren paso en su interior.
Y cuando tocan su próstata su cordura finalmente se va a la mierda.
—¡A-ah...! E-está bien, hazlo...
Jungkook ríe levemente y se acerca a su oído.
—Entonces sostente fuerte, amor —mordió el lóbulo de su oreja mientras aumentaba los movimientos de sus dedos y el bombeo en su miembro.
Jimin soltó un fuerte gemido, sintiendo su cuerpo ceder completamente al placer. Jungkook lo volvería loco, lo haría correrse en cualquier momento. Y peor aún cuando dejó su miembro pero a cambio de llegó metió un tercer dedo, aumentando su ritmo, teniendo como resultado un pelirosa gimiendo son control.
—K-kook, porfavor... te necesito ya...
—gimió angustiado, estaba cerca del clímax pero sin embargo quería sentir a su pareja.
Inmediatamente Jungkook saca sus dedos y Jimin casi solloza, comenzando a moverse sobre la entrepierna del castaño, queriendo ser atendido ahora. Jeon finalmente baja sus boxers y libera su grande erección, la masturba un poco y a continuación la frota obsenamente en la entrada de Park.
—¿No que no querías desde un principio, bebé? —pregunta con una sonrisa socorrona.
Jimin jadea y le mira fulminante.
—Te voy a matar si no lo haces —amenaza entrecortadamente.
—¿Hacer qué? —se acerca y posee sus labios, dejándole sin aire— Pídemelo, Jimin —susurra sobre estos.
—Amor, porfavor... —suplica Jimin desesperado— Te necesito dentro, hazlo... porfa– ¡AH! —grita cuando es penetrado profundamente sin piedad alguna— ¡Mierda!
—Joder, sí... —Jungkook se termina de adentrar completamente en él y gime—Demonios, qué caliente estás, tan delicioso...
A continuación, se mantiene inmóvil, intentando aguantarse y esperar a que el pelirosa se acostumbrase a él. Después de unos minutos, siente como el menor comienza a mover sus caderas, buscando más contacto.
—K-Kook, muévete... porfavor... —susurra y le besa en los labios.
Entonces Jungkook impulsa sus caderas hacia arriba, tocando la próstata del pelirosa obteniendo como respuesta un agudo gemido. Sin esperar más, comienza a arremeter contra él de manera rápida, profunda y sin piedad. El sonido de sus pieles chocar comienza a intensificarse, al igual que los gemidos de Jimin conforme cada dura embestida.
Jungkook se acerca a besar su cuello, lo lame, lo chupa y lo muerde a su manera. Saboreando la piel sudorosa de su novio, mientras su cuerpo temblaba al sentirle tan caliente y apretado. Era perfecto, todo en él era perfecto.
Jimin sentía que estaba en el mismísimo paraíso, las exquisitas sensaciones apoderándose completamente de su cuerpo, los espasmos vibrando por todo su ser. Escuchar los jadeos, gruñidos y pequeños gemidos de Jungkook sobre su oído era lo mejor del universo. Podría correr se ahora mismo con sólo escucharlo. Pero necesitaba más para hacerlo.
—¿Quieres más? —Jungkook le leyó la mente.
—¡Sí, porfavor! —exclamó agitado.
Jungkook sonrió y se acercó a reclamar su boca.
—Así me gusta.
Dicho esto, disminuyó su ritmo sólo para tomar las caderas de Jimin, acomodarse mejor y comenzar a embestirle salvajemente. El pelirosa de inmediato comenzó a gemir de a pocos, cada vez más alto. Prácticamente saltando sobre el pene de Jungkook, completamente sobrellevado. Sus gemidos eran entrecortados debido a la rapidez y fuerza en la que era penetrado, haciendo que su cuerpo no parara de moverse.
—Ah, Kookie... e-estoy por llegar...
Jungkook también lo sentía, así que aceleró su ritmo y tomó el miembro de Jimin, el cuál estaba desatendido y lo bombeó a la velocidad de sus embestidas. Poco a poco, Park comenzó a sentir ese tan conocido cosquilleo en su estómago, sus gemidos se intensificaron hasta estar al punto de casi gritar y ajustó su agarre del cuello de Jungkook.
Hasta que finalmente no pudo más y se corrió en un gemido gutural echando su cabeza hacia atrás y reposándola en la pared.
Jungkook le siguió segundos después, dando sus últimas fuertes embestidas hasta liberarse en su interior en un pequeño gemido acompañado de un gruñido.
El silencio gobernó la sala, a excepción de las pesadas respiraciones de ambos. Jungkook mantuvo la cabeza apoyada en el hombro de Jimin y dejó suaves besos sobre la piel de su cuello. Salió lentamente de él y lo acomodó mejor entre sus brazos para alejarlo de la pared y caminar hasta el sillón más cercano donde se dejó caer en el junto con Park. Ambos exhaustos y agotados.
—Joder... —susurró jadeante— Eso estuvo genial...
—Sí... —concordó el menor de la misma manera.
Pasaron unos cuantos minutos en los que intentaban regular su pesada respiración, cuando finalmente se calmaron y sus corazones recuperaron su ritmo normal. Ya nuevamente vestidos. Jungkook abrazó a Jimin de la cintura, aún recostados, depositando un pequeño beso en su hombro para decir:
—Ahora sí... ¿Qué querías decirme?
A Jimin se le cortó la respiración.
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El siguiente lo publico más tarde o mañana, gracias por el apoyo 💗
uuh yes daddy
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