Miércoles 26 de diciembre del 2018.

Dos días. Dos días en los que Jungkook no había tenido contacto alguno con Jimin, ni supiera nada de él. Por más que le escribía, llamaba e inclusive preguntara a Taehyung sobre su bienestar o paradero, la respuesta siempre era negativa. Parecía que cualquier rastro de su novio se había evaporado en el aire.

El único mensaje de vida que obtuvo de parte del pelirosa fue el mismo día que se fue, antes de irse a dormir le escribió un "regresaré pronto, te amo".
Jungkook no había podido verlo en el momento pues estaba dormido, por lo que logró saber de su existencia al día siguiente por la mañana, y cuándo le respondió, Jimin no volvió a conectarse más.

Y se preguntarán, ¿estaba preocupado? sí muchísimo, ¿se sentía más solo que nunca? también, ¿talvéz estaba a nada de comprar un boleto a Busan? probablemente. Aquello último no era en broma, Jungkook de verdad se sentía muy desesperado, no sabía nada de Jimin, espero pacientemente, justificándose a si mismo que: talvéz se quedó sin Internet, sin batería, no ha tenido tiempo, le castigaron o incluso peor...

Y lo más estresante era que literalmente lo tenía a 325 kilómetros de distancia, no es como si pudiera tomar un taxi e ir a buscarlo a su casa, no, estaban demasiado lejos, aún si son del mismo país, le quedaba difícil ir hasta allá otra vez. La frase "tan lejos pero tan cerca", tenía más sentido en estos momentos. Y esque tampoco podía ir a Busan, pues Park le había dejado muy en claro que volvería, y si él iba hasta allá lo más probable esque su novio le regañase.

Suspiró dejándose caer en la comodidad de su cama matrimonial, la cuál se sentía tan vacía y fría sin nadie más allí ocupándola. Mierda, extrañaba mucho a Jimin, qué novedad.

A veces pensaba que la mitad de su vida se la pasaba extrañando al pelirosa y la otra estando con él, aunque son contadas las veces en las que eso último ha ocurrido.

En fin, en el silencio de su habitación, se preguntó si podría haber una forma de que todo esto terminase, de que la distancia desapareciera entre ellos, la preocupación y el estrés. Una forma de que por fin estén juntos y felices. Entonces recordó una pequeña conversación que había tenido con Jimin tiempo atrás, la cuál expresaba el gusto del pelirosa por la universidad en la que él se encontraba, y la mención que dió sobre ingresar allí. No había pasado tanto tiempo desde esa conversación enrealidad, así que la tenía fresca en su mente.

Entonces un bombillo se encendió sobre su cabeza, había tenido una idea.

¿Cómo es que lo había olvidado?

Jimin ya había salido de la secundaria, es mayor de edad, estaba listo para independizarse y entrar a la universidad. Recordó cuando le dijo que soñaba con vivir juntos, ¡podrían hacerlo ahora! Todo estaba perfectamente unido, solo faltaba que ellos se pusieran las pilas y comenzaran a planear su futuro. Tanto personal como el de su relación, porque si había algo que Jungkook no iba a negar es que ya estaba harto y cansado de vivir de esa manera, vivir lejos del amor de tu vida no es lo más recomendable del mundo.

Está bien, Jungkook tenía amigos y todo, pero a veces necesitaba a alguien que le recibiese con los brazos abiertos al regresar a casa, a veces necesitaba tener a alguien cerca que le hiciese mimos y caricias, alguien a quién abrazar por las noches frías, alguien que le quitase esa soledad que tenía. Y prácticamente tenía a ese alguien pero no estaba a su lado. Y puede jurar que Jimin siente lo mismo, entonces... ¿Qué están esperando?

Jungkook se levantó rápidamente de su cama y caminó hasta su escritorio comenzando a rebuscar entre los muchos papeles que allí tenía, buscando aquél volante que le habían entregado sobre la próximas matrículas a su universidad, las cuáles se realizarían en enero, faltaba poco, podía ir junto con Jimin y ambos inscribirse.

Era un plan perfecto, y estaba totalmente seguro de que su novio lo aprobaría. Y si funcionaba, todo volvería a ser cómo era antes, a la normalidad.

Ya se había emocionado de sólo pensarlo, dehecho podría ir a averiguar más sobre la matrícula y las carreras, la universidad le quedaba cerca y estaba abierta, podría ir a preguntar e informarse mejor al respecto. Así que se colocó una suéter y salió de su apartamento, bajando las escaleras de su edificio hasta llegar a la salida.

Sin embargo cuando salió, sus pies se quedaron inmóviles al reconocer una cabellera rosada bajando de un taxi.

Literalmente Jimin estaba bajando del vehículo, el cuál estaba estacionado al frente de su edificio junto a un equipaje de mano. Y entonces levantó la cabeza y amplió su mirada al verlo a prácticamente dos metros de distancia.

—¿Jimin? —soltó anonadado, para segundos después, captar la situación y caminar hacia él rompiendo la distancia con sus brazos rodeando su pequeño cuerpo.

—Oh, Kookie... —susurró dolido el pelirosa y correspondiendo al abrazo, soltando algunas cuántas lágrimas.

Minutos después el más alto se alejó para mirar a los ojos al menor, sin soltarle.

—¿Porqué no respondías mis mensajes, amor? —preguntó haciendo una mueca, mientras acomodaba un travieso cabello rosa de su frente— Me tenías muy preocupado...

Jimin soltó un largo suspiro.

—Lo siento, estuve algo atareado y fue difícil convencer a mamá de que no se viniese conmigo a Seúl...

—Ya veo, ¿Y que pasó con ellos al final? ¿Todo salió a lo planeado?

Park mordió su labio inferior nerviosamente antes de asentir varias veces con la cabeza.

—Sí, todo bien —sonrió falsamente.

—¿Seguro?

—Claro, confía en mí.

Jungkook le miró fijamente unos segundos, como si estuviera analizándole, comprobando que no estuviese mintiendo o algo parecido.
Sin embargo no encontró nada, así que se rindió suspirando y sonriendo.

—Bueno, te creo —acarició su mejilla y después sus ojos brillaron alegres— Tengo algo que contarte.

—Yo también...

—Oh, entonces cuéntame tu primero.

—M-mejor tú —masculló el pelirosa, sintiendo su corazón palpitar fuerte.

Jungkook ladeó la cabeza confuso pero después volvió a su posición normal.

—Okay, ¿recuerdas cuando una vez me dijiste que querías ir a la misma universidad que yo?

—...

—Pues vieras que están haciendo nuevamente matrícula para el año entrante, será en enero, puedes matricularte aquí y vivir conmigo, cómo habías planeado hace tiempo. Sólo es de buscar alguna carrera que sea de tu gusto y listo, joder me siento tan estúpido de haberlo olvidado... en fin, ¿que te parece? ¿no es genial?

La sonrisa de Jungkook desapareció cuando no obtuvo reacción alguna del pelirosa, sólo una mirada pérdida.

—¿Jimin? —elevó un poco su voz, llamando la atención del menor.

—O-oh sí, e-es genial... —respondió con una extraña sonrisa que Jungkook no supo descifrar.

—¿Seguro? —hizo una mueca— Pensé que estarías más feliz...

Jimin reaccionó en ese instante.

—¡Claro! —sonrió radiante— ¡Estoy muy feliz! Sólo que es algo impactante en el momento, ¿e-entiendes? Es muy... muy buena noticia...

Jungkook sonrió, provocando arrugas en la orilla de sus ojos y atrajo a Jimin de la cintura.

—Me alegra oírlo —le dió un beso esquimal— ¿Y qué ibas a decirme?

El corazón del pelirosa se detuvo y comenzó a latir asustado.

—Ahm, y-yo... —Jeon le miró fijamente y eso fue lo que le remordió—Lo olvidé... —rió tímidamente.

Jungkook negó con la cabeza y después le volvió a abrazar.

—Bueno, pronto recordarás... Ahora tenemos un concierto al cuál ir, ¿recuerdas, amor? —levantó una ceja junto a una sonrisa ladina.

Jimin sonrió para Jungkook mientras asentía con la cabeza. Entonces el castaño tomó su equipaje y le guío de vuelta a su departamento.

Mientras que el más bajo estaba en un debate mental sobre qué carajos haría ahora.

Ahg, Jimin, Jimin, Jimin... que estás haciendo?

Nos vemos luego, chau 💗