012.
Lunes 24 de diciembre del 2018.
Noche buena.
Jimin arrastraba a Jungkook sobre la pista de hielo mientras reía ruidosamente, sus pies se movían expertos sobre el suelo congelado mientras daba piruetas con elegancia.
Jungkook también sonreía radiantemente mientras apretaba más fuerte su mano sobre la de su novio, sintiendo el calor que trasmitía al tener los dos guantes puestos. Aunque después comenzó a preocuparse ya que Jimin se estaba moviendo mucho y temía que fuese a caer, o mejor dicho, fuesen a caer.
—Ten cuidado de no caerte, amor. Esto es muy resbaloso y podrías quemarte —avisó con un puchero.
Jimin se volteó y se acercó hasta a él con una sonrisa.
—¿Y qué harías si lo hago? —le miró fijamente a los ojos.
—Pues te atraparía.
—Mhm, ¿algo así?
Jimin dió una voltereta perfecta y al sentir sus pies chocar y enredarse se abalanzó hasta donde Jeon quién no tardó en agarrarle.
—¡Jimin! ¿Porqué hiciste eso? —exclamó este último abrumado por el susto que se pegó.
El pelirosa rió sobre su pecho y le abrazó cariñosamente.
—Sólo te ponía a prueba, bebé.
—¿Qué, acaso desconfías de mí? —enarcó una ceja.
—Por supuesto que no, Kookie —negó —Y antes de que empieces con tu preguntadera, ¿porqué mejor no vamos por algo de comer? Tengo hambre y mañana es navidad.
Jungkook rió negando con la cabeza.
—¿Qué tiene que mañana sea navidad el que tengas hambre?
—Nada, sólo quería mencionarlo
—sonrió— ¡Yey, mañana es navidad Jungkookie! —saltó de alegría.
Jungkook sonrió embobado ante la felicidad contagiosa de su tierno novio. Así que tomó su mano y la acercó hasta él para seguidamente estamparle un suave beso. Jimin enredó sus brazos en el cuello del castaño y sonrió en medio del beso.
—¿Qué fue eso? —preguntó divertido cuando terminaron.
—¿Qué no puedo besar a mi hermoso novio? —dijo coquetamente el mayor.
—Claro que sí, bebé.
Minutos después, la pareja ya había salido de la pista de patinaje y caminado hasta un supermercado donde comprarían un pollo asado para comerlo cuando estuvieran en casa de Jungkook. De paso también se llevaron algunos alimentos extras y frituras para según Jimin, ver una película navideña mientras los comían. Sumidos en una romántica burbuja durante que hacían fila en el cajero, Jungkook recordó que se le olvidaba algo más que comprar.
—Joder, me he olvidado de las papitas... —murmuró— voy por ellas no tardo —hizo ademán de irse pero Jimin le detuvo del brazo.
—¡No, yo iré! Quédate aquí —pidió con una amable sonrisa.
Jungkook asintió sin poner algún pero y continuó haciendo fila mientras le decía al pelirosa que no se tardará y le indicaba en dónde estaban.
Jimin desaparición del campo de visión de su novio cuando se introdujo en el pasillo de frituras y snacks, sus ojitos se movieron de un lado a otro buscando aquél paquete de papitas favorito de su novio. Hasta que segundos después, finalmente lo halló, encontrándose en la parte más alta de la estantería.
Hizo una mueca y se acercó colocándose de puntillas, intentando alcanzar aquella bolsa. Pero por más que intentaba no podía.
—Diablos... —se quejó, ¿porqué tenía que estar tan alto?
Se impulsó nuevamente pensando en qué si esta vez no lo lograba, tendría que volver para pedirle a Jungkook que lo hiciera. Sus pies ya comenzaban a doler al estirarlos por tanto tiempo y comenzó a dar brinquitos en un vago intento de alcanzarlo. Sin embargo, justo antes de que fuese a rendirse una mano ajena tomó el paquete que intentaba agarrar.
—Déjame ayudarte —habló una voz gruesa y desconocida.
Se detuvo y volteó hacia el propietario de aquella mano, encontrándose con un chico unos centímetros más alto que él, tenía el cabello negro y la tez blanca como la leche, más unos brillantes ojos. Jimin observó como este le tendía amablemente aquella bolsa que tanto había intentado alcanzar.
—Oh, muchas gracias... —murmuró tímidamente tomando las papitas.
—De nada —sonrió y después ladeó la cabeza— ¿Te conozco de algún lado? Se me haces un tanto familiar...
Jimin frunció el ceño e hizo una mueca.
—Mhm... lo dudo mucho, ¿cómo te llamas? —preguntó curioso.
—Soy Dowoon, mucho gusto —se presentó el más alto estirando una mano a su dirección.
—Jimin —imitó con una sonrisa tomando la mano del pelinegro.
—No sé de dónde me habrás visto en realidad, pues yo hasta ahora te conozco... —dijo.
—Yo también —rió— Ni siquiera sabía tu nombre pero tu cara se me hacía conocida, ¿te habré visto en sueños, quizás? —levantó una ceja.
Jimin rió con algo de incomodidad.
—Lo dudo... ¿estás coqueteando conmigo? —insinuó.
—¿Qué crees? —guiñó un ojo y sonrió.
El pelirosa abrió ligeramente su boca en sorpresa y supo en ese momento que aquella conversación estaba tomando un giro inesperado y que no deseaba.
—Qué lindo... —sonrió falsamente— Fue un placer conocerte, Dowoon. Pero tengo que volver al cajero con mi novio —se excusó disimuladamente.
El rostro del chico se contrajo en una mueca que reflejaba, decepción y después confusión.
—¿Novio? ¿Quién es tu novio?
—¡Jimin!
En ese momento Jungkook entra en el pasillo con la respiración un poco agitada y trotando hasta el pelirosa con dos bolsas en sus manos.
—Amor, te estaba esperando, ¿porqué no llegas–? —sus palabras se cortaron al ver a unos de sus nuevos compañeros de natación— ¿Dowoon? ¿Qué haces aquí? —le interrogó curioso.
—¿Qué ya no puedo ir a un supermercado, Jeon? —vaciló el pelinegro.
—No quise decir eso, sólo me extrañó el verte por acá... —se excusó el castaño encogiéndose de hombros.
—¿Se conocen? —preguntó confundido esta vez el pelirosa sintiéndose algo fuera de lugar.
—Sí, es compañero mío en natación —explicó Jeon y después captó algo que no había hecho desde un principio— ¿Porqué hablaban, pasó algo? —miró con curiosidad a ambos chicos.
Jimin estuvo a punto de responder pero Dowoon se apresuró a hacerlo primero antes de que aquél pelirosa le delatara o algo.
—Eh, le ayudé a Jimin a alcanzar la bolsa de papitas —resumió sonriendo con inocencia.
Jimin le miró con sospecha pero no se atrevió a decir nada más.
—¿Oh, enserio? Gracias, amigo —Jeon dió golpecitos en la espalda del pelinegro y este carraspeó incómodo.
—Así que... ¿son pareja? —preguntó finalmente alzando una ceja.
Jungkook suspiró y rascó su nuca.
—Sí... pero, ¿te parece si queda entre nosotros como acordamos? —sugirió.
Dowoon miró de reojo a Jimin y frunció sus labios para después sonreír y asentir.
—Claro —respondió.
—Perfecto —siguió Jeon— Bueno debemos de irnos a pagar esto último, ya casi es navidad, ¿no es así, amor? —preguntó en dirección a Jimin.
—Sí... creo que ya debemos de irnos...
—murmuró algo incómodo y con molestia que su novio aún no había notado.
—Bueno, adiós Dowoon. Feliz navidad —se despidió Jungkook tomando la mano de Jimin.
—Hasta luego —continúo el pelinegro viendo cómo se marchaban.
[💗]
Una vez estuvieron afuera del supermercado, Jimin se dispuso a interrogar a su pareja por los recientes acontecimientos.
—¿Porqué no me dijiste que alguien más sabía de lo nuestro, Jeon? —preguntó con claro malestar en su voz.
Jungkook paró en seco específicamente porque su novio le había llamado Jeon , en vez de bebé ó amor. Y eso no significa nada bueno.
Volteó a mirarle y efectivamente estaba molesto, y tenía razón, ellos habían acordado ocultar a toda costa lo suyo entre sus desconocidos o cercanos.
Mierda.
—Este... no tengo una explicación coherente para eso enrealidad, amor. Simplemente Dowoon vió mi fondo de pantalla en el cuál salía contigo, preguntó y yo inconscientemente le respondí con la verdad, lo siento...
—hizo un puchero.
—¿Qué hiciste qué? —preguntó sorprendido el pelirosa— ¡Jungkook, te dije que lo quitaras! —regañó.
—Lo sé, lo sé. Pero lo olvidé, perdóname... —intentó tocar su rostro pero Jimin se apartó y comenzó a caminar lejos de él.
—¿A dónde vas? —interrogó preocupado el mayor al instante, siguiéndole.
—A algún lugar donde no te vea, no quiero hablarte por ahora... —respondió Jimin sin siquiera voltearse.
Jungkook trotó hasta donde él y se apresuró a colocarse en frente suyo, impidiéndole el paso y tomándole de los hombros.
—Hey bebé, mírame —pidió con voz suave— ¿Qué pasa?
—¿Cómo que qué pasa, Jungkook? ¡Le dijiste de nuestra relación a alguien más! ¿Cómo pudiste? ¿Sabes el riesgo que corremos ahora? ¡Ni siquiera conoces del todo a aquél chico!
—exclamó el menor con irritación.
—Dios Jimin, lo sé —resopló agotado y sintiéndose culpable, pues era consiente de que este tipo de cosas ponían muy nervioso a su pareja, pues siempre temía el que les decubriesen y que todo acabase mal o incluso peor— ¿Pero qué puedo hacer? —preguntó.
Jimin intentó decir algo pero tampoco encontró respuesta.
—¡Ahg! —soltó dándose media vuelta y alejándose de su novio.
Jungkook suspiró mientras seguía a Jimin, pensando en cómo iba a lidiar con él enojado y peor aún, cómo iba a resolverlo.
Oh oh, alguien está en problemas ~
Nos vemos! 💗
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