003.
Continuación del día 5/11/18
Jungkook llevaba un pañuelo con hielo hasta la mejilla de su novio, dando pequeños toquecitos en la zona lastimada.
—Gracias, Kookie... —murmuró en voz baja Jimin, mientras pasaba un brazo por su nariz y sonreía débilmente.
—Lo que sea por ti, bebé —dijo el castaño, continuando con su tarea
—¿Te sientes mejor? —preguntó con suavidad.
Jimin mordió su labio inferior, pensando en algo.
—¿Qué sucede? —Jungkook le miró.
—Tengo miedo de volver mañana
—confesó el pelirosa, bajando la mirada.
—Hey, mírame —pidió, y cuando Jimin obedeció, él le dedicó la mejor de sus sonrisas— No tengas miedo, amor. Sé que es inevitable tenerlo en la vida, pero debes de ser fuerte y valiente ante todo. Así es la vida, ¿sabes? De dura y difícil, sé que lo entiendes muy bien. Pero quiero que sepas que eres todo lo que anteriormente dije, fuerte y valiente. Así que, cuándo tengas miedo otra vez, piensa en mí, piensa en mis palabras y piensa que vales demasiado, que no mereces ningún tipo de mal ni discriminación hacia ti, y que eres un ser libre y hermoso creado para amar y ser amado, ¿me lo prometes?
Jimin sonrió con lágrimas en sus ojos.
—Te lo prometo.
Jungkook bajó el pañuelo de su mejilla y se acercó para abrazarle.
Jimin correspondió a su abrazo, derramando algunas lágrimas.
—Y sobre lo otro —continuó el castaño segundos después, sin separarse aún— No te preocupes por eso, yo me encargaré, ese idiota no volverá a ni siquiera verte, ¿vale?
Jimin asintió con la cabeza, sorbiendo su nariz.
—¿Qué hice para tenerte en mi vida, Jungkook? —preguntó.
Jungkook soltó una suave risita y se alejó, mirándole fijamente a los ojos de su novio.
—Te amo, Jimin —dijo.
El pelirosa hizo una mueca de dolor y con una mano tomó la nuca de Jungkook, le acercó a él y unió sus labios en un tierno beso.
Cada que se besaban sentían maravillosas sensaciones imposibles de describir. Era cómo, todo lo que estaba bien en el mundo ocurría en ese momento. Sentían el agradable sentimiento de estar haciendo lo correcto, de saber que era él y siempre fue él.
Entrelazaron sus manos en medio del beso, hasta sus manos estaban diseñadas para estar juntas y acoplarse a la perfección, ideales para uno y el otro. Las pequeñas y regordetes dedos de Jimin junto a las grandes y delgados dedos de Jungkook: perfecto.
Después de besarse por aproximadamente, veinte minutos.
Decidieron parar por ahora y continuar viendo la serie que estaban viendo juntos.
Jimin se levantó de la cama para agarrar el control remoto y después subirse a la cama y gatear hasta donde Jungkook, acurrucándose cerca de él y abrazándole de lado. Mientras que el castaño pasaba un brazo por sus hombros y lo acercaba más hacia él.
—¿Quedamos en el capítulo 23, cierto? —preguntó Jimin, alzando la cabeza para poder mirar a su novio.
Gracias a la tecnología de hoy en día, desde una aplicación podían ver películas y series al mismo tiempo, y de vez en cuándo las vean juntos en persona.
Jungkook frunció el ceño, confundido.
—¿No era el 24?
—No, ese aún no lo hemos visto, mira
—movió el control hasta el capítulo y efectivamente era correcto, estaba sin ver— Y el 23 tampoco.
—Pero si ese ya lo ví... —murmuró el castaño.
Jimin se levantó completamente de golpe, mirando a Jungkook con el ceño fruncido.
—¿Viste un capítulo sin mí?
La voz tosca de Jimin hizo que Jungkook riera y asintiera con la cabeza.
Jimin abrió su boca, totalmente sorprendido. A continuación agarró una pequeña almohada y sin piedad la estampó en la cara de su novio.
—¡Eso es traición, Kookie!
—¡Oyee! —se quejó el más alto, sobando su nariz golpeada.
—"Oyee" nada. Eres un maldito, ¿cómo pudiste? ¡Si sabías lo mucho que quería ver ese capítulo contigo, Jungkook! —hizo un berrinche— ¡Hasta me aguanté de verlo para poder disfrutarlo juntos hoy, no me jodas!
Jungkook estalló en carcajadas, le resultaba tan divertido molestar y ver a Jimin comportarse como un niño.
—Ay, amor —rió— ¡Es mentira!
No he visto ningún capítulo sin ti, claro que no, porque "isi is trisiin"
—imitó exageradamente la voz de Jimin.
—¡Eres un estúpido! —exclamó Jimin golpeándole con una almohada en el costado— ¡Y yo no hablo así!
Quiso volver a golpearle pero una almohada le impactó, tomándole totalmente desprevenido.
—¿Acabas de golpearme? —habló sorprendido hacia Jungkook, quién sonreía con picardía. Iba a seguir hablando pero el castaño le tiró otra almohada de la nada.
—Oh, no hiciste eso... —musitó después de "recomponerse" y al instante golpeó con todas sus fuerzas al más alto en la cara.
Jungkook se quejó y le devolvió él golpe y así sucesivamente hasta que comenzaron en una guerra de almohadas que minutos después terminó en una guerra de besos, para más tarde pasar a un Jimin encima de Jungkook desabotonando su camisa con rápidez.
—Aah, J-Jimin... —gimió el castaño cuando el pelirosa comenzó a meserse deliciosamente sobre la erección bajo sus jeans.
Jimin por su parte besaba con vehemencia cada parte de la piel de Jungkook que destapaba de poco.
Encargándose de hacer un chupetón en el cuello y otro bajo su clavícula, pues sabía que el castaño prácticamente natación allá y de esa manera le daría a entender a los y las pretendientes de su novio que él ya tenía dueño.
Sí, el también podía ser celoso y posesivo cuando se lo proponía.
Sintió las grandes manos de Jungkook posarse en sus caderas y moverle, insitandole a ir más deprisa. Y eso hizo, ambos chicos gimieron al frotarse entre si. Jimin descubrió el trabajado torso de Jungkook en su totalidad y pasó sus manos tocando, apreciándolo.
Seguidamente le besó con ganas, moviéndose mucho más rápido.
—Ahg, sí, sí, así... —gimió su novio sobre su boca, metiendo sus manos dentro de camisa y acariciando su espalda.
En ese preciso momento, la alarma en la mesa de noche suena ruidosamente, exactamente a la misma hora de la semana pasada.
Pero ninguno le hace caso, estaban tan sumidos en su burbuja que no le prestaron atención.
La alarma volvió a sonar y Jungkook salió de su mundo.
—Jimin... ¡Jimin-ah! —en ese momento el pelirosa había metido una de sus pequeñas manos dentro de sus jeans, tocando su miembro y comenzando a bombearlo.
Jungkook cerró sus ojos por el placer pero la alarma sonando de fondo le impedía disfrutar del todo.
—Jimin, ahg dios, la a-alarma
—intentó decir con desesperación.
—Déjala pasar, Kookie...
En ese momento, Jimin baja completamente los jeans de Jungkook, descubriendo su gran erección y se acerca a ella con decisión.
—Espera, espera —le detuvo el castaño al ver sus intenciones.
Jimin le miró entre confundido y excitado. Jungkook iba a decir que se detuvieran pues debía irse ya, pero la imagen de Jimin cerca de su polla y relamiéndose los labios, fue demasiado, no podía jamás negarse y pudo más que él.
—Sabes qué, a la mierda —soltó y seguidamente agarró la alarma metiéndola dentro de uno de los cajones, se dejó caer nuevamente sobre la almohada y colocó sus brazos bajo su cabeza— Listo, puedes continuar... —dijo con una sonrisa.
Jimin también sonrió y eso hizo, masturbó con total vehemencia a su novio, sacándole pequeños gemidos y jadeos para de un momento a otro y sin precio aviso, introducir su miembro en su boca de un solo golpe, provocando que el chico gimiera alto y se incorporará inconscientemente sobre la cama.
Movió de arriba y abajo su boca, aumentando poco a poco la velocidad.
Utilizó su lengua dando círculos alrededor de la extensión y sobre su glande, prácticamente devorándole.
Y miró a su novio. Jungkook era un desastre de gemidos y balbuceos fallidos, con los cerrados y las cejas fruncidas, definitivamente una de las imágenes más eróticas que podía demostrar su hombre. Segundos después sintió unas caricias en su cuero cabelludo lo que le impulsó a ir más de prisa.
—A-ah, Jimin, dios... te amo...
—balbuceaba Jungkook a punto de llegar al clímax.
Hasta que finalmente lo consiguió, se liberó dentro de la boca de Jimin en un ronco gemido a comparación de los anteriores, dejándose caer completamente a la cama y respirando con dificultad, viendo de reojo como su novio tragaba todo sin chistar y se relamía sus labios pasando su lengua.
Jungkook cerró sus ojos, era demasiado.
Jimin se aproximó a acostarse a su lado y abrazarle, dejando castos besos en su hombro, cariñosamente.
Él por su parte, le rodeó la espalda con su mano y lo atrajo hacia él para darle un significativo beso en la cabeza.
Al día siguiente Jungkook llegó tarde a clases por despertar tarde por llegar tarde a su casa...
Algún día moriré por culpa de ellos, lo sé.
Nos vemos, chau💗
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