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IV

C a p i t u l o - 0 4

—Hoy estudiaremos la mente de un psicópata.

Entro al aula dejando sus cosas sobre su mesa y cogiendo uno de los plumones para hacer un esquema en la pizarra. Traía unos jeans negros y una camisa blanca que le apretaba los brazos. Se veía bien con su cabello largo hasta los oídos y rizado.

—¡Cool! —dijo eufórica una chica de una de las primeras mesas.

—Antes se tenían en cuenta está características en los niños para así poder determinar el comportamiento de un posible asesino en serie —al acabar de hacer un esquema en la pizarra una chica levantó la mano y el le cedió la voz.

—¿Porque es necesario hablar de psicópatas?

—Brenda no interrumpas por cosas que no tienen sentido —dijo el chico de la lado y a mí solo me parecía curioso que el eligiera este tema para el día de hoy.

—Uno de estos comportamientos son: hacerse pis en la cama —se sintieron unas risas —piromaníacos —le interrumpieron otra vez.

—¿Que es un piromaníaco?

—Es una persona que siente necesidad de incendiar cosas —suspiró —como decía. También una de estos es matar animales...

—¿Cómo si matar animales determinará si eres un psicópata o no? —dije medio alto y el profesor se giro hacia mi.

—¿Decías algo, alumna?

—No profesor —hice mi mejor sonrisa falsa.

—Bien, tomen nota de los siguiente —empezó a moverse de un lado a otro —las fases por las quw pasa un psicópata son: fase Aurea: la fase antes del primer delito. Son las fantasías que tiene y como se desarrollan. Es decir. El desarrollo de una idea en su mente de los que quieren satisfacer... —asi fue diciendo cada una de las fases hasta la última —fase fetichista: es cuando junta cosas de sus víctimas o pedasos del cuerpo que le recuerden el poder.

Entonces ahí me di cuenta de algo. Si el la mato tiene que tener algún recuerdo de ella.

—¿Y si uno de esos psicópatas nunca se lleva un recuerdo de su víctima?

—Siempre se llevan un recuerdo.

—Profesor yo tengo una duda —dijo específicamente el chico que estaba sentado al lado mío —¿Que estudia la sicología?

Beck miró hacia el chico y no pude evitar hacer contacto visual con el por solo unos segundos. Pero el hizo como si nada.

—La sicología es una rama de la ciencia que se dedica al estudio, investigación y análisis de los procesos mentales. Las percepciones y el comportamiento humano en relación con el medio en que está.

—¿Porque estudiar psicología? —volvió a decir el chico con un tono burlón.

—Y tiene una gran variedad en el campo laboral. Desarrollas el pensamiento crítico. Puedes aprender sobre ti mismo —se cortó y me miró —Puedes entender el desarrollo y el pensamiento humano.

—Gracias profesor —dijo una chica.

—¿Saben cuál es la diferencia entre un sociópata y un psicópata? —siguió caminando y está vez todos hicieron silencio.

Levanté mi mano y pareció un poco sorprendido.

—Que los sociópatas son impulsivos. Carecen de empatía pero pueden formar vínculos interpersonales con algunas personas. No pasan desapercibidos y suelen ser considerados "raros". No suelen planificar lo que hacen, poca estabilidad emocional, son irresponsables y les cuesta acatar las normas y leyes —respiré profundo a ahora si lo iba a describir a el —mientras que los psicópatas son manipuladores de tiempo completo. Prefieren relaciones con personas sumisas, no son capaces de empatizar con personas o animales. Son fríos y calculadores y no les importa hacer daño a los demás —le mire directamente a los ojos —No experimentan culpa o miedo. Pasan por personas normales e incluso pueden parecer encantadores. Algunos de sus métodos de manipulación sin hacer que la víctima cree una dependencia de el.

Mire a mi alrededor y todos se habían quedado mirandome. Si como un bicho raro.

—Vaya —volví a mirarlo y tenía en su rostro una sonrisa amable —parece que alguien estudio sobre el tema.

Risas.

—Si —lo mire sería y con una sonrisa falsa proseguí —me interesa mucho la posibilidad de saber si entre nosotros hay un psicópata.

Silencio.

—Es muy interesante señorita Stone.

¿Cómo sabía mi apellido? Oh claro debió investigarme como soy la que anda diciendo "tonterías" sobre el suicidio de la chica.

—¿Todavía sigues  obsesionada con el tema de el suicidio? —me dijo Sharon sentandose al lado mío, que venía del baño.

—Es obvio que fue el.

—¿Y si no fue el?

—Estoy muy segura que el es el asesino —susurré para que nadie se entrara al ver que mantuvo silencio proseguí —entonces como explicas que no tiene redes sociales y no aparece en Google ni en otros lugares.

—¿Lo buscaste?

—Si Sharon. El es un fantasma. No hay ni rastro de ningún dato de el.

Ella mantuvo silencio.

—Talvez es una de esas personas que les gusta mantener un perfil bajo.

Lleve mis manos a la cabeza.

—Voy a llegar al fondo de esto.

Y así di por concluida la conversación.

La clase acabó y yo aprendí algo importante sobre los psicópatas. Que son una especie de persona que son inteligentes calculadores y frías justamente como Beck. El era un manipulador nato. De seguro así fue como logro que la chica se suicidara.

—Angelica Stone. A la dirección. —esta vez sonó con voz molesta y muchos alumnos se quedaron mirándome.

Me encaminé. ¿Ahora que? ¿Que había hecho para que me llamaran otra vez a la dirección? Por los pasillos los estudiantes me miraban cada vez que pasaba y no quitaban la vista de mi. Son unos cotillas.

—¿Que miran? —grité furiosa.

Enseguida se fueron y yo entre en el despacho de la directora. Con mi mejor cara de "todo me importa una mierda" y habían policías.

—Yo soy Angelica Kyra Stone en qué puedo ayudarlos —rodé los ojos.

—Señorita Stone. Debe acompañarnos a comisaría.

—¿Cuál? —solté una carcajada —escuche decir que está completamente rostizada.

—¡Acompáñanos!

—Vale. Solo no me toquen.

Los seguí y ahora era cuando más los alumnos miraban. Al ver que salí de la escuela y Beck no me vio de alguna manera agradecí. Me montaron en una patrulla y me llevaron a la comisaría. Estaba un poco mejor dicho muy quemada. Sabrá dios que le paso. Me metieron en una de las salas de interrogación. Me senté y al poco rato llego una policía. Solo que no traía traje.

Se sentó frente a mi.

—¿Angelica Stone?

—Sip. Soy yo en carne y huezo.

—Soy la psicóloga Samantha Kinn —me ofreció su mano.

—Kyra Stone.

—¿En dónde estuvo el día de ayer? —recogió su mano.

—En la escuela.

—¿Después?

—No lo sé. Por ahí supongo.

—Señorita Stone. Le recomiendo que nos diga la verdad.

—¿Porque mentiría?

—Para poder saber si todavía tiene la enfermedad.

—¿Cuál enfermedad?

—Bipolaridad —dijo serena.

—¿De que trata?

—Son cambio drásticos en las emociones. Puede estar feliz o eufórica y en solo segundos puede estar tan molesta que podría matar a alguien.

Me senté normal.

—¿Yo tengo eso?

—Su madre la llevo conmigo apenas vio los primeros cambios en su actitud.

—¿Hace cuánto? Yo no recuerdo.

—A los siete años. No lo recuerda porque estaba en fase maníaca. —al ver mi cara explicó —Es cuando estás muy enfadada. Bueno tienes estos cambio los puedes saber por el iris. Se oscurece. En fase maníaca no recuerdas nada cuando tienes impulsos agresivos.

—¿Y porque me trajeron aquí?

—Como sabes alguien incendió la comisaría y mató a uno de los jefes...

—¿Piensan que fui yo?

—No voy a mentirte. Si fuiste tu. Mira las cámaras.

Sacó un portátil y me enseñó las grabaciones donde yo iba entrando a recepción con un pomo de gasolina en la mano. Y al poco rato saliendo y el lugar incendiandose. Ok fui yo. ¿Y porque no me acuerdo? ¿Estaba en esa fase maníaca?

Mire a la doctora con incredulidad.

—¿Hay alguna posibilidad que la grabación sea editada?

—No.

—Pero no me acuerdo de nada de esto.

—Deberias tomarte los medicamentos a partir de ahora ya que posiblemente seas internada en un orfanato.

—¿Orfanato?

—La perdida de su madre y al no tener una figura paterna tiene que ser internada.

—Pero si ya estoy al cumplir la mayoría de edad.

—Eso no depende de mi.

—¿Que posibilidad hay de que pueda evitar ser enviada a un orfanato?

—Pocas.

—¿Cuales?

—Encontrar a tu padre —esas palabras fueron un cataclismo en mi interior.

Definitivamente prefería estar en un orfanato que buscar al canalla ese. Me recuerdo que se fue porque mamá lo boto. Le pegaba y ella sufría mucho por eso. El le hacía sentir miserable. Además era un borracho y un drogadicto.

—No.

—Tal vez deberías intentarlo. Por tu bien.

—No lo sé.

—Como soy tu psicóloga busque su número por si lo quieres llamar. También pedí un plazo de una semana para que seas llevada al orfanato.

Me estiró un papel roto con un número. Se me revolvió el estómago. No sabía que ha de por un lado no quería ir a un orfanato y por otro no quería tener a ese hombre cerca. A paso inseguro estiré mi mano para coger el papel. ¿Porque lo hacia?

—Gracias.

Después de eso me liberaron y yo fui para mí casa. Ya era de noche así que me apure. Me habían dejado todo el día ahí y la doctora me había llevado almuerzo. Aunque no tenía hambre me obligó a comerlo. Me daba miedo ir a esa casa. Mi casa. Una sensación de vacío de apoderaba de mi casa vez que entraba. Estaba ahora tan sola. Y de solamente pensar que si en una semana no venía mi padre me iban a meter a un orfanato me aterraba. No quería ir a un orfanato. Iba entrando a la casa donde desde mi infancia había vivido con mi madre. Los recuerdos de ella me perturban.

—Deberias dejar a ese profesor de sociología tranquilo —se me erizó la piel de solo escuchar esa voz tan familiar.

Me volteé y ahí sentada en su sillón favorito estaba fumando un cigarrillo. Mis ojos se frieron mucho y no supe que expresión poner. No sabía que decir. ¿Estaba viva? No. Esto solo es una alucinación.

—¡No puede ser! ¿Ahora también estoy loca?

—Bueno... eso depende de como lo veas.

Le dió otra calada al cigarro.

—¿Que haces aquí ahora también eres un fantasma que me está molestando?

—Solo aconsejo a mi hija.

—Vale.

Empecé a caminar a mi habitación y di un respingo cuando sentí su respiración en mi oído.

—Voy a quedarme aquí.

—¿Y quién te lo ha pedido? —grité.

—Yo...

—No. Tu me abandonaste para ir a esa estúpida misión de la que no sabías si ibas a sobrevivir o no —me acerque con dedo acusatorio —tu eres una mala madre.

Creo que me dolió más a mi que a ella porque su expresión cambio a tristeza pero yo estaba llorando. Las lágrimas caían sin control. Si. Todo había sido así de trágico. Ella me abandonó.

—Era mi trabajo.

—Eso no te daba derecho a abandonar a tu hija —hice énfasis en la penúltima palabra.

—Talvez tengas razón.

—¿Tal vez?

—Si —miró hacia otro lado —tienes razón. Fui la peor madre de la historia.

Seguí caminando hacia mi habitación, al llegar ahí me quité los zapatos y me tire en la cama. Cerré los ojos y acomode la almohada debajo de mi cabeza. Me quedé la felpa para descansar de terrible dolor de cabeza que me azotaba. Sentía su mirada clavada en mi nuca.

—¿Puedes irte?

—Como quieras.

—Se que no eres real —susurré.

—Si. Solo soy producto de tu imaginación. Digo lo que quieres escuchar —estas últimas palabras dijo como si se estuviera desvaneciéndo.

—Si, ahora mi imaginación me hace pasar malos ratos —al ver que no sentía su mirada clavada en mi nuca ni tampoco me respondía mire hacía atrás y no estaba —¿Mamá? —me volví a acomodar y solté aún más lágrimas —siempre me abandonas.

Cerré los ojos por un momento y metí mi cara en la almohada y ahogue un chillido. Sentía millones de sentimientos a la vez. Odio, ira, decepción, frustración, ansiedad, incluso alegría. En un movimiento rápido cogí mi celular que estaba en la mesita de noche y saque el papel del bolsillo para luego estar escribiendo el número que había en el.  Le di en el botón de llamar y no llego a dar un solo timbre. Ya me había arrepentido de ello.

Colgué.

No lo haría. Cuando entonces llego un mensaje inesperado a mi celular. Era de un número desconocido y cuando lo abrí me quedé en shock.

"Aprendiste bien sobre la mente de un psicópata, deberías saber cuál se va ser su próximo movimiento"

Entonces cuando marcó el visto. Lo borro para mí. Y alguien sabía que yo sabía de el. Alguien me estaba vigilando y esa persona esta en mi clase de sicología. Esa persona sabía que el, es el asesino de la chica.

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Nota de la autora: Si ya se que no tenía que publicar hoy pero solo me inspiré.

Saben que creo que puedo ser psicóloga jajaja. Me estudie casi todo de los psicópatas para este libro.

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