Años después. High school : sophomore year .

¿Realmente tiene sentido ser cada vez más tonto a causa de una persona? ¿Tan sólo debido a una sonrisa? Jungkook no tiene idea de si enamorarse realmente hace algún sentido. Todavía no lo ha decidido.

Intenta buscar entre lo más profundo de sus sentimientos y entender las razones por las que de tantas personas en el mundo, es Jimin quién le causa divertidos aleteos de mariposas en el estómago y dolores placenteros en el pecho. Pero aunque no se detiene en su búsqueda de la razón para todo, no encuentra algo en específico. Sólo encuentra que está tan enamorado de Jimin que no hay razones para no adorarla. Probablemente, cada cosa por las que estaba hechizado por la chica, juntas eran tantas que no podía expresarlas en una sola palabra.

A sus dieciséis años ya era un chico que atraía a todo tipo de gente de su high school, siempre había alguien que se interesara en él. Pero no importaba lo linda o amable que fuese esa persona. A Jungkook podía alargarle pero nunca interesarle realmente.

No sentía ni se interesaba por el resto de las personas en la manera en la que lo hacía con Jimin.

Sus sentimientos hacia Jimin eran algo especial que había tenido consigo incluso desde antes de atraverse a acercarse a la niña por primera vez, aquel día que no dudó en defenderla de un niño idiota.

Ahora esa niña había crecido, convirtiéndose en una adolescente de dieciséis años, con baja estatura y un cabello rubio realmente largo. Sus ojos color miel brillaban tanto cómo siempre, y ella poesía unas mejillas abultadas y adorables que se sonrojaban con facilidad. Jimin estaba  llena de luz, en serio era el ser con la luz más brillante que Jungkook había visto en toda su vida. Y a pesar de que la gente siempre intentó ser un obstáculo en su camino, Jimin nunca dejó de hacer las cosas que amaba y de salir a vivir su vida que tanto parecía preocuparle a otros. A lo largo de su amistad, Jungkook y ella hicieron un montón de viajes y realizaron una variedad de salidas hacia diferentes lugares divertidos e interesantes. Rieron y lloraron juntos. Se ayudaron en los estudios el uno al otro. Se convirtieron en una amistad inseparable.

Y Jungkook también creció, pero nunca perdió las cualidades por las que Jimin lo adoró desde el primer momento. Era un chico atrevido que se arriesgaría por la justicia, a quién no le importaba educar y defender. Pelear si era necesario.

Jungkook era la persona que todos sabían que haría todo lo que estuviera en sus manos por la gente que quería.

Jungkook era el chico que había seguido a Jimin cuando esta decidió cambiarse de escuela por el acoso que sufrió en la anterior, dispuesto a acompañarla en la nueva experiencia al ver que ella estaba tan asustada.

Realmente un buen amigo.

Pero Jungkook pensaba que era un error estar enamorado de ella, especialmente sabiendo que se estaban viendo crecer el uno al otro. Temía que Jimin se sintiera traicionada y pensara que era tan sólo un chico más que están alrededor de las chicas para conseguir algo a cambio.

Pero él la quería en todos los sentidos,  de una manera sincera. Se sentía así desde aquel día donde nació en su pecho el instinto de protegerla.

Y su corazón se derretía cada vez que la veía esperándolo en la salida de la high school los días que no compartían la última clase, sonriente y con sus cabellos largos revueltos, mirándolo desde el punto de encuentro que ambos habían acordado.

— ¡Ggukieee, feliz inicio de fin de semana! — Jimin gritaba, emocionada, soltando una preciosa y melodiosa risa.

Jungkook se sonrojó al avanzar hacia su mejor amiga y verla sacar su cámara, para luego apuntar directo a su rostro y empezar a filmarlo.

Jimin adoraba grabar cualquier pequeño momento que le hiciera feliz. Llevaba su cámara consigo siempre.

— ¡Estoy sudado, Jimin! Acabo de salir de deporte. — riéndose con timidez, Jungkook intentó arreglar su desastroso cabello con sus manos cuando estuvo frente a la chica.

Jimin avanzó dos pasos hacia adelante al tener a Hungkook en frente, logrando que así el comienzo de su calzado tocara el de jungkook, y  haciendo un enfoque más cercano en la cara de este.

— Tierno, adorable, inteligente... ¡Este es mi chico! — reía Jimin, mirando a Jungkook a través de la cámara. Sus ojos brillaban con mucha intensidad en ese momento.

Mientras era grabado, Jungkook no miraba a la cámara, sino que miraba directamente a Jimin. Y gracias a eso tenía una sonrisa tan preciosa que Jimin estaba amando poder inmortalizar con su cámara.

— Mi chica es... — Jungkook arrugó su nariz —. Muy buena jugando ajedrez aunque sea el juego de mesa más jodidamente aburrido.

— ¡¿Es en serio?! — Jimin estalló en risas, golpeándole levemente el pecho con su mano libre —. Soy genial en muchas otras cosas, ¿por qué justo tenías que decir eso? ah... en serio, Jun. No sé para qué soy buena contigo.

Jungkook se puso rojo hasta las orejas y no pudo controlar sus pequeñas risitas.

— Ya, vamos. Apaga eso. — Jungkook se inclinó hacia ella, intentando arrancarle la cámara.

— ¡De ninguna manera! — Jimin rió escandalosamente, alejando la cámara de Jungkook —. Atrapame si puedes, gran tonto.

— ¡Jimin-...!

Jimin le dio la espalda y se empezó a alejar a pasos rápidos. Muy prontamente ya estaba corriendo velozmente.

Jungkook se tomó unos segundos para observarla correr. Riendo y sonriendo de esa manera tan especial, Jimin demostraba que seguía siendo un hada de un reino mágico muy lejanos.

Así que Jungkook corrió tras ella, listo para jugar.

— ¡Reina hada, no escape de mí! — le gritó Jungkook, divertido, intentando igualar su paso —. ¡No voy a hacerle daño!

— ¿Ah, si? ¡Eso es exactamente lo que un hada malvada diría! — lo retó Jimin, repentinamente volteando a verle con una ceja levantada.

Jungkook detuvo sus pasos enseguida que Jimin se puso de frente y comenzó a fingir que usaba algún tipo de poder mágico, lanzando estos contra Jungkook con sus manos.

Jungkook se dejó caer al suelo como si se estuviese desvaneciendo.

Jimin se rió de su exagerada y mala actuación.

— Vamos, mi chico. La playa nos espera. — Jimin se acercó en cuanto el pequeño momento de jugar terminó, mirándolo desde arriba con sus brazos cruzados y una sonrisa de medio lado.

Jungkook sonrió, totalmente embobado, mirando dentro de sus ojos desde ahí abajo.

— Tienes que ayudar a tu chico. — tímido, Jungkook extendió su mano hacia Jimin, esperando que esta la tomara.

La chica le apretó la mano con la suya, que era mucho más pequeña y hacía que Jungkook muriera de ternura.

Jimin logró levantarlo al instante. Ventajas de pertenecer al equipo de animadoras de su high school.

Su high school quedaba junto a la playa, el aire siempre era delicioso y los sonidos también.

Así que Jimin y Jungkook visitaban la playa por unos minutos luego de salir de clases.

Y justo cómo todo día a la hora de la salida de clases, Jimin y Jungkook se dirigían hombro a hombro hacia la playa.

ෆ

gracias por apoyar el minific, aww. 🥺
lloro. 🍰💗💖💗💖💗💖💗🐣
intentaré actualizar las últimas partes pronto. <333 🥺