🍭 ³ 🍭
Nombre del Capítulo: Rosas y Celos.
Julio, 2010.
Soul, Sur Corea.
En la Mansión Oh, El líder del hogar se encontraba abotonando su saco del traje mientras miraba a su esposa.
- Tomoe, la reunión con mis socios se acerca y debemos estar impecables - Recordó NamSeok, mirando a su esposa y amante.
- ¿Los bastardos estarán presentes? - Preguntó Tomoe con desagrado y su esposo asintió. - ¿Y Kagami en qué lugar queda?
- En el segundo porque te guste o no Noemí y Noah son mis primogénitos - Le recordó el hombre de rasgos duros y ella frunció el entrecejo molesta.
- Es increíble que siempre pongas a los hijos de está cualquiera como tu principal prioridad, me faltas al respeto - Grita Tomoe furiosa.
- Debiste pensarlo antes de casarte conmigo, sabes que no te amo y que lo nuestro es por un acuerdo de conveniencia - Rueda los ojos el Señor Oh para adentrarse al baño, dejándola sola.
La japonesa sale de su habitación dispuesta a ver a su hija, encontrándose de lleno con una pequeña niña que había oído toda aquella discusión, sacándole de las casillas.
- ¿Que se supone que haces aquí, bastarda? - Preguntó apretando los puños y la niña tembló en su lugar. Temía que la golpeara, como otras veces.
Pero antes de que pasará a más, Sook, la madre de Noemí corrió a colocarse frente a la esposa de su cónyuge.
- Ella no quiso oír nada, Tomoe-nim, no te atrevas a golpearla, Nam se enojara si lo haces - Defendió sin dudar a su hija, y la japonesa sonrió con malicia.
- Tienes razón, a ella no puedo tocarla pero a ti si - Dijo la mujer mayor pegándole una bofetada que le partió el labio a la muchacha - A la próxima que creas que puedes prohibirme algo te irá peor, recuerda tu lugar - La empujó y al comenzar a alejarse se tropezó con el pie de su hijastro.
- Tenga cuidado al caminar, Noona - Se burló Noah sabiendo que no podía tocarle un pelo por ser tan importante para su padre.
- ¡Tu, maldito mocoso...! - Gritó furiosa y antes de que lo golpeara la mano de su esposo la sostuvo de la muñeca con fuerza.
- Le tocas un pelo a alguno de mis hijos, te corto la mano - Advirtió NamSeok soltandola con brusquedad.
Tomoe, de soltera Tsurugi, gruñó con furia y se retiró del lugar pensando en mil maneras de matar a la familia Ilegítima de su esposo. Kagami sintió miedo cuando su madre entró con brusquedad a su habitación, pero fingió dormir.
- Tu eres perfecta, Kagami, y seras la dueña de todo esto - Aseguró mirándola con un apice de locura. - Aunque deba deshacerme de tu padre.
Sook reprimió el sollozo y queja que quería salir de ella y se apresuró a tomar de la mano a sus hijos yéndose a la habitación de estos, mientras su pareja la miraba con impotencia.
- Deben verse hermosos, mis amores, es la primera vez que asistiran a una reunión tan importante, harán amiguitos - Dijo Sook sonriendo con alegría mientras peinaba a ambos niños, olvidando el mal rato vivido.
- Mami..- Dice Noemí, su madre le hace un gesto para que prosiga mientras le coloca sus zapatos. - ¿Porque tenemos que fingir que la Señora Tomoe es nuestra mami y no podemos decir que eres tu? - Pregunta la infante mirando triste a su madre.
- Porque prefiero mil veces que digan que son hijos de esa bruja a qué digan que son míos, sufrirían discriminación por ser hijos ilegítimos, bebé, no quiero eso para ustedes, así que sean fuerte por mamá, ¿Si? - Pide sonriéndoles y la niña asiente con un puchero en sus labios, en cambio su hermano se pone serio.
- No será así por siempre, mamá. Algún día voy a ser dueño de todo, y tanto tu cómo Noemí reinarán a mi lado - Juró Noah con seriedad y su madre lo miró con pena.
- ¿Ya llegamos?, ¿Ya?, ¿Aún no?, ¿Falta poco?, ¿Cuánto falta?, ¿Estamos cerquita? - Preguntó Adrien ansioso haciendo reír a sus padres y su tía, quienes estaban en los asientos de frente en la limusina que iban.
- Príncipe, aún falta para llegar - Contestó Emilie riendo.
- ¿Porque tan ansioso, Adrien? ¿Acaso te urge ver a alguien? - Preguntó Amelie con picardía, haciendo sonrojar a su sobrino mientras sus hijos reían burlones.
- ¡Quiere ver a Oddy! ¡También quiere casarse y adoptar un hamster con ella! - Chilló Maia tapando su boca con miedo al ver que su padre le miraba fulminante.
- ¡E-eso no es cierto! ¡N-no le creas, mami! - Exclamó Adrien con nerviosismo y sus mejillas pintadas de rosa.
- Todos sabemos que Odette te gusta - Se burló Félix sonriendo con malicia, haciendo avergonzar aún más a su primo.
Gabriel se unió a las risas también ante el comentario de su sobrino político, mientras su hijo moría de vergüenza. Adrien era muy adorable a vista de todos, incluso para Colt aunque este amargado no lo admitiera.
- ¿Se nota tantito? - Preguntó con timidez temiendo que la respuesta fuera positiva.
- Así es, pero descuida, ella es muy distraída y siempre se la pasa pensando en comida - Rió Amelie, ya llevaban dos años conociendo a los gemelos Dumont y desde hace un año recibían sus visitas constantes para jugar con Félix y Maia, así que sabía como era la castañita.
- ¿Y yo le gusto? - Preguntó Adrien curioso mirando a los presentes, su madre le sonrió.
- ¿A quien no le gustaría un príncipe tan bonito como tú? - Preguntó Emilie apretujando sus mejillas.
- Pe-pero quiero que me ame por como soy no por como me veo - Puchereó Agreste menor y su tía ahogó un chillido.
- ¡Te ayudaremos a que la conquistes! - Aseguró Amelie emocionada al igual que su hija
- ¿Y que debo hacer? - Preguntó Adrien curioso mientras Félix lo miraba con asco, el amor era para niñas, su primo de seguro se contagió un piojo con la enfermedad, Isaac le explicó eso.
- Bien, primero a lo primero lo que debes hacer es verificar es estar siempre impecable - Comenzó a enumerar su tía - Ser educado y caballeroso...- Dijo mirando a su hija, indicándole que podía integrarse en la charla.
- Hacerle cumplidos de sus vestidos y cabello, pero también ¡darle flores!, nos encanta a las niñas recibir flores y halagos - Aseguró Maia sonriente, su primo anotaba todo mentalmente.
Adrien prestaba atención a las indicaciones de las tres féminas presentes, mientras Félix los ignoraba, mentalizando qué juego llevarían a cabo con su mejor amigo Isaac.
Al llegar a la residencia de la familia Oh, vieron estacionados los vehículos de los Dumont allí. Eso emocionó a los tres niños, ya que sus amigos estaban esperándolos. Pero tuvieron que esperar a sus padres para entrar y no ser regañados.
En la entrada tuvieron que dejar sus calzados y reemplazarlos por pantuflas cómodas, costumbres de Sur Corea.
- Sean bienvenidos todos a mi humilde morada - Saludó NamSeok sonriendo a los presentes, incluyendo los Dumont que saludaron con una mano a sus amigos - Les presento a mi esposa Tomoe - La japonesa de vestido rojo hizo una reverencia siendo imitada por los adultos - Y mis amados hijos, Noemí - Presentó a una adorable niña pelinaranja, que hizo una reverencia - Noah - El niño pelinegro y de mirada desinteresada se quedó quieto en su lugar - Y mi pequeña Kagami - La niña de coletas se escondió detrás de su padre.
Isaac la miró con curiosidad, era muy bonita aunque era muy tímida. Adrien sonrió encantado cuando Odette le sonrió a él y devolvió el gesto sonrojado.
- Bueno, hechas las presentaciones, niños vayan a jugar juntos y los adultos hablaremos de negocios en la cocina, mientras cocino algo rico para almorzar - Sugirió el coreano y los presentes asintieron.
- Por aquí es nuestro cuarto - Comentó Noemí emocionada por jugar con todos los presentes, evitando mirar demas a Kagami, con quién jugaría por primera vez, sino Tomoe se enojaría.
- Kagami. Tu no jugaras con ellos, tienes deberes por hacer - Mintió Tomoe evitando que la niña pasara tiempo con sus hermanos, quienes suspiraron decepcionados y molestos.
La japonesa menor asintió cabizbaja yéndose a su cuarto a hacer algo que evitará salir de allí hasta que se fueran los invitados. Los mellizos coreanos guiaron a sus invitados dándoles un tour por la residencia.
Adrien le dió paso a Odette para cruzara primero y ella le regaló una sonrisa. Le gustaba lo caballeroso que era ese niño.
- Wow, su cuarto si que es enorme - Silbó Maia sorprendida.
- ¡Tienes maquillaje! - Chilló Chloé encantada y Noemí asintió.
- Mi papi los hace - Explicó la pelinaranja haciendo emocionar a Maia y Chloé - Podríamos maquillarnos - Sugirió y las dos rubias asintieron corriendo hacia el tocador enorme que tenía aquella niña tímida, que sonreía nerviosa ante la atención conseguida.
- Félix ¡Tengo un nuevo balón! - Exclamó Isaac con emoción mirando al rubio, al que le brillaron los ojos.
- Juguemos un poco con él - Sugirió Félix con emoción, contagiado de la energía de su mejor amigo que le lanzó el balón comenzando el juego e ignorando la existencia de las demás personas.
- ¿Tienes juegos de mesas? - Preguntó Odette mirando a Noah, quien asintió.
- Síganme - Ordenó comenzando a caminar hacia la parte alta de la habitación, su parte.
- ¡Oh, cielos! - Chilló Odette emocionada viendo las figuras de acción, historietas y pósters de los Héroes Unidos. - ¿También eres fan de ellos?
La castañita miró muy interesada al pelinegro, el cual asintió, haciéndola emocionar más.
- Incluso....- Dijo Noah acercándose al oído de ella - Soy aprendiz de Caballero Buho - Mintió y ella abrió la boca impresionada.
- ¿E-eso es cierto? - Preguntó Odette dudando un poco y él asintió apuntando una fotografía junto a Caballero Buho, un fotoshop pero ella no tenía porque saberlo. - ¡Wow, eres fantástico!, cuéntame que se siente ser tu
El niño comenzó a mentir, creando una historia de él siendo un futuro super héroe, compañero de Caballero Buho. Ella chillaba cada dos por tres mientras él le mostraba su colección de estatuillas y objetos coleccionables del héroe favorito de ambos.
A un lado de ellos Adrien se encontraba con un puchero en sus labios, el entrecejo fruncido y brazos cruzados. Ese niño no le agradaba para nada, culpa suya Odette no lo abrazo ni pudo cambiar de lugares con su primo para besar su mejilla.
No entendía que estaba sintiendo pero no permitiría que ese tonto se quedara con la atención de la niña de sonrisa y ojos bonitos. Él conseguiría una flor y con ella ganaría el corazón de Odette antes que ese tal Noah.
Muy molesto caminó hacia la salida de la habitación, encontrándose con una mujer pelirroja en el camino, ésta parecía nerviosa pero no le importó.
- Señorita, ¿Podría enseñarme donde está el jardín? - Preguntó Adrien y Sook lo guío hasta donde el lugar lleno de flores.
- Aquí es el jardín, tesoro, hagas lo que hagas ten cuidado de no lastimarte ¿Si? - Pidió la mujer acariciando su cabello para retirarse a su habitación con rapidez, nadie debía verla.
- ¿Cual le gustará a Odette? - Murmuró Adrien frunciendo sus labios.
Mientras tanto Odette buscaba con la mirada a Adrien, quería disculparse por no haberlo saludado como siempre solía hacerlo. Pero realmente se había entretenido hablando con el niño coreano, ambos eran fans de los super héroes y se encontraban debatiendo que número de tomo del cómic era el mejor, definitivamente coincidían que Caballero Búho era el mejor Superhéroe de la historia mundial, también hablaron de las costumbres del país de él.
- Los niños más pequeños les decimos Noona a las niñas grandes, las niñas pequeñas les dicen Oppa a niños mayores, Unnie es un honorífico usado de niña menor a una mayor, y Hyung de un niño menor a uno mayor - Explicó Noah y la niña abria la boca sorprendida.
- Entonces significa que eres mi oppa, porque cumplo luego de ti - Comentó Odette riendo encantada - Y al ser Isaac mi gemelo y Noemí tu melliza ella es noona de él, tu eres Hyung de Issy, y Noemí es mi unnie
- Es cierto, oye, iré a decirle a papá que ya tenemos hambre - Comentó Noah antes de retirarse del lugar, su pancita gruñó tres veces ya. La castaña miró de un lado a otro buscando al rubio de mejillas rojas, sin encontrarlo.
- Que extraño - Murmuró sin comprender su repentina desaparición y se preocupó. - Tal vez un villano super malvado lo tomó de rehén para que Noah se transforme en héroe - Susurró sorprendida.
De repente temió por el bienestar de Adrien, él era muy temeroso y tierno, tal vez estaría llorando en ese momento y lo golpeaban por llamar a su mamita.
- Te salvaré Adrien, no puedo esperar a súper Noah para hacerlo - Asumió Odette ante la tardanza del pelinegro.
La castaña sacó de su bolso lila su traje de súper héroe para correr fuera de la habitación, dispuesta a enfrentar a cualquier malvado que hubiera osado tocar a su amigo.
- QueenOdette al rescate - Dijo haciendo una pose heroíca antes de correr a buscar a su amigo, escondiéndose y actuando como una espía encubierta, dispuesta a derrotar a cualquier secuaz del villano.
- ¿Que estás haciendo? - Preguntó una niña mirándola con confusión y curiosidad. La castaña le hizo una seña de que guardara silencio.
- ¿Kagami, cierto? - Preguntó y la niña asintió extrañada. - Este lugar no es seguro, un villano anda suelto y tiene a mi amigo, es mejor que te mantengas protegida, espérame un segundo - Pide y corre a la habitación de los mellizos Oh
Mira a Isaac y lo jala con ella, aprovechando que Félix se encontraba apunto de encestar un lanzamiento de espaldas a ellos.
- Cuida de Kagami, hay un villano suelto y necesito tu ayuda para protegerla, eres el mejor y más fuerte espía - Susurró Odette y este se sorprendió pero asintió.
Mientras ella era una heroína él era un espía, ambos tenían una enorme imaginación que tenía a sus padres encantados.
- Dalo por hecho, QueenOdette, pero ten cuidado - Aseguró Isaac tomando de la mano a la japonesa que lo miró sorprendida, pero no le importo y la jaló dentro de un armario, armado con una pistola de agua. - Tranquila, soy el Agente Clown y voy a protegerla de los malos - Prometió mientras la niña lo miraba sin comprender.
- ¿De que hablas? - Preguntó Kagami y él la miró de reojo, sin dejar de estar en guardia.
- De los villanos que arribaron en tu hogar para secuestrar a los niños bonitos. Pronto vendrán por ti, pero descuida te protegeré de ellos, soy el espía más increíble y fuerte que existe - Aseguró Isaac sonriendo con egocentrismo.
Mientras tanto Odette fue a quejarse en medio de un llanto a sus amigos, que no encontraba a Adrien porque el villano se lo llevó sin que pudiera hacer algo.
Los niños no tardaron en ayudarle a buscar al rubio, pero parecía cobrar sentido lo del villano ya que no encontraban otra explicación a su desaparición. Debían decirles a un adulto.
Corriendo se dirigieron a Emilie, quien al verlos llorando y asustados se preocupó de inmediato.
- ¿Que sucede, niños? - Preguntó comenzando a asustarse al ver que su hijo no estaba entre ellos.
- Adrien fue raptado por un villano - Sollozó Chloé para abrazar a su papi, quien la apretó entre sus brazos.
- ¿De-de que están hablando? Expliquense mejor, por favor - Exigió saber Gabriel preocupado por su hijo, posiblemente un secuestrador raptó a su hijito.
- Estaba con nosotros y de repente desapareció, de seguro es porque Noah y yo somos héroes, quisieron vengarse de nosotros llevándose a Adrien - Lloriqueó Odette abrazando el cuello de su padre, quien le preguntó acerca del paradero de su hermano- Issy esta seguro protegiendo a Kagami - Confesó entre hipidos.
Tomoe asintió, su hija estaba bien, así que se dispuso a seguir comiendo.
- Debemos buscarlo, rápido, si tardamos será peor - Sugirió Amelie asustada abrazando a Félix y Maia.
Todos comenzaron a buscarlo por la mansión con desesperación al no hallarlo, hasta encontrarse con algo que los horrorizó.
- No esta tampoco en el jardín - Chilló Camille con preocupación y eso bastó para que Emilie casi se desmayara, era el último lugar que faltaba por ver o eso creían.
- Cariño - Gabriel la sostuvo a tiempo y ella se soltó en llanto. - Vamos a encontrarla.
- Llamaré a la estación de policías más cercana para verificar que no hay un niño allí - Avisó NamSeok tomando su teléfono para hacerlo.
- Iremos a las calles a buscarlo, de seguro alguien lo vió - Dijo Azael apunto de salir de la Mansión junto a André.
- Yo ví a un niño rubio hace no más de una hora - La voz tímida de una chica se oyó y todos se giraron a verla, una pelinaranja temerosa y bonita.
- ¿Que haces aquí?, a la habitación de servicio - Bramó Tomoe sintiéndose amenazada con su presencia, pero la coreana no le hizo caso está vez, viendo la preocupación de los padres del niño.
- ¿Donde estaba? ¿Que te dijo? ¿Viste si alguien se lo llevó? Por favor dinos - Suplicó Emilie sintiendo su corazón rompiendose ante el susto.
- Él me pidió que lo llevará al jardín y yo lo hice, me arrepentí de inmediato cuando fui a verificar su estado, se lastimó sus manitas y las tuve que curar - Explicó y enseguida se acercaron a ella ansiosos.
- ¿Dónde está él?- Preguntó Gabriel con los ojos llorosos y Sook guió a los padres y tía del niño al cuarto de costura, dónde Adrien se hallaba comiendo galletas con los ojos llorosos.
- ¡Mi príncipe! - Gritó Emilie corriendo a abrazar a su bebé, quien al verla la abrazó. - Mira tus manitas, están llenas de heridas - Se preocupó aún más.
- ¿Porque no avisaste que fuiste al jardín? ¿Que es lo que buscabas ahí? - Lo regañó Gabriel abrazándolo también.
- Eres un tonto, Adrien creímos que el cuco te llevó - Se quejó Maia golpeando el hombro de su primo.
- A la próxima avisa, tonto - Lo riñó Félix molesto por haber llorado en vano.
Y Chloé no paraba de llorar desde que llegó allí, escapando de su familia y escabullendose para abrazar a su mejor amigo.
- Y-yo solo quería darle flores a Oddy - Susurró angustiado por haber preocupado a sus padres.
Los adultos se miraron sorprendidos para reír ante su confesión, mientras las dos niñas presentes chillaban de emoción y Félix lo miraba asqueado.
- ¿Y que esperas para conquistarla, Príncipe? - Preguntó Emilie apretujando su mejilla con cariño.
- M-me da pena que la rechace - Susurró el pequeño Agreste enterneciendo aún más a sus padres.
- Entonces dejame que te arregle para ella, mi amor - Dijo Emilie con cariño.
En la sala de la Mansión se encontraban ya los gemelos Dumont juntos esperando ansiosos la aparición de Adrien junto a los mellizos Oh, los primeros porque no se fiaban de lo dicho por la extraña mujer, los segundos porque su madre estaba fuera de su habitación mientras había visitas.
Nunca se esperaron ver a Adrien, con su cabello bien peinado y su traje arreglado, caminar con con timidez y un sonrojo en sus mejillas hacia Odette, mientras todos de veían expectantes.
- Oddy, es para ti - Dijo Adrien con timidez extendiendole una rosa blanca, con sus manos llenas de curitas y raspones.
La niña abrió la boca con sorpresa sintiendo sus mejillas arder ante el gesto del rubio, ¡Literalmente estaba frente a su padre y hermano, los mayores celosos del universo, dándole una rosa tan bonita, tras haberse lastimado buscándolas!
- Gracias, Adrien - Dijo aceptándolas para besar su mejilla, haciéndolo sonrojar más y de paso contagiandose - Pero a la próxima llévame a ver las flores y no vayas a lastimarte cortándolas, tonto - Se quejó pegándole levemente en el pecho
Todos rieron ante esa repentina reacción, incluso Isaac y Azael, sabían que Odette intentaba ocultar su sonrojo con quejas, por lo cual Adrien sonrió muy alegre.
Había logrado su objetivo; Hacer que Odette lo mire solo a él y olvidará a ese pelinegro que lo miraba con burla.
Y ese día Adrien Agreste juró que cuando ella fuera su novia le regalaría rosas todos los días para hacerla sonreír así de bonito...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro