Capítulo XXXVIII
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¡ESPECIAL CUMPLEAÑOS DE ALLEGRA!
Poco a poco,mis ojos se fueron acostumbrando a la luz del sol que se colocaba entre las persianas de mi habitación y golpeaban contra mi rostro.
-Buenos días a la cumpleañera!- escuché gritar a Mason,el cual me miraba con una amplia sonrisa de emoción.
-Por dios Mason... Son las ocho de la mañana...- murmuré aún dormida.
-Qué más dá! Es tu cumpleaños! Hoy te haces un año más vieja!- exclamó tirándose encima de mí.
-Gracias por los ánimos- rodé los ojos e, instintivamente, coloqué mis manos en mi vientre, protegiéndolo de alguna manera por inercia.
Al ver la colocación de mis manos,la sonrisa del británico se ensanchó y se sentó a mi lado, posando un cálido beso sobre mi pequeña barriga.
-Sabes que te acabas de ver muy tierna haciendo eso verdad?- preguntó acomodándose a mi lado en la cama.
-Oh,cállate,ha sido un acto reflejo- reí nerviosa.
-Haré como que te creo solo porque es tu cumpleaños. Ahora, prepárate porque va a ser uno de los mejores días de tu vida. Ah,y haz la maleta- besó mi mejilla y se levantó,caminando hacia la puerta de mi habitación.
-Espera,la maleta?!- fruncí el ceño, realmente confundida.
-Si!- afirmó en el pasillo.
-Para qué?- me levanté de la cama y me asomé a la puerta de la habitación para mirarlo.
-Quieres dejar de hacer tantas preguntas y prepararte de una vez?- rió y se fué a la cocina.
Bufé algo cansada y saqué la maleta de mi armario. Antes de eso,me dirigí a la mesilla de noche que había junto a mi cama y visualicé los cientos de mensajes que diferentes amigos me habían mandado mientras yo dormía.
Había de Max,de Lando,de George,de Lewis... Hasta había uno de Toto, pero ninguno de Charles... Ni rastro de él.
Me gustaría decir que,como cualquier otra hija que tiene un padre,estaba contenta por haber recibido ese mensaje,aunque solo fuese un simple texto con un corazón al final,pero la realidad es que,en vez de hacerme sentir aunque solo fuera un atisbo de felicidad,la tristeza inundó mi cuerpo en cuanto lo leí.
Tratando de ignorar mis propios sentimientos, apagué la pantalla del teléfono y me decidí a no dejar que,ni nada,ni nadie arruinase mi cumpleaños.
Hice la maleta siguiendo las instrucciones de Mason; metiendo ropa calentita y gorda,que me protegiese del frío en todo momento.
Aún sin entender o tan siquiera acercarme a la idea que el británico tenía en mente para celebrar mi cumpleaños, me aproximé a la cocina cuando ya tenía todo guardado y preparado, metido en la maleta de plástico.
-Mhmhm... Huele a...- mis orificios nasales y mi sentido del olfato captaron un característico olor que provocaba que mi boca comenzase a hacerse agua en un santiamén.
-Gofres para la cumpleañera!- exclamó Mason con una sonrisa de oreja a oreja.
Una agradable sensación de alegría invadió mi cuerpo cuando ví que sobre la encimera de mármol de la cocina habían varios platos repletos de gofres con diferentes botes de sabores dulces al lado.
-Cómo...?- una sonrisa apareció entre mis labios mientras me acercaba al británico.
-Qué cómo sabía que son tu desayuno favorito? Bueno, Sienna es una gran ayudante en esto de sorprenderte- se acercó a mí y besó mi frente.
Escuchar ese nombre logró revolver mis tripas y quitarme todo el hambre.
-Mason...- iba a replicar algo pero,en cambio,otra nueva voz apareció en la cocina.
-Felicidades Alle...- escuché esa voz dulce y tierna,incluso tímida,detrás de mí.
Cuando me giré y ví a Sienna junto a Carlos,el alma se me cayó al suelo.
Rápidamente volví a mirar a Mason,como si estuviese buscando una explicación de todo esto en su mirada.
-No debéis estar enfadadas Allegra, no después de todo lo que habéis vivido juntas y,desde luego,no por un problema que ni siquiera tiene que ver con vosotras directamente. A ti te han perdonado muchas cosas y errores que has cometido en tu vida cuando,en su momento,pensabas que estabas haciendo lo correcto. Sienna también pensaba que hacía lo correcto al no contarte lo de Charles y Alexandra,por qué no perdonarla si después de todo es humana y ambas os equivocáis como todo el mundo?- añadió el británico mirándome de manera compasiva,haciéndome entender su postura ante este conflicto.
Mis ojos se devolvieron a los de la chica que,a pesar de todo,siempre estuvo a mi lado,en las buenas y en las malas,la que me ayudó a encontrar la calma cuando a mi alrededor el mundo ardía sumido en caos,la que desde pequeñas cuidó de mí a pesar de ser menor que yo.
Y ahí me dí cuenta...
No tenía razón para enfadarme con Sienna porque ella intentase protegerme,yo tampoco sabría como reaccionaría en su lugar y,aún así,se alegró por mí cuando se enteró de mi embarazo.
-Bueno,Sienna y yo también,no os olvidéis de mí- habló Carlos después de aclararse la garganta,rompiendo ese clima de reflexión que Mason acababa de crear.
Todos nos miramos entre nosotros y,tras varios segundos de miradas inciertas,estallamos a carcajadas,esparciendo diversión y ánimo a una situación que parecía más grave de lo que en realidad era.
Cuando nuestras risas comenzaron a apaciguarse, miré directamente a Sienna y formé una sonrisa en mis labios.
-Jamás podría enfadarme con la tía de mi futuro hijo o hija- la miré con suma felicidad- y tampoco con su tío- miré a Carlos,el cual rió al escucharme.
-Sentimos no habértelo dicho...- confesó aún arrepentida.
-A la mierda con todo Sienna, qué más dá lo que hagan otros? Lo importante es que nosotros estamos juntos y unidos- me acerqué a ella y la envolví entre mis brazos.
Su cuerpo me recibió abiertamente,como si hubiesen pasado años desde la última vez que nos habíamos abrazado.
Pronto,otros dos pares de brazos se unieron al multitudinario abrazo.
-Pensábais que nos íbamos a quedar fuera del abrazo?- afirmó el español estrechándonos contra su cuerpo.
-Por encima de nuestros cadáveres- finalizó Mason, logrando que la cocina se llenase de sonoras risas de nuevo.
-Dios,esto es increíble!- exclamé tirándome al suelo,haciendo una croqueta por la nieve.
-Espérame!- gritó Sienna entre risas, imitándome poco tiempo después.
-Tenéis veinticinco años o siete?- preguntó Mason carcajeando junto a Carlos,ambos mirándonos muy divertidos mientras nos seguían colina abajo a pié.
-Eh! Yo aún tengo veinticuatro,idiota- rectificó la británica sacándole la lengua al chico.
-Segura de que no tienes siete años mi amor?- añadió Carlos mirando a su novia de manera burlesca.
Ajena a toda discusión cercana a mí,seguí retozándome en la nieve como si de una niña pequeña se tratase.
-No sé en qué momento se os pasó por la cabeza venir a Laponia pero os amo!- exclamé levantándome del suelo,haciendo una bola de nieve entre mis manos y tirándosela a Mason,acción que enseguida fué seguida por mi mejor amiga,solo que ella se la tiró a su novio.
-Con qué esas tenemos eh?- el británico y el español intercambiaron miradas cómplices antes de salir corriendo detrás de nosotras.
-Corre,corre!- agarré la mano de Sienna y utilizamos toda nuestra velocidad para huir de los dos hombres que nos seguían muy de cerca con la clara intención de devolvernos la jugarreta.
Ambas tropezamos y caímos al suelo torpemente un par de minutos después de empezar la escapada,lo que habilitó al futbolista y al piloto para alcanzarnos y comenzar a tirarnos nieve helada encima.
-Basta,basta!- dije entre risas,tratando de escapar de las manos de Mason,las cuales estaban en mi barriga,haciéndome cosquillas y provocando que patalease al aire tratando de zafarme de su agarre.
-Chicos,deberíais tener más cuidado con las damas- escuchamos una voz grave y ciertamente graciosa posicionarse a nuestro lado.
Cuando levantamos la mirada,nos encontramos a un gran hombre de cabellos y barba blanca, vestido con atuendos rojos y unas botas negras,un anciano que tenía una tremenda barriga bastante notable.
-Santa!- exclamó Sienna emocionada, incorporándose rápidamente con la ayuda de Carlos.
-Oh,dios mío,estoy cumpliendo mi sueño de cuando era pequeño!- inquirió el español acercándose para abrazar a Santa Claus.
-Con cariño joven,ya estoy mayor para tanta fuerza digna de un piloto de Fórmula 1- rió y habló amablemente.
-Oh,por dios! Sabes quiénes somos!- dijo Sienna dando pequeños brincos en su sitio.
-Claro que sí señorita Williams,soy Santa Claus,lo sé todo- respondió el anciano guiñándole un ojo.
Miré a Mason con una amplia sonrisa y después volví a mirar a Santa,el cual ya me estaba mirando.
-Creo que a tu futuro bebé le gustará esto...- sonrió dulcemente y de su bolsillo sacó un pequeño regalo que no tardó mucho en extender hacia mi dirección.
Tremendamente emocionada, cogí el regalo con mucha delicadeza,incluso con algo de miedo,pues era la primera vez que miraba al héroe de mi niñez en persona.
-Gracias Santa- agradecí y comencé a abrir el regalo.
Cuando le quité el envoltorio,el corazón se me encogió al ver un pequeño cochecito de Fórmula 1 de juguete con mi número y mi apellido grabados en el lateral de éste.
-Es precioso... Gracias- dije reteniendo las lágrimas en mis ojos.
-Nunca pierdas la esperanza joven Allegra,recuerda que la magia existe y que la vida te depara cosas muy grandes en el futuro. Jamás dejes que tu preciosa sonrisa se desvanezca por nada del mundo- añadió mirándome sonriente.
Asentí con la mayor de las felicidades inundando mi cuerpo.
-Nos vemos en Navidades jóvenes,hasta entonces, recordar... Ser buenos. Ho-ho-ho!- habló por última vez antes de subirse a su trineo tirado por renos.
Una vez más, miré hacia el pequeño cochecito que estaba entre mis manos,esperando con gran ilusión a entregárselo a mi hijo cuando éste naciese.
-Oye! Eso es injusto! Por qué te ha dado un regalo anticipado solo a ti?- preguntó Carlos algo indignado,ganándose un pequeño golpe en la nuca por parte de su novia- auch! Y eso por qué?!
-Por idiota!- se defendió Sienna,mirándolo con una amplia sonrisa.
Mientras la pareja que estaba junto a nosotros mantenía una divertida discusión,Mason y yo nos quedamos ahí,en el mismo sitio,mirando al juguete como si del oro más valioso del mundo se tratase.
-Es un detalle precioso- murmuró abrazándome por la espalda,apoyando su mentón en mi hombro.
-Lo es- reí tiernamente y miré hacia mi vientre.
-Nos encargaremos de hacer que ese niño o niña sea el más feliz del mundo Alle... Lo haremos juntos y le daremos este cochecito cuando nazca para que sepa la increíble madre que tiene. Personalmente,me encargaré de que conozca la historia de cómo su preciosa madre rompió con todas las reglas y los límites y se convirtió en una de las mejores pilotos de Fórmula 1 en un mundo repleto de hombres- el británico besó mi mejilla tiernamente y lo miré agradecida.
Un intenso brillo se estableció en mis ojos.
Supongo que,como dice Santa Claus...
"La magia existe"
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¡Helloo! ¡Hellooo! Este es un capítulo muy especial para una ocasión muy especial...
⭐¡Feliz cumpleaños Alle!⭐
Creo que hablo por todos cuando digo que te amamos con locura así que... ¡Celebra bien tus 25 años! Y,como dijo Santa Claus,nunca dejes de sonreír,pase lo que pase.
Bueno,ya sabéis que tan solo queda un capítulo de esta primera parte de la historia. Lo subiré el domingo que viene junto la introducción y el primer capítulo de MA BELLE, EL SEGUNDO LIBRO DE ESTA HISTORIA.
Si os ha gustado el capítulo ya sabéis que una estrellita, un comentario y un follow siempre ayudan mucho.
Atte: Alma<3
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