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CONTENIDO EXPLÍCITO⚠️

-Charles,los dos tenemos pareja. Esto no está bien...- mascullé entre besos.

El monesgaco pareció ignorarme por completo y bajó sus besos, deslizándolos por mi cuello.

-Charles!- lo llamé de nuevo,esta vez,en un tono de voz algo más elevado,aunque lo suficientemente bajo para que nadie nos escuchase.

El nombrado separó su rostro de mi cuello y me miró fijamente.

-Me estás escuchando? No podemos hacer nada,tu estás saliendo con Charlotte y yo estoy saliendo con...- iba a mencionar el nombre de cierto británico pero sus palabras golpearon las mías.

-Ni se te ocurra decir el nombre de ese imbécil- respondió en un tono de voz serio pero desastrosamente sensual.

No dejes que tus pensamientos impuros te ganen Allegra...

-Dime que no quieres esto tanto como yo y te prometo que me iré y no volveré a tocarte nunca- su voz sonaba cada vez más cerca de mi rostro,llegando a sentir su aliento rebotar contra mi mandíbula.

Me mantuve en silencio.

Realmente quería que me follase,joder,claro que me moría porque lo hiciese pero...

-Charles, porfavor- rogué débilmente.

-Por favor qué Allegra? Por favor déjame y no vuelvas nunca o... Por favor follame hasta quedarme sin voz?- preguntó apretando su agarre en mi cintura,trazando círculos imaginarios sobre mi piel.

Tragué duro,incapaz de hablar y de separar mi mirada de la suya.

Sus preciosos ojos verdes se habían oscurecido,Charles ya no parecía ese piloto dulce y romántico.

Parecía haberse convertido en esa llama de fuego en la que deseaba arder.

-Todavia no he escuchado tu...- el monegasco iba a volver a hablar pero,en este caso,fui yo quien se adelantó a sus movimientos y lo besó con ferocidad.

Dejé que mis propios deseos se apoderasen de mí y fuesen completamente libres.

Rápidamente,su lengua se abrió paso entre mis labios y jugueteó con la mía de manera fugaz,tratando de no perder el tiempo que teníamos contado,pues no sabíamos si en cualquier momento nos llamarían para recoger nuestros premios.

Aunque nosotros ya estábamos celebrando la victoria solos...

Nuestras respiraciones se volvieron desordenadas,irregulares,pero eso no impidió que dejásemos de devorarnos en ningún momento.

Éramos como un lobo y su presa,y no estábamos dispuestos a soltarnos.

Aunque sinceramente... No tengo claro quién era el lobo y quién la presa.

Una de sus manos bajó a mi muslo,haciendo fuerza en él y levantándolo hasta que ambas de mis piernas quedaron enredadas en su cintura.

-Mon amour,necesito que lo digas porque me estoy volviendo loco y necesito quitarte este maldito traje de una puta vez- murmuró entre besos, caricias,suspiros y algún que otro gemido.

-Escúchame bien mon monsieur, quiero que me dés el mayor de los premios por haber ganado esta carrera. Recuerdas esa charla en la que me dijiste que necesitaba algo que me consumiese y me quemase?- el chico que estaba frente a mí tan solo asintió con una sonrisa de lado a lado- bien pues... Ardamos juntos.

Eso fué lo único que necesitó Charles para darle paso a su lado más pasional y cederle todo el control.

Rápidamente, dejó mi cuerpo encima de la pequeña cama que había en mi zona de descanso y no tardó muchos segundos más en deshacerse,con gran habilidad,de mi mono de piloto, dejándome casi totalmente expuesta ante él,con tan solo una fina camisa y unas bragas cubriendo mi cuerpo.

Se relamió los labios varias veces, comiéndome con la mirada,analizándome de arriba abajo.

Aproveché ese mismo instante para comenzar a bajar su traje, dejándoselo hasta la cintura.

Mis manos se dirigieron a su camisa y,con su ayuda, terminé por quitársela y tirarla a algún lugar de la pequeña habitación,permitiendo que mis ojos admirasen el trabajado cuerpo del monegasco.

Mordí mi labio inferior algo nerviosa,sintiendo como mi ropa interior se humedecía cada vez más con tan solo ver esa imagen frente a mí.

Mis manos se dirigieron a su abdomen,recorriendo sus marcados abdominales con la yema de mis dedos.

-Te gusta lo que ves mon amour?- preguntó colando sus manos debajo de la tela de mi camisa,acariciando mi piel con suavidad.

Un pequeño gemido se escapó de entre mis labios sin poder remediarlo.

La imagen de él encima de mí,con sus manos debajo de mi camisa y mirándome con esos preciosos ojos verdes me estaba matando en deseo.

-Deduzco que sí- rió tras escucharme.

-Cállate ya y follame,no tenemos tiempo para estas tonterías- inquerí volviendo a besarlo.

Algo sorprendido por mi atrevimiento,Charles no dudó en seguirme el beso, intensificándolo cada vez más.

Ni yo misma creía que eso había salido de mi propia boca,pero que puedo decir...

Es el efecto Charles Leclerc.

-Esto me estorba demasiado- se quejó separándose de mis labios para quitar la única prenda de ropa que me cubría de cintura para arriba.

Mis pechos quedaron totalmente libres y a su alcance.

Esa mirada voraz volvió a analizarme entera,pero no tardó mucho en capturar mis labios entre los suyos mientras que,con sus propias manos,se bajaba su mono.

Ambos teníamos tan solo una prenda de ropa puesta,la única tela que separaba nuestros sexos y que retenía nuestras ganas de sentirnos el uno dentro del otro.

Con agilidad,una de sus manos bajó hasta el dobladillo de mi ropa interior mientras que,la otra,jugueteaba con mis pechos, robándome algún que otro gemido.

-Mon amour... Debemos ser silenciosos,no querrás que George se entere de esto verdad?- preguntó hundiendo su cabeza en mi cuello,dejando un rastro de húmedos besos por toda mi piel.

En cuanto su mano logró zafarse de mis bragas las dejó en el suelo y comenzó a mover uno de sus dedos sobre mi clítoris,trazando círculos perfectos sobre él que lograron arquear mi espalda de forma involuntaria.

Tratando de controlar mis gemidos, mordí mi labio con fuerza. Eso fué algo que lo hizo sonreír mientras admiraba mi rostro y uno de sus largos y delicados dedos se colaba en mi interior.

Previniendo el gran gemido que amenazaba con escaparse de mi boca,me calló estampando sus labios contra los míos de una manera agresiva y dominante.

Un segundo dedo se unió al juego mientras que su pulgar parecía muy entretenido dando pequeños pellizcos en mi clítoris que hacían que me retorciese de placer.

Harta de sus juegos y,como malamente pude, bajé mis manos hasta su cintura y tiré de sus boxers hasta deshacerme de ellos,logrando que su,ya erecta, longitud quedase al alcance de mi visión.

Un gruñido se escapó de entre mis labios cuando sentí como sus dedos salían de mi interior y su cuerpo se separaba del mío.

Sin perder esa arrogante sonrisa de su rostro,Charles se agachó para buscar en su mono algo que había en los bolsillos de éste.

Fruncí el ceño algo confundida pero me calmé al ver que,lo que sacaba de la tela,no era más que un preservativo.

-Vaya,que confianza tienes en ti mismo para traerte un condón eh?- pregunté con una sonrisa burlona anidando mi rostro.

-Diría que,más bien,tenía confianza en las ganas de sexo que tienes conmigo mon amour- rápidamente, abrió el envoltorio y me miró una última vez antes de ponérselo- estás segura de esto, cierto?

-Mon monsieur, cállate y follame antes de que me arrepienta,o peor, que alguien nos pille- dije dejándome llevar por mi lado más carnal y pasional.

Su sonrisa se ensanchó tras escucharme y colocó el preservativo en su miembro antes de acercarse a mi de nuevo y restregar su erección contra mi humedad,logrando excitarme más.

Si es que eso era posible...

En un rápido movimiento sentí como se hundió dentro de mí,dejándome sentirlo al completo de una sola estocada.

Esta vez, ninguno de los dos pudimos oprimirlo; un gran gemido se escapó de entre nuestros labios sin darnos tiempo a remediarlo.

En la pequeña habitación solo se escuchaban nuestros gemidos y el choque de nuestras caderas cada vez que Charles entraba y salía de mi interior,una y otra vez.

Sus movimientos comenzaron a ser rápidos, agresivos y desordenados cuando alguien llamó a la puerta.

-Allegra cariño,ya estamos todos listos. Solo faltais Charles y tú en el pódium- la voz de Toto al otro lado de la puerta hizo que ambos nos exhaltasemos tras escucharlo.

Estaba demasiado ocupada reprimiendo mis gemidos,era incapaz de responderle.

-Allegra? Estás bien hija?- preguntó intentando abrir la puerta.

Gracias dios por crear los pestillos.

-Mon amour, debes responderle a tu padre si no quieres que nos pillen- susurró el monegasco acercándose a mi oído.

Un escalofrío me recorrió de piés a cabeza al sentir su aliento pegado a mi cuello pero conseguí tomar el aire suficiente para responderle a Toto.

-Si papá,me estoy volviendo a poner el traje, enseguida salgo!- exclamé rápidamente.

-Y por qué te lo has quitado? Ay,estos jóvenes de hoy en día...- musitó Toto mientras su voz se alejaba de la habitación en la que nos encontrábamos.

Charles rió y aceleró sus movimientos para terminar cuanto antes.

-Buena excusa mon amour- dijo retomando su trabajo de besar mi cuello.

Eso fué lo único que necesitó mi cuerpo para que mis paredes se estrechasen y mi abdomen se volviese rígido,anunciando lo que estaba apunto de pasar.

-Charles voy a...- advertí con la voz entrecortada.

-Lo sé preciosa,yo también- añadió antes de estampar sus labios contra los míos mientras ambos nos dejabamos llevar por la lujuria y el placer.

Un último gemido inundó la habitación antes de que el monesgaco saliese de mi interior,quitándose el preservativo y haciéndole un nudo antes de tirarlo a la basura envuelto en papel para que nadie se diese cuenta de lo que en verdad era.

-Eso ha sido...- intentaba hablar,pero mi pecho subía y bajaba de manera tan irregular que,algo tan sencillo como respirar se me hacía casi imposible.

-Increíble- terminó de decir él.

Asentí fugazmente antes de levantarme de la cama y comenzar a vestirme con audacia, tratando de ser lo más rápida posible.

-Bien,yo saldré primero y tú... Procura que nadie te vea- dije cogiendo mis cosas, realmente apurada.

-Allegra, esto no ha sido ningún error. Solo hemos hecho lo que tanto ansiábamos- habló él, prácticamente, leyéndome la mente.

-Al margen de que es totalmente incorrecto porque ambos tenemos pareja... Dudo mucho que podamos seguir haciendo esto Charles- expliqué de manera honesta.

Joder,claro que quería volver a repetir con él. Una y mil veces más! Pero es algo imposible por decenas de razones.

-Podemos seguir haciéndolo Alle- aseguró ganándose una mirada de confusión de mi parte- sigamos viéndonos en secreto,sin que nadie lo sepa. Sigamos disfrutando el uno del otro... Sigamos ardiendo juntos mon amour.

Inevitablemente y gozando de esa idea,una sonrisa apareció en mi rostro de manera esporádica,sin poder llegar a controlarla.

-Me lo pensaré- añadí quitándole el pestillo a la puerta- ah y Leclerc.

El nombrado posó toda su atención en mí,mirándome fijamente.

-Buena carrera- le guiñé el ojo antes de abandonar la habitación y cerrar la puerta tras de mí.

Sonriente, salí del taller de Mercedes y volví con el resto.

-Princesa, dónde estabas? Pensaba que te habías quedado dormida- la voz de George hizo que todos mis pelos se erizasen.

Obviamente,era consciente de que lo que acababa de comenzar con Charles era algo peligroso y arriesgado pero mi mente no podía dejar de pensar en el cuando.

"En cuando volveríamos a arder"

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Holaaaa,he aquí el capítulo de hoy.

Siento las tardanzas pero ya os he comentado que me he roto una costilla y estoy algo dolorida.

Si queréis saber cuándo subiré capítulo,os recuerdo que he creado un grupo del cual encontraréis el link en la descripción de mi perfil,aquí en Wattpad o en Tik Tok.

Si os ha gustado el capítulo ya sabéis que una estrellita, un comentario y un follow siempre ayudan mucho.

Atte: Alma<3