Capítulo III
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Lentamente,mis ojos comenzaron a abrirse, adaptándose a la luz que se colaba por la ventana.
Un fuerte brazo se encontraba alrededor de mi cintura, envolviéndola e impidiendo que me moviese.
Con el ceño fruncido,me giré, quedando justo enfrente del dueño de ese musculado brazo.
-No me lo puedo creer- murmuré lo más bajo que pude.
Aparté el brazo de mi cuerpo y me levanté de la cama lo más sigilosamente que pude.
-Joder- dije al ver que tan solo llevaba puesta mi ropa interior.
-Buenos días mon amour- escuché su voz ronca detras de mí, aún en la cama.
-Me puedes explicar porque estoy en ropa interior en tu habitación?- pregunté cruntándome de brazos.
-Oh,vaya. Veo que no te acuerdas- rió el monegasco.
-De qué debería acordarme Leclerc- hablé mostrando mi impaciencia ante sus palabras.
-Si te estás preguntando si hemos tenido sexo, para tu desgracia, no ha ocurrido- aclaró levantándose de la cama.
Bufé algo aliviada tras escucharlo decir eso.
-Entonces, explícame qué pasó ayer para que terminase aquí- requerí tratando de mirarlo lo menos posible.
Tan solo llevaba unos pantalones cortos puestos,dejando su pecho y abdomen totalmente descubiertos.
-Bueno,digamos que Lando si tenía razón y los chupitos no te sientan nada bien- rió mirándome con una sonrisa de arrogancia adornando su rostro.
-Cómo sabes lo que dijo Lando? Creí haberte dejado atrás en la pista- sonreí ligeramente.
Se aclaró la garganta tratando de disimular la manera en la que se acababa de poner nervioso.
Él solito se acababa de delatar...
-Tras nuestra emocionante carrera,te comenzaste a marear y a sentir mal,así que,como acto de buena caridad,te traje aquí,a mi casa- prosiguió,ignorando por completo lo que acababa de decirle.
-Y no podías dormir en el sofá no?- pregunté abriendo su armario,buscando algo que ponerme.
-Mon amour,esta es mi casa. Duermo donde quiero- susurró acercándose a mí por detrás, haciéndome sentir el recalco de cada una de sus palabras retumbar en mis oídos.
Rodé los ojos fingiendo indiferencia por su cercanía y continué buscando entre la ropa del monegasco hasta encontrar una camiseta y unos shorts.
Me quedarían grandes pero es mejor que pasearse con ropa interior por las calles de Mónaco.
-Quién te ha dado permiso para coger mi ropa mon amour?- su voz cada vez sonaba más cerca de mi rostro,llegando a sentir el roce de sus labios contra mi cuello.
-No necesito que me des permiso mon monsieur, es lo menos que puedes hacer después de aprovecharte de mi embriaguez para cumplir tu sueño de dormir conmigo- musité sonriente,dándome la vuelta,haciendo que nuestras caras quedasen a escasos centímetros de distancia.
-No te lo tengas tan creído,podría haberme despertado con cualquier mujer de Mónaco a mi lado si no tuviese que cuidar de ti- dijo algo molesto por el tono que había empleado.
-Ya,y aquí estás. Conmigo en tu habitación,semi-desnuda y sin haber conseguido que cayese a tus piés como cualquiera de esas mujeres a las que te refieres tan a menudo. Qué pasa mon monsieur, tanta falta de autoestima tienes que necesitas llevarte a la cama a una mujer distinta cada noche solo para que giman tu nombre y te sientas mínimamente querido?- acerté en decir,sin perder la sonrisa de mi rostro.
Rápidamente,su semblante se volvió totalmente serio,sin expresión alguna,dándome a entender que acababa de dar justo en el clavo con mis palabras.
-Sabes Allegra,eres muy insoportable- habló apoyando una de sus manos en la puerta de su armario, dejándola a un lateral de mi cabeza.
-Sabes Charles, eres muy cretino- hablé alejándolo de mí con un pequeño empujón.
-Así me agradeces que te haya cuidado durante toda la noche?- preguntó mirándome fijamente,cruzado de brazos.
-No tengo intención de agradecerte nada Charles,ahora,si me disculpas,voy a usar tu baño,me voy a cambiar y me voy a ir de esta casa- dije entrando al aseo.
Cerré la puerta detrás de mí y sonreí una última vez, realmente orgullosa de mi misma por lo que acababa de suceder.
Me puse la ropa de Charles y me aseé un poco,tratando de disimular la pequeña resaca que golpeaba mi cabeza como si de un martillo se tratase.
Cuando salí del baño,el monesgaco ya no estaba allí por lo que comencé a buscar las llaves de la moto de Bottas por toda la habitación.
-Buscas esto?- preguntó zarandeando las llaves entre sus dedos,con una amplia sonrisa adornando su rostro.
-Devuélvemelas,la moto no es mía- aclaré tratando de darle un incentivo para darme las llaves lo más rápido posible.
Cuando me acerqué a él para tomarlas,las encerró en su puño y negó con la cabeza de manera divertida.
-No tengo tiempo para tus juegos Charles,dame las putas llaves- dije entrando en el desespero.
-Vaya,mira quién es ahora la que está molesta- río mirándome fijamente con sus intensos ojos verdes.
Gruñí enfadada y me acerqué a su puño,tratando de arrebatarle las llaves.
Rápidamente,se separó de mí,sin quitar esa sonrisa egocéntrica de su rostro.
-No tengo tiempo para estas mierdas,dame las llaves y me iré de una vez,quieres?- dije apretando mi mandíbula en un forzoso intento de no matarlo en ese mismo instante.
-Si quieres recuperar las llaves de la moto deberás hacerme un favor. Bueno,más bien,seguir una petición- dijo apoyándose en una de las paredes del pasillo en el que nos encontrábamos.
-Bien,habla- dije siguiendo su acción, apoyándome en la pared contraria a la suya.
-Otra carrera,tu y yo, esta noche. Si tú ganas haré lo que quieras,si yo gano... Cenaremos juntos- su sonrisa se hacía cada vez más amplia conforme las palabras salían de su boca.
-Bien, acepto. Y, cómo está claro que te voy a ganar... Quiero que sepas que mi premio será que dejes de llamarme "Mon amour". Ah y dejarás que conduzca tu Ferrari- dije,soltando mi parte de la puesta.
-Trato hecho. Yo que tú buscaría un atuendo elegante que ponerte mon amour porque voy a ganarte y te llevaré al local más lujoso de Mónaco- dijo lanzándome las llaves de la moto,las cuáles cogí en el aire sin problema alguno.
-Y yo que tú iría preparando los papeles del seguro de tu Ferrari porque,cuando termine con él,lo único que verás serán las llantas de las ruedas rodando por la autopista- susurré en su oído antes de alejarme de él y acercarme a la puerta para irme.
-Te mandaré un mensaje con la ubicación de donde empezaremos la carrera- añadió viéndome con una amplia sonrisa,aún en el sitio de antes.
-No tienes mi número para hacer eso- dije dando un paso fuera de la casa.
-Segura de eso? Deberías revisar tu móvil,puede que me haya tomado la libertad de conseguir tu número de teléfono y mandarte un mensaje para que sepas quién soy. Nos vemos esta noche mon amour- me guiñó el ojo antes de volver a dirigirse a su habitación.
Finalmente, salí de la casa del monesgaco y cogí mi móvil para ver si lo que había dicho era cierto o no.
Maldito capullo ingenioso.
Reí ligeramente y guardé el teléfono en el bolsillo del pantalón para dirigirme a la moto de Bottas,colocarme el casco,encenderla y dirigirla hasta llegar a mi hotel.
Caminé por los pasillos del edificio hasta quedar enfrente de la puerta de mi habitación.
Pasé la tarjeta por el lector que había justo en la pared y me adentré en mi humilde morada.
No tardé mucho en visualizar a Sienna tendida en su cama,desnuda de cintura para arriba y abrazada a Carlos Sainz.
-Ay dios!- exclamé con una mezcla de emoción y asco que consiguió despertarlos a ambos.
-Allegra!- exclamó mi mejor amiga moviéndose realmente nerviosa.
Carlos por su parte, comenzó a buscar su ropa,sin saber que más hacer.
-No sabes llamar a la puerta?!- se quejó Sienna envolviéndose con las sábanas.
-Si no te has dado cuenta, compartimos habitación. Y tampoco me esperaba esto la verdad- reí al ver esa escena.
-Yo... Esto... Mejor me voy- habló el español con la voz temblorosa.
-Espera!- exclamé acercándome a él- ten, devuélvele las llaves de su moto a Bottas y dile que siento la tardanza, por favor- le pedí con una sonrisa amable.
Él tan solo sonrió algo tímido y tomó las llaves antes de salir de nuestra habitación,cerrando la puerta detrás de él.
-Sienna Williams, qué ha pasado aquí?!- le pregunté abalanzándome sobre ella,emocionada.
-Bueno... Tú te fuiste... Supongo que las cosas surgen después de un baile en la pista y un poco de alcohol por medio- rió con las mejillas algo ruborizadas.
-Me alegro mucho por tí baby- sonreí dándole un pequeño beso en la mejilla.
-Se puede saber dónde estabas tú? George estuvo toda la noche buscándote como un loco, nos tenías preocupados Allegra- cambió de tema, mirándome con el ceño fruncido.
-Buff,es una historia muy larga pero así resumidita... Charles y yo tuvimos una carrera en medio de la noche, él con su Ferrari y yo con la moto de Bottas,le gané y,por lo visto,los chupitos hicieron su efecto, comencé a sentirme mal,me ayudó y me llevó a su casa, amanecí a su lado en ropa interior...
-Te lo tiraste?!- preguntó realmente sorprendida.
-Iugh,ni de broma. Déjame acabar,ah no,ya he acabado. Básicamente solo fué eso y que hicimos una apuesta- me encogí de hombros.
-Qué apuesta?- volvió a hablar mostrando énfasis en sus palabras.
-Hoy volveremos a correr,si gano yo,el dejará de llamarme por ese estúpido mote y podré destrozar su tan preciado coche- expliqué.
-Y si gana él?
-Si gana él... Quiere llevarme a cenar a un restaurante lujoso- dije sentándome en mi cama.
-Madre de Dios! Es obvio que Charles Leclerc te tiene ganas Allegra!- exclamó sonriendo ladinamente.
-No creo,solo lo hace para molestarme- aseguré totalmente convencida.
-Pues yo creo que solo busca excusas para estar cerca de tí- dijo guiñándome un ojo.
-No digas tonterías y vete a la ducha Sienna. Aún hueles a sexo- bromeé cogiendo mi móvil para llamar a George.
Mi mejor amiga rió y se adentró en el baño justo en el mismo momento en el que la voz de Russell se dejó escuchar al otro lado de la línea.
-Dios Allegra, estás bien? Dónde estuviste toda la noche? Te estuve buscando por todas partes...
-Georgi,estoy bien,tranquilo. Fuí a dar una vuelta con la moto y me distraje totalmente del teléfono,siento que te hayas preocupado por mi- me disculpé honestamente,ocultando toda la movida que había sucedido con cierto monegasco de por medio.
-Está bien,al final Lando tenía razón y esos chupitos te hicieron mal- rió.
Joder, queréis dejar de darle la razón?
-Si... Tal vez sea eso- acoté tumbandome en mi cama,reclamando algo de descanso.
-Tu voz suena cansada,vé a dormir anda- dijo notando el agotamiento que desprendía cada átomo de mi cuerpo.
-Si, será lo mejor. Gracias por todo Georgi,te debo una- sonreí,aún a sabiendas de que no podía verme.
-Exacto,me debes una tarde de películas, manta y palomitas- bromeó haciendome reír- descansa,te quiero Alle.
-Te quiero Georgi- me despedí antes de colgar la llamada.
Agotada, dejé mi móvil en la mesilla de noche para cerrar mis ojos y tratar de conciliar mi sueño,pero éste no tardó mucho tiempo en sonar,iluminando la pantalla cuando un mensaje me llegó.
"En mi casa a las 10. El punto de partida será aquí"
"No llegues tarde mon amour,o cerrará el restaurante"
Bufé y apagué mi teléfono,dejándolo totalmente de lado.
"Voy a volverte a ganar Charles"
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Holaaaa.
Aquí os dejo el tercer capítulo de esta historia.
Espero que os esté gustando,si es así ya sabéis que una estrellita,un comentario y un follow siempre ayudan mucho.
Atte: Alma<3
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