♡ ៸៸ Capítulo Uno.
Todos conocían de la relación de Kim Taehyung, el dueño de una exitosa empresa con Jeon Jungkook, recién graduado de pastelería y dueño de una panadería, provenía de una familia común.
Mientras que Taehyung era frío, despiadado y de actitud desagradable, Jungkook era amable, suave y con una tierna personalidad.
Todos creían que, en cierto sentido, eran tal para cual.
Lo cierto, es que Taehyung era un novio perfecto, causando envidia entre las mujeres solteras de la empresa, quienes tenían que observar de vez en cuando las muestras de amor entre su jefe y su pareja.
Eran una pareja amorosa, no temían decir frente a los demás cuanto se querían, menos mostrar lo mucho que se apreciaban mutuamente.
Ese día, Jungkook se había levantado temprano, le gustaba hacerlo y prepararle un delicioso desayuno a su novio, quien se lo agradecía con sus ojos brillando junto a una hermosa sonrisa en su rostro, misma que hacía latir el corazón de Jeon.
El rubio adoraba a su pareja, amaba mimarlo y ver ese lindo sonrojo en las mejillas de Taehyung mientras decía que lo trataba como un niño. Aunque, Jeon sabía que su novio adoraba ser tratado como un niño.
El rubio tarareaba la suave melodía de So This is Love mientras manejaba la espátula para voltear el panqueque que se encontraba en el sarten, sus ojos y labios se curvaron al ver el perfecto tono de la masa.
Mientras dejaba dorar el otro lado, Jungkook cortó algunas frutas en pequeños trozos, las almacenó en un cuenco de vidrio y comenzó a exprimir algunas naranjas.
Taehyung se despertó una hora después, el pelinegro abrió los ojos aturdido al no sentir a su pareja a su lado en la cama, sus ojos somnolientos se despejaron de forma automática al captar el delicioso aroma de las naranjas, olfateó por un segundo y miró la hora en su celular, eran poco más de la siete de la mañana.
Kim bostezó y se levantó de la cama mientras tallaba sus ojos buscando espantar el sueño que le quedaba. El pelinegro se colocó las pantuflas de oso que le había regalado su Koo y caminó hacia la cocina, donde sabía se encontraba su pareja.
El mayor no pudo evitar admirar con profundo amor la figura de su amado ángel sirviendo la mesa para el desayuno, su cuerpo delicado vistiendo una pijama de dos piezas color azul cielo, un conejo blanco bordado en el bolsillo de la camisa, sus ojos agudos pudieron observar las leves marcas rojizas en la clavícula de su bonito novio, mismas que él había dejado la noche anterior luego de que Jungkook le diera el permiso para hacerlo.
Taehyung se acercó a él con todo el sigilo que pudo, lo abrazó por la espalda mientras lavaba una sarten sucia y besó con ternura el área detrás de su oreja, sintió el cuerpo de su amado sobresaltarse, pero se relajó al saber que era él.
— Buenos días, cariño. —saludó el rubio con una sonrisa en los labios, derritiendo el corazón de Kim. No pudo resistir de darle otro beso, pero esta vez en el cuello, sonrió suavemente al sentir su piel erizarse como siempre, le encantaba.
Kim Taehyung adoraba a su chico, sus ojos brillantes de ciervo, su sonrisa, su suave piel, su aire tiern e incluso aquella actitud dominante que el pelinegro disfrutaba de vez en cuando, todo le encantaba. Amaba cada detalle de su ángel.
— Buenos días, mon amour. —dijo Taehyung, causando una leve risa de su pareja, quien ya había terminado de lavar los trastes, se había volteado y correspondía su abrazo con un brillo en su mirada, sus brazos alrededor del cuello del pelinegro, quien dejaba besos en en las mejillas sonrosadas de su bebé.
Al rubio le gustaba escuchar a su novio hablar en francés, además de ser romántico, le parecía gracioso el acento que tenía Kim hablando el idioma, mismo que había aprendido por cuestiones de negocios.
— No te rías, flor. —murmuró el mayor dándole un beso esquimal a su chico, Jungkook dio un casto beso en los labios de su pareja y le dio una mirada, misma que Taehyung entendió, se apartó de su novio con una mirada llena de tristeza, un puchero en sus labios.
— Hora de desayunar, cariño. —dijo Jungkook con una risita ante la obvia desgana del pelinegro, le dió una leve nalgada a Taehyung y fue hacia la mesa—. Luego puedes seguir poniéndote mimoso. —El rubio se sentó en la mesa, la cual se encontraba ya servida.
Taehyung suspiró rendido al escuchar la hermosa risa de su ángel, asintió y se sentó junto a su novio en la mesa. La pareja desayunó amenamente entre conversaciones banales, algunas sobre como iba la panadería de Jungkook, otras sobre los proyectos en la empresa del mayor, todo mientras sonaban de fondo las músicas favoritas de Jeon.
Cuando ambos terminaron su desayuno, Jungkook tomó ambos platos y se levantó para lavarlos, el mayor iba a ayudar a su pareja, pero entonces en el estéreo en el cual se encontraba conectado en celular del rubio, se escuchó la canción que Taehyung sabía, era su favorita.
Sin prestar menor atención a los platos sucios, el pelinegro caminó hacia Jungkook, el rubio se volteó mirándolo ligeramente confuso, una mano del mayor se posó en la cintura del menor, la otra tomó la de Jeon entre la suya, sin importarle que se encontraba llena de jabón.
Captando lo que quería su pareja, el rubio sonrió tan maravillosamente que Taehyung sintió que se volvía a enamorar, aunque cada día lo hacía, con cada minuto que pasaba junto a su novio, volvía a caer por él.
La pareja comenzó a bailar por toda la cocina con It's Been a Long, Long Time de fondo, ambos tropezaron un par de veces con la encimera, pero no les importó, solo continuaron bailando entre sonrisas amorosas. El baile era desordenado ya que Taehyung no sabía bailar esa clase de melodía, pero lo intentó, aunque con cada paso que terminaba en fracaso, Jungkook emitía una risa que hacía latir con adoración el corazón de Kim.
El pelinegro dió un giro al rubio, sacándole una sonrisa, Taehyung sólo podía amar el brillo en los ojos de su ángel, sus ojos de ciervo brillaban como las estrellas.
Era tan hermoso que era casi irreal para él que ese chico fuera suyo.
— Te amo, cariño. —Kim escuchó la suave voz de su novio en su oído, sintió electricidad corriendo por su columna, una sensación tan intensa que no pudo resistir su impulso, sus labios chocaron contra los de Jungkook con suavidad, la pareja se fundió en un beso amoroso y cálido que les derritió el corazón.
— Cada día me haces enamorarme más de ti, amor. —Fue la respuesta de Taehyung mientras daba otra vuelta a Jeon, solo que esta vez mantuvo a su pareja apoyando su espalda contra su pecho, esto hizo que su baile fuera más desastroso, pero al mayor no le importó.
— Ya somos dos entonces. —dijo el rubio con una sonrisa en sus labios rosados—. Cada día solo me haces sentir lo afortunado que soy de tenerte, Kim Taehyung. —Una sonrisa se instaló en los labios del mencionado, Jungkook sintió su corazón latir en su pecho, amaba tanto a su novio, amaba su sonrisa y sus ojos llenos de adoración hacia él.
Taehyung cantó con torpeza parte de la letra, recibiendo en respuesta una risa de Jungkook, quien no pudo evitar derretirse de que su novio recordara cual era su canción favorita, no sólo eso, sino que hacia un esfuerzo por bailar con él.
Aunque era pésimo haciéndolo.
"Kiss me once
Then, kiss me twice
Then, kiss me once again
It's been a long, long time"
En respuesta, Jeon besó con cariño los labios de su amado, ambos detuvieron su baile mientras la música pasaba a segundo plano junto al resto del mundo.
En estos momentos solo existían ellos dos, perdidos en los labios del otro, hundiéndose en los ojos de su amado mientras sus corazones latían al unísono. Siempre serían solo ellos dos en su propio mundo, amándose con pasión y profundo querer cálido.
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