P.O.V JUNGKOOK

Estaba temblando, no debí hacerme el héroe. Ahora tengo a un hombre desconocido a punto de clavarme una navaja en el pecho, probablemente cerca del corazón.

No pude proteger a mi ángel, ahora otros tipos se lo llevan de los brazos.

—¡JIMINI! —Grite tan fuerte como pude pero parece que no me escuchaste.

Jimin, lo siento. No pude ayudarte.

—Escúchame bien desgraciado —Me dijo el hombre clavando la navaja en la pared detrás mia. Muy cerca de mi cuello. —No me interesa el tipo de relación que tengas con Jimin, pero más te vale no volver a estar cerca de él.

Su mirada era tan fría que me hacía temblar, tenía miedo, pero no por mi, temía por lo que le podría pasar a Jimin.

—La próxima vez no seré tan compasivo. —Clavo su navaja en en mi hombro derecho y otra vez en mi pierna izquierda.

—¡AHH! ¡CARAJO! —caí al suelo adolorido. No me imaginé que el día de hoy sería apuñalado.

El hombre se fue sin decir nada más. ¿Qué iba a hacer con Jimin? No lo supe, fue tanto el dolor que me desmaye. Nunca había sentido algo así.

🌞🌞🌞🌞🌞

AL DÍA SIGUIENTE

Desperté de un susto. Había tenido una pesadilla con Jimin. Una horrible pesadilla dónde yo solo estaba ahí parado observando todo lo que hacían con el.

Un escalofrío recorrió mi pecho. De solo recordarlo se me erizaba la piel. El dolor ya no era tan constante, fui a la cocina por algunas vendas y las puse en mi cuerpo.

—A-AH.. Mierda... —El dolor al apretar la herida con la venda era intenso pero debía aguantar.

Salí de casa tambaleante. Me dolía bastante el brazo y la pierna pero podía estar de pie.

Tenía que encontrar a Jimin ¿Pero como? Quise volver al burdel pero el dolor era tanto que decidí ir al hospital.

Ahí los médicos me curaron las heridas. Puntadas y reposo fue lo que tuve que soportar en ese lugar. No podía soportar la idea de perder tiempo.

Estuve ahí un día entero, al parecer mis heridas se habían infectado. Fue un alivio para los médicos que no me diera gangrena.

Al salí del hospital lo primero que hice fue ir a la estación de policía. Si alguien podía ayudarme serían ellos.

Les comenté lo que había pasado. Dije que se llamaba Jimin y que unos hombres lo habían secuestrado dentro de mi hogar. Les mostré las puntadas que tenía y también mencioné que Jimin se prostituía.

Eso pareció incomodar a los oficiales pero de verdad necesitaba que me auxiliaran.

—¿No tienes más información del chico?

Me dijo uno de los hombres con un tono vastante frío.

Le comenté que Jimin trabajaba en un burdel llamado "Angel de sueño." Era relativamente nuevo y no sabía si estaba ahí.

—Deberías buscar ahí. No tenemos la información suficiente para iniciar una búsqueda. —mencionó mirándome directo a los ojos. —Por lo menos consigue una foto.

Y así lo hace. Me dirigí al burdel dónde dormí y me enamore de Jimin. Rezaba por qué el señor Taehyung tuviese una foto de él.

Aún que ese hombre no me daba mucha confianza.

Entre y fui directo a la recepción. Pregunté por un tal "Ángel" y ellos me dijeron que no se encontraba.

Sabía que no se encontraba pero suplicaba porque me dijeran lo contrario.

Le expliqué a la mujer que me gusta pasar tiempo con él y que si habría la manera de que me pudiera dar una foto de él para así no extrañarlo y tener más ganas de venir.

La chica asintió y me dió una foto de Jimin, no parecía estar muy feliz en ella. Me preguntó si fue por qué tenía un mal día.

Le agradecí a la chica y me fui del lugar anhelando encontrar a Jimin.

Volví a la estación de policía y les entregué la foto de Jimin. Les expliqué que él no estaba en el burdel y que la recepcionista no dudo en darme la foto.

Ellos comenzaron la búsqueda de Jimin al día siguiente. Yo estaba intranquilo en casa deseando que pronto lo encontraran.

Jimin, te extraño.

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P.O.V TAEHYUNG

—¿Como va todo?

—Todo va marchando bien señor Taehyung. La gente no se hace esperar hay mucha clientela hoy.

Me alegraba escuchar eso. Puse mucho empeño en este lugar como para que todo se fuera al carajo.

—Taehyung...

—AAH Namjoon, que alegría me da verte otra vez. —Sonreí y estreche su mano fuertemente. —Que alegría que si pudiste venir.

—Lo mismo digo Tae. Dime ¿Dónde está él?

—¡OH! No te preocupes, Namjoon. Jimin se encuentra en su habitación junto a Yoongi. Decidí que se encargará de él de ahora en adelante.

Namjoon arqueo su ceja mirándome y bajo su mirada sonriendo y moviendo su cabeza de lado a lado.

—Más vale que no vuelva a ocurrir Taehyung.

—Auch. Me ofendes Namjoon. —Sonreí ignorando las palabras del más alto.

Claro que me puedo encargar de esto. ¿Quien se cree que es?

—¿Señor Taehyung? —Llamo una de las recepcionistas —Llegaron unos policías y dijeron que querías hablar con usted por un tal "Jimin".

Tragué saliva. No sabía que decir.

¿Cómo mierda se enteraron los policías?

...

¿Con quién estaba Jimin ese día?

—Seguramente no es nada. Voy a hablar con ellos. —Camine a la recepción con pasos firmes tratando de pensar en que decir.

Si, "secuestramos a un chico".
Si, probablemente J-hope no mató al que estaba con Jimin y solo le dió una advertencia.
Si, el maldito que estaba ese día con Jimin decidió buscar ayuda con la policía en vez de quedarse callado como cualquier MALDITA PERSONA LO HARÍA.

...

Si, devia inventar que no teníamos a Jimin aquí con nosotros.

Y así fué

Después de una larga plática con los oficiales logré convencerlos de que "Jimin" no había venido a trabajar y que no es la primera vez que falta. Que no nos pareció raro y que decidimos esperar para llamarlo después.

—Bien, supongo que está todo en orden en este lugar. —Dijo uno de los oficiales.

—Lamento mucho no poder ayudarlos más. No puedo creer que nuestro querido Jimin no esté por ningún lado. —Tape mi boca sutilmente para que creyeran que me estaba derrumbado cuando realmente no quería que vieran la leve sonrisa que se formaba en mi boca.

—Solo una cosa más. Nos gustaría revisar el lugar.

¿Revisar? De que habla. ¿Sabe que lugar es éste?

—Señor, no creo que sea prudente —recalqué —Este no es un lugar muy común. Hay gente haciéndolo en todas las habitaciones, sería una molestia enorme tanto para ellos como para ustedes.

Los oficiales se vieron entre si y luego me miraron a mi.

—Crean que me lastima mucho lo que le ha pasado a Jimin. Yo jamás jugaría con algo así —los mire a ambos a los ojos. —Crean en mi palabra. No sabemos nada de Jimin pero si nos enteramos de algo se los diremos.

Los hombre asintieron y se despidieron dejando el burdel.

Maldita sea Jimin. Me has traído más problemas que beneficios.

Todo por tu puta culpa, Namjoon.