07
Quede tan atrapado en su dulce sonrisa que nisiquiera pude escuchar la invitación que me dió para entrar a su hogar.
— ¿Jimin? — escuchar mi nombre me hizo dar un leve saltito en mi lugar. — Jaja. ¿Te gustaría pasar?
Asentí con una sonrisa tímida y entre dándole una pequeña reverencia. Su casa era bastante linda, olía a canela.
Mi olor favorito
— ¿Gustas algo de tomar? — me dijo poniendo una tierna sonrisa en sus labios.
— N-no, muchas gracias Jeon.
— No me digas Jeon, es demaciado formal para mí. — Se acercó a mi poniendo su cálida mano derecha en una de mis mejillas.
Podía sentir como mi corazón latía rápido, sentía que me iba a dar una taquicardia.
— Kooki — Dije sin pensar dejando que mi corazón hablara por mí.
Pude notar el sonrojo que se formó en sus blancas mejillas, como pestañeo dos veces mirándome fijamente. Se veía tan tierno.
— Jiminie ...
Bajo su mano acariciando la comisura de mis pómulos hasta llegar a mi menton, sentí el suave apretón que dió para levantar mi cabeza y quedar más cerca de sus labios.
Sus manos en mi cintura acariciandome lentamente. Claramente esto va a terminar en sexo. Es lo único para lo que soy bueno.
Acaricié su pecho despacio para ir bajando poco a poco mi mano hasta su parte íntima.
El sujetó mi mano y la puso en su cuello acercándome más a él.
¿No es sexo lo que quiere conmigo?
Me dedico una linda sonrisa, no podía evitar sonreír cada que él lo hacía, me gusta mucho verlo feliz.
Sentí sus labios sobre los míos, la pureza de sus suaves y dulces labios y la delicadeza de beso eran sublimes. Estaba en el paraíso.
Nos separamos sin decir nada, el me sonrió y ocultó su cabeza en mi cuello dándome pequeños y suaves besos.
— Me haces cosquillas — dije acariciando su cabeza con una gran sonrisa en mi boca
— ¿Quieres que me detenga? — dejo de besarme y solamente recargo su frente en mi cuello.
— No, no te detengas
Volvió a besar mi cuello y yo me recargue en la pared más cercana, sus besos no eran apasionados, eran delicados y amorosos. Me gustaban mucho.
Ambos nos miramos y volvimos a besarnos. Estaba sintiendo algo por el que no había sentido en tanto tiempo.
— Jimin yo...
Alguien interrumpió las palabras de Jungkook tocando fuertemente la puerta. El sonido me asustó por lo que Jeon beso suavemente mi frente.
— No te preocupes Jiminie, seguro será un vendedor — Dijo tratando de tranquilizarme.
Jungkook abrió la puerta diciendo que no estaba interesado en comprar ningún artículo.
El hombre que esperaba afuera golpeó a Jungkook en la cara fuertemente. Yo quedé petrificado, no sabía que hacer, Jeon estaba sangrando y el hombre de traje negro se acercaba a mi rápidamente.
— N-no, espere por favor — Dije tratando de alejarlo pero Jeon se me adelantó.
Se abalanzó sobre el hombre golpeándolo fuertemente en la nuca, pero esto no hizo que se detuviera. Cómo si fuese una película el hombre estampó a Jeon en la pared.
Cuando trate de golpear al hombre más personas me tomaron de los brazos retirándome de ellos y sacándome de la casa.
Lo último que pude ver fue al hombre de traje negro sacando una navaja a punto de clavarsela a Jeon.
— ¡NO! SUELTENME. ¡JEON! — Grite varias veces el nombre de Jungkook hasta que los demás hombres me llevaron a un auto color negro.
Aquel hombre que estaba con Jeon llegó poco después entrando al auto. Se sentó justamente al lado de mi. Fue cuando bajo sus gafas que pude reconocerlo.
— Te encanta meterte en problemas ¿Verdad, Jimin?
Era Hoseok, la mano derecha de Namjoon.
— ¿Qué le hiciste a Jeon? — dije tembloroso por la preocupación.
Un silencio estremecedor invadió el auto. Hoseok le hizo una seña al chófer para que comenzará a conducir. Y así fue.
Algunos minutos después ya nos encontrábamos de vuelta en ese maldito burdel.
Entramos y Taehyung me recibió con brazos abiertos acercándose a mi. Beso mis dos mejillas y dió pequeños aplausos de alegría.
— El hijo pródigo a vuelto — Dijo mientras tomaba uno de mis brazos entrelazandolo con uno de los suyos.
Caminamos un gran pasillo y subimos algunas escaleras. Íbamos a mi habitación.
Cuando llegamos, su amabilidad y buena cara se terminó, me arrojó al suelo de la habitación pisotendome varias veces.
— NO LO HAS ENTENDIDO ... ¿Verdad, Jiminie? — Dijo para después tomar mi menton con gran fuerza. — Tú y todo tú estúpido cuerpo ME PERTENECEN.
No podía evitarlo, las lágrimas salían de mis ojos sin pedirlo. Esto solamente molestaba más y más a Taehyung.
— MALDITA SEA, PARK
Soltó una gran bofetada en mi cara que hizo que todo mi cuerpo tocará el suelo. Tape y escondí mi cara, estaba siendo humillado y golpeado con gran brutalidad.
¿Por qué a mí?
Taehyung acomodó su cabello y dió un gran suspiro. Me miró un par de segundos para después levantar mi cabeza tomado mi cabello despeinado.
— La próxima vez piénsalo dos veces, Jimin. — Soltó mi cabeza con fuerza haciendo que me diera un leve golpe en la frente con el piso.
Cuando Taehyung salió de la habitación quedé recostado en mi miseria llorando y suplicando piedad.
Escuché como la puerta se abría nuevamente y con mis pobres ojos hinchados pude divisar a un chico alto de piel blanca como la nieve entrando a la habitación.
— Jimin-ssi ¿Pero que te paso? — Dijo Yoongi tomándome en sus brazos para subirme a mi cama. — Estás todo golpeado, deja traerte un poco de hielo.
Salió de la habitación nuevamente para traer hielo y algunas vendas para mí. Me sentía tan miserable.
¿Cuánto tiempo más tendré que estar soportando esto? ¿Cuánto tiempo pasará hasta que tenga el valor de hacerlo?
Espere a Yoongi quien a los pocos minutos llegó con un botiquín y un poco de hielo para mis heridas. No pensé que estuviese tan mal.
Cuando terminó de curarme acarició suavemente mis mejillas y me dijo que nada malo me iba a pasar ahora. Que yo "Podría descansar."
No tenía idea de lo que le había pasado a Jeon, mi vida cada día se hacía más miserable y el dice que ¿ahora puedo descansar?
Asentí con una leve sonrisa en mi boca y cerré mis ojos para dormir esperando el dulce anhelo de no despertar otra vez.
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