La confianza que generaron entre ellas a lo largo del tiempo dejo de sorprenderlas a tal punto que Tzuyu sintió demasiado cotidiano dormir con Sana, hasta esta llego a dormir un día en su departamento

Ese día en particular se sintió un poco dejada de lado, ya que Sana se puso a platicar con Chaeyoung todo el desayuno y su mejor amiga se burló de ella al captar sus celos, avergonzándola y haciendo reír a la mayor

Ahora mismo, cuando el sol hace un par de horas se hizo presente, agradece tener el día libre, al igual que Sana, así puede disfrutar de las manos de la mayor alrededor de su cintura y como se recueste en su brazo, puede apreciar su atractivo rostro a escasos centímetros del suyo y fundirse en el calor que le brinda

Suspira, acomodándose otra vez contra la almohada

No sabe cuánto tiempo ha pasado, pero el movimiento a su lado la despertó de su cuarto sueño. Soltó un quejido, removiéndose en la cama

— ¿Te desperté? — abrió los ojos y miro a Sana al escuchar su voz ronca. Asintió despacio, logrando que la mayor sonría adormilada — perdón — se disculpó mientras acariciaba el cabello contrario, suspirando — duerme — ordeno en un murmullo, acomodándose contra el cuerpo de Tzuyu para acatar también lo que dijo

Y la menor lo hubiese hecho también sino fuera porque el timbre resonó en todo el departamento y la sobresalto

— No estoy esperando a alguien — Sana comento contra la almohada, frunciendo el ceño sin abrir los ojos — si es Mina juro que la mato

Tzuyu sonrió, haciendo el amago de levantarse, pero Sana la detuvo con un apretón en su cintura

— No hace falta — la mayor se apoyó en su antebrazo, dando una acaricia con el pulgar a la piel de su abdomen descubierto por su camiseta. Se sentó en el borde de la cama, bostezando — vuelve dormir — sugirió mirándola por encima de su hombro

Tzuyu se hizo chiquita entre las sabanas, sonriendo de manera tímida mientras la veía e intentaba cubrirse con la tela

El timbre volvió a sonar, haciendo a sana gruñir a la vez que se levantaba y avanzaba con pasos flojos, recogiendo el tirante de su blusa que se deslizo por su hombro — Ya voy, ya voy — mascullo

Tzuyu miro el pijama de su mayor antes de que saliera por la puerta y dijera otro 'ya voy, carajo' irritada ante la serie de golpes en la puerta

Decir que no tenía curiosidad es mentira, pero el colchón es tan suave que rápidamente la estaba llevando a los brazos de Morfeo

Mantuvo un ojo abierto y mirando hacia la puerta, todo está silencioso y apenas alcanzo escuchar sonido, así que lo cerro, abriéndolos alarmada al escuchar una silla arrastrarse de manera brusca, como si hubiese sido golpeado

Salto prácticamente de la cama, bajando descalza rápidamente por las escaleras

Paro a mitad de estas, esperando que lo que está viendo no sea real, más que nada por esa molestia creciendo en su pecho y alojándose en la boca de su estómago, calentando su sangre

Un hombre, joven, pero posiblemente de la edad de Sana, mantiene acorralada a esta contra el respaldo de uno de los sillones. Su mayor tiene las manos en los hombros del alto y claramente se ve que lo está intentando alejar, aparte de que se ve demasiado seria que hasta le dio un poco de miedo

— Tzuyu, no es lo que parece — de un empujón alejo el invitado no bienvenido, dando un paso hacia las escaleras al notar el rostro sin expresión de la pelinegra

Todo eso bajo la atenta mirada del varón

— Sabia que tenías cierto gusto exótico, pero no creí que de esta magnitud — una sonrisa burlona que solo les provoco asco a ambas

— Cierra la boca y vete — Sana demando con la voz fuerte, con una mirada pesada que Tzuyu reacciono ante su molestia provocada por los celos

El hombre se acercó y ella retrocedió un paso, reacia a la idea de siquiera tenerlo cerca. Tzuyu lentamente descendió los escalones que faltaban, alerta por si debía intervenir, con esta poca interacción ya puede hacerse una idea de qué clase de persona es

— Oh, vamos, Sana, te creí mejor que esto — sonaba algo incrédulo al igual que divertido y a Sana comenzaba colmarle la paciencia — ¿una niña, enserio? Podías conseguir algo mejor para reemplazarme

La palma de la mayor topo contra la mejilla del contrario en una cachetada firme que el sonido del golpe resonó entre las cuatro paredes y la cara del varón se giró ante la fuerza

— Te prohíbo que hables de ella, no te atrevas a poner ni su nombre en tu maldita boca — está hablando con una calma que la caracteriza, pero lo está diciendo entre dientes, sonando molesta y hasta asqueada de que el contrario haga lo que le acaba de prohibir — largo de mi casa — ordeno, apuntando a la entrada de su hogar que se atrevió a perturbar

El varón la miro serio, perdiendo todo rastro de diversión mientras se tomaba la mejilla golpeada

Sana se exaspero, casi perdiendo los estribos — ¿Qué esperas? ¡Lárgate ahora!

Recibió una mirada pesada antes de que, avergonzado, Suho se diera media vuelta y saliera por la puerta, con el orgullo herido

Sana estabilizo su respiración, tranquilizándose ante sus emociones negativas. Realmente no se esperaba una visita tan desagradable a esas horas de la mañana y menos que interrumpiera su tiempo con Tzuyu, ahora lo odia más

— Tzu — murmuro al ver a esta a unos pasos suyos. Quiso acercarse, pero la menor alzo una mano, haciendo énfasis en su dedo índice — Tzuyu

— Dame un minuto, por favor — y así sin más, pasó de Sana y se fue directo a la cocina

Sana titubeo en si ir o no tras ella y, al meditarlo por varios segundos y tomar una bocanada de aire profunda, fue tras Tzuyu

La vio apoyada en la barra, escondiendo su boca en la unión de sus manos, viendo hacia la nada y pensando en todo

Decidió no interrumpirla en su laguna mental, mirándola como idiota enamorada hasta que Tzuyu se enderezo de golpe y se volteó hacia ella, sin expresión

Se sobresaltó en cuanto esta se abrazó a su cintura y apoyo la frente en su hombro, quejándose en murmullos que en definitiva no entendió

Confusa, acaricio toda la espalda de Tzuyu, intentando comprenderla

— Es las primera vez que me siento molesta a causa de los celos — informo la causa de pedir ese pequeño lapso de tiempo, avergonzada, escondiéndose aún más en el cuerpo de su mayor

Sana se mordió el labio, intentando no reír — No debes sentir celos de ese imbécil, no vale la pena — dejo a la vista el asco que le tiene, apretando el cuerpo de Tzuyu entre sus brazos, enternecida

La menor tarareo, pensando aun en la molestia que sintió, ese pequeño arrebato de posesividad y protección que surgió en ella al ver a Sana acorralada contra su voluntad y como también estaba disgustada con la visita

— ¿Quién era? — se atrevió a preguntar, dudando de si salir o no de su escondite

Sana suspiro, apoyando la cabeza en la de la alta — fue un ¿pretendiente? Creo que es la mejor manera de describirlo. La única forma por la que me relacione con él fue sexual — no le enorgullece y de hecho se arrepiente, pero ya no puede cambiar sus acciones — Lo deje antes de que aparecieras en mi vida y comencé a rechazarlo cuando quiso volver a entrar — confeso

Tzuyu enderezo la espalda, ya que tenía que agacharse para alcanzar el hombro de Sana, y miro a esta a los ojos, disfrutando como acaricia sus mejillas

La menor cerró y abrió sus labios varias veces, no buscando como formular su pregunta. Sana lo noto e intento darle confianza

— Yo, ehm... ¿puedo saber porque parece que lo odias tanto? — tartamudeo, no hay porque negarlo, pero sorprendentemente no estaba avergonzada de creer estar entrometiéndose en la vida de Sana

La baja sonrió, tomándola de la mano mientras las guiaba devuelta a su recamará

— No parece que lo odio, realmente si lo hago — inicio, rodando los ojos antes de proseguir — apareció en un momento en donde mi vida no estaba estable y no me importaba ponerle orden. Aún estaba lidiando con inseguridades y el realmente no ayudaba ¿sabes?

Llegaron a la habitación y Sana rápidamente se metió entre las sabanas, esperando a que Tzuyu se uniera a ella

— Es un niño mimado y no sabe escuchar no, así que me harte y lo aleje definitivamente, era alguien que iba y venía. Cuando apareciste comenzó a llamarme y no quiera desperdiciar mi tiempo con él en vez de estar contigo — suspiro, entrelazando una mano con la de Tzuyu — pensó que se había rendido, pero ya vi que no — frunció el ceño, cerrando los ojos dispuesta a dormir

La menor sonrió, acomodándose mientras no quitaba la mirada de Sana

— Gracias por compartirme esto

Sana giro la cara en su dirección y le brindo una sonrisa cálida, acercándose más al cuerpo de Tzuyu hasta recostarse en su pecho

— No agradezcas, Tzu, es algo normal. Me alegra compartirte estas cosas. Se siente bien

En pocos minutos, ambas cayeron dormidas nuevamente, aun había tiempo para iniciar su día,

en la escuela he estado escribiendo estos últimos capítulos :D