Tzuyu tiene cierto déjà vu al ver ese mensaje de Sana. No tardo en preocuparse, pero ese

"Solo quiero verte"

La calmo en un santiamén

No indaga más y se dispone a ir donde su mayor. Entiende un poco su necesidad, ella también lo está sufriendo. Hace poco inicio la universidad y ya no se frecuentan tan seguido como antes, la última vez que la vio fue hace más de dos semanas, cuando ellas mínimo se veían dos veces por semana. Les hizo bien estar separadas un poco, es bueno extrañar de vez en cuando

Aunque cuando llega frente a esa puerta, hay un pequeño temor en su ser. La ultima y primera vez que Sana la llamo sin motivo aparente, salió algo lastimada, no es fácil no pensar en ello cuando parece que la ocasión de repite

Sacudió la cabeza, alejando esos pensamientos y sin pensar, toco la puerta, pasando por alto el timbre

— ¡Pasa!

Escuchar su voz gritar al otro lado la sobresalto un poco, no se escuchaba molesta o seria, así que indicaba un buen ánimo, o por lo menos uno normal

Abrió tomando una bocanada de aire y se adentró en el departamento, viendo fugazmente esa cabellera café desaparecer por un pasillo. Cautelosamente cerro y avanzo unos cuantos pasos, sintiendo su organismo reaccionar ante la presencia de Sana

Y cuando pensó que la ignoraría, sintió unos brazos rodeando hasta su espalda, un cuerpo refugiarse en el suyo y como recostaba la cabeza en su hombro

Quedo paralizada por la inesperada bienvenida, parpadeando un par de veces, confundida, antes de corresponder ese abrazo, sintiendo cosquillas en su cuello ante la respiración calmada y tibia de la mayor, que parecía estar oliendo su perfume

Sana se despegó y alzo la cabeza para mirarla — Hola — finalmente saludo, parándose de puntitas para besar castamente sus labios

— ¿Todo bien? — no pudo evitar cuestionar, menos al sentir una necesidad en ese abrazo. Acaricio la espalda de la nipona suavemente, dejando visible su preocupación

— Sí, solo... — la mayor suspiro, dibujando una floja sonrisa — estoy un poco frustrada, es todo — sonrió más amplio, escondiéndose en el cuello de Tzuyu como una niña

Estuvieron abrazadas unos minutos, Tzuyu dando reconfortante y calmadas caricias en la espalda de Sana y esta fundiéndose en el calor de la menor, relajándose

Al separarse, Sana tomo la cara de Tzuyu entre sus manos y planto un delicado beso en sus belfos, suspirando en medio de este cuando fue correspondida con la misma delicadeza

Su sonrisa fue evidente y no la iba a ocultar por nada del mundo, ni por más al sentirse avergonzada bajo la brillosa e intensa mirada de Tzuyu

— Vamos a mi habitación — entrelazo su mano con la de la menor y la jalo, haciendo que siguiera sus pasos

Decir que Tzuyu no pensó en 'eso' mientras subían las escaleras sería una vil mentira, razón por la que sintió sus mejillas calientes y se avergonzó de sus pensamientos, aparte de que sin querer vio la parte trasera de la mayor, lo cual la hizo tragar saliva, y no pudo evitar seguir pensando en ello cuando al llegar, la mayor la empujo contra su cama y se subió encima de ella

Aunque al final simplemente quería abrazarla nuevamente

No se queja, tener a una Sana empalagosa y pegada a ella como un chicle es una de las mejores cosas que le pudo pasar en la vida, lo disfruta tanto que podría volverse adicta

— Me gusta abrazarte — la escucho murmurar contra su esternón

Apretó la cintura de Sana entre sus brazos, sonriendo — Ya me di cuenta

Escucho una corta risa, muy débil, pero demasiado bonita a sus oídos. Sana apoyo las manos a los lados de su cabeza y se alzó sobre ella, mirándola en total silencio, recorriendo sus facciones tal y como lo está haciendo ella también

Parecían tener una batalla de miradas, pero solo estaban dejando que la contraria la leyera sin barreras

Y Sana realmente no lo pudo contener, no podía contener esas palabras que salieron desde el fondo de su corazón, con una sinceridad y un peso que Tzuyu realmente amo

— Te quiero — susurro quedito, temerosa de que alguien más escuchara su confesión cuando iba única y exclusivamente a la dueña de sus sentimientos

Tzuyu sonrió amplio, demasiado feliz que parecía estar a punto de llorar, pero cuando quiso corresponder esa muestra, los labios de Sana ya estaban sobre los suyos, callándola de una forma tan dulce que no le quedo de otra que corresponder

La beso por un buen rato, cada vez que quería hablar era callada por los belfos de su acompañante. No noto que Sana estaba un poco temerosa de que no le correspondiera o que tal vez dijo esas palabras muy pronto y se sintiera obligada a decir lo mismo, así que prefirió alargar su sufrimiento con algo que la distraía de igual manera

No fue hasta que sintió sus labios hormiguear que termino el beso y se escondió en el cuello de Tzuyu, regulando su respiración

Tzuyu seguía sonriendo como boba, segura de que Sana podía escuchar el fuerte latido de su corazón

Acaricio el cabello de la mayor y jugueteo con algunos mechones hasta llamar por completo su atención y se vea obligada a mirarla nuevamente

— También te quiero — murmuro, con las mejillas apenas notándose sonrosadas y mirándola con los ojos brillosos cuando fue lo primero que salió de su boca enrojecida al conectar miradas

Sana se lanzó de nuevo contra ella al no poder contener su emoción

Luego de ese cursi momento, cambiaron de posición, con Tzuyu teniendo medio cuerpo de Sana encima suyo y la cabeza de la mayor recostada en su pecho, dibujando líneas imaginarias en el brazo que se mantenía vagamente posado en su cintura

— ¿Puedo saber el porqué de tu frustracion? — la menor acomodo la barbilla en la cabeza de Sana, oliendo discretamente su cabello

Sana suspiro, acomodándose — Simplemente algunos no hicieron bien su trabajo y me dieron más trabajo a mí — sonaba un poco a berrinche, más que nada por el tono, y eso le dio un poco de gracia

— ah

La mayor se alejó unos centímetros y la miro, alzando una ceja

— ¿Que? — Cuestiono un poco nerviosa — no supe cómo reaccionar — aclaro, intimidada

Sana sonrió y el abrazo fuertemente, escondiéndose otra vez en su cuello — eres muy linda — exclamo, dejando pequeños besos en su piel que la hicieron reír

La habitación se llenó de esos pequeños chasquidos al besar y risitas

Esa tarde fue testigo de la amorosa sesión de besos que tuvieron en la cama de Sana cuando dejaron de bromear, acariciándose la piel, recorriendo las facciones de la otra y dejándose amar con sus acciones delicadas, fundiéndose en su mismo calor y saboreando los labios de la otra hasta que se cansaron ese día, porque nunca se iban a cansar de sus besos

como la historia esta en modo soft, los capitulos son cortitos jsjskjah