1
Han pasado varios meses, meses bastante curiosos. Ocupados y, sobre todo, de acompañar a Aizawa-sensei en sus salidas nocturnas, para así yo acomodarme también a ese estilo. El que casi todos en esa agencia manejan, algunos están en diferentes prefecturas, pero siempre llegan periódicamente. Y no son muchos, quizás a lo mucho se llegan a quince si me pongo a exagerar.
El punto es que básicamente Aizawa-sensei ha estado durmiendo en mi apartamento y eso me pone los pelos de punta, han sido meses, pero sigue siendo extraño. Pero ya se acabó, hoy es inicio de clases en Yuuei y por ello, él se concentrará en sus estudiantes.
Las charlas de medio día se acabaron, lo mismo con las conversaciones nocturnas mientras recorríamos la ciudad.
Fue bueno mientras duró.
Aunque Rin no se crea que no me le haya tirado en tanga teniéndolo ahí. Pero es que ese no es mi estilo, sé que ella lo hubiera hecho, pero yo no. A mí me bastaba con los roces de las manos, la rutina de su presencia en mi apartamento como si viviera ahí, conversaciones mientras tomábamos café, era un tipo de intimidad diferente. Del tipo que consigues con los años, de esa que no necesita cercanía física para darse.
2
Creí que no volvería a verlo en cuanto iniciara clases, pues creí mal. Que se aparezca a estas horas, justo cuando pensaba en salir, es inesperado. Aunque por lo que trae, dudo mucho que vaya conmigo y no es como si fuera necesario. Aprendí bien, ya no necesito de su presencia, aunque no rechazaría dicha oferta.
—Me quedaré aquí y le esperaré con algo de comer.
—Claro —Es lo único que digo antes de despedirme y salir. Aunque sabiendo que él está en el apartamento no me dan ganas de irme, aunque tengo que cumplir como mi deber. ¿Por qué me hace eso Aizawa-sensei?
...
Una persecución, el tipo cree que se puede robar una joyería. No entiendo por qué tanto crimen en estos días, a pesar de que All Might está en la ciudad, pareciera que no la desesperación puede más. Desde lo ocurrido tres meses antes donde hubo un estudiante de rehén y otro que trató de salvarlo, el crimen disminuyó, pero aún así, siempre pasan estas cosas.
Como si los héroes durmieran en las noches.
Cansada de esta persecución ridícula, donde él parece más enfrascado en huir que atacar, decido usar el entorno a mi favor, aprovechando que estamos más lejos de las pocas personas que rondan a esas horas.
Una tapa de alcantarilla se interpone en su camino inmediato, logrando desvalancearlo al hacer que cambie de dirección rápidamente. Y aprovecho ese justo momento en amarrarlo.
Dos asaltos en una noche, pronto serán las dos de la madrugada. Creo que debo irme a dormir, hoy salí una hora antes. Si hubiera salido a la hora normal habría pasado tiempo con Aizawa-sensei, porque siento que lo encontraré dormido.
3
—Bienvenida.
Me quito la revestidura que sirve como chaleco, el cual me protege de proyectiles por si me distraigo, además de que al ser metálico me permite aligerar mi peso de alguna forma. ¿Había dicho ya que mi traje es negro? ¿No? Pues lo digo ya, lo único de color son los lentes que parecen de laboratorio, aunque claro, tienen una especie de protector en las orejas que evitan el paso de interferencias, todo de un color naranja y plateado —los colores de Thunderbolt—.
—¿Qué hace? —cuestiono mientras me acerco, veo que está escribiendo algo en la computadora, pero no sé bien qué.
—Material de clase, más que todo para que All Might sepa lo que debe hacer. Él no tiene experiencia como profesor y prefiero evitar desgracias —Se le ve cansado, y con razón, ha pasado todo el día en la escuela y ahora debe hacer algo como trabajo doble. ¿Eso significa que sí hay estudiantes a su cargo? —. Hay comida en el microondas.
—¿Necesita ayuda? —Me dirijo a mí habitación, quiero cambiarme por algo más cómodo antes de comer. No es que sea ropa incómoda, pero nada se compara a unos pantalones cortos y una camiseta floja.
Me suelto el cabello en cuento me he cambiado, me gusta más llevarlo suelto, pero es contraproducente si no se levanta como el de Aizawa-sensei.
—Ya casi termino.
—Sabe que puede decirme.
—No es necesario. Coma.
Me sentí regañada, pero es cosa mía por insistir viendo que no quiere ayuda. Se pone como gruñón cuando lo interrumpen de su trabajo, sobre todo si quiere acabar lo más rápido posible.
Saco el plato del microondas, sigue algo caliente y yo no soy muy exigente. Me basta con que no este congelado. Me siento frente a él, y me fijo bien en como lleva amarrado el cabello, esa vista vale oro.
—¿Este año si tiene alumnos? ¿Cuántos?
—Los veinte.
¿En serio? Asombroso, esos chicos deben tener mucho potencial para haber pasado todos. Sigo comiendo, levantando la mirada por momentos hacia él, viendo como trabaja. La verdad desearía poder acercarme más y abrazarle, pero no tengo ese derecho.
...
—¿Ya terminó? —Me agacho y me inclino hacia él, recostando mi cabeza en su hombro.
—Sí.
No se mueve mucho, solo se refriega los ojos con la mano derecha y deja escapar un bostezo. Y recuesta su cabeza en la mía.
¿Por qué me hace eso? ¿Qué hago?
—Vamos a dormir.
¿Ah? ¿Vamos? Nunca había usado esas palabras.
—¿O acaso se te fue el sueño? —Parece estar sonriendo, un poco, con la vista fija en mí. Esperando alguna reacción de mi parte.
Discúlpeme si me equivoco, pero tomaré su "vamos" completamente literal.
—No, vamos.
Completamente nerviosa, tomo su mano y él sigue mí guía. De repente siento todo revuelto, no en el mal sentido, no, es solo que es el hecho de ser completamente consciente de lo que estoy haciendo. Pero ya no hay vuelta atrás.
Mi habitación es un lugar al que él nunca había entrado, es más, nadie aparte de Rin la conoce. Esto es demasiado para mí.
No es la gran cosa, es la única parte del apartamento que tiene tatami y por ello, no tengo una cama como tal, solo es el mero futon y las sábanas, además de que tengo demasiadas almohadas, y las pinturas de paisajes pintados en ese estilo tradicional a pura tinta. Sí, mi habitación es bastante tradicional, incluso el armario y el baño son de puerta corrediza.
Son cosas que quedan luego de vivir por tanto tiempo en una casa así, me dolió venderla, pero necesitaba el dinero para varias cosas, además de que era tan grande que era costosa mantenerla. El apartamento es más sencillo. Y tengo un pedazo de mi antiguo hogar aquí, muchos de los muebles me los traje y los demás los vendí.
Estar acostada al lado de él es algo que siempre consideré se quedaría en mi mente, pero estamos aquí. Tan cerca, tan cerca. Y al demonio, lo quiero más cerca.
Me pego a él y al poco tiempo tengo sus brazos a mi alrededor.
Seguro el villano me golpeo tan fuerte que estoy en una alucinación de mi subconsciente para soportar el dolor, sí, cuando despierte estaré en una camilla de hospital.
—Buenas noches.
Como no subiré nada mañana y no sé si pueda en los próximos días, es semana de parciales y pues hay que estudiar y eso. En fin, esto es un gran avance, ¿no creen?
¿Qué les pareció? ¿Alguna opinión?
Gracias por leer♥
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro