IX: Café y Menta
1
Mi cumpleaños pasó sin pena ni gloria. Y así estuvo bien, solo unas cuentas llamadas y un par de regalos de parte de Kenzo —unos libros de literatura clásica, entre ellos a Socrátes y Miguel de Cervantes, Edogawa Ranpo (todos esos tipos nunca pasan de moda) — y Rin —lencería, no me sorprendió nada, tampoco la cola y orejas de gato. Esa mujer parece haber tomado rienda suelta con mi legalidad, a palabras de ella—.
Y ahora estamos pasando el poco tiempo libre de Aizawa-sensei, tirados en el suelo usando el mínimo de ropa. A varios metros de distancia, con el único ventilador a toda potencia tratando de refrescarnos un poco. La humedad me está matando, no el calor, la maldita humedad. Me siento pegajosa y realmente asquerosa, no me quiero mover ni un poco.
Cualquier movimiento me da calor, y en estos momentos no voy al baño solo porque no quiero convertirme en pasa por no salir nunca de la pequeña tina.
Hace un par de días anunciaron esta ola de calor, lo malo es que hasta hoy logramos conseguir el aire acondicionado y claro, mientras lo instalan nos estamos deshaciendo en el suelo. Esto es básicamente como derretirse. Creo que reafirmaré que mi estación favorita del año es el otoño, no es ni tan fría como el invierno ni tan caliente como el verano... ¡es simplemente perfecta!
—Akahoshi —Medio me giro, solo para recibir su camisa sobre mí. ¿En serio? ¡Es negra! Da más calor. Se ha puesto el pantalón —. Ha terminado de instalarlo, será mejor que no te vea tan expuesta.
...
Vale, vale. Se me olvidaba que era un tipo el que estaba instalándolo. Ay, pero tener que ponerme ropa.
Lo hago, sí, su mirada es de última advertencia. Aunque es insoportable por el calor, no porque es primera vez que uso algo de él... y es tan suave su ropa, debe ser algodón. A mí tanto que me cuesta encontrar ropa de mi talla que sea de algodón, es que soy pequeña y para acabar de joderme, las blusas deben ser al menos dos tallas más para que no me queden demasiado pegadas, creo que ya se imaginan a que me refiero. ¿No? Bueno, no es que sean tan grandes, solo son por encima de lo normal. Es incómodo, quisiera una copa más común, no sé.
2
¿Saben algo que es maravilloso? No, no hablo de esa satisfacción que se siente cuando hace un poco de frío y puedes envolverte con las sábanas como si fueras un tamal.
Yo me refiero a Aizawa-sensei, justo ahorita. Solo con el pantalón puesto mientras trabaja en, según lo que dijo, una prueba que tendrían sus estudiantes.
Ahora que se acerca el verano, faltan unas pocas semanas nada más, realizaran una especie de prueba con los profesores para saber quiénes deben tener un entrenamiento más estricto, así que está decidiendo quiénes serán los que se enfrentarán a sus alumnos.
Y yo me conformo con la vista. Pude haberlo visto en ropa interior, pero eso significaba moverme y me moría demasiado de calor para eso. No me juzguen, no todo en la vida es ver un cuerpo desnudo...
Ah, y sí, yo sigo usando su camisa. Huele como él.
Café, menta, un poco de canela y su propio olor corporal combinado con el olor del desodorante. Sí, siempre que lo abrazo es el mismo aroma. Una extraña mezcla.
3
Un pequeño resumen de lo acontecido las últimas horas.
Aizawa-sensei dejó de trabajar dos horas después de que inició, todavía pensativo, seguramente pensando en cuáles sería la mejor manera de ver cuáles estudiantes necesitan qué para superarse; siempre se preocupa por ese tipo de cosas, aunque parezca que no es el caso.
En fin, después de eso se fue a dormir hasta las seis, que es cuando me sacó de mi propio sueño para decir que debíamos salir. Justo ese día que tenía pensado salir una hora más tarde y así quedarme más tiempo, no sé, quería estar afuera, aunque el calor no fuera mi mejor amigo. Y así es como los dos volvimos a andar por la ciudad juntos, atentos a cualquier problema.
Y la verdad fue una noche tranquila, más allá de los dos intentos de robo y el tipo que decidió que era buena idea armar revuelo a la una de la madrugada. No hubo nada fuera de lo normal, lo más extraño fue Aizawa-sensei preguntándome si pensaba seguir con las cosas tal cual estaban.
No respondí en ese momento, y la verdad sigo sin hacerlo. No porque no sepa que decir, sé perfectamente bien esa respuesta, solo que no esperaba una pregunta como esa y me siento dudosa de sí estoy preparada para soltar lo que quiero decir. Y él no parece muy contento con mi silencio, sé que quiere mi respuesta.
Y es aquí cuando más se marca la diferencia de edad.
La seguridad que el muestra respecto a lo que quiero yo no la he desarrollado por completo, y por eso me sigo teniendo dudas.
4
Es silencio es algo incómodo. Pero es mi culpa, yo debería decir algo. No sé que haré cuando lleguemos al apartamento, solo nos falta subir las escaleras, porque el ascensor se descompuso y, según lo que dijo el casero, hasta más tarde llegarán a repararlo.
Estoy hecha polvo. Casi literal, necesito un baño y después dormir.
También necesito tirar todas mis dudas por la ventana.
—Me bañaré primero.
Es lo único que dice en cuanto entramos.
Vale, está distante.
Bien hecho Sakura, tienes algo bueno y si no es al vida, vos misma vas deshaciéndote de ellas.
El apartamento está bastante frío, pero así es mejor. Seguramente dormiré enrollada en alguna esquina, por el hecho de que dudo que él quiera que me acueste a su lado hasta que no le responda. Pero es mi culpa, es como si le estuviera diciendo que no quiero o que me da miedo.
Y es cierto. En el momento en que hablemos, será meternos directamente a la realidad que nos rodea y afrontar todo eso.
Debo tomar fuerzas para ir por lo que quiero.
Una relación no es un juego...
5
No he dormido nada. El frío está horrible, y por no moverme de donde estaba —porque era lo más caliente que tenía— seguí ahí. Solo que, llegadas las siete, ya no aguante y me levanté.
Así que ahora estoy preparando café, tan negro que podría despertar a un muerto. Él sigue dormido, y yo estoy considerando salir para hablar con Rin. Ella es más sabia en temas del amor, al menos mucho más que yo y todos los demás de mi círculo más cercano —hablando claro de personas de mi edad—. Porque aunque podría preguntarle a Subtraktion, ella me diría que está es la oportunidad de cortar con esto y yo no quiero eso.
Aunque no quiero salir, estoy demasiado cansada para eso. Solo quiero dormir, pero con el frío que hace mejor no.
O quizás solo estoy siendo infantil y la realidad es que no quiero volver a la habitación. Sí, eso ha de ser.
Mi teléfono suena, con la suave melodía de Blue Bird, uno de los opening de Naruto Shippuden. ¿Qué? Fue Kenzo quien me hizo fan de los comics y los mangas, ya de los animes nos hicimos fans después. El punto aquí es que alguien me está llamando tan temprano.
¿Iwaizumi? Seguro hoy nevará, así de la nada, en medio de esta ola de calor, nevará.
No es común recibir llamadas de él.
—¿Aka?
—Sí, buenos días. ¿Sucedió algo? —Su voz siempre se escucha algo nerviosa, pero hoy hay mas nerviosismo de lo usual.
—¿Puedes venir a mi casa, por favor?
—¿Ahorita?
—Sí, necesito a alguien cerca. Por favor, Aka...
Hay un leve temblor en su voz que me hace levantarme de inmediato.
—Iré enseguida.
—Gracias...
Me voy hacia la habitación, Aizawa-sensei sigue enrollado como burrito con las sábanas. No lo voy a despertar, es mejor que descanse porque debe seguir trabajando. Así que en cuanto me cambio me limito a dejar una nota.
Salí.
6
Al llegar entendí porque se oía tan mal. Y también me di cuenta de que se aguantaba las ganas de llorar.
Iwaizumi Hanabi murió hace unas horas. Fue internada ayer en la tarde después de que se viera implicada en el ataque inicial de un villano, y aunque la tipa fue arrestada, los héroes poco pudieron hacer. No había uno cerca al momento del incidente.
Y él parece sentirse culpable por ello. Según me contó su ubicación era cercana y si hubiera estado más cerca eso no habría sucedido.
Yo no he sufrido algo como eso, pero he visto de cerca la misma impotencia. Nishioka-san me enseñó también la presión que como héroes cargamos, en algún punto la sentimos con más fuerza. Este es el momento de Iwaizumi.
Y yo no sé qué podría decirle. Porque para él no solo es fallar como héroe sino que también la perdida de un ser querido.
—Esa mañana nos despedimos en malos términos... me estaba regañando por no atreverme a tomar las riendas de mi vida y me enojé... —Su cabello negro cae cubre parte de su rostro, pero las lágrimas que bajan se ven claramente.
—Estoy segura que ella no quisiera que estuvieras culpándote de esto porque te quería mucho —La conocí poco, pero lo que pude convivir con ella me hizo conocerla bastante. Y ella solo deseaba que su hijo pudiera vivir a plenitud su vida, a pesar de los problemas que en el pasado vivieron —. Y...no te contengas, llora, descarga todos tus arrepentimientos. Pero no te ahogues en ellos. Puedo asegurar, y creo que lo tienes claro, es que lo que menos quisiera ella es que tuviera más razones para ocultarte del mundo...
En Yuuei debería haber una clase para este tipo de situaciones. Al menos para no quedarte con el malo sabor de boca de no saber qué decir o cómo actuar, una preparación mental para algo como esto.
—Yo sé, Aka... Es difícil. Me hubiera gustado verla aunque sea una última vez, pero la tenían en cuidados intensivos...
No sé si se lo vaya a tomar a mal, pero lo abrazo. Y está es la primera vez que no rechaza el contacto con alguien. Lo necesita demasiado.
...
Yo no esperé que llegara Present Mic y Midnight, así que verlos fue una sorpresa. Y algo incómodo si me atrevo a decirlo, sobre todo porque andan como civiles y eso significa que puedo sentir las miradas de ambos, por momentos, un poco acusadoras.
Empiezo a pensar que estos dos son los más cercanos a Aizawa-sensei, de Present Mic ya sabía, pero no de ella. Y eso explicaría muchas cosas, como cuando me miraba divertida en temas o sucesos que giraban en torno a él... Pero ese no es el punto aquí.
El punto era mantenerme con Iwaizumi, pero Midnight se lo llevó y ahora estoy sola con Present Mic.
¿Que procede?
—¡Yo sé lo que sucedió anoche con Aizawa! —Me señala con un dedo, acusador —. Ahora, sé la versión de él... ¿la tuya?
—¿Mi versión? —¿Qué le dijo él?
—¡Sí! Él dijo que te quedaste callada y que de ahí lo estuviste evitando, además de que dormiste en un rincón de la habitación —Se sienta a mi lado y se pone en una pose como si quisiera inspirar confianza —. También dijo que para cuando hiciera esa pregunta esperaba tú estuvieras clara con lo que querías en esa relación... Yo también lo esperaba, por eso quiero saber tu versión. ¿Qué quieres con Aizawa? ¿De verdad estás conforme con cómo van avanzando las cosas? ¿Por qué guardas silencio cuando es el momento de soltar todo? Y sabes a lo que me refiero, yo fui el primero que lo notó, cuando no era evidente.
—Yo... está bien, yo quiero...estar siempre a su lado... —Tan difícil, una verdad que siempre busque mantener conmigo. Al fin y al cabo, siempre creí que nunca iba a llegar a nada con él. Para mí solo era algo inalcanzable, como un sueño que me gustaría llegar a vivir... jamás lo vi como una realidad y aun ahora, cuando convivía con él, yo me mantenía expectante a que la burbuja de fantasía se rompiera —. Desde hace cuatro años se mantuvo siempre en mi mente, por agradecimiento y admiración... y cuando lo conocí, lo seguí conociendo ya no era solo eso... pero es que son sentimientos reales y... siempre hay una espina en mí, por eso yo prefería pensar que todo acabaría en algún momento...
Por la mirada de Present Mic imaginó que no esperaba lo último...
—¿Por qué te aferrabas a la idea de que acabaría?
—Porque los únicos ejemplos que tengo de lo que es una relación...no son los mejores... —Sí se lo digo a él, quizás a la hora de hablar con Aizawa-sensei sea más sencillo...no sé. Estos temas los vengo evitando desde hace tanto tiempo, una sola vez hablé de esto con Rin y Kenzo, y fue hace bastante —. En mis archivos está lo sucedido con mi familia... mi madre mató a mi papá... solo que no está la razón de eso...
—¿Tú la sabes?
—Claro, yo era quien la escuchaba y era quien solía recibir su enojo a causa de ello... porque me parezco a él, porque tengo sus ojos, porque mi sonrisa se le parece, porque si hubiera sido niño sería su replica exacta...eso también la enojaba, ella quería un varón y quería que fuera igual a él... —Escarbar en recuerdos de ese tipo frente a quien alguna vez fue mi profesor se siente incluso liberador —. Incluso se enojaba porque mi individualidad era igual a la de mi abuelo, que ni para heredar algo servía, que ni creyera que podría ser una heroína porque las "cosas" como yo no tenían lugar en el mundo...
»No era la mejor vida, pero yo les quería mucho a pesar de todos los fallos...especialmente a papá. Él era un héroe, así que siempre estaba cumpliendo con su deber, adoraba ayudar a las personas, decía que eso le daba fuerzas para levantarse cada mañana y enfrentarse a cuando villano se le atravesara... —Present Mic coloca su mano izquierda sobre mi cabeza, creo que intenta consolarme, aunque ya ha pasado mucho tiempo de eso —. Y eso generaba problemas con mi madre, no sé desde cuando, pero mientras crecía y entendía más me fui dando cuenta de que habían cosas que no encajaban...
»Y un día comprendí porque papá llegaba tarde y porque se iba tan temprano. Prefería quedar totalmente agotado por su trabajo de héroe que pensar que tenía una esposa y una hija en casa... ellos ya no dormían juntos, como recordaba cuando tenía cuatro, y sobre todo, yo quedé en segundo plano...incluso para él.
»Las cosas explotaron un veinte de octubre, cuando papá, cansado de lo reclamos, le dijo que lo mejor sería divorciarse. Pero a ella no le gustó, mucho menos la idea de tener que hacerse cargo de mí... y al día siguiente, cuando papá regresó, yo hacía unas tareas de la escuela y ella, sin importarle que yo estuviera presente, cuando él se descuido... lo apuñalo fuerte por la espalda, quince veces...las conté todas... y al final, me vio y dijo: Ahora ve que haces, niña; antes de cortarse la yugular con ese mismo cuchillo.
»Yo hice la cosa más antinatural en ese momento, siguiendo lo que me dijo mi madre...vi que hacía ya que no estaban ellos, así que metí mi ropa en una maleta y me dormí... no era consciente de que estaba manchada de sangre hasta la mañana siguiente que me encontró Thunderbolt...
Present Mic parece mudo, él, quien siempre sabe qué decir en cualquier momento.
—¿Por qué lo hizo?
—Celos. Ella lo quería solo para él y si él faltaba alguna vez, quería un varón que lo sustituyera; creo que sabe a lo que me refiero.
¿Es tan trágico como suena? Ahora que lo digo en voz alta es hasta peor, eso de que maten a alguien frente a ti y después se suiciden... Bueno, mi vida no ha sido un cuenta de hadas... creo que han de creer que es un milagro que haya decido ser una heroína, pero tenía en claro lo que quería. No por seguir los pasos de papá, sino por seguir los de Nishioka-san; ese fue mi último impulso al suave deseo que mi madre siempre buscó la forma de eliminar.
—¿Fuiste a un psicólogo?
—Sí, Nishioka-san me llevó y eso evitó las pesadillas. La verdad yo no caí en cuenta de todo hasta que llegó la policía, cuando mi abuelo materno renunciaba a mi custodia y claro, sirvió para evitar el estrés que estar en esa casa de acogida generaba...hasta que él me adoptó, aunque me quedé con mi apellido de nacimiento... Nishioka-san se convirtió en mi tutor.
—Oh...jamás me imaginé que eso pudo haberte sucedido, nunca leí tus archivos, eso solo le corresponde al profesor titular en primer año —Un corto silencio, creo que busca las palabras para continuar —. Que día más triste. ¡Y tú, eres una guerrera! —Eso no lo esperaba, lo juro —. Tu vida no ha sido un camino de rosas, es cierto, pero tienes los recursos para hacerlo mejor. Conoces lo bajo que pueden llegar a caer las personas, ¿tu miedo es convertirte en eso?
¿Ah?
Sonrío ante la pregunta.
—No.
—¿Qué Aizawa se convierta en eso? Creo que ya está muy viejo para eso —Siempre le ve el lado humorístico a las cosas, aunque hay verdad en eso. Cumplió treinta hace poco.
—Tú también —Me vuelvo hacia la voz, imposible no reconocerla.
Aizawa-sensei.
—Akahoshi, debemos hablar.
7
¿Lo que hay que saber? Está noche se celebrará una pequeña reunión en honor a Iwaizumi Hanabi, incluso su ex-esposo llegara —lo malo es que con su nueva esposa y su hijo, creo que se llama Shiro o algo así—.
Y mientras tanto, Midnight ayuda de cerca a Iwaizumi, además de que han llegado Hayashi y Takayama.
Pero lo que a ustedes les interesa es mi conversación con Aizawa-sensei. La cual no ha iniciado, aunque Present Mic nos haya dejado solos. De eso hace unos quince minutos.
—Bien, creo que iniciaré yo —Asiento, creo que es mi sentir nada más, pero hay algo de tensión entre nosotros —. Seré claro con esto. Te quiero y eso significa que estoy dispuesto a compartir mi tiempo, mis problemas, mis preocupaciones, mis defectos, mis buenos momentos, mis gustos; en síntesis, lo mejor y lo peor de mí. Quiero una relación contigo y todo lo que eso conlleva, incluso si todo llega a caerse a pedazos. ¿Lo comprendes?
Asiento, todavía en silencio. Debo responder, aquí y ahora. Él dio el primer paso, un paso que él esperaba yo tomara primero...no, confiaba en que lo haría, como venía haciendo. Porque al final soy yo quien decide, porque él siempre estuvo dispuesto y yo no lo supe ver con claridad.
Pero todo tiene sentido.
Y por eso debo decirlo en voz alta. En cierta forma, la conversación con Present Mic me hizo ver que ese miedo no tenía justificación porque yo, que conozco ese sentimiento, no lo generaría en alguien más y Aizawa-sensei...no... Aizawa ya ha pasado por muchas cosas y no va a cambiar su forma de ser.
—Lo comprendo.
—¿Entonces? ¿Estás dispuesta a lo mismo?
Respira, Sakura, respira. Este momento es importante.
—Sí, lo estoy...porque lo quiero y aunque tema a la incertidumbre de lo que pueda venir, yo daré todo de mi.
¿Saben cómo me siento en este momento? Como si el corazón estuviera a punto de salirse de mi pecho, pero me siento dichosa.
Muy dichosa. Todo está aclarado entre los dos, ya no hay una incertidumbre flotando entre ambos.
—Eso está bien —Siempre que me ofrezca sus brazos yo iré a él, haré todo lo posible para que eso nunca cambie.
Porque me gusta cerrar los ojos cuando me abraza y sentir el aroma que desprende.
Café y menta. Canela y desodorante.
Él.
Y pues, aquí el capítulo nueve. En compensación por no subir nada ni jueves ni viernes pues traigo este con cerca de 3200 palabras, quizás un poquito más. El conflicto aquí expuesto debía suceder en algún momento, debían hablar y pues se hizo un pequeño drama, más que todo por las inseguridad más profundas de Sakura.
El capítulo se iba a llamar caliente, no por nada pervertido sino porque cuando las partículas se excitan generan calor (hablando científicamente a nivel microscópico), contrario a cuando están quietas y por tanto se da lo que llamamos frío. Aunque lo correcto es decir alta o baja temperatura...ah xD déjenme, me emociono con estas cosas :v
¿Qué les pareció? ¿Alguna opinión?
Gracias por leer♥
Ah, cierto. Quería mostrarle como se vería la serie, ya que a Moments in life le quedarían unos siete capítulos (así como van las cosas, no porque planeaba que fueran diez).
Las de arriba son las de la serie, la historia principal. Las de abajo son como pequeños extras, cosas que no se verán porque cortarían todo el flujo.
¿Por qué creen que Todoroki y Midoriya son los dueños de las portadas de los extras?
¿Qué creen que signifiquen los títulos? Les dejo las traducciones ah
1. Momentos en la vida
1.5 Para el niño a la deriva en el mar
2. Guerras de fe
2.5 En esa sonrisa
3. Días de antigüedad
3.5 El corazón del padre
4. Susurro de maravilla
4.5 Una vida interminable
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