IV: Compañeros
1
Después de ese día, no había podido hablar con Aizawa-sensei. Hasta hoy.
Tener que ir a por el título que nos acredita como graduados de Yuuei y que todo pase sin pena ni gloria es hasta cierto punto decepcionante, pero ¿qué podía esperar? No es como si se tuviera que hacer fiesta porque nos hemos graduado, lo único que recibimos son felicitaciones de los profesores y todos los papeles con calificaciones, observaciones y, lo más importante, el título. Si bien ni debería ser necesario para nosotros, es como una tradición que ha quedado. Después de todo, lo que sirve realmente es la licencia de héroe...al menos para los que pasamos por dicho curso, seguramente para los demás es mucho más útil.
Pero, aun así, estoy emocionada por recibirlo. Ansío eso, porque lo ocuparé de excusa para ir directamente con él. Porque no tengo número de contacto y ya tomé la decisión semanas atrás, antes del examen para la licencia.
Veo a varios de otros cursos y escucho perfectamente la voz de Present Mic, felicitando a los que están adentro. Espero a que sea mi turno, quizás hayan varios profesores ahí y han de haber al menos dos de cada curso. Prefiero evitar a la multitud.
Y eso que vine temprano, por así decirlo.
—¡Sakura! —Me vuelvo hacia Rin, quien se ve radiante, y no lo digo por su gran sonrisa que refleja alegría, sino algo más literal. ¡Su camisa resplandece!
—¿Y esa camisa? —Tengo curiosidad, no sé de donde pudo haberla sacado. Aunque hay muchas tiendas para héroes que no dudarían ni dos segundos en hacer algo como eso.
—¡Un regalo de mi mamá! —Lo olvidaba, la señora Kitamori es... llamativa. Ni debería sorprenderme —. ¿Ya entraste?
—No. Muchas personas.
—Ya comienzas a escucharte como Aizawa-sensei —Se ríe sin tapujos, y yo solo consigo cerrar los ojos sintiendo la vergüenza en mí. Maldición Rin, ¿por qué me haces esto? —. ¿No ha venido Kenzo?
Sigue riendo.
—No.
—No te enojes, era broma —Me abraza pidiendo perdón, haciendo una mueca de tristeza. Ella no tiene poder sobre mi, pero no la quiero encima todo el rato tampoco.
—No estoy enojada.
—Tu cara dice otra cosa —Infla las mejillas, y me mira acusadora.
—Te cortaste el cabello —Redirijo la conversación a algo menos molesto, como su nuevo corte de cabello. Es difícil no notarlo si antes lo llevaba largo hasta la cintura y ahora apenas y le roza los hombros.
—¡Sí! Me lo recomendaron en la agencia, ya sabes, para una mejor imagen —Se toca el cabello, parece no importarle el largo. Yo no me atrevería, que se joda el mundo y su imagen, pero yo no tocaría mi cabello por algo así.
2
Y después de media hora esperando que bajen las aguas, entro, en compañía de Rin e Iwaizumi, este último recién llegado. Y como me lo imaginaba hay varios profesores; llevaba un tiempo sin ver a Trece y Ectoplasm, no puedo decir lo mismo de Midnight que con una mirada en nuestra dirección ha logrado que Iwaizumi me ocupe de escudo humano.
Me compadezco de él.
—¡Akahoshi! —Present Mic me saluda primero, básicamente gritando y mostrando una gigantesca sonrisa. No sé ni como reaccionar a eso, ¿acaso hice algo mal? —. Eraserhead tiene tu título, ve con él.
...
—¿Por qué...?
Creo que el asombro se me nota demasiado, porque casi puedo jurar que Midnight se está burlando de mi. Su mirada lo dice todo.
—¿Y eso qué? Anda, aquí no tienes nada que hacer —Me empieza a empujar fuera del salón, sigue manteniendo su sonrisa. Solo que más juguetona, ¿qué rayos le picó? —. ¡Está en el Salón 1-A!
Vale. Salón de la clase 1-A.
3
Había olvidado donde estaba el dichoso salón. Pero en mi defensa, el lugar es enorme. ¡Cualquiera se perdería!
Uf. Estoy sudando, eso de haber recordado dónde está y salir corriendo hacia allí no fue lo más sensato de mi parte, pero ya me había cansado de dar vueltas. Quiero regresar a casa y dormir hasta que mi cuerpo se canse de dormir y seguir durmiendo por eso.
Otra vez aquí. Frente a la gran puerta. Es como recordar el primer día, siendo esta la última vez que vendré a Yuuei. La abro de golpe, encontrándome a Aizawa-sensei dormido en su bolsa de dormir, en su modo Burrito. Sonrío ante la imagen. Antes no me hubiera atrevido, pero ahora es un tema completamente aparte.
Me acerco a él y saco mi teléfono, siempre quise tomarle una foto así, nada que ver con tener sentimientos por mi profesor, no, es solo que siempre se ha visto gracioso al estar ahí metido y siendo solo su cabeza lo que se ve. Me muerdo el labio inferior al tomar la fotografía, y justo en ese momento él se despierta.
He sido descubierta. ¿Ahora qué hago? ¡¿Alguien?!
—Akahoshi... —Se levanta, me dirige una media mirada y luego sale de su envoltura amarilla. Yo estoy, como decirlo, tan quieta en mi lugar que creo que he olvidado como se respira. No ha hecho comentario respecto a la foto, pero aun así temo lo peor —. Aquí están sus papeles.
¿No le importa?
El alma me regresa al cuerpo y puedo moverme de regreso. Y asiento, volviéndome hacia él. Sigo agachada y él tiene la vista fija en en mí, es hasta cierto punto incómodo. Muestro todos mis dientes en una sonrisa y me levanto.
—No sonría así, es perturbador.
—¡No! —Me cubro la boca, seguramente debo parecer indignada y eso divierte a Aizawa-sensei. ¿Cuándo sucedió que él se volvió tan bromista? Aunque más bien parece disfrutar el ponerme en situaciones que no sé manejar y se ríe de mis reacciones. ¿Qué clase de persona hace eso?
...
La misma que expulsa a todo un salón solo por considerarlos sin potencial de héroes. Por supuesto. Es medio retorcido si lo ve así. Macabro hasta cierto punto. ¿Por qué le atrae tanto?
—Como sea, aquí tiene.
Recibo los papeles, ¿por qué me siento decepcionada? No, esa no sería la palabra. Es más bien, desesperanzada. ¿Qué hago?
No, llorar no es la respuesta que buscaba, pero no puedo evitarlo. Y él solo me observa en silencio, obviamente no me abrazará o algo por el estilo. Esas cosas no pasan, al menos no a mí. Es hasta pretencioso el considerarlo. La suerte nunca ha estado de mi lado...
...
Y lloro más, al sentir que Aizawa-sensei me está abrazando. O al menos, un intento de ello.
¿Por qué tengo que estar llorando? ¿Por qué tengo que estarme mostrando tan vulnerable, tan temerosa otra vez? Creí que ya había superado todo esto.
No lloraba desde la muerte de Nishioka-san. ¿Por qué ahora?
4
Después de tranquilizarme nos hemos sentado viendo hacia los pupitres vacíos de la clase, esos que dentro de uno tres cuatro meses estarán siendo ocupados por los nuevos estudiantes de esta clase, y quizás ellos sean expulsados o quizás logren cumplir las expectativas de Aizawa-sensei, sea como sea, esto significa que la vida sigue avanzando.
—¿Se siente mejor?
—Sí...
Otra vez el silencio. No es que sea incómodo, pero yo tengo que decirle sobre la propuesta de la agencia y mi decisión al respecto.
—Aizawa-sensei... —El me dirige la mirada de inmediato, sé que está atento a lo que diré —. Acepto...
—Muy bien. Entonces nos veremos mañana temprano en el centro, te llevaré a conocer la agencia —Tiene una pequeña sonrisa, casi oculta entre las tiras que ocupa como si fuera bufanda —. A partir de mañana, seremos compañeros. Mentaliza eso, no puede llamarme Aizawa-sensei toda la vida.
Se levanta y me despeina para después salir del salón. Y como reflejo me llevo las manos a la cabeza, es demasiado lo que ha pasado. Creo que necesito hablar con alguien de todo esto.
Y como caída del cielo, Rin llega justo en ese momento.
5
—¡Es tu oportunidad! Ya no estarán atados por las ligaduras que el ser profesor-alumna conlleva. ¡No! ¡Ahora serán compañeros! ¡Podrás caerle con todo!
No me digne a hablar con ella de esto hasta no estar mi apartamento. Sabia decisión, sobre todo porque los vecinos no están. Aun así, queda el miedo que los del edificio de al lado escuchen.
—¡Puedes poner en práctica...! ¡Necesitas leer sobre sexo, Sakura! —Le tiro un cojín, no puedo creer que este gritando acerca de eso. No, sí me lo creo, lo que no me creo es que haya gritado mi nombre. ¿Dónde quedó la privacidad? Yo no quiero que todo el edificio se entere que no tengo experiencia en eso, que soy más virgen que el aceite de oliva extra virgen —. Estoy segura que debajo de esos harapos debe haber un cuerpo bien trabajado —Mueve sus cejas en una expresión sugerente.
¿Todos disfrutan ponerme en una situación incómoda?
Tocan la puerta justo en ese momento. Y agradezco la interrupción, sé que Rin seguiría avanzando hacia temas más incómodos que decir que él debe tener buen cuerpo.
Aunque hubiera sido mejor que fuera, no sé, Hayashi —nunca iba a pasar, pero se vale soñar—. Pero es Kenzo, él deja que Rin tome cuerda. Suspiro y lo invito a pasar.
—Estás algo sonrojada, ¿te dio fiebre?
—¡Claro que sí! ¡La Aizawa fiebre!
—¡No lo grites!
No es que sea de esas que se mueren sí alguien se entera de quien les gusta, es solo que la alusión a ¡justamente eso... CON ÉL! No me deja actuar natural, esos temas no me incomodan, es con él en la ecuación que lo hacen. Porque soy humana y aun no termino de salir de esa etapa hormonal... ¿y quién soy para negar que he tenido ese tipo de deseos por mi profesor? Sería hipócrita negar los bajos instintos.
Aunque él no sea exactamente una persona que inspire deseos sexuales. Suele ser lo contrario, pero la imaginación existe para algo...
Solo no me gusta que medio mundo lo sepa.
—Ahora estás más roja, ¿qué piensas picarona? —Kenzo ríe, parece hacerle gracia que Rin sea así de pervertida. Somos los únicos que sabemos eso, también que ella disfruta de ver hentai, yaoi y yuri (de esos que te dejan traumas de lo raro y gráficos que son).
—En que mi tortura apenas inicia...
—Hablando de tortura, escuche a Present Mic hablando con Aizawa-sensei cuando iba por mis papeles —Lo dejamos continuar, lo que dirá se escucha interesante —. No me miren así... es incómodo.
—¡Solo habla, hombre! Me tienes en ascuas —¿Ya dije que puede llegar a ser muy cotilla? Rin es ese tipo de persona que se muestra tal cual es solo con gente de confianza y me siento a gusto con eso, a mí cuesta incluso con ellos.
—Sí, sí. Como decía, los escuché hablar en el salón de profesores sobre ti.
—¡AH! ¡¿QUÉ DECÍAN?! —Rin está más emocionada que yo.
—Solo escuché el apellido de Sakura y algo sobre mañana, no más.
Rin parece desilusionada, no sé. Creo que quiere que mi relación con Aizawa-sensei avance como si de un manga romántico se tratase.
A mí me basta con compartir tiempo con él.
Y aquí el cuarto capítulo. No tan corto y más que todo como un avance en algunas cosas, como la relación entre Aizawa y Akahoshi. Espero les haya gustado.
¿Qué les pareció? ¿Alguna opinión?
Gracias por leer♥
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