COMO LA HISTORIA HA SUPERADO LAS 500 LECTURAS,  LOS 100 VOTOS Y LOS 100 COMENTARIOS DECIDÍ HACER ESTE ESPECIAL COMO UN AGRADECIMIENTO A USTEDES, MIS BELLAS LECTURAS (Y LECTORES, SI HAY ALGUNO). 

EMPECÉ ESCRIBIENDO ESTE FIC POR MIS GANAS DE LEER ALGO RELACIONADO A AIZAWA Y QUE HAYA RECIBIDO TANTO CARIÑO DE PARTE DE USTEDES ME AGRADÓ. QUIZÁS NO RESPONDA TODOS LOS MENSAJES, PERO ES QUE A VECES NO SÉ QUÉ DECIR; AUN ASÍ, ME ENCANTA LEERLOS Y SONRÍO CON CADA COMENTARIO QUE DEJAN. 

MUCHAS GRACIAS, ESPERO EL ESPECIAL LES GUSTE. 

EL TÍTULO VA EN RELACIÓN A ESAS PEQUEÑAS COSAS EN LA VIDA DE NUESTROS PROTAGONISTAS QUE SAKURA SE SUELE SALTAR, ESAS QUE LE DA VERGÜENZA CONTAR. POR ELLO IRÁN ESCRITOS EN TERCERA PERSONA.

SERÁN ESCENAS PEQUEÑAS, NORMALES, COTIDIANAS.

ABAJO TAMBIÉN, DESPUÉS DEL ESPECIAL, DEJARÉ UNA PEQUEÑA FICHA DE SAKURA. SÍ, HABRÁ UN DIBUJO DE ELLA. 

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1

Las mañanas, desde que la relación con Aizawa se concretizó como tal, dieron un notorio cambio. Fue como si una pared se rompiera, permitiendo que ciertas cosas que antes no hacían las comenzaran a hacer. Estar en una relación y, más aun, vivir juntos, conlleva ciertas cosas que solo cuando se llega a ese momento se comprenden. 

Y aun así, Sakura sigue sin acostumbrarse a varias de ellas. Sobre todo las rutinas del recién despertar. Justo cuando recién se acostumbraba a las ya existentes desde que comenzaron a dormir juntos, llegan más. 

Esta mañana de sábado ambos se han despertado con minutos de diferencia. Todo debido a que Ezra decidió solo molestar a Sakura, mordiéndole los tobillos descubiertos exigiendo alimento. Y claro, en resignación (y algo de molestia porque son las nueve de la mañana y anoche llegó más tarde de lo usual y se encontró con Aizawa dormido; no esperaba verlo, creía que llegaría tal cual la última vez. Más o menos a esa hora que se ha levantado. Y quizás por eso Ezra está molestando, los sábados ya tiene servida la comida a esa hora. 

Después de darle de comer al gato regresa a la habitación, dispuesta a dormir otro rato más, pero Aizawa ya se ha levantado... Así que quita de su mente las ganas de volverse a acostar y se va hacia el baño. Él está ahí, cepillándose los dientes o al menos eso hacía, en esos momentos parece estarse estirando mientras parece más dormido que despierto. 

—Buenos días —Saluda y él responde con una especie de saludo indescifrable.

Ella decide que quiere darse un baño. Anoche solo llegó y se acostó, así que toda la suciedad del día anterior sigue presente. 

Se quita la ropa y la deja sobre el tanque del baño, está segura que el agua fría logrará despabilarla. 

—Haré el desayuno —Ya se le entiende más, aunque siga cepillándose los dientes.

—¡De acuerdo! 

2

De las peores cosas que le pudieron haber pasado en el embarazo, los vómitos matutinos. ¿Por qué tenían que seguir por tanto tiempo? Tampoco le gusta pasar más tiempo en el baño que haciendo otras cosas; todo su sistema digestivo y urinario se ha vuelto loco... se levanta en mitad de la noche para ir al baño, y su cuerpo le exige cosas a deshoras. 

Al menos los fines de semana tiene a Aizawa. Él le ayuda con ciertos antojos a horas extrañas, como chocolate con sardinas a las dos de la mañana... eso es raro y, por suerte para él, solo ocurrió una vez; las demás son cosas más comunes como helados, barras de chocolate, galletas, pollo con salsa de hongos y fideos, cosas así. 

Aunque nada se compara a tener que dormir en una misma posición todas las noches, todas. Incluso cuando él está en el apartamento. Su pequeño le impide abrazarlo, así que debe conformarse con que él la abrace por la espalda. Y ella es consiente de que hay cosas que impiden que se acomoden del todo bien en algunas ocasiones.

Para él, el cabello de ella.

Para ella, el miembro de él. 

Les cuesta evitar que sea incomodo para ambos. Porque ambas cosas pueden generar incomodidad en los dos.

Empezando por la posición. 

Dormir así no es para ellos. 

3

—Akahoshi, ¿qué haces?

Sábado por la tarde. Ella intenta seguir las instrucciones de  yoga de una maestra que da clases a embarazadas, dichas posiciones ayudan "supuestamente" al bebé a acomodarse mejor. Lo hace con la esperanza de saber al fin qué será su bebé; desea escoger nombre y todo tipo de artículos para él.

—Yoga.

—¿Por qué? 

—Para nuestro bebé.... Práctica conmigo —Aizawa la ve solo un momento y se acomoda en el suelo con ella.

Sakura vuelve a reproducir el vídeo de la sesión. 

Y ambos comienzan a imitar las posiciones. A él se le hace más fácil que a ella. 

Y eso la hizo sentir mal.

—Es injusto. ¡Estoy gorda! —Lloriquea al no poder hacer toda la rutina de la manera correcta.

—Si con eso te refieres a tener un bebé creciendo en tu vientre. Sí, estás gorda. 

Quizás fue una mala combinación de palabras, pero solo consigue que llore más. Aunque es lo por lo contrario, porque ella lo conoce bien, porque sabe que él no cree que está gorda y que tiene una forma rara de decirlo.

—Ya, no llores. ¿Repetimos la rutina? 

Sakura asiente, aun soltando lágrimas. Y él sonríe, porque ella también lo está haciendo.

4

Domingo. Aizawa llevó varias cosas de su apartamento, entre ellas algunas prendas y unos cuantos libros. Él no se imaginó que algo así pasaría.

Sakura está hurgando entre sus cosas, el problema no es que lo haga, el problema es que se emociona demasiado. No hay nada extraordinario entre sus cosas.

O eso pensaba.

—¡Oh, oh! —Extienda un jersey beige con un gato negro usando unos lentes rojos, ni recordaba que tenía eso. Él solo metió ropa. Y ella parece extasiada con ese descubrimiento —. ¡Úsalo ya! 

—NO.

—¡Por favor! —Se lo extiende como si fuera una niña pequeña. Un comportamiento poco común, pero ya no le sorprende nada. Hace unas horas masacro un pobre tenedor, él no tenía conocimiento de que su individualidad le permitía ejercer cierta presión para moldear a su antojo los objetos metálicos a determinado alcance. Ella jamás había hecho alarde de eso, hasta que hizo una pelota con dicha cuchara. 

—No.

—Ah...bien —Infla las mejillas resignada. Y es que admite que actuando muy infantil, pero de verdad quería verlo usando ese jersey. Aunque si él no lo quiere, cuando nazca su bebé, ella con gusto lo usará —. ¿Me lo regalas?

—Todo tuyo.

Ella abraza la prenda, notando que en medio del olor a guardado hay vestigios de ese característico olor a café y menta. Sonríe.

—Aizawa.

—¿Um? —Se ha sentado en el sofá, resignado a que ella revise todo lo que trae. Aunque pretenda que se quede en esa caja, es mejor ir considerando mudarse a una verdadera casa. El apartamento es muy pequeño para formar una familia.

—Te quiero.

Básicamente, aprovechando que se ha sentado, se sienta a su lado atrapando su brazo y recostando la cabeza en su hombro.

—También te quiero. Y creo que deberíamos considerar comprar una casa.

—¡Tradicional!

—Hay que pensarlo.

Y hasta aquí el especial. Espero les haya gustado, la verdad me dieron ganas de escribirlo después de ver varias imágenes, pero aun así quería una forma de agradecerles♥

¿Qué les pareció? ¿Alguna opinión? 

Gracias por leer♥

Y pues, les dejo la pequeña ficha (cosa rara) que hice. El dibujo de ella no me salió como quería, pero después de varios intentos es lo mejor que conseguí xD