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Epilogo

1

Fue un año difícil y se pasó más rápido que el anterior. Ahora que vivimos más cerca Yuuei incluso él duerme aquí y no en la escuela debido a que se alargó por un año más la modalidad internado, hasta que todo lo relacionado a la Liga de los Villanos no fue solucionado... fue también un año complicado en varios aspectos; discutimos en dos ocasiones, el estrés era superior a nosotros, pero esto ayudó de alguna manera.

Empezamos a comunicarnos más. Ya no es solo hablar lo puntual, cada noche, antes de dormir, hablamos y eso ha evitado discusiones porque no nos guardamos las cosas que no nos parecen y se han reforzado cosas que ya estaban en claro.  A veces pequeños problemas traen grandes recompensas. 

Hoy, pero hace un año estaba teniendo a mis dos hijos. Quienes han crecido ya y cumplen su primer año, y creo que no hay nadie más emocionado que yo. Con Kenzo planeamos la fiesta, ambas fiestas, porque primero nos encargamos de la de su hijo, dos meses antes, y ahora la de los míos... el único que no parece muy emocionado es Shouta, él más bien está algo estresado por el hecho de que será bastante gente...sobre todo con nosotros porque sus ex-alumnos de la ahora clase 3-A —aunque faltan dos meses para ser oficialmente parte de dicha clase— han sido invitados, lo mismo con la mayoría de profesores de la escuela. 

Sí, según él es muy concurrido. Estoy de acuerdo, pero así son las fiestas...sé que más a futuro lo serán más, cuando ellos comiencen a tener amigos al entrar a la escuela...a menos que sea similares a nosotros y a lo mucho hablen con una o dos personas... Puede pasar. 

Y aunque diga que es muy concurrido, que no debería invitar a tantos, él está ayudando. En especial con vestir a los niños... sé que se verán hermosos, aunque quizás con colores bastante básicos y no tan llamativos. 

2

Tres de la tarde. Una hora adecuada para una fiesta. 

Los primeros en llegar, como no, son Kenzo y Renji, este último parece recién despertado, pero no se ve de mal humor como Hikari que llora o empieza a tirar sus juguetes... Shouta siempre le quita todo cuando se pone así y le dice que no se los devolverá hasta que no le sonría, cuesta pero al final lo consigue... sobre todo cuando yo comienzo a hacerle caras. Koichi si se despierta antes o lo despiertan, él simplemente se vuelve a dormir si se le da la oportunidad. 

—¡Akahoshi! —Present Mic ha sido el segundo el llegar, hoy no lleva el cabello amarrado...algo normal cuando anda de civil. Y está usando algo bastante casual, ideal para la primavera —. ¿Dónde están mis sobrinos favoritos?

Hasta ahora veo que trae consigo dos bolsas algo grandes consigo. La verdad ambos tienen buenos tíos y es que tanto Nagano como Iwaizumi también son así de traer siempre regalos, en cada visita que hacen vienen con un juguete o alguna prenda para los dos. No sé qué con que cosa saldrá está vez Mic.

—Están con Shouta en el comedor.

Se quita los zapatos y entra rápido. Yo me he quedado aquí para recibir a los invitados, la verdad incluso le mandé invitación a Rin, pero creo que no vendrá. Sé que ella no quiere ver ni a Kenzo ni a su hijo, espero no siga con eso más adelante porque al menos debería verlo una vez... Pero no es mi asunto, no puedo hacerla cambiar de opinión, aunque ya lo intenté.

...

Como no hay tanto niño, los más jóvenes a parte de los bebés son los estudiantes de Yuuei y ellos ya van hacia los diecisiete o ya los cumplieron. Así que nuestra fiesta no va tanto del lado de lo común, hay juegos, pero no son como lo esperado. 

Es una linda tarde, agradable. 

—Deja de ver la nada, alguien ha llegado —Shouta me da un beso en la mejilla antes de salir al patio con Koichi en brazos. ¿Quién tiene a Hikari? 

¿Y quién vino? 

Me vuelvo hacia la sala, en el sofá está sentada Rin, con tres cajas en su regazo. Ha cambiado. Ella adoraba su cabello largo y castaño, ahora lo lleva corto rozando sus mejillas y de un color rojo escarlata; si no la conociera desde hace mucho no sabría quién era.

—Rin...

—¡Sakura! Yo... —Sonríe apenada y deja una de las cajas en el sofá antes de levantarse y darme las otras dos—. Son para tus hijos... me iré ya, el niño se parece a él... 

—Se llama Koichi.

—Lindo nombre, debo irme... —Toma la otra caja y parece dispuesta a huir de inmediato. Está temerosa, ¿será que teme ver a Kenzo o a Renji? 

—Espera...

—¿Rin? —Kenzo acaba de entrar, no trae a Renji, quizás está con Nagano. 

La reacción de ella es retroceder y bajar la mirada al suelo. 

—Solo vine porque Sakura me invitó, no quería seguir siendo mala amiga con ella. ¡¿De acuerdo?! No te hagas ideas —Ah, ¿cuánto tiempo seguirá esto? No es que quiera que se junten y finjan ser una familia feliz, no, solo quiero que al menos puedan dirigirse la palabra... y que ella vea aunque sea una vez a Renji.

—No te he dicho nada, ¿sabes? Solo me sorprendí—Kenzo frunce el ceño —. Todoroki te estaba buscando, Sakura, parece que quieren que estés presente en algo.

—Oh, de acuerdo.... Rin, puedes quedarte.

—NO —Toma firme la otra caja en sus manos y se va, mostrando lo infantil que puede seguir siendo. 

Kenzo solo suspira resignado, parece que se le amargó el día al verla. 

3

Pues algunos si se fueron antes de la cena, pero en sí varios se han quedado. Para disgusto de Shouta que esperaba ya no hubiera nadie a esa hora. Pero en el caso de Mic quería quedarse para ver los regalos, Midoriya y Todoroki porque esperan ser los últimos para hablar conmigo. Tamaki también se ha quedado, más que todo porque no habíamos hablado desde hace como seis meses; Iwaizumi y Kenzo siguen aquí, y lo mismo con Midnight, Nedzu, el director, y, a quien quería conocer desde hace bastante, Shinsou.

Una pequeña reunión así, más tranquila es agradable. Aunque claro, ni tanto, con Mic gritando como loco y Midnight que lo secunda... no debí permitir que esos dos tocaran las cervezas. No sé, todos parecen haberse relajado, al menos Shouta no parece tan hastiado como casi al final de la pequeña fiesta. Aunque él siempre está cerca de nuestros hijos y ellos son muy apegados a él, cuando regresa a casa después de dar clases ellos lo están esperando en la sala, saben la hora y lo tienen como incorporado ya... 

—mmammam  elos basshasii—Koichi balbucea en mi oído, aunque sabe formar palabras y  a veces hasta oraciones...a veces simplemente le da por balbucear al querer decir cosas más largas y quizás complejas a lo que he estado enseñándoles. 

Y en el caso de Hikari, ella pocas veces habla o balbucea... hace berrinche, sí, pero no se comunica con el habla. Ella me muestra lo que quiere decirme... no sé por qué su individualidad es así, hasta donde sé nadie en mi familia o en la de Shouta posee una parecida. Y bueno, Koichi aun no la manifiesta.

—¿Los regalos? 

—¡Sí! —Señala los paquetes amontonados en una esquina del comedor. 

Él y Hikari ya tienen bien asimilado que cuando llega Mic hay regalos, siempre, por eso agradezco que no llegue todas las semanas. A veces no sabemos ni qué hacer con la ropa...se las compra a futuro, suele quedarles algo grande, no porque es tan bonita...en especial los vestidos que consigue. 

—¡¿Abrirán los regalos?! ¡Al fin! ¡Empiecen con los míos! —Mic básicamente se levanta y va por sus dos regalos, los pone en la mesa mientras espera a que los abramos. 

Koichi se paró en mis piernas para llegar a los regalos, está emocionado, el grito que dio lo confirma. Y Hikari hizo lo casi lo mismo, solo que como Todoroki está más cerca básicamente se tiro encima de este de una forma demasiado temeraria, agradezco que Shouta en ningún momento la haya soltado, así como se tiro hubiera terminado en el suelo.

Es adorable ver a Todoroki con Hikari en brazos, parece algo dudoso de si debe tocarla o no, aunque Shouta ya le dijo que la sostenga para que no caiga. 

La verdad no espere que esta vez los regalos no fueran ropa, por la caja parece que son juegos de patio, columpios y un resbaladero, pero a Shouta no le hace gracia el regalo.

—Me imagino que me ayudarás a armarlos, ¿verdad? —Mic ríe, pero asiente.

—Es mi regalo después de todo.

A mis niños de momento no les ha gustado ya que para ellos es solo un montón de piezas enormes que no sirven para jugar, al menos no por ahora. Aunque sé que la palabra "armar" ha evitado que lo detesten. 

—Mi turno —Midnight va por sus regalos, es claro que iremos así hasta que queden los de los demás invitados. 

Pone las dos cajas; todos saben que deben ser envueltos porque como buenos niños les gusta hacer desastre con los papeles, aunque después la que sufre limpiando soy yo, para venir encontrando siempre pedazos que mis pequeños esconden. 

Lo de ella si son juguetes, más específicamente peluches. Absolutamente idénticos, y agradezco que sea así... ¿saben lo difícil que es que se peleen por una misma cosa? Antes no se daba ese problema, pero ahora sí, se pelean por algunos juguetes y aunque hemos evitado varias, agradezco cuando les regalan cosas en pares. 

—¡Ahora el nuestro! —Midoriya se levanta y trae una caja grande y la pone al centro, ambos casi se suben para romper el papel, creo que competían porque Koichi se enojó cuando ella terminó primero, así que se bajó de la mesa y me está abrazando, sé que tiene los labios fruncidos...es la única forma de saber cuando está enojado, hace esa misma mueca que Shouta cuando se siente irritado.

—El regalo es de los dos, Koichi, ¿no quieres verlo?

—¡No! 

Shouta se levanta y se acerca a nosotros.

—Koichi.

Y ahora no lo cargo yo sino que él, y se la llevado a su lugar para que vea el regalo. A él no le gusta que se pongan berrinchudos con mucha gente al rededor, sé que es por lo mismo de que a él le molesta encontrarse con niños así cuando va a comprar. 

La verdad el regalo parecen ser dos juegos de sábanas y dos muñequitos, de esos que ellos agarran fácilmente y los andan por todos lados, esos que encontramos cuando arreglamos el jardín. Al sacar las sábanas, abajo hay varios libros infantiles y para colorear, son bastantes. 

Koichi ha vuelto a tomar interés en el regalo. A él le gusta que le leamos cuentos y a veces toma un libro y se inventa una historia. Así que los libros le han llamado la atención.

Así seguimos con los demás regalos; hay varios libros más, ropa, más peluches, juegos de construcción y así. Dejamos de último los de Rin, la verdad no sabía si tomarlos o no, pero no vamos a dejar los regalos de un lado.

Estos últimos ya nosotros los destapamos, Hikari está enamorada de su perrito de peluche y Koichi le está "leyendo" una historia a Tamaki. 

El que asumo es de Hikari y lo confirmo al abrirlo contiene una casa de muñecas, no es una casa tan grande, pero lo suficiente para no andarla de arriba abajo como la que le mandó Subtraktion desde Alemania —solo queda el techo y un par de muebles, culpa mía porque sin querer en la madrugada la pise. No recordaba que había quedado cerca de las escaleras, me lleve uno de los más grandes dolores de la vida y unas vendas porque me herí el tobillo—.

El de Koichi son balones, de todo tipo, para niños. Desde voleibol hasta tenis, todo para niños pequeños. Son regalos algo diferentes a lo normal. 

¿De quién sería la caja que se llevó? ¿Habrá sido para Renji, pero no se atrevió?

4

—Sakura.

—¿Um? —Después de acostar al fin a Koichi y Hikari, y guardar todos los regalos estoy sin fuerzas de nada. Pero es él, puedo hacer un esfuerzo extra.

—Ten —Cuando me dice eso suelen ser cosas bonitas las que me da, mi favorito sigue siendo el collar, nunca me lo he quitado y aunque Hikari una vez me lo arrancó estando recién despertada, lo uní rápido...sí, usando mi individualidad. 

Tomo la pequeña cajita, me recuerda a la del collar.

Adentro hay un anillo con una pequeña piedra amarilla, me parece que es un citrino —son las únicas con un color así de fuerte—, y al tomarlo se ve un pequeño grabado en el interior because you were there i found my home in the world.

Es... hermoso. ¿Puede aplicar para ambos? 

Hay una nota el el cielo de la caja. 

Cásate conmigo. 

—Sí. 

¿Había dicho que estaba cansada? Pues he recuperado todas mis energías. Estoy feliz, vamos, estoy tan feliz, yo nunca pensé que podríamos casarnos, no sé, siempre me quedé con la idea de que solo seríamos pareja por siempre y para siempre, sí. 

Dejar de llevar mi apellido... 

Él me abraza embozando una pequeña sonrisa y me da un beso en la barbilla, y baja al cuelo...su barca y bigote siempre me causan cosquillas. Y yo siempre río, no solo por las cosquillas sino porque me causan buenas sensaciones, todos sus contactos... y no hablo del lado sexual, no, es más sentimental...como cuando un solo toque te llena el alma porque con ese toque tratan de demostrarte algo...

Además...

Me emociona la idea de ser Aizawa Sakura.






Aquí está el epilogo y básicamente es el final de la primera parte de las cuatro partes que tendrá Shards of Light, el segundo es Wars of Faith, el cual retomaré una vez suba la última parte en To the child drifting out at sea.

Me siento emocionada y algo nostálgica al escribir el epilogo, emocionada porque continuaré con la siguiente parte y nostálgica porque básicamente este es el final de este, ya no habrán narraciones en primera persona de parte de Sakura. Y claro, en el siguiente debo centrarme más en Caprice...aun así, siempre se verán cosas de la familia Aizawa(?).

¿Qué les pareció? ¿Alguna opinión? ¿Disfrutaron la lectura? ¿Les gustó este final —algo medio rozando el cliché, pero bueno—? 

¿Parte favorita? ¿Esperan la continuación?

Gracias por leer♥



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