Rusia caminaba por aquellos largos y algo estresantes, pasillos de la sede rumbo a la oficina de su pareja, cuando llego abrió sutilmente la puerta sin que el contrario se diese cuenta, pues estaba muy concentrado en su trabajo.

Estaba apunto de entrar, cuando de repente se torció el pie cayendo de golpe al piso, captando totalmente la atención del mayor.

— ¡Rusia! ¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo? –preocupado se acercó al nombrado ayudándolo a pararse y llevarlo a un sofá cercano–.

— Да, solo me duele un poco el pie –Alemania quito el zapato derecho empezando a sobar el pie–.

— ¿Por qué no tocaste la puerta? –siguiendo con lo que hacia miró al de ushanka–.

— Te quería sorprender y traerte el almuerzo –volteo a ver un topper que se encontraba por las sillas enfrente del escritorio–.

Alemania lo miró con ternura, miró el pie "malito" y dejo un tierno beso que causó un leve rubor al contrario.

— Германия! Los calcetines están sucios –comento con una leve mueca de asco–.

— Pero son adorables tus calcetines de osito, Liebe –dijo mientras restregaba su mejilla en su pie–.

— Слышит! –se quejó con un notorio rubor–.

El mayor se levantó para tomar el topper y regreso con su pareja.

— ¿Qué es? –preguntoo el germánico observando a su pareja–.

— Kassler –se encogió de hombros con una sonrisa–.

Alemania lo abrazo dándole besitos en todo su rostro.

— ¡Mi favorito! Gracias –le dio un último beso en la boca–.

Rusia volvió a ponerse su zapato. Ambos salieron de la oficina y se dirigieron a un pequeño jardín, que se encontraba en la parte trasera del edificio, dónde habían más países disfrutando su descanso.

Se sentaron en el césped, empezando a compartir aquella comida que hizo el ruso y favorita del alemán.

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Kassler:
El Kassler es un filete de carne de cerdo ahumada. Es un corte bastante tierno que por lo general no se condimenta, sino que más bien se acompaña con las típicas ensaladas de patata y chucrut. Uno de los platos típicos alemanes en cualquier menú.

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