— ¡Deutschland sal de donde sea que estés! –pidió el de alemán mayor mirando a su alrededor–.

Se oyeron unas risas infantiles pero Third no supo averiguar de dónde provenian.

— Komm schon Sohn, ocupas tomar una ducha apestas a caquita –se escucharon varios pasitos–.

El nazi soltó un suspiro yendo a supervisar a su otro hijo, quien dibujaba tranquilamente, justo al lado de su abuelo.

— ¡Democrática ya se baño y cenara galletas hechas por papi ¿Acaso no quieres galletas?! –volvió a decir en voz alta pero no obtuvo respuesta alguna–.

Imperio Alemán se acercó a su hijo.

— Warum versuchst du nicht, ihn mit etwas anderem zu überzeugen? –pregunto observando como su hijo bufaba–. [¿Por qué no tratas de convencerlo con otra cosa?].

— Weil ich es schon versucht habe, pero ese mocosos es muy terco, parece no importarle nada –respondió tomando aciento a un lado del menor–. [Porque ya lo intente].

— Was ist, wenn Sie den nächsten Besuch bei Herrn UdSSR nutzen? Er sprach immer wieder davon, wie sehr er Russland mochte –comento Democrática observando a su padre y abuelo–. [¿Y si usas la próxima visita con el señor URSS? No paraba de hablar de cuanto le agradaba Rusia].

Ambos mayores intercambiaron miradas, Third se levanta y se acerca hasta las escaleras.

— Si no te bañas no irás conmigo y tu hermano en mi próxima visita con URSS –dijo lo más alto que puedo–.

Casi al instante se escucharon pasos junto a puertas abrirse y cerrarse.

— ¡Ya estoy en el baño! –aviso el menor faltante–.

El nazi sonrió, tomo una pequeña toalla que se encontraba en el respaldo del sofá y se encaminó al baño.

— ¡Apresúrate, es para hoy mi baño! –apresuro con un pucherito–.

Los tres alemanes rieron y Third apresuró su paso, tenía hambre, gracias a su mocoso no pudo comer.

•Mientras tanto en la casa soviética•

El pequeño de ushanka observaba a su hermanito Moldavia dormir en su cuna plácidamente, mirando se reojo a sus otros hermanos, parando su vista en sus hermanitas, Letonia y Bielorrusia. El soviético preparaba la cena mientras platicaba con algunos de sus retoños, hasta que centro su vista en el ruso.

— ¿Sucede algo con Moldavia? No has dejado de mirarlo –dijo sonriendo por tener la atención del menor–.

— Le tiene celos poque Molavia es más bonito –dijo Kazajistán mientras dibujaba con Kirguistán–.

— Это не правда, solo pensaba papi –volteo a mirar a su hermanito de nuevo–. [No es cierto].

— ¿Mi hijo pensando a sus tres añitos? Rusia, es como si dijeras que odias a Teddy –comento con una sonrisa algo burlona mientras servía la cena–.

Rusia abrazo a su osito y se encogió de hombros.

— Я просто подумал, если Германия придет в следующий раз визиты г-н Рейх нам. –susurro el menor abrazando más al osito–. [Solo pensé si Alemania vendría la próxima vez que el Sr. Reich nos visite.].

Los cuatro niños de también tres años observaron a su hermano, los cinco de en medio también solo que ellos se propusieron a comer, mientras el soviético sonreía.

— ¿Te agrado Alemania? –pregunto observando como los demás niños empezaban a comer–.

— Конечно! Es muy amable, lindo ¡Y tiene unos dientes muy lindos! –comento con una gran sonrisa–.

El resto de la cena se la paso hablando del alemán menor y lo que hicieron.