1
Nueve pequeños se encontraban frente a un adulto y un niño, ambos alemanes; mientras otro pequeño se escondía entre las piernas de su padre abrazando un osito de peluche con algo de fuerza.
— Él es de quien les hable, vendra durante un tiempo a casa por trabajo niños, Third Reich, ellos son mis hijos. Cierto, saluden –pidió amable a sus hijos–.
— Buenas tardes, señor Third Reich –dijeron al unisono los nueve niños–.
— Buenas tardes pequeños, lamento traer algo para ustedes a la proxima lo hare, oh y el niño que está justo a mi lado es mi hijo mayor, Alemania saluda –presento al pequeño quien simplemente saludo con una mano sin soltar la otra de su padre–.
— Papa, ¿Podemos ir a dormir? –pregunto el pequeño ucraniano mientras se tallaba en ojito–.
— Por supuesto, suban sin hacer mucho ruido –.
Los mas pequeños fueron cargados por varias sirvientas mientras los mayores subian con algo de dificultad, tomados del barandal, pues solo tenían entre 3 y 2 añitos; el pequeño de ushanka habia asomado su carita para verificar que sus hermanitos no se hicieran daño, pero al sentir la mirada del adulto volvio a esconder su rostro en las piernas de su padre.
— ¿Ese pequeño escondido entre tus piernas es, tu sucesor? –apunto al pequeño quien se sobresalto al ser mencionado, restregando mas su carita–.
El soviético resoplo divertido por el comportamiento de su hijo, se hizo a un lado dejando ver al menor abrazando su osito con algo de fuerza, pero al instante con ojitos llorosos, volvio a esconderse.
— Россия, es de mala educación no saludar a tus mayores –empujo levemente al pequeño ruso hasta estar frente al sovietico, quien le sio una leves palmaditas para calmarlo–.
— H-Здравствуйте, меня зовут R-Россия –se presento el pequeño con timidez–. [H-Hola, mi nombre es R-Rusia]
— Hola pequeño –.
Rusia volvió a esconderse entre las piernas de su padre.
— ¿Por qué no salen al patio a jugar con la nieve? –propuso URSS–.
El pequeño alemán mira a su padre quien le dio un asentimiento, miró a Rusia quien lo empezó a guiar al patio trasero, al llegar solo se sentaron en las pequeñas escaleras en silencio.
— No hablas mucho ¿Verdad? –el ruso negó–.
Volvieron a quedar en silecion durante un corto hasta que, el aleman menor volvio hablar
— ¿Cual es su nombre? –apunto al osito que traía el contrario en brazos–.
— Teddy –respondió timido pero enseñando al osito de peluche–.
— Es muy bonito –.
— ¿Enserio? –el alemán asintió– l-lo encontré en la basura –dijo apenado–.
— Vater dice que las mejores cosas, siempre las encuentras en donde menos te lo puedes esperar ¡Como nuestra perrita! –sonrió mostrando sus afilados colmillos–.
Alemania cubrió rapidamente su boca con ambas manos y miro a la nieve, a otros niños no les gustaba sus dientes, decian que daban miedo.
— ¡Yo tambien tengo colmillos! Aunque, l-los tuyos son mas bonitos –dijo sincero y tímido–.
— ¿En serio? –lo mira y el contrario asiente–.
— ¿Cómo se llama la perrita de tu padre? –pregunto mientras se acercaba a la bolita de abrigos–.
A los minutos ambos niños hablaban animados, riendo de alguna tontería que imaginaban o les habia pasado mientras eran observados por sus padres.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro