Mal sospechaba mucho de Jay, casi lo desconocía, habían pasado tres meses desde que él se comportaba de esa manera tan extraña… Pero tampoco podía desconfiar de su amigo. Al final la curiosidad le gano y decidió levantarse muy temprano para seguir a Jay.

Mal lo seguía escondiéndose donde pudiera para que no la notara, él no sospechaba de que alguien lo estaba siguiendo. Paso aproximadamente una hora, era un camino muy largo, y cada vez la gente era menos. Mal veía que Jay estaba mandando muchos mensajes y recibiéndolos.

Paso media hora y aparentemente Jay llego a su destino, era muy temprano y estaba en un lugar completamente vacío, ni una sola persona. Parecía que esperaba a alguien, Mal de inmediato pensó en alguna chica, pero ¿Porque esconderían su relación?... Si a Jay le gustaba una chica normalmente se lo diría a todos pero esa vez no pasó…

Se sorprendió al ver a Harry llegar, lo primero que pensó Mal fue que pelearían, ya que la pandilla de Uma y la de Mal eran enemigas.

—Hola mi angelito— dijo Jay al ver a Harry con una sonrisa. Mal se quedó muy confundida al oír las palabras de su amigo.

—Hola lindo— le respondió Harry, después ambos estaban coqueteando y diciéndose cosas lindas.

—¡Esto tiene que ser una broma! — susurró Mal con enojo, también tenía ganas de llorar, no podía creer que su amigo la traicionara de esa manera… ¡Y con Harry!

Mal seguía observándolos, esperando que eso fuera broma y que empezaran a pelearse. Jay y Harry se quedaron unos segundos en silencio, la chica de cabello morado se sintió aliviada estaba segura que en ese momento comenzarían a pelear, pero en lugar de eso se dieron un largo y tierno beso, el cual hizo que a Mal le salieran las lagrimas y quedaran en shock completamente.

Después de unos segundos, se fue de allí rápidamente y regresó a la guarida.

—E-Evie— la llamó al llegar a la guarida con voz un poco temblorosa, vio que la chica de cabello azul apenas acababa de despertar, la cual hizo una expresión de preocupación al ver que su amiga había llorado.

—¿Mal? ¿Qué pasa porque lloras?...— preguntó Evie yendo hacía Mal, ambas se sentaron en un sillón.

—Jay...y Harry... — comenzó a decir Mal, pero las palabras no podían salir de su boca, ni siquiera podía creer aun lo que había visto.

—¿Se pelearon?— preguntó preocupada, pensaba que algo malo le había pasado a Jay y por eso lloraba. Mal no aguantó más y abrazó a Evie rompiendo en llanto. Cuando se calmó le explicó todo lo que vio.

—¡¿Qué?!— dijo incrédula al oír lo que su amiga le había contado.

Carlos que estaba dormido en el suelo como siempre, también soñó con la misma pesadilla de todas las noches, se levantó a ver a las chicas.

— ¿Qué pasa? ¿Porque tanto alboroto?— preguntó bostezando.

—Carlos… Es algo serio tenemos que hablar con Jay— le respondió Evie.

—¿De qué?— Evie no sabía cómo explicarle.

—Es que…— Mal la interrumpió y negó con la cabeza, Evie comprendió que no quería que Carlos se enterara —Nada... ¿Qué te paso?— preguntó intentando desviar el tema.

—Solo una pesadilla— respondió confundido.

—¿Por qué siempre sueñas lo mismo? — preguntó Evie con curiosidad.

—No lo sé, creo que tengo un trauma— le respondió —Bueno creo que mejor me iré a otro lado a dormir— dijo después de unos segundos, el ambiente se sentía denso y como no le quisieron decir que ocurre prefirió irse.

—Espero sueñes cosas lindas— le dijo la chica de pelo azul antes de que se fuera de allí.

—Eso espero…— le respondió Carlos y se fue.

Ambas chicas se quedaron calladas, después de unos segundos Evie preguntó.

—Mal... ¿Segura de lo que viste?—

—Si… Estoy segura de que no estaba soñando— le dijo en tono seco.

—Tal vez viste mal, dices que estaban lejos de donde tú estabas—

—No lo hice…— Mal comenzaba a molestarse porque Evie no le creía, pero al mismo tiempo la comprendía, ni ella quería creerlo.

—Es que es muy difícil de creer Mal… Tal vez solo… estaban jugando y cuando te fuiste se pelearon— dijo Evie.

—¿Quién se daría un beso con el enemigo solo por “juego”? —repondió Mal dolida. Lo peor de todo es que seguramente en esos momentos Jay sigue con Harry en aquel lugar.

—Mal... Entiendo que es duro, porque Harry es nuestro enemigo y Jay nos está traicionando. Pero ¿Por qué te duele tanto?...—

—Eres mi mejor amiga… no puedo mentirte… Es que me gusta...— dijo sintiendo como las lágrimas empezaban a correr por sus mejillas nuevamente.

—No puedo dormir— dijo Carlos volviendo, estaba preocupado y eso no lo dejaba dormir, mira a Mal —¿Qué te pasa? —

—Nada— dijo limpiando sus lágrimas lo más disimuladamente que pudo y se levantó del sillón —Hoy será un gran día lo presiento— sonríe falsamente. Se alegró de que Carlos las interrumpiera porque se hubiera arrepentido de confesarle a Evie que Harry le gustaba desde hace tiempo.

—¿Y ahora porque no pudiste dormir?...— le preguntó Evie un poco agresiva, Mal le estaba diciendo algo importante y Carlos interrumpió.

—No lo sé... ¿Es raro verdad?— dijo Carlos con sarcasmo, le molestaba que no le quisieran decir las cosas.

—Sí, muy raro porque tú eres el más flojo de este lugar— le respondió la chica en tono de burla.

—Gracias… Me pregunto dónde está Jay, no lo he visto en toda la mañana—

—Como siempre… Según él robando— Mal le respondió en tono seco.

—Um... ¿Bueno?...—

Desde que Mal se fue Harry y Jay no habían dejado de besarse y acariciarse. No era necesario un “te amo” ya que las miradas que se daban lo decían todo.

Unas horas más tarde Jay regresó a la guarida, con una sonrisa impregnada en el rostro, Evie y Mal no dijeron nada. Jay estaba feliz y Mal se dio cuenta, no podía enojarse, Jay era su mejor amigo y tenia que aceptarlo, ella era fuerte y lo superaría.

—¡Hola Jay!— Carlos saludó con entusiasmo a Jay al verlo llegar.

—¡Holaa!— le respondió alegremente.

—Te noto… Feliz…— le comentó Carlos un tanto confundido.

—A si…— Jay no sabía que responder ante el comentario de su amigo.

—Bueno...—

—¿Que cuentas?— preguntó Jay intentando cambiar de tema, porque habían entrado en un silencio un tanto incómodo.

—Cuentos y números— le respondió Carlos riendo.

—Muy simpático... Ya, enserio—

—Realmente nada ¿Y tú?—

—Algo que después te contare— le dijo en tono misterioso.

Pasaron varios días, Mal ya se sentía mejor emocionalmente y estaba determinada a hablar con Jay.

—Necesitamos hablar— le dijo Mal cuando interceptándolo cuando iba a salir.

—No puedo, iré a robar— le respondió esquivándola. 

—No, ahora— le exigió.

—Agh... Que sea rápido estoy apurado— dijo Jay con tono de fastidio.

—Tranquilo, Harry esperara— Jay se puso muy nervioso al oír eso

—¿Como que Harry? ¿Porque dices eso?— dijo Jay intentando no parecer nervioso, pero no pudo ocultarlo.

—Escucha... Lo sé todo, tu relación con él—

—N-no, creo que te confundiste— respondió intentando evistarla.

—No me mientas, perdón, te seguí y lo vi todo— Jay se quedó callado ante la confesión de Mal, no podía creer que lo haya seguido —Sé que estuvo mal, pero andabas raro y sentí curiosidad y te seguí y pues te vi con él...—

—Si... Es verdad, Harry es mi novio...— Mal cerro sus ojos un momento mientras sentía su corazón romperse —Lo amo Mal, lo siento por esconderte esto. Tu eres mi amiga...—

—Está bien… No puedo prohibirte nada es tu vida y quiero verte feliz— le dijo con una leve sonrisa.

—Gracias Mal, pensé que te ibas a enojar— ambos rieron— Te quiero— Mal lo abrazó.

—Ah… Y siempre leal a mi eh— le dijo riéndose.

—Claro... ya me tengo que ir, no quiero hacerlo esperar mucho— le dijo Jay.

—Si corre—