
Momento 2
Se movió inquieta, sobre lo que creía ser un mudillo futon, arrugo en entrecejo la luz que se filtraba por algún lado le daba directamente sobre su rostro, causando una sensación molesta. Bufo y aun adormila tomo entre sus manos lo que parecía ser una felpuda cobija, tapo su rostro y se dispuso a seguir durmiendo.
El contacto de esa tela era tan suave que la hacían imaginar que estaba sobre una nube, tal vez era hasta ahora el único pensamiento coherente, ya que sentía que todo le daba vueltas.
Quería que esa sensación se detuviera, se aferró a lo que parecía ser un cuerpo a su lado.
¡¿Un Cuerpo?!
Algo estaba fuera de lugar, ella no recordaba, si Shippo estaba con ella, es más Aome ni si quiera podría estar segura de que había vuelto a su campamento.
Deslizo su mano derecha sobre lo que podía identificar como un tonificado pecho. No en definitiva este cuerpo no era el de su pequeño hijo.
Abrió los ojos hasta su total capacidad, ahogo un grito de espanto al percatarse del dueño de tal escultural cuerpo.
Se alejó como si fuera venenoso.- ¿Qué hace Sesshōmaru aquí?- pensó la joven con el rostro colorado, llevo una mano a su cien que comenzaba a dolerle, respiro agitada, tratando de entender porque estaba el demonio aquí.
-¿Y dónde es aquí?-se preguntó aterrada, tenía aspecto de ser una cabaña, miro a su alrededor encontrándose con solo botellas de licor sobre el suelo, las reconocía era aquellas que guardaba celosamente en su mochila, las tenía reservadas para una ocasión especial, tal vez brindar el día en que por fin derrotaran a Naraku-¿Qué significa esto?- murmuro detallando el estado en el que se encontraba el de cabellera plata.
¡Grave error!
Si antes estaba roja ahora se debatía si seguir consiente o desmayarse-¡Esta desnudo!-retrocedió alarmada imaginando lo peor, sus pies se toparon con algo, era su ropa hecha girones, intuitivamente cubrió su cuerpo con las manos, las piernas le fallaron y su respiración se volvió agitada, -¿Qué me ha hecho?-murmuro la joven con los ojos llenos de lágrimas, para luego desplomarse inconsciente sin poder evitarlo.
Sesshōmaru la sostuvo antes de que se topase con la dureza del suelo, un gruñido broto desde lo más profundo de su garganta, como en señal de recriminación. La deposito sobre su estola, y seguidamente cubrió su desnudes con la pieza superior de su Kimono.
Esperaría con paciencia a que la humana despertase, tenía asuntos que hablar con ella.
Pero antes tomo su Hakama y su espada para luego adentrarse en el interior del bosque.
Después de unas horas Aome comenzaba a recobrar la conciencia, jadeo adolorida mientras trataba de adaptarse a la luz, tenía un fuerte dolor de cabeza y malestar en todo el cuerpo. Había tenido un extraño sueño donde ella y Sesshomaru habían tenido una noche agitada, sacudió la cabeza avergonzada-Solo fue un mal sueño-murmuro, mientras se enderezaba, jadeo adolorida por una repentina punzada que se acentuó en la parte baja de su vientre.
-¿Te encuentras bien?-la voz de Sesshomaru la hizo reaccionar, asustada se movió sin pensarlo provocando que el dolor fuera más fuerte.
Cayo sobre sus rodillas-Ha- chillo respirando agitada.
Él se acercó.
Aome trato de alejarse.
Sesshomaru frunció el ceño, mientras la veía molesto, sin hacer caso a las quejas de la joven, la tomo de forma nupcial y volvió recostarla sobre su estola-No deberías moverte.
La mirada de la joven se notaba asustada, acompañada por un brillo de angustia, sentía que en cualquier momento rompería en llanto. –"¿Qué significa esto acaso él fue capaz de?"-las lágrimas se acumularon en sus ojos-"No, no se atrevería a hacerme eso... sé que es despiadado, pero no ese tipo de persona"-suspiro tratando de ordenar sus ideas, recordaba escenas inconclusas, donde ella besaba al Youkai-"Necesito saber ¿Qué fue lo que paso? Si le pregunto ¡No de ninguna manera lo más probable es que se burle de mí! Si no pasó nada entre él y yo quedare en ridículo"- pensaba afligida la joven miko.
Sesshomaru la observaba con impaciencia desde un rincón de la cabaña, esperando a que ella dijera algo, Aome comenzó a unir piezas, las botellas de licor bacías, ella desnuda y Sesshomaru también, durmiendo en la misma cama, no era un sueño.
-no fue un sueño
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