Momento 16

Ha pasado lo que resta del día lloviendo, y tal vez continúe así por el resto de la noche, no me preocupa ya que es algo pasajero y natural, no es más que una señal de que el otoño se hacer, pronto los días lluviosos serán con frecuencia.

Pero espero no tener ciertos inquilinos conmigo, por algún motivo me molesta que estés tan unido a ellos, tu atención solo está en ellos, incluso a pesar de que has pasado gran parte del tiempo estornudando.

Tengo una sensación muy incómoda, me molesta ver a Inuyasha cerca de ti, puedo ver que aún sigue teniendo sentimientos hacia ti. No lo tolero.

–"¿Que significa esta sensación de incomodidad?"–

Trato de no pensar en la respuesta, porque estoy seguro de que no me gustara.

Sin embargo no intervengo, ya que después de todo esta es la primera vez que ves a tus amigos desde que estás conmigo, y este Sesshōmaru sabe que te debe al menos este momento. No voy a arruinar este día de lluvia, aunque permaneceré observando desde una distancia prudencial.

–Sesshōmaru, la cena esta lista–bueno tal vez no tan prudencial, no podría negar cuanto me gusta lo que preparas, así que en silencio me acerco a la mesa y tomo mi lugar en la punta.

Ninguno de ellos se atreve a hablarme, pero puedo ver la sorpresa pintada en el rostro de cada uno, sin embargo el monje es quien menos sorprendido parece. El humano tiene cara de tonto, pero resulto ser muy listo.

No conozco el nombre de las extrañas comidas que preparas, solo sé que son exquisitas y yo siendo un demonio como tal, soy muy difícil de impresionar.

–"Siéntete afortunada miko, Aome"–

...

La cena transcurre con tranquilidad al menos para mí, no he dicho más que lo necesario, cuando alguno de los humanos se ha dirigido a mí, en especial ese monje, quien parece ser el más interesado en conocerme, aunque este Sesshōmaru no pretenda formar lazos con él. Hice hincapié en mi educación para mantener una conversación decente y no cortarle la cabeza.

Ahora solo les queda decidir que habitación usara cada quien, la exterminadora parece muy interesada en descansar contigo, supongo que siente curiosidad y desea llenarte de interrogantes con respecto a tu estadía bajo mi techo. Le resultara increíble ver la tranquilidad con la cual nos llevamos

–Podrías dormir conmigo, como en los viejos tiempos–propone esa mujer mientras te sonríe, tú te muestras dudosa ante su petición

–No creo que eso sea conveniente–agrega el monje hacia la exterminadora. Este sujeto me comienza agradar

–"A este Sesshōmaru no le gusta compartir"–

La mujer parece comprender la indirecta y rápidamente se apresura a decir–Aome luces enferma, será mejor en otra ocasión, te dejare descansar–ella tiene un gesto preocupado.

Tu simplemente asientes y le sonríes como una muestra de agradecimiento hacia su pensar

–Muchachos será mejor descansar, mañana nos espera un largo viaje–propone el monje con inteligencia, mientras me dirige una mirada con disimulo, lo ignoro y comienzo el trayecto que conduce a nuestra recamara.

–Buenas noches–escucho tu respuesta y seguidamente tus pasos se apresuran hacia mí, lo primero que haces es ingresar al cuarto de baño es cepillar tu cabellera y colocarte un vestido de cama, o pijama como sueles decirle.

"¡Achís!"

Escucho el estornudo en el interior del baño, un minuto después sales, admito que esa yucuta de seda corta me provoca a querer hacerte cosas innombrables, pero debido al resfriado, preferiría que usaras algo más acogedor.

Te sumerges entre las sabanas de forma fetal–Lo siento Sesshōmaru–susurras quejumbrosa–Al fin de cuentas si logre enfermarme–no respondo, pero tú me miras por largos segundos, antes de que tus parpados comenzaran a cerrarse por el peso del sueño.

–Duerme–sonríes ante mis palabas.

"¡Achís!"–tu ceño se frunce con molestia, percibo la incomodidad que sientes al encontrarte en este estado–También te contagiaras, puedo dormir en otro cuarto si así lo quieres...–realmente suenas preocupada.

–"¿En verdad crees que un resfrió podría conmigo? Y no hay ningún poder sobre la tierra que me haga alejarme de ti"–

Maldición, eso fue demasiado cursi.

–Yo no enfermo–respondo con arrogancia, sé que este lado de mi despierta cierta diversión en ti e incluso molestia.

–Suertudo–susurras y te encoges debajo de las mantas–Sesshōmaru tengo mucho frio...–llevo mi vista hacia tu frente, varios mechones están húmedos y pegados a tu frente, frunzo el ceño ante eso.

–Tienes fiebre–digo y tú murmuras algo que soy incapaz de comprender.

Luego suspiras, cubriéndote demás–Solo tengo frio... necesito algo más que esto–mencionas apretando entre tus dedos las finas mantas de seda.

Entonces comprendo lo que tratas de decirme, es un lluvioso y mi habitación tiene las ventanas suficientes para hacer que la brisa fría se cole–No hay más que eso–respondo muy a mi pesar siento que empeoraras.

Sé que tú también piensas lo mismo, ya que tus cejas se tuercen y haces un puchero con los labios–Se supone que eres rico–murmuras con cierto aire de incredulidad, cierto es pero soy un demonio y debido a mi metabolismo el frio, la lluvia, o el calor no me afecta de la misma forma que a los humanos.

Abres los ojos lentamente–Podrías hacer algo–susurras, antes de comenzar a temblar. Quizás tengo la forma de evitar que mueras de frio, así que asiento con la cabeza y me sonríes, me muevo despacio sobre la cama hasta quedar a tu altura, no dices nada pero me ves con atención y sé muy bien que mi cercanía logra ponerte nerviosa, estiro mi brazo derecho sobre tu cuerpo, puedo ver como el color rojo en tus mejillas se encienden al mismo tiempo en que apreso tu cintura y te atraigo hacia mí–Calor corporal–murmuró y tu rostro está hundido en el espacio de mi pecho.

Estas temblando y sé muy bien que no es por el frio.

–"¿Por qué el corazón de este Sesshōmaru se siente inquieto?"–

Continuara...

*Después de un tiempo sin traer esta historia, aquí esta*

*Espero que les siga gustando y perdón por demorar tanto*

*no olviden, comentar y dejarme una estrella*

*Adios*