Momento 15

Emites un pequeño jadeo al momento en que te percatas de nuestra cercanía y mis nulas intenciones de soltarte, tus mejillas se colorean de un tenue rosa.

Guardare esta imagen en mi memoria, eres... hermosa.

Sin ser consciente de lo que provocas en este Sesshōmaru, permaneces observando mis ojos con expectación, mordisqueas tu labio inferior como un acto de nerviosismo y me haces sentir... caliente, reprimiendo todos los impulsos lujuriosos que azotan mi cuerpo, centrándose en la parte media cubierta por mis pantalones.

Podía devorarte ahora mismo, quiero hacerlo.

Sé que tú también lo quieres, en el fondo lo deseas... pero no seré yo quien dé el primer pasó, no mi pequeña miko quiero verte a ti rogando por mi atención, que anheles tenerme dentro de ti.

­Ejejm

Aquel sonido llama nuestra atención, no puedo evitar observar a la intrusa con molestia

–"Sango"– jadeas con sorpresa, la exterminadora se encoge de hombros y me devuelve la mirada apenada, detrás de esta aparece el mestizo.

Su ceño se frunce y nos ve con recelo, notablemente se ha molestado por encontrarnos en esta situación, es que aún me reusó a soltarte.

–"¿Aome que estás haciendo?"–tus ojos se abren con sorpresa, el reclamo en su voz es evidente–"Los demás te están esperando"– puedo oler tu vergüenza e incomodidad, me molesta la forma en que te habla, en la que te mira, me hierve la sangre con tan solo pensar que aun siente cosas por ti, no sé qué es peor, que se sienta con el derecho de reclamarte o que te afecte su presencia, lo quieres, no lo has olvidado.

–"Yo... lo siento enseguida voy"–balbuceas y de un rápido movimiento te liberas de mis brazos, como si mi contacto quemara o no quisieras que el hibrido nos siga detallando.

Desapareces de mi vista de inmediato, ni si quiera volteas o dudas de tus pasos

–"Este Sesshōmaru se siente rechazado miko"

Pero de inmediato alejo ese pensamiento de mi mente, centrando toda mi atención en la pequeña niña que corre con una enorme sonrisa hacia mi dirección.

–"¡Amo Sesshōmaru, Rin tiene hambre!"–dice aquello, jugando con la manga de su vestido, su estómago gruñe de repente, mientras sus mejillas se inflan y se rodean de un pálido color rosa.

Mi semblante se relaja por ese momento, y luego asiento con la cabeza para que sepa que la eh escuchado, aunque no fuera necesario, esta niña es muy inteligente, a veces pienso que me conoce mejor que nadie.

–"Hn"–ella levanta el rosto y sonríe instantánea, hago un ademan con la mano para que una de las siervas la acompañe y le sirva todo lo que a ella le apetezca.

Ella se gira de espaldas, mientras agita su diestra al aire–"¡Ven Shippo!"–la cría de zorro aparece, sus pequeños ojos verdes se entran con los míos, me analizan en silencio, está asustado puedo percibir como todo su cuerpo convulsiona en espasmos de terror, me dirige una ligera reverencia mientras pasa saliva, da un paso y luego otro con extrema cautela.

Me tiene tanto miedo que logra hacerme sonreír

–"Mala idea"

Este da un respingo, si todas las criaturas me temieran como este Kitsune, no sería tan divertido.

Y definitivamente, no me gustaría que la miko se aterrara con mi sola presencia, ella me gusta por cómo es.

–"Ella es Aome... mi miko"

Es humana y no es perfecta, sin embargo cuando sonríe el mundo parece un lugar mejor.

Chillidos llegan a mi sensible audición, acompañados por el aroma a tierra húmeda que emana de la superficie, momentos antes de la tormenta, el sonido de pequeñas gotas cayendo sobre el tejado confirmas mis sospechas, será un otoño lluvioso.

–"¿Sesshomaru?"

Y también me percato de que estas de nuevo frente a mí, al parecer me he perdido de algo, ya que de lo contrario no estarías mirándome con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre tu pecho.

–"Hn"

Suspiras y tu gesto se vuelve impaciente–"¿Escuchaste lo que te dije?"–inquieres tratando de ocultando la ansiedad, detrás de ti aparecen tu antiguo grupo.

Frunzo el ceño, creía que se irían al caer la tarde.

Vuelves a suspirar, al notar mi mutismo, sospecho que todo gira alrededor de ellos.

–"Te pregunte si los muchachos podían quedarse, se irán en cuanto la lluvia cese, salir ahora, bajo estas condiciones solo los enfermara"–comentas formando un puchero y sin despegar tus orbes marrones de las mías.

Se cuáles son tus intenciones, no quieres recibir una negativa de mi parte, ¿Crees que con esa mirada de cachorro lograras conversarme?

No me conoces, necesito más que eso.

–"No te molestaran y dormirán en la zona más alejada"–suplicas las palabras.

–"Así es señor Sesshōmaru, ni si quiera sabrá que estamos aquí"–agrega el monje con serenidad, parece ser el único que no teme por su vida.

La exterminadora se coloca junto a ti–"Yo incluso, pedo dormir con Aome"–dice y te volteas verla con sorpresa, pero de inmediato te percatas de algo, un pequeño detallo que logra encender tus mejillas.

Bajas la mirada ocultando los ojos con el flequillo de tu cabellera–"Sesshōmaru y yo... dormimos juntos"–susurras con un tono de voz tan bajo, que resultaría inaudible para tus amigos, sino fuera por el hecho de están demasiado cerca de ti.

Mi pecho se infla en orgullo, me complace escuchar que no lo ocultas.

La exterminadora me observa avergonzada, y tú te encojes de hombros sintiendo la mirada de todos sobre tu pequeña figura.

El único complacido por la noticia parece ser es monje.

–"Fhe"–suelta el hanyou, mostrando una mueca para seguidamente voltear el rostro hacia el lado contrario.

–"Ah señor Sesshōmaru, no seremos una molestia, se lo aseguro"–aquel sujeto llamado Miroku vuelve a hablar por todos, no puedo evitar verlo con desconfianza ¿Porque insiste tanto? Dudo que sea solo por no mojarse.

–"¡Achís!"– un estornudo irrumpe mi negativa respuesta, como un acto reflejo te observo–"Lo siento"–murmuras avergonzada, mientras te cubres la boca con la palma derecha.

–"Te enfermaste"–anuncio frunciendo el ceño, pareces sorprendida ante mi tono autoritario.

Jadeas –"No, solo tengo- tengo frio"–te apresuras a responder, mostrando una sonrisa tonta–"Debería ir a cambiarme"–anuncias pensativa, luego me miras fijamente–"Pero Sesshōmaru, deja que los muchachos se queden solo será por esta noche"

Mi rostro se vuelve impasible, aunque esta vez me detengo a meditar alternativas, tu aspecto húmedo me produce desconfianza, de que quizás si logres enfermarte.

No sé, cómo actuar ante una miko enferma, la presencia de la exterminadora sería de gran ayuda, debo de admitir.

–"Esta es tu casa, puedes hacer lo que quieras"

Tu aura se transforma de inmediato, me sonríes con genuina felicidad, pero tu sonrisa se vuelve a interrumpir por un nuevo estornudo.

–"¡Achís!"–tu rostro se contrae con enfado, al parecer también estas sospechando un futuro resfriado.

–"Ve a cambiarte Aome"

Jadeas sorprendida, tus ojos se abren desmesuradamente y caigo en cuenta de que es la primera vez que te llamo por tu nombre.

–"Aome, mi Aome"

Continuara...