Su cuerpo se tensó tanto que se vio obligada a sentarse de golpe, su semblante paso del miedo a la concentración.

Fue una oleada seguida de otra, la energía llegaba a ella, llamando por su atención, tardo menos de un minuto en darse cuenta de lo que pasaba.

-"Un fragmento de la perla"- jadeo y al segundo ya se encontraba de pie con su arco y flechas sobre él hombro. Sin dudar un segundo más se puso en marcha, corrió hacia donde la energía la llamaba.

Pensó en la posibilidad de volver a perderse, sin embargo la descarto en cuanto noto, que no se encontraba muy lejos de su campamento, no le tomaría mucho tiempo regresar.

Quizás lo único malo era, que estaba sola y apunto de hacer frente a un ser sobrenatural.

La fecha se tensó a través de sus dedos, visualizo sin problema alguno, aquel asqueroso demonio, dueño de una piel asperoza y ojos grandes brillando de un color morado, de la línea de su boca caían grandes cantidades de una especia de baba fosforescente, sospechó que podría ser toxica.

Cuando encontró su mirada puesta sobre la suya, soltó sin pensarlo, la flecha dio en él blanco, de lleno sobre él pecho del Youkai, sin embargo, solo logro rasguñarlo e inmovilizarlos por un momento.

Emitió un gruñido aterrador antes de arrematar contra la miko, esta espero hasta momentos antes de verse acorralada, para dar un salto hacia al costado, esquivando él ataque.

Preparo una segunda flecha, la cual nuevamente dio en él blanco, y otra vez obtuvo él mismo resultado. Esta vez él monstruo cambio él ataque en pleno vuelo, adivinando las intenciones de la morena.

Sintió como su brazo era rasguñado, no de una manera profunda, por suerte no paso a mayores, pero si le ardía de una forma que no era normal. Sin duda alguna las toxinas de su boca y garras eran venenosas.

Echo a correr casi sin aliento, un poco mareada y desorientada. Aprovechaba cada oportunidad para lanzar una de sus flechas, de las cuales muy pocas lograron darle, debido a que su vista comenzaba a verse borrosa.

-"No quiero morir así"- jadeo adolorida, mientras buscaba ocultarse entre unos arbustos-"¿Voy a morir así?"- se preguntó a sí misma, con cientos de lágrimas acumulándose en sus orbes, para su desdicha aquel demonio había escuchado sus murmullos, y apareció de un solo salto.

Se puso de pie con ayuda de su arco-"No, no voy a caer de esta manera"- sentencio con toda la fuerza de su garganta-"¡Me escuchaste!"- Extendió las manos al frente, mostrando las palmas de cara al monstruo, fue cubierta por un brillo que nació desde el interior de su pecho y se extendió a través de sus brazos.

La ráfaga de poder fue tan rápida que él demonio no pudo esquivarla, lo envió lo bastante lejos de ella, lo último que la joven miko pudo percibir fue un destello de hilo verde, destrozar el cuerpo, un vivo del youkai.

Cayó en la obscura inconsciencia.

Se vio a sí Misma, flotar entre las tinieblas.

El mundo de los vivos se alejaba rápidamente.

Aome estaba muriendo.

......

"Aome"

-"¡¿Esa voz? eres tu anciana Kaede!"- respondió la joven gritando desde su interior.

"¡Despierta!"

-"No puedo"-acepto, tratando de mover su cuerpo, quien parecía estar sumergido, en la más absoluta obscuridad-"No tengo las fuerzas"- cada vez que intentaba recobrar la conciencia, se hundía aún más.

"Abre los ojos Aome, por favor"

-"¡Eso intento!"-se movió una vez más, trato de concentrar sus poderes, pero estos parecían no querer salir a flote-"Eso intento"-jadeo nuevamente-"¡Anciana Kaede no quiero quedarme aquí!"- suplico entre lágrimas, ese lugar le resultaba frio y solitario, no había ninguna pisca de luz en todo el lugar.-"¡Que alguien me ayude por favor!"- grito logrando que más allá de su mente, en la cabaña de la vieja sacerdotisa, su cuerpo aparentemente sin vida emitiera una fuerte palpitación.-"¡Inuyasha! ¡Sango! ¡Miroku! ¡Auxilio!"-todo a su alrededor comenzó a tornarse más obscuro, la muerte se acercaba, Aome lo sabía,-"¡No, aléjate!"-sin embargo aún no estaba dispuesta a entregarse, lo primero que atrapo de ella fueron sus pies, dejándolos inertes a cualquier signo de movimiento-¡No!

-"Miko"-

Había sido tan solo un susurro, Aome apenas pudo descifrar el mensaje, incluso acepto que quizás había sido solo su imaginación.

Algo en su interior se removió, aquella despectiva palabra, solo se la decía una persona.

-"Se-Sesshōmaru"

Las lágrimas comenzaron a caer sin consuelo, a través de sus mejillas, la muerte ya había atrapado gran parte de sus piernas.

-"¡Lo siento, Sesshōmaru, no pude cumplir mi promesa!"- admitió esta, dándose por vencida.

Aquella sensación de muerte se abrió paso a través de ella con más fuerzas, al notar que la sacerdotisa cedía ante sí.

Siento la pesadez de una mano sobre su hombro, apretándola con suavidad, pero al girar su rostro esperanzado, no encontró nada.

Sin embargo, aquella mano parecía aun estar sujetándola.

-"Seria él"- se dijo a sí misma, la amargura se acentuó en su pecho, anhelaba tanto decirle adiós.-"Si tan solo pudiera ver su rostro"- balbuceo entre llantos, apretando la mano invisible entre las suyas.-"Moriría feliz"- alzo la vista entre tanta oscuridad, un destello morado apareció de repente, encegueciéndola por un par de segundos.

Jadeo sorprendida, ya no sentía que la muerte tomara su alma, dio un paso y luego otro, avanzo a lo largo de aquel camino con la esperanza de verlo por última vez.

....

le figura de un hombre se notaba borrosa frente a sus ojos, lo único que podía distinguir con claridad, era el color plateado de su cabellera-"Sesshōmaru"

-"¿Te encuentras bien, Aome?"- jadeo sorprendida al reconocer aquel familiar e inolvidable tono de voz.

-"¿Inuyasha?"- pregunto desorientada la joven miko, llevándose la mano a la cien. ¿Entonces era Inuyasha quien la sujetaba?-"¿Qué estoy haciendo aquí?"-inquirió esta, ignorando la pregunta, estaba demasiado confundida, los recuerdos de lo sucedido, estaban desordenados.

-"Estabas herida"- respondió este, tensando la mandíbula-"Quedaste inconsciente durante dos días por el veneno"

La morena jadeo sorprendida, tanto tiempo estuvo dormida, cuando tan solo le parecieron minutos-"¿Cómo- Como llegue aquí?"- indago.

El mitad bestia evito mirarla a los ojos-"Cuando llegue tú ya estabas aquí con la anciana"- prácticamente había gruñido las palabras.

La morena frunció el ceño disgustaba, le estaba ocultando algo, conocía muy bien al Hanyou, tanto que podía saber cuándo este mentía. Trato de ponerse de pie-"¿Dónde-?"

-"Aome, trata de no moverte a tus heridas se abrirán"- se vio interrumpida por el letargo de la vieja sacerdotisa, ayudo a la joven futurista a mantenerse en pie-"No querrás causarle más molestias a Sesshōmaru"

-"Sesshōmaru"- susurro una ligera sensación de alivio atravesó todo su cuerpo. Él no la había abandonado, como ella pensaba.

Se vio arrastrada al exterior de la cabaña.

A tan solo un par de metros el Dai Youkai se encontraba descansando sobre la sombra de un árbol, de pie con toda su aristocracia, y aun lado estaba echado aquel dragón de dos cabezas, que siempre lo acompañaba.

Impulsivamente sonrió, por la ironía que atravesó su mente, verlo ahí de pie.... La hizo darse cuenta de algo

""vi su rostro una última vez, moriría feliz estoy segura""

Continuara...