Capítulo 18

–¡Este lago es enorme!–Grito mientras daba un salto al aire con una gran sonrisa en el rostro

La morena asintió y protegió sus ojos con una de sus manos–Si, Rin lo es– dio una onda aspiración.

–Deben haber cientos de peces aquí–reflexiono con alegría–Amo Sesshōmaru ¿Podemos atrapar peces luego?–inquirió ladeando la cabeza hacia el temido youkai, quien se encontraba recostado sobre la raíz de un árbol, recibiendo la fresca protección de la sombra.

El al escucharla abrió lentamente los parpados, su rostro que se caracterizaba por ser frio estaba relajado y sus orbes más dorados que nunca, brillaron bajo la luz del sol.

La niña volvió su mirada l frente, extendió los brazos y corrió hasta la orilla más cercana, sus pies descalzos se hundieron entre el agua y el barro–¡Esta fresca!

Aome sonrió, colocando las manos sobre sus caderas–Quizás podamos nadar después

–¡Sí!

Aome gira con una sonrisa en los labios, Sesshomaru la observa desde su posición, segundos después ella se acerca y toma lugar sentándose a su costado–Rin está feliz...–susurra, flexionando las piernas hasta la altura de su barbilla, dejando que esta repose ahí.

A la distancia la niña corre de un lado para otro, mientras sus piernas salpican el agua, el aire se llena con su risa.

–¿Y tú?–ella voltea hacia él.

Los orbes de Aome se perdieron en aquel dorado, algo dentro de ella burbujeo, la sensación la hizo sentirse avergonzada y se sintió expuesta cuando un pálido rosa se apiño en sus mejillas.

Rápidamente aparta la mirada, se pone de pie–... También–responde y avanza hacia la niña para unirse a su juego.

–¿Señorita Aome ya podemos nadar?–cuestiona y la morena asiente haciendo que la niña salte mientras chila con total felicidad–vallemos en aquella dirección–selecciona rápidamente a la derecha, donde una gran cadena de rocas sobresalían de la superficie del agua, convirtiéndola en una gran barricada natural, lo que les daría privacidad a ambas.

Sesshōmaru, también mira en la dirección y asiente con la cabeza, claramente él no iba a acompañarlas, aunque tan poco no se movería de su lugar.

Rin es la primera en correr, Aome la sigue pasos atrás, gracias a que tenía consigo un traje de baño no sería difícil cambiarse y disfrutar del agua en ese día caloroso, se puso una prenda de dos piezas en color azul, subió a la roca más cercana y se lanzó de cabeza al agua.

La niña asombrada comenzó aplaudir–¡Es como una sirena!–exclamo maravillada, por la forma en las que se la morena se movía a través del agua, una agilidad nunca antes vista.

–¡Ven!–insisto la joven, haciendo señas con una de sus manos, Rin obedeció pero a diferencia de Aome, sr mantuvo cerca de la orilla.

–¡Nada usted muy bien!–alabo con cierto asombro, pues la figura de la mujer se perdía en las profundidades, aunque regresaba con el pasar de los segundos.

Ella estaba disfrutando, poseía gran habilidad para moverse entre las aguas, sus clases en la época moderna estaban dando sus frutos.

Pero algo sucede, no puede mover su segundo pie, baja la vista y a través de la poca claridad que se filtra en el agua, ve varias ramas amarradas con rudeza a su extremidad, de alguna manera había terminado entre medio de estas.

Trata de romperlas con ayuda de sus manos, pero no funciona, entonces prueba abrirla, no hay caso, las raíces son tan gruesas que es difícil moverlas.

La agitación se remueve en su interior, poco a poco el oxígeno que guardaba en sus pulmones comienza a ser un estorbo.

Necesita aire nuevo y limpio.

Tira con fuerzas su propio pie, la fricción le provoca una herida y la sangre se mezcla con el agua.

Aire.

–"¡Sesshōmaru!"

No hay aire.

Sus pulmones están a punto de estallar, el poco oxigeno se escurre de entre sus dientes, la sensación la quema por dentro.

Desesperada, agita los brazos hacia arriba y mueve el pie con extrema violencia, su instinto de supervivencia hace que no sienta dolor.

Y entonces lo ve la figura del demonio cae a su lado como una bala, este le da una rápida mirada y se percata de la situación, Aome aguarda con desespero a que la libere.

No lo hace.

Ella abre la boca, grita pero su voz no sale y el poco aire que retenía, se eleva a la superficie convertido en una gran burbuja.

Y de repente.

Sus labios estaban sobre los de ella.

Unidos, juntos.

Los ojos de Aome están abiertos de par en par y no puede ver más allá de esos ojos amarillos, la sensación de los labios contrarios la aturde, de pronto respirar no era tan importante, su mente no puede concentrarse en otra cosa que no fuera el demonio y sus bocas unidas.

Y de repente recuerda que estaba atorada debajo del agua y que el oxígeno se fue, la desesperación vuelve, veo los ojos contrarios con pánico.

Sesshōmaru la sostiene por los hombros, la obliga a detenerse profundiza el beso y envía aire a través de este.

El tiempo en Aome parece detenerse, su mente se ha ido más allá de la realidad, ya no está bajo el agua, ahora solo flota entre los brazos del youkai, ahora solo cierra los ojos y se deja llevar por aquella burbujeante sensación que la había sentido antes.

Es dulce y agradable.

Sus brazos se mueven y rodean el cuello varonil, no supo en que momento o como su pie había sido liberado.

Estaba demasiado aturdida.

Continuara...