Capítulo 17
Capítulo 17
–Pobre Aome, te ves muy mal–escucho decir a la exterminadora, tú la vez y le sonríes, para seguidamente negar con la cabeza suavemente–¿Has logrado dormir?
Te ruborizas, el color rosa adorna la piel de tus mejillas–...Si–murmuras y logras desconcertar a la mujer
–¿Qué sucede?–cruza los brazos sobre el pecho y arque las cejas–¿Por qué estas roja?
–Ha–sueltas una risilla nerviosa, niegas con ligereza–Solo he dormido lo suficiente–te apresuras a decir, tu respuesta parece saciar la curiosidad.
Aquel monje aparece con aquel pequeño zorro aferrado a su hombro–Ya estamos todos listos–anuncia sonriente pero el houshi, en cambio, me da una mirada inquisitiva puedo adivinar el tipo de presentimiento que está teniendo.
¿Cuándo ha tomado esa confianza con mi persona? Lo observo con una seriedad que logra incomodarlo, el sujeto tiene mucha imaginación.
Das una mirada por detrás de ti y luego por la de los demás–¿He Inuyasha?–cuestionas.
–Lo vi en el jardín hace unos momentos–responde el monje pensativo–Esta apresurado por regresar.
Haces de tus labios una O, y asientes con extrañeza, a los segundos siguientes tu actitud se torna incomoda aquel hibrido te sigue gustando, te preocupas tanto por el que estoy seguro de que deseas ir al jardín y verlo.
–Sesshōmaru–tus orbes se conectan con los míos, y me sonríes suavemente–Podrías ir por Inuyasha–siento como si una parte de ti estuviera castigándome por mis malos pensamientos, algunas cosas en ti logran desencajarme–¿Sesshōmaru?–insistes.
–"¿Entonces no desea verlo?"–
Quizás sea muy patético, pero aceptare ir por el hibrido de alguna forma me siento tranquilo.
Tan solo muevo ligeramente la cabeza y como respuesta me sonríes.
La exterminadora me dirige una mirada de sorpresa y casi puedo adivinar que el monje también lo está, pero su rostro se mantiene sereno.
–Inuyasha–sé que frunces el ceño con tan solo escucharme, ladeas el rostro y me observas por encima de tu hombro. ¿Te crees muy importante?
–¿Qué?–preguntas quejumbroso, cruzas los brazos y sueltas un suspiro
–Te esperan–Solo asientas y me basta para darme media vuelta y trazar el camino de regreso.
–Aguarda, Sesshōmaru–Me detengo y giro mi cuerpo a medias, arqueo una ceja interrogante esperando una excusa–Necesito decirte algo, es algo que creo que deberías saberlo.
–Ya lo se
Abres los ojos con sorpresa–¿Lo sabes?–articulas nervioso
–Tu interés por mi mujer, debe detenerse–Mi voz sale con tanta seriedad que logra estremecerte por breves segundos–Ahora–demando.
Estas impactado no eres capaz de formular queja alguna, tan solo permaneces estático y con los ojos abiertos de par en par. ¿Qué es lo que te ha sorprendido tanto?
–A-Aome es importante para mí. La quiero–murmuras.
–Suficiente–Siseo
Gruñes, tus cejas se arquean con molestia–No voy a pedirte disculpas, si eso es lo que quieres
–No espero tanto de ti
Bufas y me observas apretando los dientes–La quiero, solo necesitaba decírtelo–Tus cejas curvadas se mueven irritadas.
–Inuyasha solo te lo diré una vez–hago uso de mi agilidad para tenerte frente a frente–No voy prohibirte que la quieras–no fueron las palabras que estabas esperando, lo sé por la forma en que tu rostro se contrae con sorpresa–Pero si lo haces de la forma en la que estoy imaginando–articulo con una tono de voz tan bajo, el cambio en tus facciones es brusco–Conocerás una parte de mí que no te gustara, hermanito–no es una advertencia, es una amenaza.
Y por tu salud espero que la cumplas.
–Inuyasha es momento de irnos!–el monje ha interferido en una pelea inminente, me lanzas una última mirada antes de comenzar a caminar.
–Recuerda lo que te dije–susurro y sé que tu agudo sentido de la audición lograste oírme.
Minutos después sigo tus pasos, te despides rápidamente de ella y das órdenes a tus acompañantes para que se apresuren.
–Hasta pronto–ella se despide a pocos pasos de la puerta e incluso después de que su vista no los alcance continúa sonriendo
...
Has pasado el resto del día con Rin, ambas jugando en el jardín trasero, no eh formado parte de esto, sin embargo, no me he perdido ningún detalle de las acciones que realizaban.
Al caer la tarde al tomado un baño juntas, poco después de esto te encuentro recostada sobre un sillón, tus papados se cierran con pereza, soltando más de un bostezo.
–Ve a descansar–mi voz te toma desprevenida, giras el rostro rápidamente y me observas con extrañeza.
–Pero aun no anochece–murmuras rascando una de tus mejillas
Me encojo de hombros–No veo cual es el problema.
–No he preparado la cena aun–agregas con preocupación.
–Tengo sirvientas que-
–No–respondes abruptamente, pero te percatas y de inmediato tus mejillas se colorean–Yo preparare tu cena
¿Lo ven? es imposible hacerla cambiar de parecer.
Pero tengo una extraña sensación, similar a la gratitud.
Me agrada, me gusta.
–No tengo hambre.
Frunces las cejas–estas mintiendo–me acusas y yo niego lentamente antes de volver hablar.
–Para un demonio como yo, la comida no es importante–podría decir que he logrado convencerte.
–¿Y que si lo es?
Sonrió–Dormir–tus labios forman una gran O
–¿Lo dices en serio?
–Si–respondo, antes de caminar a nuestra recamara, paso por el aseo antes de ocupar mi lugar en la cama, para cuando he terminado te encuentras sentada sobre sobre esta, esperándome.
Me observas de una forma que no puedo descifrar, remueves mi interior por completo, no logro comprender si es algo bueno o malo, pero sostengo tus ojos sobre los míos, durante todo el tiempo que me tomo llegar hasta la cama.
–Duerme–digo y tu asientes con una pequeña mueca de sonrisa, sueltas un bostezo antes de cubrirte con la manta.
¿Debe preocuparme la forma en que luces? Mirando un punto fijo en el techo, pareces completamente ida de la realidad.
–¿Crees que algún día pueda enamorarme de-?–quedas en silencio de repente, me miras rápidamente a la cara, los colores se apoderan de tu rostro.
–¿De?–cuestiono aumentando tu vergüenza.
Niegas rápidamente–No, no es nada–respondes de inmediato y te das la vuelta sobre la cama, dándome la espalda.
Sueltas un bostezo, y no puedo evitar sonreír arqueando una ceja ¿En verdad fingirás estar dómida? Solo para evitar darme una respuesta.
–Sesshōmaru.
–Hn
–Buenas Noches.
–Hn–es mi respuesta y aun sin verte sé que estas sonriendo en este momento. Al cabo de algunos minutos tu respiración se torna pausada, observo tu espalda, gran parte de tu cabellera esta esparcida sobre las mantas.
Puedo oírte suspirar entre sueños, antes de acurrucarte sobre ti misma, el frio sigue siendo un problema para ti y lo será también para tu salud.
Esta vez no te atraigo hacia mí, sino que soy yo quien se arrincona a tu figura con el único fin de brindarte un poco de calor, te remueves pero sé que aun sigues dormida, cierro los ojos con mi nariz sumergida entre tus cabellos.
El sueño no tarda en abatirme.
Continuara...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro