UN AÑO DESPUÉS.

Jimin aventó los papeles a su escritorio, estaba molesto, la entrega de telas se había retrasado y eso le perjudicaba a toda su empresa. Masajeo sus sienes unos segundos cerrando sus ojos.

La puerta fue abierta, aumentándole su mal humor.

— Soyeon, te he dicho que toques la puerta. —habló brusco, ahorita no estaba para nada.

— Esa Soyeon desobediente, hay que ponerle horas extras. —el rubio subió su mirada al escuchar la voz del pelinegro.

Su mal humor se había esfumado.

— Kookie. —sonrió, se levantó de su silla y corrió a los brazos de su novio.

— Amor, venía a hacerte compañía pero veo que andas de malas. —habló divertido, dándole varios besos por todo su rostro.

— Ni me lo recuerdes, pero ¿tú qué haces aquí a esta hora? Deberías estar trabajando, tú padre se enojará, Kookie. —el pelinegro sacudió su mano, restándole importancia.

— Ya casi era mi hora de salida igual, dejé a Yoongi y Taehyung haciendo mi trabajo. —sonrió orgulloso, Jimin solo pudo negar divertido.

— Tú padre debería darle tu sueldo a ellos.

— ¡Jimin! ¿De qué lado estás? —se cruzó de brazos.

— Del tuyo, Kookie, no te enojes. —agarró su rostro para darle un par de besos castos en los dulces labios del menor.

— De hecho, vengo por ti, bebé.

— ¿Cómo así?

— Sí, vamos a casa, te pones más bonito de lo que ya eres porque te llevaré a un lugar. —Jimin abrió su boca sorprendido.

— Se escucha emocionante.

— Lo será, así que mueve ese lindo culito y vamos a casa. —el rubio asintió, agarrando sus cosas para poder salir con su novio.

Ambos llegaron a su casa, que fue habitada apenas Jungkook salió de la universidad, ambos tenían un año y meses viviendo juntos, descubriendo que funcionaban muy bien.

Su química aumentó al tenerlo cerca todos los días. Ambos estaban tan enamorados del otro.

— ¿Cómo debería vestirme? —preguntó Jimin, tenía que estar seguro con su outfit.

— Viste algo sencillo, estaremos tú y yo junto a la luz de la luna. —le guiñó el ojo, entrando al clóset dejando a un Jimin confundido.

— ¿Él, yo y la luna? —se preguntó a sí mismo. — ¿Iremos a un parque? ¿la playa?

Se sentó en la cama, la playa tenía un poco más de sentido para él, aunque también podía llevarlo a algún restaurante al aire libre.

— Que difícil...

Jungkook salió del clóset ya vestido, traía puesto una camisa de manga corta de botones y un pantalón, vestía todo de blanco, a excepción de sus chanclas color negro.

¿Chanclas?

— ¿Iremos a la playa, Kookie? —Jungkook lo miró dudoso, preguntándose si debía decirle o no.

— Sí, bebé, así que lleva algo cómodo.

Jimin asintió, teniendo en mente lo que se pondría, pensaba hacer un outfit parecido al de su novio, para ir casi iguales.

Se puso un short negro y una camisa blanca de botones, esta le quedaba larga, cubriendo su short, decidió peinar su cabello, dándole forma de rulos.

— Ricitos de oro, pero más lindo y sexy. —se escuchó decir a Jungkook por detrás, el rubio rió un poco dándose la vuelta para abrazarlo.

— Estoy listo.

— Entonces vayámonos, el viaje será un poco largo. —Jungkook tomó al mayor por los muslos para alzarlo, se había vuelto una costumbre que Jungkook lo llevara hasta el auto cargado.

Jimin solo se dejaba querer.

Su trayecto de la mansión a la playa fue de una hora, cuando llegaron ya había oscurecido, ya que el sol se ocultaba por las 6 de la tarde gracias a los cambios de horario que había en la ciudad.

Jungkook bajó del auto y se apresuró en ir a abrirle la puerta al rubio, antes de que comenzaran a caminar una venda tapó la vista de Jimin.

— ¿Y esto, Kookie?

— Recuerda que es una sorpresa, cosita. —el menor lo agarró de la cintura para comenzar a guiarlo a su destino.

Jimin sonrió al sentir la sensación de la arena adentrándose a sus zapatillas.

— ¿Estas listo, bebé? —preguntó muy cerca de su oído, haciendo estremecer al mayor.

— Muy listo.

La venda se quitó y Jimin se quedó sin palabras al ver lo que Jungkook le había preparado.

Jungkook había traído a poner un mini cine a la playa, podía ver la gigante pantalla frente a él y en el piso sillones junto a una mesa llena de comida.

— ¿En qué momento, Kookie? —preguntó asombrado, miró hacia los lados y no veía gente, solo ellos dos.

— ¿Te gustó, bebé?

— Kookie, esto es hermoso. —se acercó al menor, brincando encima de él para darle un abrazo. — ¡Gracias, gracias, gracias!

— Me alegra que te guste, bebé, tenemos toda la noche, así que aprovechemos que ya está oscuro para ver una película mientras cenamos. —el rubio asintió, corriendo hasta uno de los sillones.

Destapó los platos principales quedando maravillado al ver la cantidad de cada porción de comida.

— Puedes comer lo que quieras, bebé. ¿Qué película quieres ver?

— Veamos una romántica, queda muy bien con el ambiente. —el menor asintió, buscando entre sus opciones una de género de romance.

Se decidió por una que se llamaba "Junto a ti"

Ambos empezaron a comer mientras platicaban de vez en cuando y le prestaban atención a la película.

Jimin estaba más que encantado, sentir el aire fresco chocar con su rostro, mientras escuchaba el mar por detrás era maravilloso, pero lo era aún más al voltear a su izquierda y ver a Jungkook.

Suspiró enamorado, atrayendo la atención de su novio.

— ¿Pasa algo, bebé?

— Sí, que te amo mucho. —Jungkook se sorprendió un poco, pero luego sonrió con ternura.

— También te amo, bebé, demasiado.

Los corazones de ambos se encontraban latiendo con fuerza, se sintieron mutuamente mientras continuaban comiendo.

Después de un rato la película terminó, así como también los platillos en la mesa se fueron vaciando poco a poco, Jimin suspiró feliz dándole palmaditas en su estómago.

— Todo esto estuvo delicioso, Kookie.

— Le pedí a Jin que me ayudara trayéndome su mejor bufet.

— Amo a Jin.

— ¡Oye! —soltó ofendido el menor, el rubio rio un poco, se acercó al cuerpo de su novio y dejó caer su cabeza en el hombro.

— Sabes que te amo mucho más a ti.

— No, ya estoy celoso.

— Bueno, déjame cambiarlo, amo las manos de Jin.

— ¡Eso se escucha peor!

— Amo la comida de Jin.

— ¿Ves? Nada te costaba, bebé. —el rubio rodó los ojos divertido, se alejó de su hombro y lo volteó a ver.

— ¿Acaso corriste a toda la gente? Porque yo no he visto ni un alma por aquí.

— Pedí permiso, bebé, llevo semanas organizando esto. —sonrió orgulloso. — Uno mueve sus influencias.

— Uy que miedo.

Jungkook frunció el ceño, picándole con su dedo índice la mejilla del rubio.

— Quería impresionarte, mira, hice una mini película con nuestras fotos y videos. —Jimin abrió su boca sorprendido, la gran tela pronto empezó a proyectar todos los recuerdos que habían capturado durante su primer año juntos.

— Jungkook, esto es realmente hermoso, ¿por qué? —Jimin tenía ganas de llorar, realmente su novio era el mejor del mundo.

Jungkook tomó las manos del mayor para que se levantara de su asiento, ambos quedaron cara a cara.

"Es ahora o nunca, Jungkook"

— Jiminie, yo hoy te traje aquí porque tomé una decisión muy importante. —el rostro de Jungkook se notaba nervioso, así que Jimin comenzó a acariciarle una de sus mejillas para poder tranquilizarlo.

— Te escucho, Kookie.

Jungkook suspiró y miró a los ojos a su bonito novio.

—Bebé , hoy quiero abrir mi corazón y expresar todo el amor que siento por ti. Desde el momento en que nos conocimos, supe que nuestra historia sería especial. Y desde esa vez cada día a tu lado ha sido un regalo y quiero pasar el resto de mi vida contigo. Me has enseñado el verdadero significado del amor y has transformado mi vida de una manera que nunca creí posible. —Jimin sonreía en grande, sintiendo como ya tenía lágrimas cayendo por sus mejillas.

Su llanto aumentó al mirar como el pelinegro se podía de rodillas, mirándolo con amor.

— Quiero compartir el resto de mi vida contigo, construir un futuro juntos, enfrentar los desafíos y celebrar los triunfos. Quiero ser tu esposo y cuidarte en cada etapa de nuestras vidas. Así que, Park Jimin, ¿me darías el honor de casarte conmigo? —preguntó nervioso, sacó una caja color negra y la abrió, dejando ver un precioso anillo de oro.

— K-Kookie...

— Espero que mi corazón te haya transmitido todo lo que siento por ti en todos estos meses, Jiminie. Aceptar tu amor y convertirme en tu esposo sería el sueño hecho realidad.

Jimin se limpió las lágrimas, no se lo podía creer, su Jungkook le estaba pidiendo matrimonio.

— ¡Sí! ¡Por supuesto que acepto, Kookie! —gritó feliz, Jungkook soltó el aire al escuchar la respuesta afirmativa y se apuró en ponerle el anillo en su gordito dedo.

Cuando se levantó del piso Jimin se lanzó encima, mientras le llenaba el rostro de besos.

— Tonto, me hiciste llorar.

— Yo era el que iba a llorar si no aceptabas. —ambos se miraron, ellos realmente habían encontrado al amor de su vida.

Quizá no de la mejor forma, pero, ¿a quién mierda le importa?

Jimin se acercó a los labios del menor, capturándolos con los suyos, un beso más lento de lo normal, el mayor quería transmitir todo el amor que le tenía con sus labios, Jungkook bajó sus manos a su cintura, mordió el labio inferior del rubio para que soltara un pequeño jadeo y así él aprovechar para invadir con su lengua la boca de Jimin.

Ambos suspiraron y se alejaron solo unos centímetros.

— Te amo, futuro esposo. —murmuró Jimin, dejando pequeños besitos en los labios del menor.

— Te amo mucho más, futuro y lindo esposo. — ambos rieron y siguieron con su sesión de besos en la agradable noche.

Tan solo Jungkook, Jimin y la luna habían sido testigos del maravilloso momento que había sucedido justo ahí.

Solo ellos.

FIN.

😭