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🍒| 15.

Jungkook le dio la vuelta a Jimin, quedando rostro a rostro, sus manos bajaron hasta el delicioso trasero del rubio para apretarlo.

— Ju-Jungkookie...

El nombrado lo guió lentamente hasta la cama, sentándose él, palmeó sus piernas un par de veces y Jimin atacó la orden, sentándose encima de él.

— Te voy a joder tan bien, Park Jimin. —murmuró, cortando la distancia para poder saborear los labios del mayor.

Jimin jadeó y llevó sus brazos alrededor del cuello del pelinegro, queriendo juntarse más a él. Jungkook besaba increíble, así que, el rubio simplemente se dejaba llevar.

El menor metió su lengua en la boca ajena, buscando la sinhueso del mayor que parecía ser tímida. Jimin aprovechó para comenzar a moverse, jadeando sorprendido al sentir ya un duro bulto bajo él.

— Mierda, Jimin, necesito ya estar en ti.

— ¿Pues qué esperamos?

Jungkook quitó la camisa del mayor, Jimin quiso reír al ver al pelinegro tan desesperado, lanzó la prenda al piso y procedió a quitarse la de él. El rubio se paró, dándole la espalda a Jeon para quitarse el pantalón junto al bóxer.

Jungkook mordió su labio inferior al ver el expuesto trasero de Jimin, este lo estaba provocando de una manera tan caliente; ver al mayor agachado quitando por completo las prendas, dejando a la vista aquella deliciosa entrada.

Jungkook aprovechó para deshacerse también lo que restaba de ropa en su cuerpo, acercándose lentamente al rubio, lo atrajó de su cintura, pegando sus cuerpos, Jimin soltó un jadeó tras sentir la dura erección de Jungkook pegar en su trasero.

— Vamos a la cama, bebé. —Jungkook levantó el cuerpo del mayor, y lo acostó, quedando él arriba del rubio.

No era la primera vez que lo veía desnudo, pero era inevitable no observar por largos minutos aquellas curvas.

— Jungkookie, deja de observarme así...

— Es que te ves delicioso. —el menor acercó su rostro hacia los duros botoncitos de Jimin, metiendo uno en su boca, jugando con su lengua y chupando con desesperación.

Jimin cerró los ojos, soltando leves gemidos, llevó su vista hacia Jeon quien parecía un bebé lamiendo con exasperación. Jungkook levantó su rostro y con una sonrisa traviesa le dio la vuelta al cuerpo del rubio, dejándolo de espaldas.

La polla de Jeon podría venirse de tan solo ver aquel respingón trasero esperando a ser llenado, se acercó a él, hundiendo su rostro, disfrutando de lo acolchonado que se sentía.

— ¿Q-qué haces?

— Disfrutando de los privilegios que tengo, mierda, podría vivir pegado aquí si me lo propusiera. —sus manos agarraron cada cachete trasero del rubio, abriéndolos bruscamente para poder apreciar la pequeña y arrugada entrada.

Se lamió los labios y se dedicó a pasar su lengua un par de veces por el orificio, Jimin arqueó su espalda, abriendo más sus piernas para hacer el trabajo más fácil a Jungkook.

Dio una fuerte nalgada haciendo a Jimin saltar en su lugar, y sin previo aviso su lengua se introdujo en aquel reducido espacio, moviendo de una manera rápida su sinhueso.

Jimin apretaba sus sábanas mientras movía sus caderas hacia atrás para sentir la lengua del menor más en él. Cuando Jungkook sintió su saliva escurrirse por los lados se levantó.

Rió al escuchar la queja de Jimin.

— ¿Tan desesperado estás por una polla, cosita? —el rubio asintió frenéticamente, moviendo sus caderas de un lado a otro, mostrándole lo ansioso que estaba.

— Tómame ya, Jungkookie.

— Y eso voy a hacer. —dio una última nalgada, amando lo rojizo que se encontraba. —Ahora sí puedes gritar todo lo que quieras, cosita.

Jimin iba a responder, pero solo sé escuchó como balbuceos al sentir la cabeza del pene del menor juguetear con su entrada, él estaba jugando con su autocontrol.

— K-Kookie.

— Dime, bebé.

— Follame ya, por favor.

Jeon sonrió, él también estaba ansioso de meterse en el rubio, le encantaba la dolorosa presión que sentía al estar en un lugar tan pequeño. Sin esperar más agarró fuertemente la cintura del contrario y se fue introduciendo poco a poco.

Echó su cabeza hacia atrás, disfrutando de la sensación de ser apretado y de escuchar los fuertes gemidos de Jimin.

— ¡Mgh! —el mayor dejó caer su pecho en la cama al sentir el gran miembro entrar por completo, dejando solo su trasero en manos del menor. 

Jungkook respiraba fuerte, si se movía iba a dolerle, el interior de Jimin era tan perfecto, miró al nombrado, rendido entre las sábanas mientras soltaba pequeños jadeos, su suave espalda ya llena de sudor.

Dió la primera estocada, Jimin aprovechó que estaban solos y gritó, eso animó a Jeon a comenzar a moverse de poco a poco.

Pero cuando vio como Jimin comenzaba a mover también su cadera hacia atrás fue cuando su agarre de la cintura se afirmó y comenzó a dar embestidas más rápidas.

Jimin cerró los ojos, gimiendo cada vez más fuerte, Jungkook daba estocadas rápidas y profundas, tanto que juró sentir un bulto en su vientre.

— Que bien te escuchas gimiendo, tendré que follarte a diario para no olvidarme de esta melodía. —Park solo asentía, de un momento a otro había comenzado a llorar, el placer que estaba sintiendo era mucho.

Jungkook bajó su vista, queriendo aumentar más la velocidad al ver aquel esponjado trasero rebotar contra su pelvis de una manera tan placentera.

Park llevó su mano hasta su miembro, comenzando a tocarse al ritmo de las embestidas, era tanta la estimulación que fue el primero en correrse.

El pelinegro bajó la intensidad de las estocadas al sentir cómo se contrae la entrada del rubio por la corrida, apretándolo aún más.

— Mierda, Jimin. —jadeó, lo volteó, para que quedaran pecho junto a pecho, el rubio sin poder evitarlo llevó sus diestras al tonificado abdomen de Jungkook, apretando en cada cuadro. — ¿Te gusta?

— M-Me gusta, me gustas.

— Tú me encantas, cosita. —sacó su miembro para meterlo de una sola estocada, mirando la mueca de placer en Jimin. — Verte y escucharte será mucho mejor.

Lo volvió a tomar de las caderas y comenzó con sus bruscos movimientos, Jimin se abrazó de la grande espalda de Jungkook, no importándole sacarle sangre con los rasguños que estaba provocando, no cuando tienes a un adolescente follandote de una manera desgarradora.

— T-tócame, Kookie. —la erección del mayor había vuelto, y por supuesto que Jeon lo iba a ayudar.

Comenzó solo a estimularlo en la punta, sin dejar de moverse en ningún momento. Jimin era alguien muy sensible, y eso a Jungkook le encantaba.

Se acercó a los labios contrarios para estirarlos en una mordida, el aliento de los gemidos del mayor pegaban en la boca de Jungkook.

— Enrolla tus piernas en mi cadera. —ordenó.

Jimin hizo caso, colgándose como un oso panda en el fuerte cuerpo, de esa manera Jungkook tenía absoluto control sobre el rubio, cortó la distancia, besándolo agresivamente, el beso no tenía ritmo alguna, solo se podían sentir lengua y labios chocar, y un poco de la saliva de Jimin escurrir por sus comisuras.

El rubio se corrió y manchó la mano de Jungkook de su líquido, quien al ver eso simplemente llevó sus dedos entre el beso, haciendo que ambos probaran del semen del mayor.

— Mierda, me voy a venir. —murmuró Jeon.

Se separaron del beso, e hicieron contacto visual, Jimin amaba ver esa mirada tan dura de Jungkook en cada penetración y Jungkook amaba ver los gestos de placer de Jimin.

Jungkook jadeó, dio sus últimas embestidas y logró venirse tan fuerte en el interior de Jimin. Las estocadas se volvieron lentas, el pelinegro miraba como su semen chorreaba por el trasero del mayor, se estaba saliendo al seguir dentro de él.

Sin cuidado sacó su pene de la malteada entrada del rubio y se dejó ver más de su esencia escurrir, un escenario muy caliente para Jungkook.

— Es delicioso. —uno de sus dedos limpió los alrededores y volvió a meter su semen en el orificio de Jimin, quien gimió al sentir un dedo invadir su irritada entrada.

— J-Jungkookie...

— Me encanta joderte, cosita, ve acostumbrándote. —sonrió de lado, besando un par de besos los labios de Jimin, que se mantenían en un lindo puchero.

— Me duele, Jungkookie.

— Lo siento mucho, bebé, bueno, no lo siento porque me encantó, pero prometo cuidarte, ¿sí? —el mayor sintió, su cintura fue tomada para guiarlo al regazo de Jungkook.

— Durmamos para descansar un poco y después nos limpiamos a nosotros y a este lugar. —rio un poco, Jimin se le unió y se acostó en el pecho del pelinegro.

Ambos cayendo en un dulce sueño, sin saber que no eran los únicos cerca.

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