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Sunghoon se saboreó a JunMi en cuanto lo tuvo a su merced, podía ver los botoncitos del mayor parados por debajo de la tela, llevó su mano a uno y lo apretó, haciendo gemir al rubio.
—Te encanta, ¿no?—el rubio lo miró con su labio inferior entre sus dientes, asintiendo—. Yo lo sé, bebé.
Sunghoon volteó al mayor, dejándolo en posición de perrito, Park estaba seguro que aquellos shorts estaban a nada de romperse, así que los bajo hasta las rodillas, dejando a la vista aquella linda braga.
Llevó sus manos al trasero del rubio, agarrando en cada mano sus cachetes traseros para comenzar a amasarlos.
—¿Te gusta cómo se sienten mis manos en tu culo, bebé?
—Me gusta.
Sunghoon sonrió, agarró el elástico de la prenda y tiró para arriba, haciendo que la parte trasera del pantie desapareciera entre el culo del mayor.
JunMi se retorció ante la placentera sensación, alzando más su trasero.
—Que buena vista.
—Si vas a follarme hazlo ya—suplicó el mayor, Sunghoon sonrió ante la desesperación del rubio, pero no hizo caso.
En cambio dio una fuerte nalgada, dejando la zona completamente roja, JunMi gritó por el impacto dejando su cuerpo caer a la cama.
—Dime, bebe, ¿quién puede tocar y ver este culo?—JunMi sintió como todo su rostro se tornaba rojo por lo caliente que se había puesto.
—Solo tú
—¿Por qué yo?
—Porque es tuyo...
—Exacto—Sunghoon sonrió, y sin quitar la braga la hizo a un lado, dejando al descubierto su apretada entrada—. Todo tú es completamente mío.
El mayor solo balbuceaba y se puso en alarma cuando sintió los dedos de Sunghoon rozando su entrada, pero no hubo nada, el pelinegro solo estaba jugando con él.
—Sunghonnie—jadeó desesperado.
—Compré un lubricante de fresa, bebé, tu sabor favorito—se sacó el pequeño bote del bolsillo izquierdo de su pantalón—. Es un bote pequeño, veamos cuantas horas dura.
Sunghoon destapó el envase y lo llevó a la entrada del rubio, cuando lo tuvo alineado presionó el bote haciendo que un chorro grande entrara en el mayor quien gritó por el helado líquido.
El rostro del menor se acercó hasta quedar a centímetros de la zona, sacando su lengua para lamer los chorros que caían por los muslos del rubio para regresarlos a la apretada entrada. JunMi arqueó su espalda al sentir la experta lengua de Sunghoon en su agujero.
Pero no hubo más que lamidas superficiales, JunMi lo miró sobre su hombro, haciéndole un leve puchero al no obtener lo que quería.
—Quien diría que en tus empresas eres un hombre duro e intimidante pero mirate, aquí estás abriéndome las piernas, siendo todo un sumiso, cosita—el menor agarró bruscamente la cintura del mayor y pegó su trasero a su miembro—. ¿Lo sientes? Desde que duermo contigo me dan ganas de follarte cada maldita noche.
—Hazlo.
JunMi era su perdición, lo supo desde un principio.
Sunghoon metió dos de sus dedos de una sola estocada, encantado de observar al rubio retorcerse bajo él. Movió sus dedos en circulos y moviendo de arriba para abajo.
—Tómame, Sunghonnie, tómame ya. Yo siempre estaré listo para que me tomes sin importar el lugar o si hay juego previo o no, solo hazlo—suplico y Sunghoon no se pudo negar a esas palabras.
Bajo la cremallera de su pantalón bajándolos hasta sus rodillas junto a sus boxers, agarró de nuevo el bote de lubricante esparciendo por toda su longitud.
—Entraré—acomodó de nuevo las bragas del mayor hacia un lado y, acomodó su pene.
JunMi suspiró para relajarse pero sintió cómo se le iba todo el aire al sentir a Sunghoon entrar de una sola estocada.
—¡Su-Sunghoon!—gimió, el nombrado sonrió de lado y se quedó quieto, acariciando las anchas caderas del mayor.
—¿Qué pasa, cosita? Tú mismo dijiste que te tomara sin importar si había juego previo o no—hablo burlón, movió un poco sus caderas sin salir completamente del rubio.
—Deja de burlarte y muévete rudo, por favor.
Sunghoon comienza a empujar verdaderamente, JunMi se abría para él y se tragaba todo lo que le ofrecía, la habitación se llenó de jadeos de ambos, unos más agudos que otros.
—Nunca me cansaré de verte en esta posición, bebé.
Le encantaba, ver al mayor rendido en la cama, con su culo en alto para él, moviéndose bruscamente de arriba a abajo por las penetraciones.
Agarró ambas manos del rubio y las estiró hacía atrás, haciendo que JunMi quedará con su pecho flotando pero haciendo que las embestidas se volvieras mucho más profundas.
La posición dolía, sus brazos iban a acabar muy adoloridos, pero le encantaba sentir como era desgarrado por Park, no se quejaba, sus gemidos de un momento a otro se habían convertido en gritos placenteros, le encanta ser dominado en la cama.
Sunghoon se acercó a su hombro, dejando besos húmedos hasta llegar al cuello, en donde se encargaría de dejar marcas y reclamarlo como suyo.
El miembro de JunMi estaba a punto de estallar, nunca se imagino que se podía venir sin tocar hasta que conoció a Sunghoon, así que cuando sintió que su orgasmo se acercaba su entrada se empezó a contraer, ahogando por completo el pene de Sunghoon, quien jadeó al sentir aún más apretado.
—Mierda, JunMi. —Sus movimientos no pararon, se volvió un poco más difícil moverse dentro del mayor pero se sintió tan placentero que no podía parar.
Finalmente JunMi tuvo su orgasmo y pidió ser dejado en la cama, Sunghoon soltó sus manos y apresuró sus movimientos porque también estaba cerca.
Minutos después Park sintió su orgasmo venir, asi que dio una última y profunda embestida, quedándose en lo más profundo del mayor para dejar todo su semen dentro.
JunMi jadeó, y su cuerpo comenzó con un leve temblequeo cuando el menor comenzó a salir poco a poco de él.
—Voy a quedar embarazado de tanto semen en mi—murmuró divertido, dejándose caer de espaldas en la cama.
—No me importaría dejarte embarazado de muchos bebes, cosita—contestó, dejándose caer al lado del rubio.
—Eres imposible, Sunghonnie, lo bueno que soy hombre y no quedaré embarazado dos veces por mes.
—Nada es imposible.
—¡Cállate!
Sunghoon solo sonrió enamorado, abrazándose de la cintura del mayor.
Al día siguiente Sunghoon había decidido ir a la universidad por decisión propia, iría y no le importaba si él mismo director lo echaba, él debería saber que no le convenía hacer eso.
Así que cuando entró a su salón todos lo miraron sorprendidos, caminó hasta su asiento en donde lo veían curiosos unos pares de ojos.
—¿Qué?
—Nosotros también te extrañamos mucho, Sunghoon—habló Jake, el pelinegro rodó los ojos sonriendo un poco.
—¿Quién no me extrañaría?
Sus amigos lo miraron mal y le dieron un par de zapes haciendo que Sunghoon les pidiera perdón.
—También los extrañé, aunque no parezca—carcajeó un poco, pero su buen animo se borró al sentir todas las miradas puestas en él—. ¿Qué? ¿Acaso nunca han tenido sexo o qué?
Varios alumnos se giraron y otros disimularon que lo estaban observando, Sunghoon suspiró, no se sentía tan afectado por las fotos, en un principio sí pero ahora era algo con lo que tendría que vivir y saber olvidar.
—Virgenes jodidos—insultó en voz alta JungWon, haciendo reír al par.
—¿Por qué te insultas tú mismo?—se burló Jake, ganándose una fea mirada de parte de su amigo.
—Jódete tú también.
—Tú, jódete.
—Jódanse entre ustedes—habló Sunghoon, riendo al ver la cara asqueada de ambos.
—¡No! Jamás!—gritó JungWon.
—Paso, yo estoy esperando a que Kim JunMi te deje para robármelo.
La risa de Sunghoon se acabó tan pronto escuchó eso.
—¿Qué dijiste?
Ahora fue turno de reír de Jake, mirando la expresión tan seria que tenia el pelinegro.
—Es una broma, él es tu chico.
—Mío.
—Tuyo, hermano, deja de llorar.
Actu!
Bien, ya quedamos a la
par de la original. Toca esperar
actu allá, para actualizar acá.
Pero aún así comenten puercxs
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