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7


Jungkook despertó horas después, al checar su celular vio que eran las 6 de la tarde, se estiró en su cama antes de levantarse, sus padres ya deberían estar en casa, o al menos su madre, ella siempre llegaba primero.

Cuando bajó al primer piso vio que, efectivamente, su madre ya estaba en casa, está se encontraba sentada en uno de los sofás, leyendo sus revistas de moda.

Cuando el menor se iba a acercar por atrás a saludarla, ella habló primero, sorprendiendo a Jungkook.

— ¿Dónde estuviste anoche? —preguntó, sin voltear a verlo, y simplemente cambiando de hoja en la revista.

— ¿Yo? Pensé que sabías que había salido con Umji al cine, hasta marcaste para verificarlo, ¿qué ella no te lo dijo también? —habló, tratando de sonar lo más pacífico posible, se adentró a la sala, para dejarse caer en los cómodos sofás.

— Siéntate bien.

Jungkook obedeció, su madre se miraba algo enojada, y era mejor no hacerla enfadar más, así que se enderezó en el sofá, mirándola directamente.

— ¿Creíste que me ibas a ver la cara de estúpida? Sé que no fuiste con Umji.

Oh no, la tonta me mintió.

— ¿A qué te refieres, madre? ¿Ella te dijo algo?

De repente se sintió tan nervioso, Umji sabía demasiado sobre Taehyung y él, y aunque él le haría saber a sus padres sobre su decisión, aún no era el momento.

Me las vas a pagar Umji.

— No, no fue necesario, tenías todo planeado, ¿no? Dejaste tu coche para que creyéramos que en la mañana estarías en tu cuarto, cerraste con candado tu habitación, pero al parecer no te pusiste muy de acuerdo con Umji.

— No estoy entendiendo...

— Antes de irme al trabajo me encontré con Umji, ella ya iba para la universidad, le pregunté por ti, y me dijo que habían vuelto en la noche, pero tú no estabas en la habitación, se olvida que tengo llaves de repuesto de todas las habitaciones, hijo.

Perdón, Umji, era broma.

Jungkook soltó un fuerte suspiro, nunca podría engañar a su madre, ¿qué más daba?

— Bien, me descubriste, no estaba con Umji.

— ¿Entonces? —la mujer se cruzó de brazos, con esa mirada penetrante que lo hacía sentir como un niño de 5 años.

— Pues, me estoy viendo con alguien, es decir, estamos intentando algo.

— ¿Tan difícil era decir eso, Jungkook? No nos molesta que tengas novia, lo sabes bien.

— Yo sé que no, pero, es que no es mujer...

— Oh.

Un incómodo silencio se hizo presente entre ellos, Jungkook agachó la cabeza, no soportando aquella mirada de la mayor.

— Por eso no les quería decir, tenía algo de miedo por papá. —los ojos del pelinegro comenzaron a llenarse de pequeñas lágrimas amenazadoras a salir.

— Jungkook, está bien, todo esta bien, te entiendo, también temo a la reacción de tu padre cuando se entere, cuando eso pase tu solo dale tiempo ¿si?

Las lágrimas del pelinegro comenzaron a salir de a poco, asintiendo a las palabras de su madre.

— E-esta bien...

— No llores. —la mujer se sentó al lado de su hijo, atrayendo su cuerpo a un cálido abrazo. —No está mal que tengas novio, verás que con el tiempo tu padre podría asimilarlo y así las cosas no estarán tensas. Todo está bien, hijo.

— Te creo, madre.

— Bien, ahora iré a ver las opciones para la cena, tu padre llegará un poco tarde hoy. —Jihyo se levantó de su asiento, no sin antes darle un beso en su cabeza, y se fue caminando por aquel pasillo que daba con la cocina.

Jungkook cuando vio desaparecer el cuerpo de su madre se rió un poco, limpiándose aquellas lágrimas de cocodrilo que inundaban sus mejillas.

— Eso, que buen actor eres, Kook. —se felicitó a él mismo, perdiendo la tv para poder ver alguna serie.

Le había dicho la mitad de la verdad, aún faltaba la otra, y la más grave.


A la mañana siguiente, Taehyung se encontraba en su oficina, había hablado con uno de sus abogados acerca del divorcio, para saber las ventajas y desventajas de hacerlo de una vez por todas.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por los toques en su puerta.

— Adelante.

— Jefe Kim, las postulantes para el puesto de su secretaria ya se encuentran en la sala de espera. —habló una de las chicas de la recepción.

— Bien, dile que pasen a la oficina de Namjoon, en un momento voy para comenzar a evaluar.

— Así será, jefe. Ah, y también hay un chico en recepción que desea verlo, pero ya le dije que estará ocupado, ¿desea que lo espere o que le haga cita? —Taehyung la miró confundido.

— ¿Un chico? ¿De quién se trata?

— Su nombre es Jeon Jungkook. —el rubio sonrió al escuchar aquel nombre, rápidamente se paró de su asiento acomodándose un poco su cabello.

— No, no, ¿sabe qué? Cambio de planes. Dile a Namjoon que él será el encargado de llevar la entrevista, él sabe muy bien los requisitos que busco, y dígale al joven Jeon que pase.

La chica asintió, salió de la oficina y dentro de unos minutos volvió a ser tocada, entrando ahora aquel chico atractivo dueño de sus suspiros en los últimos días.

— Buen día, señor Kim, es decir, jefe Kim. —habló el menor, haciéndole una referencia exageradamente marcada.

Taehyung sonrió por aquella actuación, siguiéndole el juego al menor.

— Espero tenga una buena razón por la cual ha venido a interrumpir mis horas de trabajo, joven Jeon. —el nombrado asintió, sentándose en uno de los sofás que había dentro de la amplia oficina del mayor.

— La razón por la cual estoy aquí es muy importante.

— ¿Se puede saber cuál es? —interrogó el rubio, acercándose al fuerte cuerpo sentado en el sillón.

— Por supuesto, la razón es que extrañaba ver esa atractiva figura que se carga, jefe Kim.

— ¿Ah sí? —el menor asintió, levantándose de su lugar para quedar frente a frente, sintiendo como su nariz chocaba con la frente del rubio, por la diferencia de estatura.

— Sí, usted nunca se ha preguntado ¿qué se sentirá que lo hagan llegar a un orgasmo en su propia oficina?

Taehyung fingió pensar, negando inocentemente hacia el pelinegro.

— La verdad es que no, ¿cómo se sentirá?

Las manos del menor se posicionaron en su cintura, atrayéndolo hacia él, Taehyung tenía sus piernas de gelatina al sentir aquel posesivo agarre.

— ¿Quiere que le responda? —El rubio asintió.

Y entonces Jungkook lo agarró de los muslos internos para cargarlo, camino hasta el largo escritorio del rubio y lo sentó, abriendo bruscamente sus piernas.

— Debo admitir que de traje siempre hace que se vea tan bien. —comentó Jungkook, mientras comenzaba a desabrochar el pantalón del rubio. —Pero sin duda se ve mucho mejor sin él.

Taehyung tuvo que morderse el labio inferior con fuerza al sentir como la mano del menor se metía dentro de su bóxer, tomando su miembro que ya se encontraba totalmente duro con tan solo las palabras provocativas del muchacho.

— ¿Te pongo así con tan solo palabras, Kim? Eso es adorable.

Jungkook agarró las caderas de Taehyung para voltearlo, dejando ahora su pecho pegado al escritorio, con el culo inclinado a su vista.

Llevo sus manos al trasero contrario, terminando de bajar el pantalón. Jungkook no podía estar más fascinado por lo que veía, sus manos no podían estar quietas, agarró ambos cachetes traseros y los abrió, dejando a su vista aquella apretada y virgen entrada.

— Jeon, quiero mi maldito orgasmo ahora. —hablo con un poco de dificultad.

— Lo que usted ordene, jefe Kim.

Jungkook se puso de rodillas, dejándolo en una posición en la que su cara quedaba a la altura de aquel esponjoso trasero.

Se relamió los labios una última vez, emocionado por al fin poder probar a su amante. Acercó su rostro a la entrada.

Y su miembro chorreó semen cuando pasó su lengua en tan exquisita piel, dejando besos alrededor de todo el trasero del mayor. Taehyung no podía hacer más que cerrar con fuerza sus ojos y tratar de que sus gemidos fueran lo más silenciosos posibles.

Pero aunque trató con todas fuerzas no gemir fuerte, no pudo callar aquel grito que dio cuando sintió la lengua del pelinegro invadir su entrada.

— Shh, cosita, nos van a escuchar.

Hablo con un tono de burla, disfrutando ver al mayor en aquella situación, siguió con su tarea y volvió a hundir su cara en el culo del mayor, adentrando con un poco de dificultad su lengua.

— Mierda, realmente estás muy cerrado, cosita. —admitió con fascinación, colocó un dedo en la ya mojada entrada y lo adentró lentamente.

Taehyung arqueó su espalda, sintiendo un ardor crecer en su zona íntima. Jungkook lo noto, así que lentamente lo sacó, para volver a meterlo con mucho cuidado.

— ¿Duele?

— Mgh, no tanto, puedo soportarlo. —el dedo de Jungkook se quedó quieto en su interior.

— Aprietas demasiado mis dedos, ya quiero sentir lo bien que apretarás mi polla. —aquellas palabras solo lograron poner más sensible al mayor, su miembro no paraba de gotear de tanta estimulación, y el de Jungkook estaba igual.

El menor volvió a voltear el cuerpo del rubio, pudiendo ver de nuevo aquella cara sonrojada. Abrió sus piernas, y sus dedos volvieron a buscar su entrada, metiendo ahora dos. TaeHyung comenzó a gemir un poco más fuerte al ver cómo lo comenzaba a penetrar con dos de sus dedos.

— ¿Te gusta la sensación? —el rubio asintió rápidamente, Jungkook sonrió, aumentando la velocidad de las penetraciones, sabía que el mayor se vendría rápido, sus reacciones se lo decían.

Y así fue, después de algunas estocadas más el mayor se vino, sin nada más que los dedos del menor en su interior.

El rubio lo miró sorprendido y agitado, sin saber cómo reaccionar después de haber tenido el orgasmo más fuerte de su vida.

— Agh, fue increíble...

— Y eso que solo fue con mis dedos, cosita, prepárate para los próximos.

Jungkook se encargó de limpiar el desastre que había provocado en el menor, para finalmente abrochar aquellos pantalones que hacían ver precioso el trasero del mayor.

— Adivina. —el rubio lo miró confundido, aún tratando de recuperarse. —Es tu turno.

Y Taehyung lo supo cuando el menor agarró su mano para llevarla a la dura erección del mismo.

De alguna manera eso emocionó al rubio, dejándose caer rápidamente de rodillas, llevando sus manos al cinturón del pelinegro.

— Recuerda que soy nuevo en esto.

— Ayer lo hiciste increíble. —el rubio asintió, dejando caer el pantalón contrario hasta el piso, quedando nuevamente hipnotizado al ver la larga y ancha longitud que se podía apreciar por encima del bóxer.

— Mgh...

Un simple jadeo que hizo al miembro de Jungkook palpitar.

— Vamos, cosita, sácalo del bóxer, deseo sentir tu boquita en mi poll...

— Taehyung, ya terminé con las entrevist- ¡Santo dios! Lo siento, lo siento, no vi nada. —habló rápidamente un asustado Namjoon, cerrando de un portazo la puerta.

Taehyung se había parado con su rostro pálido, y Jungkook , bueno, él estaba enojado porque no pudo sentir aquella boca envolver su dura polla.


VANTEEA

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