Jihyo era una persona seria en el trabajo, siempre era admirada por el esfuerzo sincero que ponía en cada de sus proyectos o el trato amable con cada uno de sus empleados, era responsable, por eso la mayoría de la empresa quedaron algo confundidos al ver como la mujer agarraba su bolsa y salía del lugar en horario de trabajo.

— Jihyo, de verdad, muchas gracias por recibirme, prometo que solo serán unos días los que me quedaré en tu casa, mientras pongo al corriente a mis padres sobre lo sucedido.

— Sabes que puedes quedarte el tiempo que quieras, eres una gran amiga, así que no es problema para ninguno de los tres, ya veras. —le sonrió, siguiendo con su atención a la carretera de enfrente.

— Por eso te amo, sé que siempre puedo contar contigo.

— Supongo que todo esto paso porque te escucho en la llamada conmigo, ¿no? Ya sabes, que por definitiva quisiera separarse. —Dahyun la volteó a ver ofendida, negando.

— No, aquí el malo es él, me engañó, ¿puedes creerlo? Si nos vamos a divorciar es por esa persona que se interpuso en nuestro matrimonio, y Taehyung de estúpido como siempre se dejó seducir, lo que más me repugna es que haya sido un hombre.

— ¿Si hubiera sido con una mujer sería menos doloroso?

— Con una perra también me habría enojado tanto, pero con un hombre me da asco. —la contraria sólo negó, su amiga siempre había tenido aquel fuerte carácter.

Jihyo finalmente entró a su residencia, dando con su casa a unas dos cuadras de la entrada, ambas quedaron confundidas y se voltearon a ver cuando vieron un segundo coche aparcado justo al lado del de Jungkook.

— ¿Qué mierda? Ese es el coche de Taehyung. —Dahyun habló con rabia. —¿Acaso me está siguiendo?

La señora Jeon se quedó en blanco, analizando la situación que tenía enfrente, esperaba con toda su alma que Taehyung se encontrara ahí por asuntos de Dahyun.

Ambas se bajaron y prácticamente corrieron hasta el carro, pero no había nadie dentro.

— De seguro Jungkook lo recibió, ¿él ya está aquí?

— Sí, mi hijo debería haber llegado hace unas dos horas.

Cuando ambas entraron miraron a todos lados, pero no había rastros de ellos, hasta le preguntaron a unos cuantos sirvientes, pero estos aunque habían sido testigos de lo que vieron no abrieron la boca.

— ¡Jungkook! ¡Hijo! ¡Ya llegué! ¡Baja, por favor!

Jungkook bajó las escaleras apresuradamente, hacer esperar a su madre nunca era buena idea, cuando la visualizo le sonrió para ir a recibirla, pero cuando llegó a la sala inmediatamente su sonrisa se desvaneció al ver a cierta pelirroja a pocos metros de él.

— ¿Qué hace ella aquí?

— También es un gusto verte, Jeon pequeño. —él nombrando rodó los ojos, y abrochó los últimos dos botones de su camisa. — ¿Dónde está mi Taehyung?

Jungkook sonrió de lado, encogiéndose de hombros.

— ¿En su casa? Libre de ti, supongo.

Dahyun abrió los ojos sorprendidos, el hijo de su amiga se estaba comportando muy a la defensiva con ella.

— Jungkook, no le hables así, ya dinos en dónde está Taehyung.

— Yo que s...

— Vimos su auto afuera. —Jungkook se quedó callado, recordando que por las prisas no habían estacionado el auto dentro de la cochera.

— Jeon Jungkook, dinos qué está pasando. —la voz de su madre se volvió autoritaria.

— Él vino a visitarme, sí, sí, y platicamos, vimos series, todo eso.

—¿Está en tu cuarto? —preguntó la pelirroja, pero el chico se quedó callado. —Está en tu cuarto.

Dahyun corrió hacia las escaleras, subiéndolas rápidamente seguido de Jihyo y un preocupado Jungkook.

Cuando la mujer abrió la puerta su shook no pudo ser peor, vio a Taehyung en la cama de Jeon pequeño, vistiendo ropa del nombrado.

Miró el piso, ahí se encontraban las prendas del rubio, junto con la cama totalmente hecha un desastre y el olor a sudor, así que rápido supo lo que había pasado.

— ¡¿Qué mierda te pasa?! ¿Por un maldito niño? ¡¿Por un maldito niño me cambiaste, imbécil?! —se aventó a él, y comenzó a golpearlo en el rostro, Taehyung la tomó de los hombros para alejarla, pero la furia de la contraria era mayor.

— Cálmate, Dahyun.

— ¡¿Cómo quieres que me calme cuando estás follando con el hijo de mi mejor amiga, asqueroso?!

Taehyung dejó de sentir el cuerpo de la mujer de encima. Jungkook había tomado un brazo de la pelirroja para apartarlo de su rubio, su mirada enfureció cuando visualizó dos rasguños en las mejillas del mayor.

— ¡Suéltame! ¡Maldito ra...

— ¡Cierra la boca! —este agarró la quijada de la mujer para que lo volteara a ver, y apretando la zona para que no pudiera gritar. —Escúchame bien, en tu puta vida le vuelves a poner tus manos encima a mi novio, ¿entiendes?

La mujer lo miró enojada, tratando de deshacerse del agarre pero soltó un quejido cuando el Jeon menor apretó más fuerte.

— ¿Entendido?

— S-sí, ya suéltame...

— Eso espero, porque si no lo cumples, te voy a demostrar que aunque soy un niño tengo más poder que tú.

— Ya suéltala, Jungkook. —el nombrado al escuchar aquella voz, rápidamente le hizo caso, acercándose para checar las heridas en el rostro de su amado.

La pelirroja cayó al suelo, sobándose en donde había sido agarrada, volteó a la puerta y se encontró con su amiga parada en la puerta, sin hacer nada.

— ¿A ti qué diablos te pasa? ¿No me vas a defender? Tu hijo acaba de quitarme a mi esposo.

— Dahyun, sabes que soy tu amiga, pero yo, es decir, mi hijo... Jungkook es mi hijo. —la nombrada se levantó del suelo, caminando a su ex mejor amiga.

— Tu hijo y una mierda, tú y yo ya no somos amigas, pueden irse todos al maldito infierno, enfermos, pero algún día me las van a pagar. —y sin más salió de aquella casa, hecha una furia.

Jihyo volteó a ver a su hijo, quien se encontraba mimando al rubio y calmándolo por los rasguños en sus cachetes.

— Quiero que me expliquen esto de una buena vez. —La voz de Jihyo siempre solía ser dulce, pero Jungkook sintió escalofríos cuando escuchó una dura y potente voz salir de su madre.

— Jihyo, yo puedo explicarlo. —habló Taehyung, acomodando sus prendas para no dejar sus piernas tan expuestas.

— Los dos me lo van a explicar.

— Mamá, nadie tenía planeado que todo esto iba a pasar, de verdad, primero fueron esos coqueteos, insinuaciones por parte de ambos y después, después yo caí completamente, cuando juré que todo esto sólo sería un capricho más.

— Esto está tan mal, un hombre casado, el esposo de mi mejor amiga, bueno, ex mejor amiga, la diferencia de edad...

— Mamá, pronto cumpliré 21, ya no soy un niño.

— Jihyo, tú más que nadie conocías a Dahyun, y sabias que ella no me amaba, conocer a tu hijo solo me hizo abrir los ojos del error tan grande que había cometido.

Todos se quedaron en silencio, Jungkook suspiró mientras levantaba la ropa del rubio para dársela.

— A tu padre no le va a gustar nada esta noticia.

— Está bien, está bien si ustedes no lo aceptan, yo no renunciaré a lo que siento porque ustedes no estén de acuerdo o por el que dirá la sociedad, yo solo quiero ser amado y poder amar.

Jihyo no podía estar más sorprendida, nunca había escuchado a su hijo hablar con el corazón, por un momento pensó que se lo habían cambiado.

— Hablaré con él. —y sin decir más, salió de la habitación, aún tratando de analizar todo lo que había pasado en tan solo unos minutos.

Los amantes se voltearon a ver, Jungkook simplemente se encogió de hombros para después lanzarse encima del rubio, posicionándose entre sus piernas.

— Jeon Jungkook, está tú madre, compórtate.

— Era para aliviar el ambiente. —murmuró, dejando besos castos por su cuello, haciendo reír al mayor.

— ¿Así que tú novio? ¿Eh?

— Sí, para que se enojara más.

— Tonto.

VANTEEA