Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3.


-¿¡Estás mal del cerebro!?-grité, ignorando la mirada de los demás.

-¡No!-respondió, frunciendo el ceño-. ¡Tú estás...

-¡Era una pregunta retórica, estúpido!-interrumpí con puro enojo.

Dallas intentaba no reírse mientras se mofaba de mi almuerzo asqueroso. Mientras le pedía dos segundos para ir al baño, él se encargó de ponerle flan junto al puré de patatas que tenía de almuerzo. Entonces, cuando lo probé, el tonto empezó a reírse de manera desenfrenada al ver mi expresión de asco y acto seguido escupirlo.

Ese tonto me quería matar o algo. Pero más molesto era que siguiera riéndose, por lo que, a cambio de su estúpida broma, recibió un golpe en la entrepierna de parte mía.

Y así, luego de que haya permanecido unos minutos en el suelo, tocándose a sí mismo... 

Esperen un segundo..., eso es asqueroso. 

Iugh.

Bueno, luego de tocarse la zona afectada, se puso de pie y me insultó por todo el pasillo, mientras me seguía.

Finalmente,  ahora estábamos en el comedor, insultándonos y ganándose la mirada de todos los alumnos entrometidos.

Malditos muggles. Que se metan en sus malditos problemas.

-¡Me acabas de golpear por hacerte una broma!-exclamó, alzando los brazos.

-¡¿Una broma?!-Reí ante su mentira-. ¡Podría haber vomitado por esa broma!-Le pegué un fuerte golpe en el pecho-. ¡Idiota!

Me fui del comedor lo antes posible.Sentía la furia en todo mi cuerpo, como me sucedía siempre que me devolvían la broma. Sin embargo, ante toda furia, intentaba disimularla con una cara seria.

Pero no, no lo logré. 

Oí la dura voz de uno de los supervisores, que me estaba llamando ni bien crucé la puerta. No sé cómo, no sé cuando y no sé por qué, Dallas se encontraba atrás mío cuando me llamó.

Con una sonrisa falsa, dí la vuelta y pregunté:

-¿Necesita algo, señor director?

-Tú y Dallas Conelly, 2 horas de detención después de clases.

Y sin más, se largó a su oficina.

Genial, ahora tenía que estar la tarde entera con Dallas. Solo pensarme allí, con él a mi lado y levantándonos el dedo medio, me aburría. 

Sonó el timbre, dando a entender que todos podían irse a sus hogares. Pero, obviamente, yo no.

Con la mochila de minion en mi hombro, caminé hacia la sala de detención, no sin antes comprar alguna idiotez en la máquina expendedora y disfrutar del sabor de unas buenas papas fritas por algunos minutos.



Abrí la puerta de la sala, encontrándome a Dallas como primera vista. El lugar era como en las películas: oscuro, monótono y aburrido. Era increíble ver como esta parte de la escuela había quedado atascada con los años, solamente siendo limpiada de vez en cuando y sin fijarse en los grandes detalles como las horribles paredes beige y la humedad en éstas.

Lo único que podía rescatar del lugar eran las amplias ventanas que iluminaban el salón, de las cuales podías ver a través el campo de deportes, y a Dallas, aunque me costara admitirlo.

Este último se encontraba sentado a una punta del salón. Se veía tan sexy, tan sensual, tan... ardiente. Argh, maldita cara de mono ardiente y sexy. Me hacía imposible la vida con los hermosos ojos que poseía el maldito.

-Deja de mirarme-dijo de mala gana, observándome con el ceño fruncido.

Una carcajada salió de mí.

-Deja de mirarme tú-respondí. 

Con una sonrisa, me senté al otro lado. Ésta se encontraba plasmada en mi rostro, mientras alzaba las manos en signo de victoria gracias a su silencio.


En los siguientes 45 minutos, le había estado cantando una canción en burla de él. Podía oír que él golpeaba su puño contra su mesa, murmuraba algo y se callaba. 

Debía aceptarlo, su nivel de paciencia era muy alto. Demasiado alto para una persona sexy. Ciertas veces él me tenía mucha tolerancia, que no tenía idea de donde la sacaba, pero demostraba claramente su enojo dándole golpes a alguna superficie dura o murmurando malas palabras en voz baja. Pero eso nunca me detenía. Por lo tanto, seguí burlándolo, esperando que se enojara. 

Nunca explotó el muy maldito.


Pasaron 20 minutos más, podía oír su respiración entrecortada y sus golpes en la mesa. Ahora más seguidos. Se escuchaban cada vez que lo burlaba, cada vez que me reía. Podía oír que se removía en su silla, hasta que lo observé. Su piel estaba colorada de furia, sus venas se marcaban en sus brazos y, desgraciadamente, su mirada estaba dirigida a mí. Juraba que en sus ojos había...

¡Furia y descontrol!

Bueno, me había emocionado más de lo normal por sus irresistibles ojos. Volviendo al tema, él se veía demasiado furioso, esperando que haga el mínimo movimiento para atacarme. Desvié mi mirada y seguí cantando para burlarlo y enfadarlo, queriendo ver  hasta qué punto soportaría. 

Oí que pateaba su mesa y luego la golpeaba con su mochila, así sucesivamente.

Había llegado un momento en el que pensé que la mesa estaba muerta. Pobre mesa, no se merecía que la maltraten de esa manera. A veces su enojo se disparaba mucho, y esto lo confirmaba al echarle, notando que seguía igual de colorado y con sus venas aún más marcadas. 

Creo que me había pasado del límite, e iba a parar,  pero...

¿Una última molestia más?

-¡Eres un gruñón, Dallas!-dije riéndome, lanzando algunos papeles a su mesa.

Y así fue como Dallas bruscamente se levantó, dirigiéndose hacia mí de manera determinada y con un enojo que daba mucho más que terror.

*************

Hola, aquí está el capítulo. Es mejor tarde que nunca, ¿no?

Quería agradecer por leer esta historia, que nuevamente les digo que NO me pertenece (la idea de la historia, o sea la sinopsis) pero sí los capítulos. 

Ah, quería decirles algo...

¡MUCHAS GRACIAS POR LEER! y...

¡Perdón por el retraso, bellezas de dioh!

- A.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro