愛の優しさ
"¡mami!" se levantó Jeongyeon del suelo en dónde estaba sentada, esquivando sus juguetes hasta llegar a su mamá, abrazándola desde su cintura ya que no llegaba, tristemente.
"¡hola pequeña princesa! ¿cómo te trato Joohyun?" pregunto su mamá, dejando las cosas en la mesada de la cocina para agarrarlo y apretujarla entre sus brazos.
"muy bien, pero se quedó dormida y tuve que jugar solita..." bajo su mirada haciendo puchero y jugando con sus deditos.
"enserio, ¿dónde está?" indagó Sooyoung.
"está en su habitación, mientras mirábamos películas cerro sus ojitos y se quedó asi, quizás para siempre" dijo alargando la última palabra.
"¿cómo la bella durmiente?" sonrió Sooyoung.
"sipi, como la bella durmiente." le respondió Jeongyeon, mirándola y sonriendo de igual manera, mostrando mutuamente su sonrisa.
"¡oh! que boba, casi me olvidó" exclamó Sooyoung pegando su frente con su mano izquierda "mami tiene que ir a la casa de su mejor amiga para hablar de asuntos de trabajo, entonces, vas a tener que ir conmigo" le explicó la mayor, bajandola de sus brazos. "y antes de que me hagas un berrinche, Joohyun también tiene que ir a trabajar y no te quiero dejar con la abuela porque te consiente demasiado."
"está bien, mami. pero... me voy a aburrir" se quejo Jeongyeon, moviendo su pie de un lado al otro.
"mi amiga tiene una hija, le pasas por dos años y se llama Mina. es muy encantadora te va a agradar." se dió la vuelta y empezó a sacar todas las compras de las bolsas.
"¿cuántos años tengo yo, mami?" empezó a mirar sus deditos.
"tienes diez años, pequeña."
"eso sería, ¿así?" mostró sus ocho deditos, la mayor riendo ante eso.
"no, Yeon. eso sería así" agarró su manita y levantó sus dos dedos sobrantes.
"oh~" miro sus deditos nuevamente e hizo que estos se movieran de una manera rápida. miro a su mamá nuevamente y vio como lo miraba enternecida.
"bueno, vamos para arriba para buscarte tu ropita e irnos." cuando estaba apunto de irse por las escaleras hacia arriba, sintió como la jalaban de la camisa, efectivamente, era la pequeña Jeongyeon.
"p-pero ¿no podemos ir d-después?" para Jeongyeon, el tal solo pensar en socializar le daba miedo y lastima en lo boba que se vería.
"mi bebé, no te preocupes. todo va a salir bien." se agachó a su altura y apoyo una mano en su hombro.
"¿no d-deberías a-avisarle a Joohyun-unnie?"
"le voy a dejar una nota, no te preocupes, en serio. vamos" le agarro de su manito y se fueron hacia arriba.
Jeongyeon ya estaba bien vestida y arreglada, al igual que su mamá. miraba la ventana del auto con un semblante triste y desanimado, no quería ir, no necesitaba amigos. se sentía bien con sus amigos imaginarios, estos estaban en los asientos de atrás, acurrucados; le molestaba que su mamá le diga que no eran reales, ella podía verlos, jugaba con ellos y se sentía completamente bien, hablaba con ellos y le contaba su día a día, estar sin compañía era algo... triste para la pequeña Yoo.
"hey, no te pongas así. mami se pone mal de tan solo ver tus pucheros."
ignoro lo que dijo su mamá y siguió así todo el camino, ¿por qué tendría que perder el tiempo socializando?
una vez la llegada a la casa de la mejor amiga de su mamá, tocaron la puerta, fue abierta y la chica los recibió con una gran sonrisa, sin mencionar el pequeño bulto que se encontraba detrás de ella mirando fijamente a Jeongyeon.
"¡Sooyoung!, ¡Jeongyeon! las estábamos esperando, pasen, pasen no sean tímidas." sonrió en grande la señorita, la pequeña calculaba que sería mucho más mayor, pero parecía de veinticinco.
"hola Suji, un gusto." las dos mayores se abrazaron, dejando a vista a las dos pequeños quienes cruzaron miradas fijamente.
"se ve muy... bonita."
"yo soy mejor". dijo su amigo imaginario, nombrado teddy, de parte de la castaña.
"hola pequeñín" dijo Suji, agachándose a la altura de la niña frente a ella. "yo soy Suji y ella es mi hija, Mina." presento a su hija, quien seguía en ese trance.
"ho-hola..." murmuró la castaña, saludando con su manito acompañado de una sonrisa tímida.
"tenías que tartamudear." se reprochó Jeongyeon.
"aww, es encantadora." hablo nuevamente Suzy, dejo un espacio para que pasen y así, todos estaban dentro de la casa.
Jeongyeon no podía despegarse de su mamá, estaba aferrado a su ropa como si fuera un koala, sentía temor, estaba asustada, sus manitos sudaban y sentía que iba a vomitar muy pronto. si tan solo pudiera escaparse por la puerta, quizás ir y vivir momentos históricos con Blancanieves...
"cariño, ¿por qué no vas a jugar con Mina? háganse amigas." pregunto nayeon, girando se a mirar a su hija.
Jeongyeon negó.
"no la presiones, Sooyoung unnie. debe sentir miedo. es solo una niña." dijo Suji, mirando a Jeongyeon enternecida por tal cosita tan tierna.
"esa señorita si me comprende".
"Minari, ve con Jeongyeon y ayuda a que pierda su miedo." sugirió Sooyoung.
esa rubia misteriosa se acercó hacia ella, sin vergüenza, estirando le su mano. Jeongyeon se alejó más.
"oye, no tengas miedo." hablo esa japonesa.
"tiene una voz muy linda también." pensó Jeongyeon.
Jeongyeon lentamente agarró su mano, empezó a sentir calidez y maripositas en el estómago, algo que ella nunca había sentido. el miedo y ganas de vomitar que alguna vez sintió en un momento se había ido. empezaron a caminar en una dirección que no conocía, pero solo se dejó hacer, llegaron a una habitación llena de juguetes, el lugar estaba todo pintado de un morado pastel, dándole mucho color al asunto.
"soy Mina, pero puedes decirme Mimi." se presentó la menor de la que tanto se había cuestionado antes.
"s-soy Jeongyeon, puedes llamarme c-como tu quieras..."
"¿por qué tartamudeas Jeongyeon-ah?, ¿estás bien? ¿no tienes frío? ¿estás enferma?"
"si tan solo supieras que tú presencia le provoca ocho paros cardíacos, nueve gritos y diez saltitos de niña enamorada."
"no, n-no. es solo q-que estás muy cerca."
Mina se sobresalto y se alejó rápidamente de Jeongyeon, sonrió avergonzada y se rasco su nuca.
"bueno, emm... ¿quieres jugar?" pregunto con una sonrisa que dejó encantada a la contraria, era cuadrada, muy tierna y peculiar a su parecer.
"si, supongo" dijo Jeongyeon.
"mi mamá me había dicho que te gusta blancanieves, ¡a mí también! tengo un juguete de ella y, y otra de elsa." relató positiva buscando sus juguetes.
"¿e-en serio?"
"sipi, unos días después de que salió la primer película me hice muy fan"
"ah, es muy interesante..."
"¡las encontré!, toma uno" le extendió los dos juguetes de plástico, uno en cada mano.
Jeongyeon obviamente fue por Blancanieves.
pasaron las horas y las dos se habían aburrido de jugar. Mina estaba acostado en el piso al igual que Jeongyeon, las dos juntas.
"Jeongy-unnie, ¿quieres jugar a la mamá y el papá?" pregunto Mina con sus ojos chispeantes, girando hacia ella.
"¿c-como se juega a e-eso?" le respondió la mayor, alejándose un poco debido a que la cara de su dongsaeng estaba demasiado cerca, de nuevo.
"tenemos que ser como una pareja" sonrío mostrando sus dientecitos brillantes.
"¿q-qué?"
"sip, yo voy a ser el papá" se levantó del suelo y se sentó indiecito.
"¿n-no crees que e-estamos chiquitas para eso?" Jeongyeon se posicionó igual que ella, mirándola dudosa por la propuesta que le había dado su menor.
"si, pero solo es un jueguito." respondió Mina, acercándose más a Jeongyeon.
"p-pero, ¿tendremos q-que darnos b-besitos?" bajo su mirada, su cara empezó a arder, dando señal de que estaba sonrojada.
"solamente si tú quieres unnie, no voy a obligarte a que hagas algo que tú no quieras." sonrió sincera a lo que Jeongyeon le devolvió la sonrisa, perdiéndose mirando los labios de la contraria; reaccionó y hablo:
"¡n-no, no! solo preguntaba..."
"pues si no te molesta entonces si." se acercó gateando hacia el para darle un abrazo y dejar un besito en su mejilla.
"Jeognnie parece un tomate" dijo acompañado de una risita.
"¡no digas e-eso!" sus manitos se dirigieron a su cara, tapando a esta para que el contrario no lo vea.
"Jeognnie es tierna."
Jeongyeon la miro con un puchero, estaba apunto de hacer un berrinche pero...
"¿te puedo dar un besito? como pareja"
"¡n-no! digo- ¿si? no lo sé..." Jeongyeon se alteró y se sonrojo aún más... si es que se podía.
"solo va a ser un piquito, perdón si te molesta Jeongyeonnie. esa no fue mi intención." bajo su cabeza, quería llorar y Jeongyeon lo sabía.
"¡no! lo siento mucho Miguri, por favor no llore" fue directo hacia ella, abrazándola fuertemente de su nuca, sintiendo como las lágrimas del contrario caían por su hombro.
"p-perdón por ser tan fastidiosa..." alcanzó a escuchar un murmuró de Mina, quien lloraba desconsoladamente.
"no Miguri, no eres fastidiosa. usted es bonita." respondió Jeong, dejando besos en su mejilla.
"¿en serio?"
las dos se separaron, Mina tuvo un viaje en la galaxia que tenía Jeongyeon, sus ojitos de cachorro expresaban tantas cosas a la vez que le costaba en demasía analizar, felicidad, temor; y quizás, inocencia.
"¿entinces si puidi darti in piquito chiquitito?" mentiría si le dijera que no le costaba hablar, Jeongyeon tenía sus mejillas agarradas, moldeando los a su gusto.
"shi, Minari puede darme los besitos que ella quiera."
sin pensarlo ni dos veces, Mina unió y separó sus labios, fue corto y rápido, sin embargo, suave. se miraron, ninguna de las dos creía o sabía que habían hecho. ¿se besaron?
"¿puedo hacerlo devuelta?" está vez Mina tenía atrapada las mejillas de la contraria.
"em... ¿si?"
los juntaron nuevamente, está vez sus labios inexpertos trataron de moverse, saboreando la exquisitez de la cereza de los belfos de Jeongyeon.
"te quiero mucho Jeognnie, la próxima vez yo iré a tu casa." sonrió Mina, apresando la cintura de Jeongyeon.
"¿y me darás más besitos?"
"sip" entrelazó sus manos y se levantaron, se dieron un último abrazo y bajaron a dónde estaban sus mamás.
ya estaban en la puerta de la casa, los dos pequeños se despidieron con un apretón de manos y las más grandes con un beso en la mejilla.
Jeongyeon y su mamá entraron a su auto bien estacionado y se marcharon de ese lugar.
"y Jeongyeon, ¿cómo te fue con Mina?" pregunto su mamá, aún manteniendo la vista al frente.
"¡excelente mami! Mina-dongsaeng es muy bonita y dulce, me trató muy lindo..." exclamó Jeongyeon sonriendo boba recordando los besitos que se dió con su japonesa.
"me alegro mucho, cachorra. veo que tuviste una tarde muy divertida..." sonrió enternecida.
Gracias a koosita por dejarme adaptar este bonito one shot <3
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